Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

68

El camino hacia el lugar en donde supuestamente se encontraba la madre de Jimin quedaba a solo a unos kilómetros de distancia del hotel. En el auto, Jimin descansaba su cabeza en el hombro de Jungkook mientras que Namjoon conducía un auto y los demás hablaban sobre el caso de su madre, debían levarla al médico para confirmar si era ella su madre porque, aunque Jimin dijera que sí, las autoridades necesitaban que tuvieran como comprobante una prueba de ADN y así poder dejar que se la lleven del país hacia Corea nuevamente.

—Wow, Minnie quiere de esos. —Un hombre pasó al lado del vehículo cuando este se detuvo en un semáforo en rojo.

Llevaba una infinidad de cosas curiosas y coloridas que atrajeron la atención de Jimin.

—¿Quizá después, amorcito? Ahora llevamos un poco de prisa. —El omega asintió, sus alfitas le habían dicho que alguien lo estaba esperando y él iba emocionado, pues su corazón y su lobito le decía que era alguien a quien había estado añorando.

—Creo que es aquí a la derecha, Namjoon.

El Alfa asintió ante las indicaciones de Yoongi y siguieron por una calle bastante transitada por largo rato hasta llegar a un edificio. Era grande y bastante banito.

Al estacionar, Jimin sintió algo en su interior, era una inquietud que solo pudo calmarse cuando los Alfas sintieron su malestar y le comenzaron a transmitir tranquilidad y seguridad.

—Bien, vamos, nos están esperando.

Los cinco individuos entraron por las escaleras principales, llamaban la atención de los curiosos, quienes los veían con bastante interés.

Una omega los recibió amablemente cuando llegaron a la recepción, sonriendo de más a los dos Alfas gemelos.

—Bienvenidos. ¿Son los Hermanos Jeon? —Sonríe, mostrando su perfecta dentadura.

—Sí, somos nosotros, tenemos una cita con el director de este lugar por el asunto de una persona que se alberga aquí.

La mujer sonrió, mirando su computador y luego asintió.

—Por supuesto. —Habló, arrastrando las palabras sin dejar de sonreír a los Alfas.

Jimin observó todo aquello en silencio, ya conocía perfectamente lo que causaban sus Alfas en cualquier omega, así si que simplemente se quitó la bufanda que llevaba puesta y se llevó una mano –Específicamente la que tenía sus dos anillos de matrimonio, teniendo cuidado de mostrarlos bien– y la pasó suavemente por su cuello, donde tenía las dos marcas.

La mujer dejó de sonreír en cuanto vio al omega hacer aquello y salió detrás de su mostrador para guiar a los presentes por el lugar.

—Minnie, eres un travieso. –Murmuró Jungkook, sonriendo por lo bajo, también pudieron apreciar las risas de Junghyun.

Jimin, por su parte, iba feliz de haber marcado su territorio.

—Bien, por aquí pueden esperar, en un momento le aviso al director y los hago pasar. —Informó la omega, hablando solamente con los Alfas y dejando de lado a Jimin.

Los Alfas asintieron mientras tomaban asiento y la omega se alejaba para entrar en la oficina.

—¿Estás bien, Amorcito? —Preguntó Junghyun, había notado bastante inquieto en su pequeño omega desde que salieron del hotel, pero los Alfas estaban seguros de que sea lo que sea Jimin iba a volver feliz a su país.

—Minnie está muy bien.

Los tacones resonantes de la Omega volvieron Interrumpir el silencio del pasillo donde se encontraban.

—Pueden pasar, el director los espera. —Los cinco se pusieron de pie para poder entrar, pero la omega carraspeó, llamando su atención.

—Solo los Alfas... El omega puede esperar afuera, la oficina es poco amplia. —Dijo con desdén, Jimin iba tomar asiento nuevamente, pero la firme mano de Junghyun lo detuvo.

—Mi omega es el más importante en esta reunión así que si la oficina es poco amplia entonces hágala  ampliar para que podamos entrar con él.

La voz de Junghyun salió dura y bastante cortante, detestaba cuando otra omega quería hacer de menos a Jimin, como si fuesen más superiores, como si le pudiesen llegar a su omega siquera a los talones. Pero eso jamás iba a pasar porque Jeon Jimin no era cualquier omega, era el Omega Luna de los Alfas Jeon.

La mujer hizo una mueca que no se sabía distinguir bien, pues se puso roja y sus comisuras comenzaron a temblar ligeramente.

—Lo que pensé. —Volvió a hablar Junghyun, formando una media sonrisa en sus delgados labios. Amaba poner en su lugar a las personas que se creían superior.

—Oh, lo siento, pasen adelante.

Se alejó a pasos rápidos de ellos y por fin pudieron entrar. La oficina era bastante amplia y no como había malinformado la omega anteriormente. Un Alfa les devolvía la mirada detrás de una gran mesa de madera.

—Buen día y bienvenidos, es un enorme placer para mí tenerlos en este, su humilde hogar para personas desamparadas. Me informaron que son familia de la Omega que las autoridades encontraron hace unos días.

Los presentes hicieron una gran reverencia y Jungkook asintió, tendiendo una mano hacia aquel Alfa.

—Así es, creemos que esa Omega es la madre de nuestro Esposo.

El Alfa asintió tomando el teléfono, apretó un botón y la omega de antes respondió.

—Llama al médico, necesito que venga de inmediato. —Luego colgó sin decir más—. Bien, vamos, en lo que viene el médico para tomar las muestras para realizar una prueba, los llevaré con ella.

El Alfa se levantó y los demás comenzaron a seguirlo de nuevo entre los pasillos, al llegar al final, había una puerta que el Alfa abrió y salieron a una especie de sala de juegos con jardín, habían varias personas ahí: Mujeres, hombres y niños, algunos jugando, otros descansando y hablando animadamente.

Caminaron entre las hileras de mesas donde habían personas comiendo y otras platicando hasta llegar a una en especifico, donde había una mujer solitaria, de rasgos asiáticos.

Estaba de espaldas, pero al nada más verla Jimin sabía  de quien se trataba.

—¿Mami de Minnie? —Preguntó mirando a aquella mujer.

—Ve, Minnie. —Indicó Jungkook.

Jimin se acercó mucho más hasta poner una mano sobre su hombro. La mujer se sobresaltó en cuanto sintió el suave tacto y se dio la vuelta, encontrando así sus ojos con los de Jimin, exactamente idénticos.

—¡Mami de Minnie! —Chilló el omega al reconocer a su madre.

La mujer arrugó el ceño un momento mirando sin expresión alguna al omega frente a ella.

—No habla con nadie. —Admitió el Alfa del lugar.

Jimin la tomó de los hombros y suavemente la acercó para poder abrazarla con fuerza, envolviéndola con su suave aroma de algodón de azúcar.

—¿Minnie? ¿Bebé? ¿Betita? ¡Mi betita!

El Alfa del lugar se sorprendió al ver que la mujer al fin reaccionaba después de días ahí.

—¡Mami! Minnie extrañaba mucho a Mami... pero Minnie no es beta, ahora es Omega, Omega Luna de Alfitas Jeon. —Informó orgulloso, mostrando sus anillos.

La mujer soltó un par de lágrimas, sacando un frasco grande de cristal que tenía entre sus ropas.

—Ah, no ha querido soltar eso por más que le decimos que se lo vamos a guardar. —Señaló El Alfa.

Un frasco de cristal lleno de dulces, que sólo ella y el omega sabían su significado.

—¿Mamá trae dulces?

La mujer asintió. Llevaba exactamente casi un año vagando de arriba para abajo buscando a Jimin con su frasco de dulces sin permitir que nadie más lo tocara.

—Mamá trajo dulces para Minnie, siento la tardanza, mi bebé.

La mujer derramó muchas lágrimas, abrazando a su pequeño hijo. Todos los recuerdos de esos últimos meses le cayeron encima como una lluvia fría, se sintió al fin dichosa de haber encontrado a su hijo.

Los Alfas estaban felices y orgullosos de haber seguido su instinto. Ver a su Omega feliz era la mejor recompensa.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊

El doctor que habían enviado a llamar llegó después a tomar la muestra que las autoridades requerían para poder dejar ir a la mujer con ellos.

Los Alfas se fueron un momento para dejar el resto de la tarde a su Omega con su madre.

Mientras tanto, Yoongi recaudaba información para el caso y así refundir al padre de Jimin en prisión para siempre.

En la noche, Jimin no se quería despedir con el temor de volver a perder a su madre, pero sus Alfas le prometieron que eso no pasaría de nuevo.

—Minnie no quiere...

—Ven, cariño. —Junghyun lo levantó, cargandolo despacio. Jimin rodeó a su Alfa con sus piernas mientras salían  de la habitación temporal de su madre.

—¿Volver mañana?

—Por supuesto, amorcito, mañana y cuantos días sean necesarios hasta que podamos volver todos a casa.

Jimin asintió escondiendo su cabeza en el cuello de Junghyun.

Ese confort nadie más podia dárselo, solo sus Alfas, donde se sentía seguro y querido. Ya más tranquilo, se dejó llevar por los alfas de nuevo al auto para poder ir a cenar a un restaurante y después a descansar al Hotel.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro