Capítulo 6. ¿Te gustan las novelas eróticas?
—¿Sabes qué es lo más difícil de entrar al mundo literario? —preguntó Camila, a su hermana mientras divaga cómo hacer que sus historias y su blog tuviera mayor auge.
—Pues la verdad, no lo sé Cami, digo debes crear muy buenas historias para lograr captar la atención de alguna editorial que quiera publicar lo que escribes —respondió Amelia, un poco perdida en el tema.
—Esa es la parte difícil, tratar de destacar entre cientos y miles de escritores, que buscan un lugar en el mundo literario. Por otra parte, está que, una vez lograda la publicación, esta despegue como es debido. —Suspiró cansada, sin ni siquiera haber empezado a enviar sus manuscritos a alguna editorial.
—No te aflijas hermanita, ya verás que pronto alguien verá ese gran talento que tienes. —Se acercó a Camila y la abrazó por los hombros para darle ese empujoncito de buena vibra que a veces se necesita.
—Sí, no me daré por vencida —dijo esta vez con la energía positiva recargada.
—Camila, tengo una duda existencial sobre... —Miró a su hermana como debatiéndose entre si preguntar o no—. ¿Alguna vez te has planteado que Aarón sienta algo por ti? —soltó la pregunta curiosa y esta quedó extrañada, pues hasta el momento no se la había cruzado por la cabeza.
—La verdad, no. Digo lo quiero mucho, pero lo veo como un hermano —quedó pensativa, bien es cierto que, aunque dijera que lo quería de esa forma, en el momento que Amelia hizo esa pregunta sintió que en su corazón se instaló la duda. «¿Solo lo quiero como hermano o de verdad me gusta?»
—Querida, o eres miope o te haces la ingenua. Porque no puedo creer que no te hayas dado cuenta que ese chico está colado hasta los huesos por ti. —La miró con cara de obviedad, mientras que Camila solo se encogió de hombros.
—Cálmate con mi miopía, en cuanto a lo de Aarón; es muy atento conmigo. No las pasamos genial la mayoría del tiempo, pero dudo que le guste. Ha salido con otras chicas unas más en serio que otras, aunque si recuerdo bien han sido tres tal vez las que he conocido como novias "oficiales". —Se puso a recordar las novias del pasado que tuvo su amigo y cuánto tiempo duraron.
—¿Y ninguna vez te dio celos o algo parecido? —preguntó con insistencia Amelia—. Porque ciertamente, no me molesta como cuñado por si se confirma un noviazgo entre ustedes más adelante —concluyó, pues le parecía una buena idea de que su hermana se quedara con Aarón, ya que este cumplía con los requisitos que ella siempre le mencionaba que quería en su hombre ideal.
—Amelia, creo que estás viendo cosas que no son. Así que dejemos el tema quieto. —Le dedicó una mirada con cara de pocos amigos y su hermana se sentó a comer su ensalada echando una sonrisa de pícara.
—Cambiando el tema. Hace unos días atrás estuve leyendo una novela erótica a ver si aprendía algo nuevo para poner en práctica con Ethan o simplemente subir el libido —se calló un momento y luego continuó—: ¿Tú has leído ese tipo de contenido?, ¿te gusta? —le preguntó a Camila para ver si estaban en la misma sintonía.
—He leído un par, unas más explícitas que otras. A veces siento que estoy viendo porno en lugar de leer una trama llena de drama o suspenso. —Tomó un sorbo de su té de menta y agregó—: Considero que hay algunas que la verdad me han dejado con unas ganas... de pues ya sabes, y otras me molesta que lo hagan tan exagerado que simplemente cambio a un libro más tranquilo —contestó Camila.
—¿Qué te molesta de las más explícitas? —indagó curiosa—. Porque a mí esas me ayudan un poco más cuando quiero tener un chat caliente con Ethan. —Sonrió de solo recordar la noche anterior con su novio.
—Bueno que se enfoque casi desde los primeros capítulos en puro sexo, me gusta más que haya una historia en sí y luego se agreguen ese contenido calie...—No terminó la frase, porque en eso llegó Aarón y las interrumpió en su charla amena en la cocina.
—Hola chicas. ¿Qué tanto hablan que no me invitan? —Saludó animado al par de hermanas que lo miraron de arriba abajo.
—¿Quién te dejó entrar? —cuestionó Amelia fingiendo molestia.
—¿Quién más? Tú madre. Que ustedes estuvieran como cotorras y no se dieran cuenta no es mi problema. —Le sacó la lengua a Amelia y se sentó en uno de los bancos de la isla.
—¿Por qué no me avisaste que venías? —ahora fue Camila quien cuestionó a su amigo, ya que este siempre le enviaba un mensaje diciendo que pasaría por su casa.
—¿De qué cargos se me acusa? Te estuve llamando y me salía apagado. Así que me dije: "Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña". —le respondió a Camila, mientras se echaba a reír y agarraba unas galletas que había en medio de las hermanas Valverde.
—Bueno olvidemos eso, mi teléfono debe estar cargándose. Y ya que estás aquí te preguntaré: "¿Has leído alguna vez, novelas eróticas?"—Ella lo miró fijamente y este se atragantó con la galleta de jengibre que comía.
—Oye niño, pero ni que te hubiera preguntado gran cosa. Es como preguntarte: "¿Ves porno para masturbarte?" —Atacó esta vez Amelia al pobre Aarón, que todavía no se componía de una cuando ya estaba en otra. Tomó agua y respiró hondo. Camila por su parte no aguantaba la risa con la escena que estaba haciendo su amigo.
—Leí una sola vez novela erótica por tu hermana Camila, y eso por error; pues me encontraba esperándola en su cuarto un día que íbamos a una fiesta. La verdad quedé traumatizado. —Negó con la cabeza recordando lo que había leído: "Y entonces Bianca metió todo el miembro de Luciano en su boca que casi se queda sin respiración"—. En cuanto a ver porno, es distinto. A veces son exageradas, pero calientan más rápido; recuerda que para los hombres todo es visual para poder imaginar —terminó de responder ya un poco más tranquilo, después del casi ahogamiento que tuvo minutos atrás.
—¿Y por qué esperaste a Camila en su cuarto? —indagó Amelia, sacada de onda que él estuviera ahí sabiendo cómo son los padres de ellas en cuanto a meter chicos a sus habitaciones.
—Tu propia madre me dio permiso, me dijo que Camila estaba en tu habitación buscando unos zapatos que ponerse —contestó muy tranquilo, mientras que Amelia miraba a su hermana de manera acusatoria; uno por buscar zapatos sin su permiso y dos, porque no se creía mucho el cuento de Aarón.
—Muchachos, ya cálmense. Amelia tus zapatos están intactos, que ni siquiera te diste cuenta que los usé. En cuanto Aarón deja de meter más la pata y dime ¿A qué viniste? —zanjó Camila el tema, sino se armaría la tercera guerra mundial con esos dos.
—Bueno yo me retiro, creo que estoy de sobra aquí. —Se despidió Amelia mirando a su hermana mientras enarcaba una ceja, esta solo achicó sus ojos y negó con la cabeza.
—Adiós Amelia. —Se despidió Aarón de ella.
—Ahora que nos ha dejado mi hermana, ¿me vas a decir? —volvió a preguntar Camila.
—Okey, solo venía a seguir nuestro experimento social..., ya sabes fingir ser "novios"—dijo esto último bajando la voz, mientras miraba todo el perímetro de la cocina en busca de alguien escuchando.
—¿No que no querías hacer el experimento? —Enarcó su ceja—. El día del cine lo utilizamos por obvias razones, pero ahora... ¿Por qué? —cuestionó desconcertada, ya que él después de negarse aquella vez en su casa, ahora quisiera de buenas a primera intentar aquello.
—Necesito que me ayudes ahora a mí. Hay una chica de mi trabajo que está colada por mí y yo la verdad nada que ver con ella; si es bonita, pero no hago ese clic especial que busco. Así que, necesito que finjas ser mi novia esta noche, porque habrá una especie de convivio con mi equipo de trabajo y para negarme dije que tenía una cita con mi novia. Y aún así insistieron que fueras conmigo.—Miró a Camila de forma suplicante, esperando una respuesta.
—Pero, ¿por qué tenemos que salir esta noche? Acabas de decirme que fue una mentira, mínimo van a saber a dónde ibas a llevar a tu supuesta "novia" —recalcó con los dedos lo último dicho.
—Porque resulta que me dijeron que llevara a mi "novia" al convivio, que así al fin la conocerán. Le di un montón de excusas como que te daba pena y no te gustaba estar en ese tipo de actividades, y otro par de mentiras más. Hasta que Cooper salió de la nada y me dijo: "¿O no estás mintiendo lo de la novia o en verdad es una agua fiesta?". Yo no podía dejar que dijera que eres una amargada; si eres un pan de Dios. —La miró nuevamente expectativo y con una casi risa, por lo que acababa de decir.
—¿En serio? Pues los hubiera dejado que creyeran lo que quisieran, tú solo te estás aprovechando. —Se cruzó de brazos y lo miró enojada—. ¿A qué hora debemos estar allá?, ¿cómo debo ir vestida? —Aunque le molestó que su amigo se dejara manipular tan rápido, iría para devolver el favor del cine.
—Gracias, gracias y mil veces gracias novia de mentiras mía —dijo aliviado Aarón de que a pesar de la molestia, aceptara—. Va a ser en un Karaoke bar, así que no hay que ir formal y seria a las 8:00 p.m. —terminó de decirle a su amiga.
—Está bien, estaré lista para entonces. Por cierto, ¿qué hora es? —preguntó a su amigo, pues veía que ya se estaba oscureciendo.
—Son las 6:45 p.m. —respondió después de ver su reloj.
—¡¿Qué?! ¡Carajo! Tendré que ir rápido a bañarme, vestirme y maquillarme. —Miró a su amigo y le dijo molesta—:Te odio. —Se levantó de su silla y salió corriendo hacia al baño.
—Si me hubieras dicho más temprano sobre esto, Aarón —hizo una pausa para mirarlo—. Habría tenido tiempo de arreglarme con calma y no así al apuro. —Se volvió acomodar en el asiento del copiloto para seguir arreglando su cabello mientras se veía por el espejo de la visera del carro de este.
—Tranquila Camila, te ves hermosa con todo y el apuro que te hice pasar. —La miró de reojo mientras conducía en dirección al Karaoke Bar Luciérnaga. Lo cierto era que, ella en verdad lucia hermosa y según él sería la envidia de muchas en el lugar.
—A veces me habría gustado nacer hombre, solo se bañan y se ponen lo primero que ven. Uno es prácticamente un protocolo para salir decente cada día, pues uno nunca sabe con quien se pueda encontrar. —Ella no se creía gurú de la moda, pero era creyente que uno siempre debe estar presentable vaya donde vaya, así sea al supermercado.
—Bueno llegamos, un poco tarde; pero no tanto —le dijo Aarón mirando su reloj que marcaba las 8:30 p.m.
Se bajaron del auto y entraron al lugar tomados de la mano fingiendo su noviazgo.
Hola mis queridos lectores, ¿Qué les pareció este capítulo? Sobre todo el tema que se abordó.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro