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Destino

- ¿Qué hacemos aquí?- preguntó Kōki al ver la fachada de un lujosos hotel.

- ¿No es obvio? Pasar la noche aquí.- susurro en la oreja de Kōki provocando sonrojarse y un escalofrío recorriera su cuerpo.

- ¿Qué?- grito Kōki muy sonrojado.

-Apuesto a que muchas cosas pasaron por tu mente, Kōki.- dijo satisfecho por la reacción del castaño.

- ¡Claro que no! Sólo quiero saber qué hacemos aquí.- dijo negándose a mover de su lugar.

Seijūrō lo tomó de la mano y lo jaló hacia la recepción. -Te explicaré más tarde.

-Bienvenido Akashi-sama. Su habitación esta lista- dijo una de las recepcionistas algo sonrojada, y a su vez viboreaba a Kōki de la cabeza a los pies. Seijūrō tomó la llave electrónica que le daba la recepcionista y arrastró a Kōki al elevador. Esperó a que estuviera vacío y abordo, tecleo un número y ascendieron.

-Hable con tus padres, dijeron que no estaban en la ciudad por cuestiones de trabajo y me ofrecí a cuidarte. Ellos aceptaron gustosamente.- dijo con una sonrisa.

-Ni te conocen y aceptaron... ¿Qué tal si fueras un asesino en serie o violador?- dijo exasperado.

-Kōki... No soy nada de eso, pero por ti sería la segunda.- dijo guiñando un ojo acompañado de una sonrisa sensual. El ritmo cardíaco de Kōki se elevó y su respiración fue agitada, comenzó a alejarse de Akashi. -No haría eso, Kōki. Si te tomó será porqué tú quieres, no te obligaré a nada.- dijo al notar el miedo del castaño.

-Oh Dios quiere hacerme suyo- pensó Kōki estallado en llamas, sentía que su corazón se oprimía. El ambiente estaba algo tenso, Kōki estaba agradecido con el elevador ya que este se había detenido. Ambos salieron y frente a ello estaba una puerta roja, Akashi paso la tarjeta y esta se abrió, dejando ver una hermosa habitación.

En la entrada había una espaciosa sala, todo en colores rojos y dorados. -Vamos- dijo y lo llevó a la puerta de la de la derecha. -Esta es la habitación- dijo mientras la abría para dejar pasar a Kōki. La habitación era bastante espaciosa, al igual que la sala era adornada por colores rojos y dorados y toques de blanco. -Yo voy a tomar un baño, puedes dar un recorrido por todo el lugar.

Seijūrō tomó unas cosas de closet y entró al baño. Kōki no podía dejar de admirar el hermoso lugar. La luz de la ciudad y la luna se apreciaban a través del ventana, Kōki vio que se podía salir y así lo hizo. -Wooh esto es hermoso- pensó.

Seijūrō salió del baño sólo con un pantalón de chándal y una toalla sobre sus hombros. Busco a Kōki en toda la suite y no lo localizó -Se habrá ido- pensó. Regreso a la habitación y vio a Kōki en el balcón, se aproximó a él con cuidado y colocó su mano en la cadera del castaño. -Es una hermosa vista- dijo mientras se acercaba más al cuerpo de Kōki.

Kōki sentía que su corazón iba a dejar su cuerpo, se sentía tan nervioso y más al sentir el calor que desprendía Akashi. -Es...es muy hermoso, A..Akashi-kun- dijo algo sonrojado.

Seijūrō molesto de que Kōki lo llame por su apellidó lo jaló quedando así frente a frente. -Es Seijūrō- dijo. En el proceso la toalla que estaba sobre sus hombros cayó al suelo, dejando al descubierto su fornido pecho.

Kōki no podía apartar la mirada del pelirrojo. Su piel se veía tan suave y delicada, recorrió su mirada por el pecho del pelirrojo. Su ritmo cardíaco de elevó más de la cuenta, quería tocar ese cuerpo, pasar sus dedos por ese cabello rojo y besar esos labios. El comprendió que quería a Seijūrō, estaba enamorado de él. -Seijūrō....- dijo algo sonrojado.

Seijūrō por su parte vio como Kōki observaba cada parte de él. Sus ojos mostraban algo que no logró descifrar. Cuando pronunció su nombre sintió su ritmo cardíaco elevarse y lo entendió, él estaba completamente enamorado de Kōki. Se acercó para dar le un dulce beso en los labios, pero recordó que a Kōki no lo tomaba muy bien, así que depósito un beso en la frente del castaño. -Vamos, tienes que tomar un baño. Te deje ropa en el baño y deje lista la bañera.- dijo y camino de regreso sin voltear.

Kōki quedó desilusionado, pensó que él lo besaría pero eso no sucedió. Su pecho se oprimió y luego camino evitando la mirada de Seijūrō, se dirigió al baño pero antes de cerrar la puerta vio que en el meñique de Seijūrō ya estaba un hilo rojo, cerró la puerta y no pudo evitar que unas lágrimas se deslizaran por sus mejillas.

-Ya tiene a alguien- pensó Kōki. Sus lágrimas seguían fluyendo conforme se aproximaba a la bañera. Se desnudó y metió, el agua estaba tibia. Esperaba que ese baño ayudara a lavar sus sentimientos, recordó el beso y se tocó sus labios -Ya no abra más besos- dijo en un murmuro.

Perdidos en sus pensamientos no se dio cuenta de cuánto tiempo llevaba allí, se levantó y vistió. Al salir no había nadie en la habitación, fue a la sala y allí estaba Seijūrō viendo un partido de básquet. Observo el hermoso perfil y luego bajo la vista al meñique ¿Quién era su destino? Kōki comenzó a seguir con la mirada el hilo pero estaba visible la mitad -Que raro....es la primera vez que veo sólo una parte del hilo...¿Dónde estará la otra mitad?- pensó.

El sonido de su propio celular lo exaltó. Buscó su mochila y la encontró colgada en el perchero, el timbre era indicador de una llamada. Vio quien era el remitente y contestó rápidamente.

-Sho-kun.... Si.... Estoy mejor....... Si...... Hace como una hora.... Si..... Si, Akashi-kun me informó. Si no te preocupes, esperó verte pronto. ..... Sí, pero aun así tenemos que hablar sobre ella..... ¿Qué hizo qué? ...... No puede ser, y que dijo Shogo-kun ... Jajajaja lo imaginó....¿ Y quién no?..... Siiii dile que yo también... No sé, es posible que entrenemos en vacaciones. Cualquier cosa yo te aviso.... Adiós.- Kōki finalizó la llamada con una sonrisa.

Seijūrō vio todo esto y no le gusto esa sonrisa. -Ya pedí la cena. Kōki- se aproximó a Kōki.

-No tengo hambre, Akashi-kun. Gracias- dijo en un tono muy frio y se dio la vuelta para sentarse en el sillón grande.

Seijūrō se sorprendió por la fría voz de Kōki. -No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando. Vas a comer, no has ingerido alimento alguno desde la mañana-.

-¿Y sí no quiero?- dijo Kōki.

-Te obligaré y te daré de comer como a un bebé si es necesario- dijo enojado. Fue cuando noto que Kōki había estado llorando - ¿Por qué has llorado?.

-No te incumbe- dijo Kōki, evitando la mirada del pelirrojo.

-Todo lo que tenga que ver contigo me incumbe.- dijo alzando la voz.

Kōki se estremeció - ¿Por qué?.- preguntó aterrado. Si decía que eran amigos todo se acabaría.

Seijūrō notó la mirada confundía y aterrada de Kōki... ¿Y si me quiere, pero no está seguro?.... Seijūrō intento hablar varias veces, sacudió su cabeza y entrelazo su mano con la de Kōki. -Porqué me gustas. Kōki, tú me gustas. Por eso, todo lo que te pase me incumbe-dijo seriamente.

Kōki no podía creer eso, cerró sus ojos y negó -Mentirá- dijo con miedo.

Seijūrō se exasperó, llevó la mano de Kōki hasta su pecho y la colocó sobre su corazón. - ¿Lo sientes? Es por ti. Me gustas Kōki. Sé que apenas nos conocemos pero me gustas. Desde ese beso no hay nadie más que no seas tú con quien no quiera tener besos. Quiero todo de ti, Kōki. Tus besos, tus sonrisas, tus llantos, tus alegrías. Quiero que todo sea mío.- dijo mientras Kōki mantenía cerrado sus ojos.

Kōki sentía que su corazón se salía por su boca, toda y cada una de esas palabras eran verdaderas. Lo podía sentir, más aún con el corazón de Seijūrō latiendo así. Abrió lentamente los ojos y buscó los ojos de Seijūrō. Se reflejaba un Kōki sonrojado y mirada tierna y esperanzada. Seijūrō aferró el agarre de la mano, provocando que Kōki bajara la mirada a sus manos y viera un hilo rojo atado a su propio dedo meñique. Buscó con la mirada el otro extremo del hilo.

Seijūrō veía como Kōki buscaba algo, se veía anhelante por encontrar algo. Apretó un poco más la mano de Kōki, éste seguía buscando algo - ¿Qué busc.....- guardo silencio por completo al notar como en sus manos había un hilo rojo - ¿Qué hace un hilo en mi mano?- preguntó confundido, pues no recordaba ese hilo antes.

Kōki levantó su mirada y lo vio fijamente - ¿Lo puedes ver?- preguntó confundido.

-Si....bueno ahora que baje la mirada lo vi- dijo tratando de agarrar el hilo pero sus dedos traspasan el hilo. - ¿Tú lo ves?

Kōki asintió y continuó buscando el otro extremo con la mirada. Seijūrō comenzó a hacer lo mismo -Allí sigue- dijo y aun tomando la mano de Kōki comenzó a caminar. Pasaron por la sala, luego la habitación, luego la ducha.

Kōki veía pesadamente como avanzaba Seijūrō buscando el extremo de su propio hilo.

Mientras buscaba el suyo, pasaron por el baño y la habitación ambos al parecer dirigieron la mirada hacia el balcón y entraron la parte que les faltaba a cada uno estaban unidas, Kōki comenzó a llorar.

- ¿Kōki, esto es lo que estoy pensando?- preguntó observando como la parte que le faltaba estaba unido al de Kōki.

Kōki asintió -El tuyo apareció cuando me dirigí al baño- dijo llorado.

-Siempre los has podido ver....- afirmó Seijūrō.

-Menos el mío....nunca habían visto el mío hasta que apareció en la sala.- dijo limpiándose las lágrimas.

Seijūrō entendió por qué Kōki había estado llorando. Vio mi hilo y como no estaba el suyo no estaba seguro de nada, creyó que ha había alguien más. -Creíste que el mío era para alguien más.

Kōki asintió y lloró -Si...

Seijūrō limpio las lágrimas de Kōki con sus pulgares. -Te amo- dijo con una hermosa sonrisa.

El corazón de Kōki exploto con muchos sentimientos, lágrimas comenzaron a caer -yo también te amo-. Kōki se lanzó a los brazos de Seijūrō y le dio un beso lleno de amor.

Seijūrō correspondió al besó, colocó sus manos en la cadera de Kōki y lo atrajo hacia el. Después de separarse unos segundos, lamió los labios de Kōki. Éste separó sus labios dando le acceso a su cavidad bocal. Seijūrō con cuidado introdujo su lengua la boca de Kōki, haciendo cada vez más profundo el besó. El vaivén del juego de lenguas no se hizo esperar, al igual que los pequeños gemidos de placer que soltaba el castaño. Kōki entrelazo sus dedos en el corto cabello pelirrojo, y en un movimiento la nariz de Seijūrō golpeó su nariz haciendo que se quejará. -ouchh- dijo separándose y tocando su nariz.

-Lo siento- dijo Seijūrō preocupado.

-No se preocupe, Akashi-kun. Sólo dolió un poco- dijo Kōki frotándose su nariz.

-Es Seijūrō- dijo algo molesto.

-Estoy bien, Seijūrō-kun- dijo algo apenado.

-Sin el kun, Kōki..... Además....Kōki- dijo llamado la atención del castaño.

- ¿Si?....-cuestionó algo preocupado por el semblante serio del pelirrojo.

Seijūrō respiro profundamente -Furihata Kōki.... ¿Aceptas ser mi novio?- preguntó mientras acariciaba la mejilla de su castaño.

Kōki se sonrojo por completo, él amaba a Seijūrō-kun y era correspondido. -Si quiero- respondió eufórico. Lágrimas comenzaba a deslizarse por sus mejillas.

Seijūrō sonrió de felicidad, tomó a Kōki de las caderas y lo acercó a su cuerpo, esparció pequeños besos en todo el rostro de Kōki y finalizó con un tierno beso en los labios.

Justó en ese momento un timbre sonó -Ven, tienes que tomar el medicamento y comer.- lo tomó de la mano y caminaron hasta la entrada. Abrió la puerta blanca, revelando que la cena ya estaba servida.

Ambos disfrutaron de una cena silenciosa, Kōki estaba feliz y no podía creer que todo estaba pasando. Cuando terminaron regresaron a la sala, se acomodaron en el sillón más grande y vieron la tv. Poco a poco el sueño se hizo presente dejándolo dormido en los brazos del pelirrojo.

Seijūrō sentía contra su pecho la débil respiración del castaño, indicando que estaba dormido. Sonrió -Te voy a hacer feliz, Kōki- dijo y depósito un beso en la frente de su novio. Con mucho cuidado se acomodó y llevó a Kōki a la habitación. Lo recostó con delicadeza y luego de metió la cama él.

Observó cada gesto de Kōki, le acarició la mejilla y le dio un beso en los labios. -Buena noche, Kōki.

-mnggh..... Seiii- murmuró Kōki entre sueños, se movió y enterró su cabeza en el pecho de Seijūrō.

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Gracias por sus votos :)

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