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Jimin no había querido separarse de sus Alfas desde que había llegado al hotel y no paraba de dejarles mimos y cariñitos ni de decirles lo feliz que estaba por haberlo llevado con su madre.
Estaba tan eufórico que los Alfas tuvieron que verlo correr, saltar y cantar durante toda la noche después de volver de cenar, pero era la cosa más bonita y agradable de todas, ver a ese hermoso omega sonreír feliz era lo mejor del mundo.
Ahora lo habían logrado convencer de irse a duchar antes de dormir.
Simplemente tenían a un Omega feliz y ellos también lo estaban.
La puerta fue tocada con suavidad y Yoongi entró por ella una vez más, habían estado a la espera de unos resultados médicos que se le habían practicado a la omega en donde indicaba que estaba pasando por un trauma craneal debido a un golpe duro en la cabeza, lo cual le dejó una amnesia temporal, pero que con el tiempo podía recuperar sus recuerdos, al menos a su hijo si lo recordaba con claridad y eso era bueno.
El omega salió corriendo del cuarto de baño envuelto en su bata rosa y se tiró a los brazos de Yoongi con fuerza.
—¡Gigi!
Jungkook corrió tras Jimin y se detuvo justo cuando el omega se abrazó al otro Alfa, sin querer gruñó, achicando los ojos atento a cualquier movimiento de su amigo.
—Más te vale no mover un músculo, Yoongi. —Advirtió—. No queremos volver sin uno a Corea.
El Alfa azabache negó sin mover siquiera sus ojos y casi sin respirar. Agradecía la advertencia, pues esos alfas eran capaces de desaparecerte sin advertirte.
—Gigi, gracias por encontrar a Mami de Minnie, estoy muy feliz.
—No fue nada, Minnie... Emm es parte de mi trabajo y además debía hacerlo porque somos amigos. —Respondió Yoongi nervioso, pues ahora había dos Alfas de brazos cruzados frente a él.
Junghyun fue el primero en acercarse y arrebatar a Jimin de los brazos de Yoongi y con eso el Alfa azabache pudo respirar más tranquilo.
—¿Qué pasa, Yoongi?
—Solo venía a dejarles estas copias de las evaluaciones hechas a la señora Park.
Yoongi dejó los papeles sobre una de las mesitas.
—Mañana iremos a las diez de la mañana a recoger los resultados de AND y luego nos prepararemos para volver a Corea.
Los Alfas asintieron, Junghyun aún tenía a Jimin en sus brazos.
—¿Estando allá deberá ser internada en algún sitio o podemos llevarla a casa?
—Creo que eso deberá determinarlo un médico, para estar seguros nada más.
—Bien, entonces nos vemos mañana a las diez. —Jungkook sacó a Yoongi de la habitación casi a empujones. Luego se volvió hacia Jimin con su expresión seria.
—Minnie, no puedes salir en bata si hay más Alfas afuera. —Regañó.
El omega se bajó de los brazos de Junghyun e hizo un puchero muy tierno, mirando a Jungkook.
—No, sin pucheros, omega travieso, no puedo permitir que otros Alfas te vean desnudo.
—¡Pero Minnie no estaba desnudo! —Replicó indignado el omega—. Minnie trae bata de baño.
Junghyun se acercó para intervenir en la pelea que los otros dos estaban teniendo.
—Pero es casi lo mismo si no traes nada bajo esa bata, pequeño... ¿Traes ropa interior?
El omega no respondió.
—No, solo bata. —Acto seguido se desprendió de la bata la cual cayó al piso, quedando desnudo frente a ellos.
Al ver el mutismo de sus Alfas, sonrió ladino. Era la mejor forma de contentarlos, mientras que los dos Alfas tragaban saliva, admirando la belleza que tenían frente a ellos.
—Minnie ahora si está desnudo. —Canturreó, caminando hacia adentro—. Y Minnie quiere mimos.
Los alfas se habían quedado de piedra, los estaba provocando como solo él sabía hacerlo y lo estaba logrando.
—¡Ahora! —Volvió a hablar el omega desde adentro.
Junghyun y Jungkook se apresuraron a ir tras él, peleando en el camino por ir más rápido que el otro, dándose leves empujones entre sí.
Al poco rato la habitación de hotel ya estaba totalmente Ilena de feromonas y la característica mezcla de aromas de los tres mientras los Alfas poseían a su Omega, deleitándose con sus bellos jadeos de excitación.
Dejándole en claro a Jimin que solo ellos eran dueños de ese cuerpo tan adictivo y de esos gemidos enloquecedores.
. . • ☆ . ° .• °:. *₊
Al día siguiente, iban ya de camino hacia el albergue otra vez, ahora ya con la seguridad de que iban a poder llevarse a la madre de su omega.
—Oh, Minnie quiere uno de esos. ¿Ahora si puede? —Preguntó emocionado, señalando hacia afuera del auto, al señor que caminaba cerca con unos objetos muy curiosos.
Namjoon bajó la ventanilla del auto a la orden de Junghyun, quién se asomó para pedir lo que Jimin deseaba.
Haciendo uso de su poco español, logró comprar varios objetos con los que Jimin iba feliz.
—¿No había otra cosa con que hacer más ruido? —Refunfuñó Namjoon refiriéndose a la cosa de madera que llevaba Jimin en sus manos, cuando giraba hacia un sonido estrepitoso.
—No, pero si te sigues quejando le comprare otras dos. —Amenazó el Alfa rubio alzando la voz para hacerse oír sobre el ruido que Jimin hacía.
Todos rieron mientras el omega jugaba con la "matraca". También compró un balero, un trompo y una peonza que Jimin daba vueltas que cuando caía mostraba un número.
—¿Cón que juegas, Minnie? —Preguntó Yoongi, dándose la vuelta para verlo.
—Con mi Pirinola. —Respondió simple.
Namjoon y Yoongi comenzaron a reír bastante alto ante la atenta mirada de los alfas.
Jungkook rodó los ojos y dio un golpe en la cabeza a Yoongi para que dejara de reír.
—¡Deja de alburear a mi Omega, idiota! —Le Rregañó Jungkook enfadado.
Los demás Alfas no dejaron de reír hasta que por fin llegaron al albergue. De nuevo se bajaron y de inmediato Jimin se tomó de la mano de sus Alfas, cuando pasaron a la recepción se encargó de que la omega que los había atendido el día anterior viera sus dos marcas renovadas en su cuello, que, por cierto, se colocó una camisa que dejaba ver bastante su bello cuello marcado.
Para los alfas no había pasado desapercibido eso, pero ellos estaban orgullosos y felices de que Jimin mostrara sus marcas con orgullo también.
Al pasar a la oficina del director, este ya los estaba esperando con los resultados del ADN.
—Buen día, Señores Jeon, estás son las hojas y en un momento viene la señora Park solo que... tuvimos un inconveniente.
—¿Qué tipo de inconveniente? —Preguntó Jungkook de manera brusca, ya no quería más problemas, solo quería volver con su suegra y su omega a Corea.
—Ah, no es nada grave, solo es eso. —El Alfa señaló a la mujer que venía caminando y en sus brazos traía a un gato.
—¿Un gato? —Dijeron los dos Alfas al unísono.
—¡Un gato!
El omega se acercó rápido a su madre y la abrazó para después quitarle el gato de sus manos.
—Dice que es para su hijo, no lo quiere soltar desde ayer.
—¡Gatito bonito! Mío, mío...
Cuando salieron del albergue, llevaban a Jimin feliz con su madre y un gato, al cual por cierto tuvieron que hacerle papelería legal para poder llevárselo a Corea.
Esa tarde ya habían hecho de nuevo maletas para volver a su país, finalmente, luego de haber arreglado todos los papeles de la señora Park y del gato, ya podían abordar tranquilos ese avión que los llevaría a su casa otra vez.
En el avión, Jimin no quería dejar al animal solo, pero tuvieron que meterlo en una caja para gatos y ponerlo con los demás animales que viajaban.
—¿Recuerdenme por qué llevamos un gato pulgoso? —Refutó Jungkook.
—Porque es de Minnie. —Junghyun simplemente respondió, acomodando el cinturón de su omega.
—Ah, es cierto. —Jungkook no volvió a quejarse.
Si su omega quería un gato, ellos iban a llevarse un gato y punto.
—¿Mami, estás bien? ¿Tienes miedo?
La omega sonrió y negó abrazando a su hijo, según el médico mientras más tiempo pasara con Jimin, más rápido podía volver a recordar las demás cosas como por ejemplo como se llamaba y que le había pasado para así por fin hacer un juicio contra ese hombre que la golpeó.
—Te amo, mami, ahora Minnie es más feliz. Minnie tiene dos Alfitas, a su mami y a gatito. Ah y también a familia pez.
Junghyun y Junggkook voltearon a verse.
—Oh-ho. —Murmuró Junghyun.
Gato y peces, eso sí que sería un problema.
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