CAPÍTULO 7
CARLA.
En los días siguientes acudo diariamente al hospital para revisarme los puntos de la mano hasta que solo queda una cicatriz. Hablo con Bradd por mensajes todos los días , pero no hemos podido reunirnos debido al hecho de que ha tenido varios líos en el Bligh , según él. Así que me centro en estudiar e ir decidiendo qué ponerme en nuestro próximo encuentro que será esta noche en la fiesta que se hará en su discoteca.
Bajo las escaleras a la hora de la cena y me sorprende ver a Jules acompañada de mis padres tomando asiento.
Respecto a ello, mi madre nunca tuvo conmigo la conversación que prometió, es otra cosa que me guardo ahora mismo.
—Buenas noches—digo, sentándome. —, que os aproveche.
—Gracias , cariño, igualmente.—dice mi padre , las otras dos integrantes de la mesa permanecen en silencio.
Los sirvientes ponen mi plato frente a mí y como con algo de rapidez, buscando alejarme de esa mesa. Royer viene a buscarme a las diez y son las ocho y media cuando subo la vista al reloj del comedor.
Mi madre se pasa la servilleta por los labios antes de suspirar.
—He tenido una conversación con Richard— mi padre levanta la vista hacia ella. — y él ha tomado consecuencias. Cuéntales , cariño.
Mi padre traga y bebe algo de agua antes de pasarse la servilleta y hablar.
—He hablado con mi hermana , —Jules se tensa. — y hemos tenido una conversación muy...seria. Ahora mismo está a unos mil kilómetros de aquí. Pero tras ver la situación en la que se encuentra Jules...me ha dicho que se pasará por Karresfield pronto. Y pasará aquí unos meses.
Jules se levanta de la silla.
— Sois unos... chivatos. No es vuestro problema lo que hago con mi vida, soy adulta y...
—Nos da igual lo que hagas con tu vida —estalla mi madre poniéndose a su altura.—, pero no con la carrera que nosotros te pagamos.
—¡Yo jamás os pedí que pagaran nada!
Me levanto de golpe de la mesa.
—Paren de una vez.— chillo—Sois todos unos... inmaduros—mi madre frunce el ceño—. No debéis pelear así para resolver cualquier cosa. Tú, Jules...tienes razón—aseguro y ella abre los ojos con sorpresa—. No debes pasarte años estudiando algo que no te gusta. Y ustedes, mamá y papá , no deben gastar recursos en una carrera que no le gusta a Jules.
<<Ni en una que no me gusta del todo a mí>> pienso.
—Pero, hija...su madre....
—¿Veis a su madre por aquí? ¿Mhm? ¿Sabéis vosotros lo estresante que es estudiar derecho? ¿Os veis vosotros aquí en todo el día?
Ellos se miran entre ellos hasta que mi madre habla.
—Tanto nosotros como tu tía Roma estamos trabajando, Carla. No estamos jugando a las casitas. Estamos consiguiendo con que respaldar los lujos con los que vivís. Sé que Roma es más liberal y que ...a veces deja todo de lado...pero...¿Nosotros? Lo hacemos todo bien.
Suelto una risa incrédula.
—¿Qué lo hacéis todo bien? Por el amor de Dios, mamá...Me he criado sola desde los nueve años. ¿En serio lo hacéis todo bien? Venga ya....—suspiro— No pienso seguir discutiendo con vosotros—me paso la servilleta por los labios—pero usad esta discusión para reflexionar.
Camino por el pasillo a toda velocidad y empiezo a subir las escaleras hasta que Jules me detiene.
—¿A qué ha venido eso?
Me encojo de hombros.
—No me gustan las injusticias—aseguro—y eso es lo que ellos hacen contigo.
—Ah...eh.... Gracias, Carla.
Sonrío.
—A pesar de lo mucho que pareces despreciarme eres una hermana para mí, Jules. Así que no lo he hecho para que me agradezcas.— me quito el pelo del hombro—Ahora te dejo, voy a salir.
Empiezo a subir las escaleras hasta que siento su voz de nuevo.
—¿Con tu amigo?
Una sonrisa boba tira de mis comisuras y dándole la espalda le respondo:
—Sí, con mi amigo.
🥀
A penas dan las diez me asomo por ventana y el auto del Bligh está parqueado en mi acera. Sonrío y me hecho un vistazo en el espejo. Llevo un vestido negro por las rodillas y unas botas altas. El vestido es liso, pero sin dejar de pegarse a mis curvas, y no tiene mangas pero sí un cuello alto que respaldo con un collar artesanal y unos aretes a juego. Mi pelo sigue imperturbable, después de unos minutos de pasarle la plancha. Me he maquillado de color oscuro los ojos y un color crema en los labios para resaltar mi mirada ámbar. Sonrío de nuevo en el espejo y me muerdo el labio , emocionada y tomo mi bolso antes de salir.
Me subo en el coche con una sonrisa.
—Buenas noches, Royer.
El señor sonríe y sus arrugas en el rostro se acentúan.
—Buenas noches , señorita Brown. El señor Floyd la espera.
Sonrío.
El trayecto al Bligh se me hace realmente corto , pero eso no hace que mi emoción disminuya. Llevo alrededor de seis días sin ver a Bradd y , aunque mensajearse con él es divertido , hay algo en su presencia que ...no soy capaz de explicar. Es una especie de reacción en mi cuerpo que muero por volver a experimentar.
A penas pongo un pie en la alfombra roja que hay en la entrada los guardias me dejan pasar , eso me saca el aliento. Este lugar se ve especialmente lleno hoy .Entro con los nervios a flor de piel y sonrío al ver a Jonas en la barra mezclando unos tragos.
—¡Hey!—saludo y sus mejillas se estiran cuando sonríe.
—¡Carla! — me da dos besos en las mejillas— No esperaba verte aquí hoy. El bar está hasta arriba hoy por la fiesta y...
—Lo sé...Bradd me ha invitado.
Sus cejas se estiran hacia arriba.
—Wow , ¿Entonces tú eres el motivo por el cual no se ha metido entre las piernas de más chicas estos días?—abro y cierro la boca sin saber qué decir hasta que él ríe —Es coña , tía...—al ver que sigo incómoda trata de arreglarlo —N-no es que ha-haya estado entre l-las pi-piernas de nadie, es que....
—Deja de calumniarme frente a mi cita, Jhonny.
Oír su voz en persona de nuevo hace que me ponga rígida como un palo , siento el calor que emana su cuerpo cuando camina a mi alrededor hasta posarse frente a mí.
—Mírate...—me toma de la mano y me da una suave vuelta —justo cuando creo que no podrías estar más preciosa.
Mis mejillas se tiñen de rojo cuando se acerca y me pone un beso en los labios. Se separa y sus ojos son intensos sobre mí cuando sonríe.
—Gracias...eh...Este lugar está lleno.
Él observa el lugar.
—Así es...es que estamos celebrando el cumpleaños de Edward , uno de mis empleados más antiguos y...tiene muchas... amistades.
—Ya.
Su mirada vuelve hacia mí.
—Mi regalo para él ha sido esta fiesta, ahora, mi regalo para ti — se acerca a mí oído—es que vayamos arriba y así podemos estar solos y bailar un rato. He notado que nos va muy bien bailando juntos.
Sonrío como una niña pequeña.
—Vale.
Su sonrisa se amplía y me toma de la mano subiéndome por las escaleras hasta la zona VIP. Arriba , está vacío. De hecho, hay dos guardias de seguridad enormes vigilando que nadie suba al segundo piso. Hay varios sofás, una barra —sin camarero— y otro equipo musical y de luces. Es un lugar completamente independiente del otro piso.
—Este lugar es... precioso.
Sonríe.
—Por algo es la zona VIP, no dejo a cualquiera subir aquí.
Sonrío cuando pone las luces en ambientación para que sean tenues, como velas.
—Sin embargo...estoy yo aquí...—me siento en el sofá.
Sirve vino en una copa y me la cede.
—Exacto, estás aquí . Y ...como ya te he dicho antes , no se puede tener una conversación digna sin una copa de vino de por medio.
Se sirve la suya y vuelve a acomodarse en el sofá, a mi lado.
—Así que...—empiezo—Tercera cita.
—Tercera cita—repite, sonriente.
—Cuando dijiste que eras insistente creía que era coña.
Sonríe detrás del trago que le da a su copa.
—¿Lo sigues creyendo?
Esta vez soy yo la que sonríe.
—A lo que tú llamas insistencia yo lo llamaría...acoso.
Parece algo ofuscado ante esas palabras.
—Nunca te acosé , traté de buscar información tuya en las redes públicas que tenías y me encuentro con tu dirección y tu número envueltos en una cinta roja... — me mira con una sonrisa fingida — Yo, y cualquier degenerado que quisiera dañarte usándolos.
Trago saliva, incómoda.
—Borré esa información de mis redes después de la primera visita que hiciste a mi casa.
Asiente.
—Me alegra saber que ha servido de algo que te haya acosado , entonces.
Me doy la vuelta al sentir el enfado en su voz. Dejo la copa de vino en la mesa de centro para acercarme a él un poco más.
—Eh...—su mirada se encuentra con la mía cuando lo tomo del mentón —No quería hacerte sentir mal. Valoro tu... persistencia a la hora de acercarte a mí...pero...me resulta...raro.
Frunce el ceño con confusión.
—¿Qué te parece raro?
Trago saliva , presa de la vergüenza y quito las manos de su mentón hasta que me quedo algo rígida en el sofá.
—Los... tíos como tú...no acostumbran a fijarse en mí, siempre les parezco aburrida y... ninguno se queda a comprobar si es verdad. Ninguno...me besa suficientes veces para que parezca que le gusta besarme , ni van a mi casa, ni me hacen favores...nada. El único que lo hizo dejó de mostrar interés real en nuestra relación a penas me acosté con él—una lágrima cae por mi mejilla—. Y por más que lo intento no puedo dejar de preguntarme si...eso es lo que vas a hacer tú también —cuando vuelvo la vista hacia él, me observa en silencio, su pulgar elimina el rastro de la lágrima en mi mejilla.
—No sé... qué te hizo ese gilipollas para que te sintieras así. No sé cómo te trató el mundo antes de que yo llegara , pero no vale la pena que te sientas así por ello. No eres aburrida , preocuparte por el futuro y los detalles o disfrutar del silencio no te convierte en eso. Y si ese imbécil no se quedó a descubrir todo lo que tenías para dar...mejor.
—¿Mejor?
Sonríe y se inclina hacia adelante hasta que sus labios rozan los míos.
—Porque ahora es mi turno de hacerlo.
Ante sus palabras soy yo quien se inclina adelante uniendo nuestros labios. El contacto es suave y se hace algo ...familiar. Abro la boca dejando que su lengua juegue con la mía y lucho contra el gemido que se posa en mi garganta. Sus manos bajan hasta mis caderas y se mantienen allí . Mientras tanto yo tomo su cuello enredando mis brazos en él y lo pego más a mí. Se separa con una sonrisa.
—Deberíamos...—jadea—... deberíamos detenernos aquí.
Suspiro.
—Tie-tienes razón.
Tomo la copa y vuelvo a darme un largo trago hasta que siento que le sube el volumen a una canción que suena por los altavoces. La reconozco al instante.
Earned it de The Weeknd.
—¿Te parece si bailamos?—se levanta y me tiende la mano.
Las notas lentas y sensuales de la canción me animan y pongo mi palma sobre la suya , áspera y caliente.
Me acerca a él y pone una mano en el centro de mi espalda y la otra en mi cintura y yo rodeo su cuello con los brazos. Se muerde el labio al ver la cercanía de nuestras bocas. Nuestros cuerpos se mueven lentos y sensuales , como la canción. Su mano baja hasta el costado de mi muslo y asciende lentamente a mi cadera de nuevo dejándome con una sensación de hormigueo en cada lugar que sus dedos tocan.
En cierto punto la canción hace unos golpes diferentes y aprovecha el diminuto cambio para darme la vuelta y dejarme con la espalda pegada a su pecho , arqueo ligeramente la espalda al sentir su respiración en mi cuello y siento los desenfrenados latidos de su corazón en mis omóplatos en lo que suenan las notas finales de la canción. Respiro pesadamente cuando sus dedos recorren mis brazos con firmeza.
—¿Te ha gustado?
Me muerdo el labio antes de contestar y me doy la vuelta.
—Ha sido un momento muy ...—me trago la palabra que iba a decir al instante—interesante.
Sonríe.
—Creo que el término que buscas es caliente.
Suelto una risa. Caliente, claro. Y yo que iba a decir románti...
—¿Te apetece algo más?—su voz me saca de mis pensamientos.
Niego.
—Si....quieres...podemos...no sé...charlar o...
Sonríe.
—Vamos, siéntate.
Vuelvo al sofá sintiendo su mirada quemando en mi espalda.
—Veo que tu mano sigue bien, como habías dicho.
—Sí...—miro la cicatriz en mi palma —...pica un poco a veces pero...al menos está cerrada.
—Sí...
—Eh...Bradd, no sé....No sé a dónde va esto . Pero no sé nada de ti. Sé que eres dueño de una discoteca muy famosa y que tu hermana gemela es idéntica a ti , pero...nada más.
Se tensa ante el giro de tema.
—Temo que...si sabes todo de mí ahora....no vas a querer conocerme.
—¿A qué te refieres?
—Soy más de lo que ves , Carla.
—Bradd, no ...no pienso intentar nada con alguien que no conozco del todo.
—¿A qué viene eso?
—Es que...Sé que parece que voy a juzgarte y que a menudo parezco ser... demasiado...cerrada de mente , pero no es así. Lo que sea que tengas que decir, si me lo explicas bien, tal vez pueda...entenderte y...
Su mandíbula se tensa mientras cierra los ojos y suspira con pesadez.
—Carla...yo...yo...yo...es que...
—Bradd...
Se detiene y me sujeta de la mano.
—Prométeme que, si te vas después de lo que voy a contarte, volverás. Promételo, por favor.
Un ligero miedo me recorre pero aún así digo:
—Lo prometo.
Él traga saliva y su nuez de Adán se mueve antes de que diga.
—Soy un ... vampiro.
Suelto una aguda carcajada ante sus palabras.
—Bradd, muy graciosa la bromilla , pero estoy hablando en serio.
Falqueo al ver que no sonríe. Cuando entreabre la boca veo que sus colmillos sobresalen mucho más de lo normal. Abro los ojos de par en par y un miedo apocalíptico me recorre la columna vertebral.
—Mano suelta, yo...
Niego con la cabeza cuando intenta hablarme.
No digo nada , solo salgo corriendo de allí , aterrada. Me subo en el primer taxi que veo y subo a mi cuarto a toda velocidad a penas llego a casa.
<<"¿Viene a cenar o es la cena ?" ....Su hermana y él huyendo de mi cortada...o de mi sangpre... olor y sabor metálicos que siempre están presentes en su boca...como aparece y desaparece de maneras demasiado rápidas en lugares....>>
La cabeza me estalla en teorías. El miedo me impide abrir la ventana y me paso toda la noche en vela procesando sus palabras.
Porque le prometí que volvería.
Una promesa es una promesa.
Y ahora más que nunca necesito una explicación.
🥀
BRADD.
Le doy un apretón de manos a los guardias a modo de despedida y emprendo el camino a casa. Llegó rápido debido a mis habilidades y a penas entro en la sala lucho contra las enormes ganas que tengo de romper algo. Subo las escaleras hacia mí cuarto y tomo un jarrón de flores que lleva siglos ahí —literalmente, las flores son falsas—y lo lanzo al suelo haciéndolo añicos.
—Joder, joder, joder....¡Mierda!—me paso las manos por el pelo con fuerza y levanto la mirada cuando mi hermana ase asoma.
—¿Qué demonios ha pasado? Nos vas a dejar sin casa.
Tiene el cabello recogido con muchas evillas y un camisón negro de dormir.
—Se lo he dicho—le cuento— y...joder, deberías haber visto la cara de miedo que ha puesto....Ha ....dado media vuelta y se ha marchado a casa. No...no sé si volverá y...
—Eh...—me pone una mano en el hombro y me sonríe, arrogante—Si esa Barbie es la indicada.... volverá. Dale tiempo de asimilarlo, ¿Vale?
—Eso espero, Bella.
Ella asiente y se acomoda a mi lado brindándome una sonrisa pícara.
—En serio te enchulaste de la Barbie , ¿eh?
—Eres una cabrona —sonrío en su dirección. Ella sonríe y se levanta pero su sonrisa se borra cuando pone la vista en el desmadre que ha causado el jarrón.
—Cabrón ha sido el desastre que has armado aquí , gilipollas, busca una escoba y ponte a limpiar de una vez.
Y sale dejándome con las cejas levantadas.
<<Vivan los lazos fraternales.>> se burla mi subconsciente haciéndome voltear los ojos y me levanto a regañadientes a buscar la puñetera escoba.
🥀🥀🥀🥀
Nota de autora : Aaaaaahhhhhhh!!!!! Lo supoooooooo!!!! Me parece que no hay una manera mecánica de reaccionar ante algo así , yo traté de poner a Carla reaccionando como lo haría yo: Shock al principio, comerse la cabeza luego, y más tarde preguntas. Soy muy aburrida, lo sé. Pero que ella lo sepa y se inmiscuya en el mundo sobrenatural de Bradd le da un gran giro a la trama. La historia empieza a aquí mismo, Monsters, poneros los cinturones 😏🥀✨
Los amooo
Meloh 🤘
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