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Un final feliz?

Darien abrió lentamente sus ojos para encontrarse con los oscuros orbes de Anubis que lo miraban con alivio y lágrima en las comisuras. Sin poder evitarlo levantó su mano que le pareció que pesaba una tonelada y la llevó a donde una lágrima amenazaba con escapar y la secó cayendo su mano después que fue agarrada por la del dios.

-¿Chacal bobo por qué lloras?- su voz salió pastosa y casi inentendible.

Anubis no pudo evitarlo al escucharlo. Toda la tensión que había contendió pudo con él y lo abrazó volviendo a sollozar sobre su hombro, esta vez de alegría. 

Darien por su parte solo enfocó a Ra que tenía una sonrisa en los labios y a Horus más atrás que se alejaban del grupo. A lo lejos pudo divisar a Nastet que se acercaba con Kalet en brazos aun inconsciente y a Tobías caminando a su lado. 

Habían derrotado al supuesto villano, la guerra se había terminado, él había sido revivido.
¿Eso podría considerarse un final feliz?

...

Darien abrió tanto los ojos como la boca mientras estaba recostado en la cama con Anubis sentado a su lado escuchando lo que salía de los labios del magnate del Imperio.

-Tienes que estar jugando conmigo- pellizcó el brazo de su pareja para comprobar que no era un sueño- No puedes venir y decirme que no soy humano ahora-

-¿Y por qué no? El dios que tienes a tu lado hizo su mejor esfuerzo por traerte de vuelta y eso tiene un precio, enlazar su alma a la suya, por lo tanto, lo que dure uno, durará el otro-

-Eso significa...-

-Qué eres inmortal, mira que puedes ser lento- Kalet parado detrás de Ra había perdido la paciencia con aquella conversación.

Después de que todo se calmara el joven había tenido que estar en cama unos pocos días para recuperarse de las heridas. Darien no sabía quién estaba más psiquiátrico con su estado, o Nastet o el mismísimo Ra.

Anubis no decía nada, aun cuando conocía los términos del trato hecho con Toth, todavía estaba la impresión de conocer que estaría junto a Darien por el resto de su vida. Se giró hacía el chico que abrió de nuevo la boca para protestar y lo besó ferozmente. Darien golpeó su brazo cuando se quedó sin aire y lo separó agarrándolo de un mechón de cabello.

-No te metas cuando estoy discutiendo- le replicó y volvió a girarse hacia Ra, pero el dios del sol había aprovechado el momento y había desaparecido de la habitación dejándolo con la palabra en la boca.

-Ustedes, simplemente no me respetan- hizo un puchero sabiendo que se comportaba como un niño, pero lo hacía adrede, tenía un enorme hombre hermoso para que lo mimara, no podía ser más feliz.

Pasaron al menos tres días más para que Darien se incorporara por sus propios medios y pudiera caminar tranquilamente sin que su cuerpo protestara a cada segundo. Se encontró con Nastet en el jardín trasero del templo de Anubis y se sentó a su lado recargándose de su hombro, como lo haría un hermano menor.

-Sabes, me alegra ser tu descendiente y antes que te alarmes Ra me lo ha contado todo, así que tienes que hacerte responsable-

Vio a la Esfinge girar su rostro enmascarado hacia él. Le encantaría ver su expresión ahora mismo, seguro se moriría de la risa. Sonriendo ampliamente mostrando una hilera de dientes blancos le dijo.

-Tienes que alimentarme mucho y conversar conmigo, me agrada tu compañía- al parecer Nastet pensaba que le iba a pedir otra cosa por que bajó sus hombros con un suspiro y le revolvió el cabello cariñosamente.

-Siempre puedes pedirme lo que quieras, estaré de tu lado siempre-

Ambos oyeron los pasos de alguien que se acercaba a ellos. Kalet se detuvo e inclinó la cabeza a modo de respeto.

-Maestro, ya va a comenzar, se solicita tu presencia-

-¿Qué va a comenzar?- el menor no había sido informado de los últimos acontecimientos.

-El juicio de Horus, infringió varias reglas y será juzgado como es debido- Kalet le respondió.

-Nastet me dijiste que puedo pedirte cualquier cosa- lo vio asentir- pues llévame a la sala del juicio-

No era que fuera a hacer algo. No tenía ninguna empatía por el dios que había profanado su cuerpo en más de una perversa ocasión y había complicado las cosas entre él y su pareja, pero al menos quería conocer que condena le darían. Esperaba que no fuera tan severa. Tener buenos sentimientos no siempre era un aliado.

Entró detrás de los dos dioses y se quedó al lado de Kalet cuando Nastet se separó de ellos y se ubicó junto a Anubis en el estrado de la sala donde Ra lo esperaba. Había uno docena de otros dioses que no reconoció. Aquello parecía ser serio.

No comprendió mucho en qué consistía aquel juicio. Utilizaban conceptos que no manejaba y menos comprender. Lo que al menos si supo, cortesía de Kalet, es que por lo que iban a castigar a Horus era por haber interrumpido la misión de otro dios mayor, en este caso Anubis, por haber traído un humano sin permiso al Imperio y por haber salido del mismo otra vez sin permiso cuando el Orbe estaba inestable. Vaya manera de romper las leyes, y eso era lo que estaba en el pico del poder. Darien se empezó a preocupar.

-No te imagines cosas indecentes y desaprobatorias. Ra es un ejemplo a seguir- Kalet había dado un codazo en su costilla

-Lo que tú digas- el chico solo le sonrió.

Al terminar el juicio Horus había sido sentenciado a ser despojado de su condición de dios anulando también su matrimonio y sería enviado a la Tierra con la condición que solo recuperaría su posición cuando comprendiera realmente la importancia de ser humano. Algo que para alguien tan egocéntrico para él sería una tarea sino titánica, imposible.

Darien sintió unos brazos que lo alzaron y quedó en los brazos de Anubis que lo cargó a la salida del templo del Juicio. Su semblante era algo sombrío en vez de satisfecho.

-No parecer complacido con lo que ocurrió allá adentro-

Este negó agitando sus rizos.

-No es eso, solo que pensándolo a fondo, conociendo como es Horus no regresará en demasiado tiempo, ese no tiene lo que hace falta para comprender a un humano-
Su amante besó su pareja.

-Para eso está Tobías. Ra no es tan cruel para dejar que alguien como él este a la deriva sin un ancla-

-Tobías, verdad, dónde está no me pude despedir de él-

-Tenía algunos asuntos y volvió hace algunos días, cuando quieras visitarlo solo tienes que pedirlo, sé que más de uno estará contento de visitarlo-

-¿Y tú? Acercó su rostro hasta unir sus frentes- ¿Estás contento con tenerme a tu lado por toda la eternidad?-

-Soy el dios más bendecido de todo el Imperio- el chacal selló sus labios en un profundo beso demostrándolo cuando te verdad le interesaba el chico y este le respondió con la misma intensidad porque nunca olvidaría...

Este momento...

Las hermosas palabras hacia él...

Y... el beso de Anubis.

FIN...del primer libro


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