Hijo mío
Darien tuvo que aguantarse del brazo de Anubis para no caer de nalgas de la impresión o del susto, ya ni sabía. Apretó fuerte la piel del dios que lo hizo mirarlo, aun cuando este no salía de su asombro.
-Anubis, fue ella- tragó sonoramente -Ella fue la que me dijo todo aquello y me empujó en el estanque del Orbe-
El dios tardó unos segundo en procesar la información para sacar sus dientes y gruñir convirtiendo su cuerpo en su totalidad en menos de un segundo. Se necesitó de tres bennu en su camino para interceptarlo y no arrancar la cabeza de su vieja amiga y ahora traidora, la diosa mayor Bastet.
-Anubis, cálmate- Ra se había levantado y caminaba hacia él. Parecía cansado y a la vez alerta y no era exageración, las cosas en el Imperio no estaban mejores que en la Tierra.
-¿Desgraciada, cómo pudiste hacer esto?-
La diosa pestañeó agitando sus largas pestañas sin una pizca de arrepentimiento.
-¿Qué porque lo hice? ¿QUÉ POR QUÉ LO HICE?- gritó para darle paso a una enorme carcajada -Si solo no fueras tan imbécil y vieras lo que tienes delante. Intercambiar un regalo del cielo como yo, por un perro faldero como él. ¿Acaso tiene algo bueno? Debía haberlo matado cuando era el momento-
El mismo Ra tuvo que ponerse ante el chacal para que no corriera y le arrancara la vida de un zarpazo. El dios daba más miedo del que Darien estaba acostumbrado, su rostro se había desfigurado por la rabia, los músculos muy marcados y parecía más grande de lo que recordaba. Inconscientemente se puso detrás de Nastet que parecía el más sensato de todos. Aquello no le gustaba nada y sabía el mal camino por el que podrían ir las cosas.
-No te dejes provocar, si te deshaces de ella no sabremos su verdadero objetivo- el magnate se impuso ante su súbdito que solo retrocedió pero sin esconder sus dientes.
Horus por acto reflejo se había puesto delante de Tobías, no sabía la razón, pero creía conveniente hacerlo.
-Tú- la voz de Bastet se volvió a oír, esta vez más grave y dirigiéndose a Darien ¿Por qué sigues vivo? ¿Por qué no acabas de desaparecer de este mundo?- soltó una risa sínica. Sino estuvieras, Anubis sería solo mío-
Los dos bennu en su espalda la estrellaron contra el piso al esta hacer el intento de levantarse y abalanzarse contra el humano detrás de la espalda de la esfinge.
-Por lo visto aquí hay alguien con mal de amores- el comentario de Horus no relajo la atmósfera tensa de la sala.
De repente el techo sobre ellos comenzó a temblar violentamente hasta desintegrarse en diversos pedazos que empezaron a caer sin reparo.
Horus retrocedió con Tobías en sus manos mientras Anubis corría hacia su amigo y agarraba a Darien por el brazo y lo ponía bajo su cuerpo. Aun con las protestas de Kalet, Nastet copió la acciones del chacal, una vez su descendiente parecía estar a salvo, el cuerpo grande de Anubis lo protegería.
Ra frunció el ceño y levantó una mano. Los fragmentos de concreto y cristal se quedaron suspendidos en el aire para desmaterializarse en destellos dorados súbitamente, solo para dar paso a una neblina negra que cubrió parte de la sala hasta ponerse alrededor de Bastet.
Los bennu sobre ella fueron levantados en peso y lanzados contra la pared más cercana cayendo inertes en el suelo. Los dioses presentes se pusieron en alerta al sentir aquella presencia. Y más Anubis que todos. No podía creer que después de todos aquellos años lo volviera a ver después de ser desterrado.
La neblina se fue difuminando poco a poco, dejando visible el cuerpo de un hombre justo al lado de Bastet con una expresión dura y seria en su rostro. El cabello y ojos oscuros por igual y rasgos compartidos con el dios de los muertos.
-De todos, tenías que ser tú- exclamó este último gruñendo y poniendo a Darien detrás de su espalda en un intento vano de ocultarlo.
-A pasado mucho tiempo desde nuestro último encuentro y así es como me recibes, aunque tengo que reconocer que no me imaginaba que nos veríamos en esta situación- El dios parecía sínico al contrario del tono de sus palabras- Pero me alegro de verte, Anubis, o mejor dicho, hijo mío-
Estoy segura que muchos se imaginan quien es...
Besitossss
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