Capítulo 9. ¿Qué etiqueta tenemos? Parte II
Este capítulo es la continuación del anterior, pero al estar muy largo decidí dividirlo en dos.
La noche estaba por acabar, los cuatros se lo estaban pasando genial y cada charla que tenían de algo, siempre se reían. Pero debido a que ya eran pasadas las 2:00 a.m. decidieron retirarse a sus casas.
—Chicos me lo he pasado increíble, tenía tiempo que no me divertía tanto —comentó Camila un tanto pasada de copas, pero sin llegar a perder el conocimiento.
—También me divertí mucho, aunque no pude tomar más que una copa por tener que manejar —mencionó Aarón fingiendo cara de tristeza.
—Por lo menos no te toca cargar a Camila, porque en cuanto a mí... —Miró hacia Amelia a quien sostenía por la cintura—. Tengo una que sí se pasó de tragos —dijo divertido Ethan mientras caminaban a donde estaban estacionados sus autos.
—Yo estoy tan sobria que puedo caminar sola —intervino indignada Amelia por el comentario de su chico, se soltó de Ethan bruscamente e intentó caminar sin tambalearse, pero ya estaba empezando a ver doble. Él la volvió a sujetar con cuidado, la metió en el auto y le abrochó el cinturón de seguridad.
—Me despido entonces —dijo Ethan dando la vuelta para entrar al puesto del conductor y se fue sin más del lugar.
—Pues bueno, también debemos irnos nosotros. ¡Miércoles!, se me olvidó preguntarle a Ethan si mi hermana se iba a quedar en su apartamento o iría a nuestra casa —Camila se quedó mirando a lo lejos como se perdía el auto de su cuñado en la lejanía.
—Ya te darás cuenta ahora que te dejo en tu casa, así que tranquila. Igual ni que fuera la primera vez que se queda a dormir en el apartamento de Ethan —comentó Aarón quitando el seguro de su auto para que ambos entraran.
—Lo sé, pero igual es mi deber como hermana velar por su seguridad. —Se echó a reír y se ajustó el cinturón.
—Ni tú misma te lo crees. —También empezó a reírse por la ocurrencia de ella y puso el auto en marcha.
—Tenía que intentarlo. —Alzó sus hombros y sonrió de oreja a oreja—. Voy a encender la radio para que no te quedes dormido —dijo Camila mientras buscaba una emisora que tuviera música animada.
—Creo que quien se quedará dormida en el camino serás tú —concluyó él mientras giraba a la derecha hacia la salida de los estacionamientos.
—Procuraré ser una buena copiloto y acompañarte despierta hasta que me dejes en casa —se defendió ella mientras seguía cambiando las emisoras; en eso se detuvo sin querer en la canción "Cuando te besé" de Becky G y Paulo Londra.
Ambos se quedaron escuchando la canción en silencio, pues recordaron el momento que se besaron hace unas semanas atrás. Un cosquilleo en el cuerpo recorrió a ambos y sonrieron con disimulo. Media hora después se encontraban Aarón estacionando su auto frente a la casa de su amiga.
—Antes de que te bajes, quiero preguntarte algo: ¿Colocaste la canción a propósito o fue simple casualidad? —la cuestionó Aarón.
—Te juro que la puse sin querer, disculpa si te molestó —respondió apenada. Y debido a los nervios que le dio, de pronto empezó a recoger su bolso y su chaqueta para bajarse del auto.
—No, no me molestó. Al contrario, me hizo recordar algo que pasó hace poco —intervino Aarón viéndola directamente a los ojos, esta lo miraba sorprendida y el nerviosismo empezó apoderarse otra vez de ella.
—¿Hablas del beso que nos dimos hace unas semanas atrás? —preguntó tratando de no sonar más inquieta de lo que ya estaba.
—Sí, de ese mismo hablo. —Sonrió y se pasó la mano por su cabello—. ¿Estaría mal si esta vez fuera yo quien te besara? —preguntó dudoso, aún así se soltó el cinturón y se acercó poco a poco al rostro de Camila, ella tragó en seco; pero sintiendo las mismas ganas de hacer lo mismo.
—Creo... creo que no estaría mal —tartamudeó ante la respuesta que le dio a él. Sentía su corazón acelerarse por la cercanía que tenían.
—Entonces déjame probar tus labios una vez más.
Solo hizo terminar la frase, cuando tomó el rostro de Camila delicadamente y la besó lento, sin prisa. Las manos de ella rodearon el cuello de él para profundizar aquel beso que los estaba llenando de éxtasis a ambos, quizás ella un poco más por el alcohol que tenía en su cuerpo y él por el simple hecho que le gustaba demasiado ella, y necesitaba comprobar si esos labios seguían tan dulces como la última vez que los probó. Pero su beso apasionado se vio interrumpido abruptamente, pues alguien empezó a tocar la ventana del auto del lado del copiloto, por lo que se separaron rápidamente. Camila se giró y vio que era su papá.
—¿Qué hace mi papá despierto a esta hora? —preguntó nerviosa, abriendo la puerta con cuidado.
—¿Pensabas quedarte a dormir afuera? —cuestionó el señor Carlos a su hija apenas la vio salir del auto.
—Papá, dije que iba a llegar tarde y por lo mismo traje mis propias llaves para no molestarlos —respondió lo más calmada posible, pero por dentro le molestó la actitud de este.
—Sr. Carlos, disculpe la hora —intervino Aarón saliendo de su auto—. Lo importante es que la traje sana y salva.
—Aarón, es mejor que te vayas ahora mismo. ¿O crees que no me di cuenta que estabas besuqueándote con mi hija? —Lo miró aún más molesto por la escena que tuvo que presenciar frente a su casa, lo cierto es que los vidrios del auto de Aarón son oscuros y por la hora es casi imposible ver algo. El padre de Camila solo lo dedujo por el tiempo que llevaba el auto estacionado y su hija no bajaba.
—Creo que ya estoy bastante grandecita como para que me estés haciendo estas escenas, papá. Y para tu información Aarón es mi novio, así que no hay nada de malo en que nos besemos —dijo cruzándose de brazos.
—Te vas directo a la casa Camila, después hablamos ese asunto. En cuanto a ti Aarón, también tenemos una charla pendiente. —Este último solo asintió, pues quedó sorprendido por la respuesta de Camila mientras veía cómo padre e hija se metían en la casa.
El señor Carlos no habló más nada con su hija y cada uno se fue a su habitación sin dirigirse la palabra. En cuanto ella entró se tiró en la cama, ya que se sentía emocionada por el beso que se había dado con Aarón, aunque otra vez mintió de que eran novios; con esa muestra de cariño ya era algo ¿No? por lo que esos dos tenían una conversación pendiente.
Aarón llegó a su casa, entró a su habitación y se lanzó a su cama; esta situación de ser y no ser novios lo tenía vuelto loco, pero lo que no podía negar era que los labios de Camila seguían tan tiernos y dulces como el beso anterior. En eso recibió un mensaje de ella.
"Debemos vernos mañana, como no quiero otra escena con mi papá; iré yo a tu casa. Que descanses."
"Está bien Cami, te espero mañana acá. Descansa también."
Ambos apagaron sus teléfonos y se durmieron con una sonrisa en su rostro, esa noche había sido la mejor de todas. Quizás pronto serían algo más que mejores amigos.
Hola queridos lectores, espero que les guste este cap. ¿Creen que ahora sí se decide Camila? No tendrán que esperar mucho, habrá otro capítulo más tardar mañana.
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