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Los días pasaban para Jimin y su lindo embarazo, tenía cumplidos los 7 meses. Estaba por iniciar el último trimestre de embarazo y todo estaba bien por el momento. Comía saludable, comía de todo en realidad, pero sus Alfas se encargaban de velar porque comiera lo más saludable posible, así que la nevera Nana la mantenía llena para el omega, como frutas, muchas verduras, pastas y cereales.

Aunque también los Alfas lo complacían con su postre favorito que era el helado. Las náuseas ya no estaban, los antojos tampoco estaban, pero ahora Jimin siempre estaba hambriento y cansado.

Sus pies se hinchaban mucho así que solía estar recostado donde sea, en el sofá, en la cama, en los sillones, en el jardín. Siempre con sus piernas estiradas mientras hacia lo que mejor podía hacer en ese estado: Comer.

Sus Alfas sonreían enamorados al verlo, se veía totalmente tierno con su enorme barriga comiendo, abultando sus labios. En más de una ocación alguno de ellos sorprendía al otro grabándolo o tomándole fotografías a un distraído Jimin redondito descansando.

—¿Por qué incluso haciendo nada es tan hermoso? —Cuestionó Junghyun a su hermano.

Habían decidido trabajar afuera en la mesa del jardín mientras veían a Jimin tirado sobre unos cómodos cojines que le había puesto nana, jugando con su gato y comiendo bocadillos de queso y fruta.

—Minnie es un ser de otro mundo, Hyun... Nadie hay que sea como él, tan tierno y dulce, único e irreemplazable.

Junghyun sonrió, su hermano tenía razón.

—Creo que se quiere levantar. —Junghyun señaló al dulce omega, quien se iba a levantar, pero definitivamente necesitaba ayuda.

—Iré yo. —Se ofreció Jungkook.

A pasos rápidos se dirigió hacia Jimin, quien le sonrió al verlo acercarse.

—A ver, cariño, te ayudo.

Con una agilidad impresionante, Jungkook lo cargó como a un bebé, soportando el peso triple de Jimin.

—Minnie pesa mucho. —Abultó sus mejillas, haciendo un puchero bastante bonito.

—Por ti, aguanto lo que sea, bebé. —Jimin sonrió enredando sus manos en el cuello de Jungkook.

—¿A dónde quieres ir, bebé? —Le preguntó para llevarlo hacia donde el omega dijera.

—Minnie quiere ir a la habitación, tiene mucho sueño.

Jungkook asintió y lo llevó hasta adentro para luego subirlo hasta la habitación.

Era obvio que pasara con sueño la mayor parte del tiempo, el embarazo doble le dejaba sin energías.

—Ok, bomboncito. —Jungkook lo depositó en la cama y le abrigó—. Descansa todo lo que puedas, estaremos trabajando un rato más y después veremos una película juntos ¿Te parece?

Jimin asintió sonriendo.

—Bien... te veré después.

—Chocolatito, ¿Puedes llenar a Koo de tu aroma? Minnie quiere sentir el aroma de Alfita.

Jungkook sonrió, tomando el lobito de peluche y lo impregnó en su aroma de chocolate que tanto amaba. Cuando se lo entregó, Jimin lo olfateó cerrando sus ojos para aspirar mejor el aroma.

—Listo, bebé, ahora me voy a terminar mi trabajo.

—Te amo Alfita. —Dijo Jimin sacando una gran sonrisa de Jungkook, quien le revolvió el cabello.

—También te amo, cielo, tanto que no tienes ni la mínima idea.

Ambos sonrieron, Jimin pudo dormir un poco, jamás creyó que un embarazo podía ser tan agotador, pero por fortuna tenía dos esposos cariñosos que no dudaban en ayudarlo en todo.

En la tarde, después de que los Alfas habían terminado de trabajar, Jimin se encontraba enmedio de los dos, mirando El Rey León por enésima vez y por enésima vez Jimin era un mar de lágrimas.

—Mufasa... —Chilló, como si mirara esa escena por primera vez.

Jungkook tenía los ojos cerrados mientras su mano acariciaba la pancita de Jimin y Junghyun comía palomitas acariciando del otro lado.

Al acabar la película, los Alfas se llevaron al omega a la habitación.

—Minnie, te daré un masaje en los pies, están muy hinchados.

Jimin asintió mientras veía como Junghyun iba por las cosas.

En un cubo de agua caliente, Jungkook le había metido los pies y ahora dejaba caer sales relajantes. Jimin jadeó ante el gusto de sentir sus pies en el agua.

Junghyun volvió con una crema exfoliante, cuando Jimin terminó de remojarlos, Jungkook los secó con delicadeza. El otro alfa comenzó a hacer masajes con la crema.

Jimin estaba en el paraíso mientras recibía esos masajes en sus cansados pies. Por otro lado, Jungkook también aplicaba una crema en su pancita para hidratarle la piel de la zona.

—¿Estás relajado, bebé? —Preguntó Junghyun  mirando como Jimin cerraba sus ojos deleitándose con aquellos masajes.

—Sí. Minnie esta relajado y feliz por la atención de mis Alfitas.

Solo esperaba que esas atenciones no se fueran cuando los bebes nacieran porque en verdad las amaba.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊

—¿Mami? ¡Hola! Minnie te extrañaba. —Habló el omega sentado en el sofá mientras jugaba con su gato y hablaba por teléfono con su madre.

—Ah, cariño, han sido unas vacaciones adorables, jamás me imaginé que podría hacer esto.

La madre de Jimin, luego de su luna de miel, se había ido de vacaciones con Mingseon y no habían regresado. La omega se estaba dando la vida que jamás tuvo, aprovechando la segunda oportunidad que le había dado la vida de ser feliz.

Dos meses de casados y sentía que no podía ser más feliz al lado de Mingseon, Jimin también era muy feliz.

—¿Cómo va el embarazo, cariño? ¿Cuéntame como están esos, bebés?

—Ah, Minnie se cansa mucho más y ya no puede dormir bien. —Hizo un puchero que su madre obviamente no podía ver.

—Es normal, cariño, estás en el último mes de embarazo, falta poco, sé fuerte, mi cielo. Esos bebés van a nacer muy fuertes.

—Sí, mami.

—Por cierto, cariño, tengo una noticia, quería dártela al volver, pero no se cuando lo haremos así que lo diré... Creo... Creo que vas a tener un hermanito, Minnie.

¿El omega había oído bien?

—¿E-en verdad? ¿No le mientes a Minnie? —Chilló de la alegría.

—No, cariño, me hice una prueba y salió positiva. Estoy tan feliz, pero hay que esperar a poder ir a hacer una al laboratorio y confirmar, pero mi corazón de madre me dice que sí...

—Ay, Minnie feliz.

Los ojos del omega se habían llenado de lágrimas.

—Bebés de Minnie tendrán con quien jugar.

—Sí, cariño. Lo tendrán.

La llamada terminó y Jimin se echó a llorar en el sofá. ¡Estaba feliz!

Recordaba cuántas veces le había pedido un hermanito a su madre cuando estaba pequeño, así no estaría solito y tendría con quien jugar. Ahora sus bebés tendrían compañía.

—¿Bebé, qué pasa? ¿Todo bien? ¿Por qué lloras? ¿Son los cachorros?

Junghyun había entrado justo a tiempo, lo vio llorando y se preocupó.

—No, Alfita, bebés de Minnie están bien. Mami de Minnie va a tener también un bebé y Minnienestá muy feliz. —Junghyun lo abrazó, Jimin estaba muy sensible y se debía a que faltaba poquito para que diera a luz.

—Wow eso es una buena noticia, amor, ven, vamos a buscar a Kook para contarle.

Jimin asintió y se fue en busca del alfa con Junghyun a su lado.

Al parecer Jungkook había estado trabajando en el estudio, ya casi no iban a la empresa para estar todo el tiempo con Jimin,  ellos solo se encargaban de gestionar cosas desde casa y al parecer su empresa marchaba muy bien.

La puerta estaba abierta así que Jimin solo entró y se llevó una gran sorpresa cuando vio a Suran parada frente a Jungkook.

—¡Suran!

—¡Minnie! Estás hermoso. ¿Cómo van esos bebés? —Preguntó emocionada al verlo.

—Cansan mucho a Minnie. —Chilló tirándose a los brazos de Suran.

Ella le acarició el cabello enternecida.

—¿Qué le ocurre? —Preguntó Jungkook al ver tan sensible a su lindo omega.

—Su madre está en cinta, Kook.

Jungkook abrió los ojos sorprendido.

—¿El hada de los bebés anda suelta? —Bromeó.

De inmediato se dio cuenta de lo que había dicho pues sus ojos se dirigieron a Suran y se apenó.

—Lo siento, Suran. —Se disculpó,

Ella sonrió restándole importancia mientras seguía abrazando a un lloroso Jimin.

—No te preocupes, Jungkook, es más, digámosle a Minnie. —Ella lo separó un poco para que Jimin pudiera oír bien—. Yo también estoy en cinta, Minnie, tengo 4 meses y me voy a casar. Venía a dejarles la invitación a la boda. —Sonrió.

Jimin volvió a llorar haciendo que Suran borrase su sonrisa.

—¿Qué pasa, cariño, dije algo malo?

—¡No, Minnie más feliz porque hay más bebés!

Estaba tan feliz, pero sensible por las noticias.

—No llores, cariño, mi bebé jugará con los tuyos. Ahora ven, mejor dame consejos. Dime todo lo que debo y no debo hacer, que comer y que no...

Suran se llevó a Jimin fuera de la oficina para distraerlo y que dejara de llorar.

—¿No sientes raro? —Preguntó Junghyun, mirando a su hermano.

Jungkook lo miró con una ceja alzada, pero sabía realmente a lo que se refería Junghyun.

—Al principio sí, al principio pensé que Suran solo fingía ser buena con Minnie, pero demostró que era genuina y le agradezco, antes de ser pareja ella y yo fuimos buenos amigos, así que realmente agradezco que haya tomado todo de esa manera tan madura y mírala ahora. Encontró a su pareja Destinada, es feliz, se va a casar y a tener un bebé. Yo jamás podría haberlanhecho feliz, Junghyun, no como hago feliz a Minnie, porque a él lo amo.

Junghyun asintió.

—Estoy de acuerdo, Minnie nos robó el corazón.

Era la total verdad, Jimin jamás necesitó de artimañas, ni engaños, ni de esfuerzo para robarse sus corazones. Solo era él y su propio encanto, su dulzura, su aniñada forma de ser.

Era como un Dulce Mochi irresistible, fue una pasión inevitable la que nació entre ellos y ese lazo jamás nadie iba a poder romperlo.

💌: Una lluvia de bebés

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