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Te amo


Kōki se recostó en la cama, y estaba con algo en sus pensamiento, desde hace días era la mismo. Ya había tomado una decisión.

Seijūrō salió con un pantalón de chándal y sin playera. Se detuvo frente al closet buscando una playera. Sintió los brazos de Kōki rodeándolo de la cintura y como esparcía besos en su espalda —Seijūrō... Hazme tuyo.

Seijūrō se paralizo por completo. No creía las palabras de Kōki, todo tenía que ser un sueño.

Kōki se sentía avergonzado. Jamás imaginó que un día de sus labios saliera ese tipo de proposición. Se sonrojo por completo, y su ritmo cardíaco estaba elevado. Había dejado caer su bata, en ese momento estaba completamente desnudo a la espera de una respuesta.

—Kōki, yo.....— comenzó a decir algo tenso Seijūrō, aún sin voltear a ver a Kōki. Estaba nervioso, por supuesto que quería tomar a Kōki, pero si todo era un sueño.

Kōki mal entendió eso y se separó bruscamente —Ol-Olvidalo no-noo di-dije nada rápido retrocedió y recogió su bata. No podía dejar de temblar, estaba al borde del llanto y avergonzado.

Seijūrō despertó de su ensoñación. Esa voz temblante era tan real, como los besos que sintió en su espalda. Dio la vuelta y tomó entre sus brazos a su castaño —Kōki... Claro que quiero estar contigo y amarte más, pero... ¿estás seguro?— cuestionó viéndolo a directamente a los ojos.

Kōki había dejado temblar y llorar, su corazón salto cuando escuchó que Seijūrō quería tomar lo. —Sí, Sei. Estoy seguro— declaró de forma firme y segura.

Seijūrō comenzó con un dulce besó, poco a poco fue haciendo que Kōki retrocediera hasta la cama y cayera a boca arriba. Se subió sobre el castaño y comenzó un beso más demandante, mordisqueo el labio inferior del castaño haciendo que entre abriera sus labios para introducir su lengua en la cavidad ajena. —nghhh....— Kōki había comenzó a gemir, había llevado sus manos a la nuca de Seijūrō profundizando el besó aún más. El pelirrojo se apartó por falta de aire y comenzó a mordisquear el lóbulo de la oreja izquierda de Kōki.

—aghhh....seiii— gimió Kōki tras la abrumadora sensación que le provocaba las caricias. Su miembro había comenzado a despertar y en cada movimiento su sensible piel se rosaba con el pantalón.

Seijūrō esparció besos en el cuello y el pecho de su pareja, haciendo que éste comenzará a mover su cadera provocando que sus miembros se rosaran su pantalón. Una de sus manos la deslizó a un pezón y comenzó a frotarlo entre sus dedos, al otro pezon fue chupando y mordisqueando con sumo cuidado.

—mnghhh ahhh...s..aghhh— Kōki había gemido tras un fuerte mordisco que hizo que su miembro despertara por completo y el líquido pre seminal empezará a filtrase.

Seijūrō colocó su otra mano en el pezón disponible, y besó nuevamente a Kōki. Al separar volvió a esparcir pequeños besos por el cuerpo de su castaño, hasta llegar al ombligo y fuera dejando marcas de mordías que le dedicaba al estómago de novio. Bajo una de sus manos dedicando caricias hasta su pelvis, hasta que se topó con el sendero feliz y comenzará a bajar más, en busca del miembro de su pareja.

Kōki sentía cada caricia cada vez más fuerte. Las mordidas provocaban que arquera su espalda. Pronto sintió como una mano comenzó a deslizarse atreves de su bellos púbico hasta llegar a su miembro erecto y comenzará a masajearlo —Ahshhhg— gimió e intento cerrar sus piernas

—No.....déjame tocarte— dijo Seijūrō en una voz ronca. Kōki dejó de cerrarlas, y se sonrojaba por las acciones del pelirrojo. Seijūrō sentía el latido del miembro en sus mano. Quiera estar más cerca pero la posición en la estaban era incómoda y no llegaba a la parte baja de Kōki. Dejó de tocar el miembro y ordenó —Sube más, llega a las almohadas.

Kōki gateo hasta quedar centrado en la cama y con su cabeza apoyada en las almohadas. Sus labios nuevamente fueron poseídos por otros suaves labios, quienes comenzaban a ejercer presión entre ellos para tener acceso a su cavidad bocal.

Mientras besaba a Kōki, Seijūrō se acomodó en medio de las piernas de Kōki y retomó la actividad con su mano al miembro del castaño. Se separó del besó y volvió a bajar entre besos hasta llegar al sendero feliz de su castaño. Extendió su lengua a través de la base hasta la punta del miembro erecto de Kōki trazando una franja de saliva.

—mnghhh sei...n—no... Sucio— trató de decir Kōki entre gemidos.

—No está sucio— respondió con sus labios muy cerca del miembro, enviando vibraciones que excitaban aún más Kōki. Introdujo con cuidado el miembro a su boca, baja y subían con un ritmo lento y pausado alrededor de glande. Mientras que con una de sus mano seguía frotando y con la otra comenzaba a masajear los testículos. —Aghhh....mnggh.. Seiii— gemía Kōki de forma descontrolada por las carias de placer otorgadas a su miembro.

Después de torturados minutos Kōki sintió como su miembro se tensaba —Agh.... Sei....ya — trató de decir y llevó sus manos al cuello de Seijūrō para tratar de quitarlo. Éste al escuchar eso y sintió las intenciones de Kōki, aumento el ritmo de la felación y comenzó a hacerla más profunda. Sintiendo como el miembro de Kōki se expandía un poco más y se tensaba en su boca cuando estaba terminando. Su boca fue llenado por un líquido caliente y bastante espeso que se le dificultó tragar.

—Escúpelo, está sucio— dijo Kōki muy avergonzado al ver las intenciones se Seijūrō.

—Nada tuyo es sucio, Kōki— respondió en una voz grave y ronca. Provocando que Kōki temblará de la excitación que le provocó.

Seijūrō se aproximó y besó a su novio de forma profundidad, haciendo que Kōki degustara su propio semen. Cuando se separaron Seijūrō llevó sus dedos a la boca del castaño para lubricar los. Cuando estuvieron bien lubricados los llevó a la entrada de su pareja, Kōki abrió un poco sus piernas para facilitar el acceso. Con mucho cuidado introdujo uno de sus dedos y comenzó a simular pequeñas penetraciones. —aghhh.... Dueleee— gimoteaba Kōki ante la sensación de ser invadido.

—Respira.... Tranquilo— dijo mientras que con la otra mano comenzó a masajear el miembro semi erecto de Kōki. A los minutos un segundo dedo estaba haciendo su entrada de forma pausada haciendo semi círculos. Cada movimiento provocaba nuevos gemidos y más placer en Kōki.

Cuando un tercer dedo se deslizó en la entrada, comenzó a simular embestidas con ellos. —mghh... Más....— gimoteo Kōki mientras se mordía sus labios y movía de forma sincronizada con su cadera, y se aferraba con fuerza a las sábanas —No.....— gimió Kōki al sentir como Seijūrō de salía.

Seijūrō que ya no podía esperar más, deslizó sus dedos fuera a pesar de las protestas de Kōki. Abrió un poco más las piernas la para poder levantarse un poco y quitarse su pantalón y el bóxer que traía puesto. Dejando a Kōki una vista que jamás olvidaría, pues Seijūrō había comenzado a masturbar su miembro enfrente de Kōki. —Seii....— gimió por la vista que tenía enfrente. El miembro de Seijūrō se encontraba ha filtrado líquido pre seminal.

Seijūrō pudo sentir la mirada anhelante, mientras el se masturbaba. Tomó una pierna de Kōki y comenzó a besar sus los dedos de su pie, hasta que llegó a su muslo.

Se acomodó entre las piernas de Kōki, buscó besarlo de voraz dejando cada vez más rojos e hinchados los labios del castaño. Dedico caricias en la clavícula dejando marcas de mordidas en ellas, el hombro y su cuello. Se separó de Kōki y lo tomó por las caderas hasta que dejó la entrada de Kōki cerca de su miembro y con este comenzará a frotar la punta en ese lugar tan especial.

—aaghhh...Seii... Por favor— rogó Kōki al sentir como miembro solo se frotaba en su entrada. Quería más.

Seijūrō no resistió más e introdujo de forma lenta su miembro en Kōki. —Aghhh— gimieron ambos. Sentía como las paredes envolvían fuertemente su miembro.

Lágrimas comenzaron a deslizarse en el rostro de Kōki por la abrumadora sensación de ser invadido. —Nghh... Aghh—gemía cada vez que se adentraba más Seijūrō en él.

Seijūrō besó las lágrimas de Kōki y depositaba pequeños besos para calmarlo y relajarlo. Una vez que entró por completo no se movió para que Kōki se acostumbraran. A los minutos Kōki comenzó a mover sus caderas, provocando que Seijūrō moviera las suyas.

Seijūrō comenzó el vaivén de sus caderas lentamente para no lastimar a su pareja. Kōki había dejado de aferrarse a las sabanas y ahora lo hacía a la espalda de Seijūrō, dejando profundas marcas en ella.

Seijūrō aumento el ritmo de las embestidas haciéndolas más rápidas y fuertes —Aghh.. Aghh mnghhh.... SSeiii— gimo Kōki, quien sentía cada vez más placer y enterraba más sus uñas en la espalda de su novio. Kōki enrosco sus piernas alrededor de la cintura de Seijūrō provocando embestidas más profundas y más placer.

Los minutos se hacían eternos Seijūrō había terminado dentro de Kōki, cuando éste se vino apretó fuertemente a Seijūrō, llevándolo a la liberación tras él. Seijūrō dedicó caricias, besos y palabras de amor. Salió con cuidado del interior de Kōki sólo para notar que su miembro seguía activo.

Kōki se sentía lleno y que su corazón explotaba. Cuando desvío su mirada a la parte que había unido notó el miembro despierto de Seijūrō, haciendo que el propio comenzará a despertar. —Sei..... Otra vez— dijo sonrojado por la petición.

Seijūrō le dedicó pequeños besos —Gírate — gruño excitado. Kōki lo hizo, quedando a boca bajo. Sintió como las manos de Seijūrō se aferraron a su cadera y comenzaba a levantarla. —Levanta más tú cadera— ordenó Seijūrō.

Kōki obedeció quedando únicamente la parte trasera de un cuerpo elevada, mientras que sus brazos y de más parte superior se encontraba en la cama. —mnnghh— dejándolo en una posición bochornosa.

Seijūrō subió su cuerpo a Kōki dedicando besos desde su cuello hasta por toda la espalda baja de su pareja. Besando ese rastro especial de pecas que finalizaba en su glúteo derecho, al cual le dedicó mordidas y pequeñas bofetadas excitando a Kōki. —Ahghhhh...ya.... — gimió.

Seijūrō capto la orden, se arrodillo tras Kōki, lo sujeto de la cadera y en una sola embestida lo penetró —Aghhhhbh— gimió éste de forma sonora. — ¿Estas bien?— preguntó. Kōki asintió y comenzó a entrar y salir el sólo. Seijūrō reforzó el agarre en las caderas y comenzó a embestir de forma lenta y luego rápida. Depositaba besos en la espalda de su novio y con la otra mano había comenzó a masturbar el miembro de su pareja, que en ese momento ya se encontraba erecto.

Kōki no paraba de gemir, se sentía tan bien. El se mantenía aferrado a las sabanas, sintió como Seijūrō dejaba de tocar su miembro y subía su mano vientre y aplicó fuerza para levar su parte superior mientras lo penetraba. Eso provoco que las embestidas fueran mucho más profundas y placenteras. Kōki buscó con su brazo el cuello de Seijūrō y se pudieran dar besos en esa posición. —Ahhh.. más... Sei— gimió Kōki entre los labios de su novio, haciendo que este embistiera con todas su fuerzas. La cual hizo que Kōki perdía el poco equilibrio que mantenía, callera y quedara en sostenido por sus extremidades superiores haciendo soporte para quedar en cuatro.

Seijūrō sintió esa posición perfecta, le permitía embestir con más facilidad. Sujeto firmemente con una de sus manos el lado izquierdo con de ladera de Kōki, y con la otra daba pequeñas cachetadas al glúteo derecho. Marcando así, dicho glúteo y de comenzará a tornarse en un bello color rosa.

Kōki comenzaba a gemir de forma incoherente, cada caricias le excitaba. En especial esa abofeteada en su glúteo que le daba cada vez que Seijūrō salía casi por completo de él y lo volvía a penetrarlo de una embestida. —agh... Mnghhh... Sheeiii nghhh— ya había comenzó a moverse al compás de las embestidas de Seijūrō. Provocando una nuevas sensaciones a ambos.

—Ya no ...nghhh puedo maas...Kōki— dijo cortamente Seijūrō.

—yo aghhh.... Tampoco sheiii nghh— respondió.

Seijūrō acelero por completo el ritmo de las embestidas, cada una de ellas llevaba al cielo a Kōki. Quien no dejaba de gemir. Seijūrō sintió el tirón familiar y dio una fuerte embestida viniendo se dentro de su pareja —aghh Kōki— gimió por la sensación.

Kōki sintió la calidad humedad que lo invadía nuevamente y esa embestida hizó que el se corriera, manchando las sabanas bajo —Seijūrō nghhh— gimió y callo rendido en la cama.

Seijūrō que aún seguía dentro de Kōki, trató de amortiguar la caída al sentir como su pareja caía rendida en la cama, pues no lo quería lastimar. — ¿Estas bien?— preguntó con una voz ronca y gruñona saliendo de él.

—mmnggh shiii— respondió con su voz súper ronca y temblando ligeramente por la ausencia que dejó el miembro de Seijūrō.

Seijūrō lo abrazó quedando de lado de Kōki, viendo el rostro de su amado. —Te amo, Kōki— dijo mientras le depositaba besos en la sien, mejillas, nariz y al finalizar con un casto besó.

—Te amo, Sei— respondió Kōki, a recostándose en el pecho de Seijūrō y quedando profundamente dormido.

—Te amo. Koki. Quiero estar cada día de mi vida a tu lado— le susurró al oído y luego reforzó el abrazo, secundo a Kōki a los pocos minutos.

——————————

Kōki entre abrió sus ojos, sentía cansado y un poco adolorido. Los recuerdos de la noche de pasión inundaron su mente, se sonrojo por completo. Movió su mano y rozó con el pecho de Seijūrō, quien aún seguía dormido. Lo tenía abrazado y sus piernas estaban enredadas con las suyas. Su estómago gruñó —No quiero despertarlo, pero tengo hambre— pensó. —Sei....Sei— dijo con la voz bastante ronca, se avergonzó. El recuerdo de los gemidos llegaros a sus recuerdos.

Seijūrō escuchaba que una voz lejana lo llamaba. Llevó una de sus manos a su rostro y lo frotó —mghh— Abrió los ojos y buscó la fuente de ella, Kōki estaba viendo lo con unos hermoso ojos color chocolate, sus labios se encontraban rojos e hinchados en consecuencia de su noche de amor. Lo tomó de la mejillas y le dio un dulce besó en los labios —Buen día, Kōki.

Kōki se sonrojo y sonrió un poco —Buen día, Sei— dijo con su voz ronca.

Seijūrō escuchó la voz y se sintió culpable, su novio no podía hablar bien. —Lo siento, tú voz....— dijo y Kōki se sonrojo.

—No importa.... etto...podrías dejar levantarme, quiero ir al baño.— dijo apenado.

—Claro— respondió. Seijūrō flojo su agarre y se sentó en la cama haciendo que la sabana se deslizara hasta su sendero feliz. Kōki al notar el desnudo torso de su novio y las marcas de las mordidas que le había hecho en la noche, se sonrojó. Se levantó con cuidado pero sus piernas le fallaron. Seijūrō salió rápido de la cama y lo ayudó a ponerse de pie. — ¿Te duele mucho?— le preguntó.

El sonrojó de Kōki aumento —U-un poco— dijo apenado.

—Lo siento, debí contenerme— trató de disculparse.

Kōki hundió su rostro en el pecho de Seijūrō —No... Yo también quise...— respondió.

Seijūrō deslizo sus manos a través de la espalda desnuda de su novio. —Kōki..... Te amo— y le depósito un beso en su cabeza.

—Yo también. Te amo, Sei— respondió. Kōki alzó su mirada y besó dulcemente a Seijūrō. Éste sonrió en sus labios y profundizó el besó. Cuando se separaron, Seijūrō tomo de la mano a Kōki y lo llevó al baño. — ¿Quieres ir a la playa después de desayunar?— preguntó. Kōki asintió y dijo que si, ya que sería su ultimo día en el hotel. En lo que Kōki se encargaba de unas cosas, Seijūrō regreso a la habitación y buscó ropa en el armario para ambos. Regreso al baño con la ropa, al entrar vio que Kōki ya se encontraba en la regadera, y tuvo una buena idea.

Cuando Seijūrō salió del baño, Kōki tenía que limpiarse a fondo. Había leído como hacer lo, gracias a que su mamá le regalo un manual cuando le dijo que él y Seijūrō eran novios. Le dio mucha vergüenza la primera vez que lo abrió, pues era muy explícito.

Hizo el procedimiento que había leído y al terminar se metió a bañar. Le dolía un poco caminar, pues sus piernas temblaban un poco. Abrió la regadera y dejó el agua lavara su cuerpo. De pronto sintió como unos brazos le rodeaban su cintura y a presionaba su estómago. —Sei....— dijo al ver de reojo a su novio — ¿Qué haces?— preguntó algo avergonzado.

—Ayudarte... No creo que te puedas lavar tus piernas sin agacharte.— dijo de forma solemne.

—G—gracias— dijo apenado. Seijūrō tomó el shampo y lo restregó en sus manos para luego masajearlo en el cabello de su novio. Cuando término tomó la esponja y le vertió jabón líquido de manzana con canela. Lo paso por todo el cuerpo de Kōki, desde su espalda hasta sus pies. De vez en cuando le depositaba pequeños besos en la espalda.

Kōki sentía la manera amorosa en que Seijūrō lo trataba. Estaba feliz de su primer amor, su primer besó y su primera vez fuese con Seijūrō, la persona que ama. Cuando sitio que Seijūrō dejó de pasar la esponja se volteó y esta vez, fue el quien ayudó a Seijūrō.

Seijūrō se sentía tan amado, todas sus primeras veces habían sido con Kōki, las segundas, tercera y demás también serían con él. Pues lo amaba y nunca lo dejaría ir.

Al terminar Seijūrō ayudó a Kōki a vestirse. Había tomado un traje de baño algo corto y le colocó una de sus playeras que le quedaba algo grande. Él a diferencia de Kōki, le gustaba usar sus playeras algo grandes, mientras que a Kōki le gustaba algo entalladas.

Bajaron a desayunar, todos estaban ya desayunado y sólo faltaban ellos dos. Todos miraron cuando entraron, pues era raro que el gran emperador llegara tarde a algo. Poco a poco fueron terminando y se dirigieron a la playa.

Al llegar a la playa, Kōki consiente de las marcas que había dejado Seijūrō. Sólo se acomodó en una de las sillas que estaba en la playa.

Seijūrō por su parte quería meterse a nadar un buen rato. Por lo que se quitó su playera dejando visible las marcas de besos, mordidas en su cuello y las marcas de las uñas en su espalda —El león devoró al Chihuahua— pensaron al ver lo.

Seijūrō inconsciente de las marcas, besó a Kōki y se adentró al mar. Kōki notó la mirada de todos y vio la espalda de Seijūrō notando las profundas y rojas marcas. Se avergonzó y llevó sus rodillas hacia su cara y las abrazo. Lo que desconocía era que les dejaba visible las sensuales marcas dejadas por Seijūrō en sus muslos.

Algunos de los chicos tragaron en seco tan tal espectáculo excepto la generación de los milagros. Ellos estaba en el nadando junto con otros de Seirin y Rakuzan.

—Are~ Akashicchi. ¿Ya devoraste a Furihatacchi?— preguntó Kise emocionado.

—Guarda silencio, Ryōta — ordenó Seijūrō.

—Por lo visto, lo devoraste con ganas, Akashi-kun— dijo Kuroko con su típica cara de poker.

—Tetsuya— advirtió el pelirrojo.

—Lo que tetsu quiso decir, es que le dijiste duro. Cómo no hacerlo con ese magnífico culo que se carga — dijo Daiki.

Todos se tensaron y vieron como unas tijeras volaron en dirección de Daiki, dejando una visible cortada en su mejilla.

—Tú... Maldito— gritó daiki llamando la atención de todos.

—Es la última vez que hablas de mi NOVIO, Daiki.... O prefieres que le diga a tu disculpon novio lo que piensas del trasero del mío.— advirtió Seijūrō.

Daiki ya no replicó, se quedó calladito. Pues no le convenía eso, la semana pasada Ryō le había armado una buena pelea por su comentario del buen trasero del chihuahua.

Eso pasaba en el mar, mientras que en la playa, Sakurai se acercaba a Kōki y se sentaba en la silla de al lado —Furihata-kun será mejor que bajes tus piernas.— Kōki lo miro sorprendido— Lo digo, porqué Akashi-san dejó algunas marcas en tus muslos y ahora las estas mostrando a ellos.— señalo con la cabeza. Kōki volteó hacia donde Sakurai le decía y efectivamente lo estaban viendo.

Rápidamente bajo sus piernas y jaló lo más que pudo la playera. —Gracias, Sakurai-kun— dijo con las mejillas sonrojadas.

Ellos pasaron horas platicado al finalizar el día intercambiaron sus números.

El lunes llegó y a primera hora abordaron los autobuses. Seijūrō y Kōki se despidieron con promesas y besos antes se subirse. Ese viaje marco un nuevo rumbo en sus vidas.

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