Ivan: Wow... wow... y WOW... En verdad me sorprende el haber llegado a una cantidad tan exorbitante como esta, y siendo que  con anterioridad había llegado a los 300 seguidores, y si no mal recuerdo, también creo que en este mismo año superé los 200; con todo eso... De verdad, estoy sorprendido.

No me lo tomen a mal, la verdad me alegra el llegar a esta cantidad. Lo que sí me preocupa, o más bien me desilusiona, es el hecho de dejar promesas que al final no podré cumplir. En casos como estos, he intentado de todo para demostrarles mis agradecimientos hacia ustedes, seguidores míos, por continuar con un don nadie (aunque aquí entre nos, me parece que soy algo más que eso para ustedes). Como bien sabrán, apenas llevo dos años en esta plataforma, desenvolviendo mi creatividad en un arte que nunca pensé que sería mi fuerte: la literatura. Seguidor tras seguidor, camarada tras camarada, hasta amigo tras amigo, este pequeño escritor ha ido creciendo.

Si les soy honestos, tengo algo, y ese algo es una mezcla de felicidad, sorpresa y... miedo. Sí, miedo. A todos los valoro, tanto si les gusta mis historias como si no, y por ello siempre me esfuerzo en hacer algo extra por ustedes, algo que no he conseguido en la plataforma en la que anteriormente quería darme a conocer. Y más teniendo en cuenta que era todo un novato en la escritura. Conmemorando esto, hice varias promesas, y ninguna se cumplió por motivos diferentes. En el especial de 200 seguidores, les pedí que me hicieran preguntas para responderlas en un video, alejado ya en el clásico sistema de tags en donde es común responder las mismas. Al final, tan sólo un usuario me hizo unas cuantas, y lo peor es que nunca subí el video. No es por regañarlos, pues no tienen la culpa, sino la mía por no haber tenido tan claro las diferencias abismales entre esta plataforma y la otra.

En el especial anterior de 300 seguidores, les dejé un par de opciones, entre ellas un cómic one-shot hecho a mano. Fue el que dos o tres quisieron, lo que me dio ánimos para hacerlo... en un principio. Si alguien ha visto los mensajes que publico en mi perfil, que por cierto es muy raro que haga dado que no quiero llenar su buzón de notificaciones con cosas banales. En uno de esos mensajes, les pedí disculpas por no cumplir con aquello, y la razón es la misma con la que nos enfrentamos todos aquellos que somos escritores: la historia. Pude haber hecho una tontería, publicarlo y ver cómo me llovían las visitas y ya, asunto arreglado, pero... yo no quería hacerles eso. Si en algo me propuse a hacer historias complejas, es porque representan un desafío constante, y muy pocos pueden lograr resultados más que geniales; ojo, yo no creo que sea uno de esos, pero... bue, soñar no cuesta nada. Pero, el argumento había sobrepasado mis expectativas, y por una simple razón: homosexuales. No es que la historia fuera yaoi o yuri, lo que pasa es que quería hacerlos ver como quieren ser vistos (aunque desconozcan que su comportamiento afeminado y su atracción hacia el mismo sexo sea más bien por una cantidad imprecisa de estrógenos derivados de comida empaquetada procesada, botellas de agua, jugos, juguetes, carnes, hasta en el mismo medio ambiente debido a los contaminantes de las fábricas, que por un sentimiento reprimido en sí, que en realidad puede tratarse de un autoengaño. Hablaré de este punto después), pero no de la forma convencional. Me explico: los primeros villanos que aparecerían iban a ser bullies gays, así de simple; a la vez, el amigo de la protagonista (porque sí, sería una mujer) tendría pechos de mujer desde nacimiento, volviéndolo objeto de burlas incluso por parte de sujetos afiliados al LGBT; hasta la profesora lesbiana de física lo humillaría. Y no me pueden negar que en ocasiones, los LGBT pueden ser igual de crueles que los homofóbicos de verdad, y con esto quería demostrar que a veces, el LGBT no es como lo pintan en las series. Con los bullies gays, quería romper aquello de que todo personaje LGBT sería alguien bueno por naturaleza, poniéndole un contexto más "realista" de existir gente así.

Estaba a punto de hacerlo, pero me llegó un nuevo temor: los usuarios LGBT. No tengo problemas con que me denuncien, o eso era hasta ahora. Sólo de llegar el caso en el que me borren la cuenta por tomarse esto muy a pecho, puedo salir perjudicado. Por ende, debía de pensarlo mejor. Y aunque ya no tengo ese temor, de todas formas prefiero mantenerlo en el refri para refinarlo mejor.

Así que, como última decisión, pensé en dejarle a ustedes comentar ideas de cómo celebrar esto. Por ésta ocasión, ustedes tienen la palabra.

Bueno, eso sería todo por hoy. Nos vemo, vatos.

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Ivan: Ah, y si se preguntaban dónde están los demás... Digamos que no deseaba su presencia en estos momentos.

Ya, Sayonara :v