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—¡Minnie, espera, no corras!

Demasiado tarde, el omega corría hacia la linda playa para ver de cerca el mar. Era la primera vez que veía el mar en vivo.

—Wow, Minnie quiere nadar ¿Puedo nadar, Alfita?

Jungkook, quien corría detrás de él tratando de llevarle el paso, se agachó para poner sus manos en sus rodillas y recuperar el aliento. Junghyun estaba metros más allá en la linda casita de playa que era de ellos, la gran ventaja de dedicarse a la compra y venta de casas e inmuebles era que si les gustaba una para ellos se la quedaban y ese era el caso, majestuosa de pintura blanca y celeste de madera muy bonita. Se la habían quedado con el fin de ir de vacaciones alguna vez, pero jamás la habían usado y de no ser por que ahora tenían un lindo omega que merecía las mejores cosas en la vida, jamás lo habrían hecho.

—¡Alfa Hyunnie, ven!

Junghyun dejó su cóctel sobre la mesita y se levantó de la cómoda hamaca de playa para alcanzar a su Omega.

Corrió rápido hasta llegar a él y lo cargó en sus brazos para meterse al agua con él, Jungkook se había quedado parado en la orilla, analizando si entrar o no.

—¿Realmente es necesario que lo haga? —Preguntó.

Jimin le hizo un tierno puchero, pero el Alfa se resistía a sus encantos.

Bien, no funcionó.

Entonces Jimin comenzó a jugar con Junghyun y luego se metió al agua para mojar todo su cuerpo. De pronto Jimin ya no salió del agua.

Se había sumergido y no salía, los segundos corrían, y eso comenzó a inquietar a los dos Alfas.

—¿Está bien? —Preguntó Jungkook desde la orilla. Junghyun negó.

—No lo sé...

Entonces, olvidando que odiaba meterse al agua, Jungkook entró a buscar a Jimin junto a Junghyun.

—¿Bebé? ¿Estás bien? —Los alfas estaban ya un poco nerviosos, llevaba ya casi un minuto bajo el agua.

De pronto de atrás de ambos alfas saltó Jimin sonriente, miraba a Jungkook triunfante.

—Minnie ganó otra vez. —Soltó. Jungkook sonrió, ¿Cuantas veces iba a caer en las trampas de su omega mañoso?

—Omega travieso, te castigaré. —Gritó yendo por él para tomarlo de la cintura y levantarlo para arrojarlo al agua.

Las risas de Jimin eran incesantes y muy divertidas que lograban contagiar a sus Alfas. De pronto los Alfas ya no estaban frente a Jimin, un gran lobo Gris con manchas blancas les devolvía la mirada ahora, poniendo sus dos patas delanteras estiradas hacia adelante y sus cuartos traseros ligeramente alzados mientras su colita se movia de un lado al otro incitándolos a jugar mientras aullaba.

Los Alfas sonrieron, el omega había decidido salir a jugar, así que dejaron el paso a sus Alfas al transformarse en sus lobos cada uno, y asi un lobo blanco y uno gris de gran tamaño jugaban con su omega en el agua, se tiraban en la arena, se mordían las orejas y se tiraban de la cola divertidos mientras se correteaban sin cesar.

Pasaron así largo rato, jugando en el mar, el agua fresca mojándolos por todas partes y el sol cayendo para darle paso a la luna, la cual desde lo alto sonreía feliz, su plan había salido a la perfección, finalmente sus descendientes iban a venir al mundo.

Todo era perfecto.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊

—¿Estas listo, amorcito? —Preguntó Junghyun desde abajo.

Jimin salió de la habitación, con un short de mezclilla corto que dejaba ver la extensión de sus piernas y una camisa con un nudo en la cintura que dejaba al descubierto su ombligo. Bajó saltando las escaleras muy feliz mientras abajo las miradas de sus Alfas no se apartaban de él.

—M-minnie. —Jungkook se aclaró la garganta.

—Bebé, ve a cambiarte, cariño, no te llevaremos así a la calle. —Gruñó Junghyun, cruzando los brazos.

El omega hizo un tierno puchero con sus labios.

—¡A Minnie le gusta!

—A mí también me gusta. —Intervino Jungkook, las piernas de Jimin tan largas y definidas combinaban a la perfección con ese short que resaltaba su trasero. Y el poco de piel que se veía debajo de la camisa con ese lindo nudo que le había hecho brillaba como la miel.

Junghyun le hizo cara de pocos amigos a su hermano y levantó las manos en señal de rendición.

—Bien, tú ganas, Minnie.

El omega saltó de felicidad y salió corriendo hacia afuera para subir al auto.

—Pero, si otros alfas miran mucho a Minnie es tu culpa, Kook.

Jungkook, quien iba a caminar detrás de Jimin, se detuvo en seco ¡No habia pensado en ello! Solo se había quedado deslumbrado al ver a su omega, pocas veces usaba atuendos así.

Refunfuñó un rato en el camino al restaurante, pero ya estando ahí se le olvidó.

—Minnie quiere ese cóctel de camarones, por favor. —Pidió dulcemente al camarero, quien le sonrió. Era por el hecho de que jamás había visto a un omega tan lindo que se expresara de esa manera tan tierna.

Junghyun miró a Jungkook enfadado, era por su culpa.

—Minnie no seas tan amable con todos, me pongo celoso. —Admitió Junghyun, tomando de su bebida.

—¿Minnie puede beber de eso? —Señaló la copa de vino de sus alfas, para cambiar la conversación y que no le digan nada por ser amable con los camareros.

Jungkook lo miró casi alarmado.

—Eres un bebé, Minnie ¿Cómo se te ocurre que beberás alcohol? —Se negó rotundamente.

—Ya tiene 23, creo que puede si quiere, Kook.

Ahora fue el turno de Jungkook de cruzase de brazos y dejar que Jimin ganase, otra vez.

—Para mí es un bebé. —Refutó el alfa.

—Minnie no es más un bebé, Minnie ya está grande y está listo para tener cachorros.

Junghyun, quién se había llevado el vino a los labios, lo escupió un poco, mientras que Jungkook casi se ahoga con una ostra que se acaba de meter a la boca.

Los dos Alfas estaban bastante rojos de las mejillas, Jungkook apretó nervioso la servilleta mientras que Junghyun trataba de limpiar el desastre con el vino.

Jimin con una gran sonrisa en sus labios, de manera muy inocente se llevó su cóctel de frutas a la boca.

La comida ocurrió sin ningún incidente, le dieron de probar a Jimin de su vino, solo un poco.

Ahora caminaban por las bellas calles de la costa. Había un grupo de bailarines callejeros, altos y vestidos con ropa de hippies. Jimin al ver eso corrió para ponerse en medio.

Una ovación general se escuchó y varios aplausos y silbidos animándolo a bailar también.

—¿Qué esperas, bebé? ¡Baila! —Gritó alegremente uno de los chicos.

Jimin sonrió comenzando a bailar de manera graciosa y tierna mientras todos chicos y chicas le aplaudían.

—No le digas así a MÍ bebé. —Alegó Jungkook, colocándose a la par del grupo que tocaba varios instrumentos.

—¡Relájate, hermano! —Respondió el chico sin dejar de tocar los tambores.

—No le digas hermano a mi hermano. —Junghyun también se había colocado a su lado con sus brazos cruzados.

—¡Sí, baila baila, precioso!

Todos ahí veían sonrientes al omega bailar delicadamente moviendo sus caderas, mostrando el lindo ombligo debajo de su camisa.

Jungkook le dio una rápida mirada a Junghyun, ambos se metieron en medio del grupo, Jungkook lo tomó de la cintura y Junghyun de las piernas, lo sacaron de ahí enfurruñados mientras Jimin hacía pucheros y los demás se quejaban porque se lo estaban llevando.

—¡Aguafiestas! —Gritó uno.

—Cállate. —Fue la respuesta de Jungkook.

—Eres un omega exhibicionista, Minnie.

—¡Lobos celosos! —Sonrió el omega mientras los Alfas se lo llevaban lejos.

Al volver a casa, el omega se había quedado dormido en el regazo de Junghyun, quién despacio bajó con él en sus brazos.

Lo depositó en una de las hamacas de afuera, el clima era agradable así que no había necesidad de taparlo con ninguna manta. Con suavidad le dejó un beso sobre la frente y se retiro en busca de su hermano.

Jungkook estaba sentado en una banca bebiendo un poco de café helado, Junghyun se sentó a su lado llevando consigo jugo de limón. Le rodeó el hombro con una mano.

—¿Qué piensas, Kook?

La mirada del pelinegro estaba puesta más allá en la noche estrellada que se les regalaba.

—Mmm. —Hizo una mueca con sus labios poniéndolos de manera recta—. En Minnie... en como ya después de año y medio nos ha cambiado la vida por completo. ¡Míralo! Ya no es un bebé como él dijo. —Su voz estaba cargada de muchas emociones.

Junghyun giró un poco su cabeza para poder verlo dormido, suspiró.

—Es un bebé cuando las circunstancias lo requieren, Kook, nos manupila a su antojo, ¿lo sabes verdad?

-—Uhum... y me gusta.

Junghyun sonrió.

—Pero es verdad, no es más el cachorro de lobo lastimado que nosotros conocimos, es un Lobo omega muy fuerte, inteligente y valiente. No se me olvida como arriesgó su vida para evitar ese disparo contra uno de nosotros, es tan valiente.

Ambos sonrieron con nostalgia y amor cargado en sus sonrisas.

—Lo amo, Hyun... lo amo tanto. Miro atrás y me doy cuenta que fui tonto todo el tiempo cuando me mentía a mí mismo diciendo que no quería estar con él, pero era todo lo contrario. Ahora soy tan feliz.

Junghyun sonrió, llevando su bebida a la boca.

—Yo sabía que era cuestión de tiempo para que te dieras cuenta que lo querías como yo en nuestras vidas, te comprendo, hermano, ya tenías toda tu vida perfectamente planeada al lado de Suran y creo que ella también ayudó mucho a que te dieras cuenta que no era amor lo que se tenían. Minnie es nuestro motor para continuar, así como lo amas tú, lo amo yo, con todo mi ser.

Los dos hermanos chocaron sus debidas para después llevarlas a la boca.

El aroma de Jimin les hizo suspirar, el omega se sentó enmedio de los dos. Había despertado sin que se dieran cuenta, rápido buscó los labios de Junghyun para besarlo tiernamente y después los labios de Jungkook, quien no se negó.

—Minnie, ¿no estabas dormido?

El omega negó escondiendo su cabecita en el pecho de Junghyun.

—¿No tienes sueño, bomboncito?

La mano de Jungkook se alargó para acariciar los rubios cabellos de Jimin, quien sonrió contento y satisfecho por la atención.

—No... Minnie tiene ganas de Galletita y Chocolatito.

—¿Quieres comer postre, bebé? Iré a ver la nevera.

Jungkook hizo el amago de ponerse de pie, pero la mano firme de Jimin lo sujetó justo a tiempo haciéndolo volver a sentarse.

—Minnie quiere mimos de Galletita y Chocolatito. —Volvió a repetir.

—¡Oh!— Exclamaron los Alfas.

Su celo había llegado.

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