19
La cama era calentita y muy cómoda, los tres se habían quedado dormidos y abrazados. Luego el ligero movimiento del pequeño en medio de ellos, los hizo despertar.
—¿Estás bien, Minnie? ¿Descansaste?
El rubiecito se restregó los ojos con sus dos manos para despabilarse, sonrió al ver que estaba acostado en medio de sus dos Alfas.
—¿No era un sueño? ¿Minnie de verdad está con Alfitas? —Preguntó moviendo ligeramente su cabecita hacia un lado y al otro.
Jungkook tenía sus ojos cerrados, pero sonreía, Junghyun lo veía con adoración. Los dos Alfas se sentían tan afortunados.
—Minnie, es un sueño hermoso hecho realidad, nos tienes totalmente a tus pies, precioso. —Habló Junghyun, acariciando suavemente las mejillas del rubio quien se sonrojó levemente.
En ese momento Jimin sintió casas que jamás había sentido o quizá sí cuando conoció a sus alfas, pero ahora con mucha más intensidad.
—Minnie está raro, animalitos se meten en pancita y hacen cosquillas.
Jungkook sonrió nuevamente, ¿Eran las mariposas en el estómago? En otra época y con otra persona seguramente habría respondido con un "Toma agua y ahogalas", pero ahora sonreía feliz de saber que eso provocaban en su pequeño omega.
—No es nada malo, bebé, son animalitos buenos que te hacen saber que estás bien con nosotros, estás enamorado así como nosotros de ti. —Fue Jungkook quien respondió.
—¿Minnie enamorado? —Cuestionó, mirando en su dirección. Jungkook juró que casi se queda ciego por el resplandor que su omega irradiaba, esos ojos miel que brillaban tanto y con los cuales solía hipnotizarlo eran tan bellos, como su dueño.
—Sí. —Respondió, tragando saliva, jamás había sentido esa sensación de quedarse estúpido al ver a un omega, eso lo vivió por primera vez con Minnie—. Cuando estás enamorado sientes cosas bonitas en la pancita, bebé, y sientes que todo en la vida está bien. ¿Te sientes bien con nosotros, pequeño?
Jimin lo meditó unos segundos. Cuando no conocía a sus alfitas se sentía como si viviera siempre en un lugar oscuro y frío; y le dolía saber que siempre estaba solo. Luego conoció a Mingseon y al sacerdote, sintió felicidad de saber que había personas que hacían cosas buenas por él sin pedirle nada a cambio y él sentía en su pechito algo bonito que no sabía que era, pero le llamaba a tenerles un respeto y cariño especial.
Pero cuando conoció a sus alfas todo fue distinto, la noche en que sintió por primera vez el aroma de Chocolatito en el supermercado no pudo dormir porque sabía que él tenía que ir a donde ese delicioso aroma lo llamaba, que ahí pertenecía y lo mismo sucedió con su Galletita, al conocerlos a ambos sabía que todo estaba bien, por primera vez en su vida no había miedo, ni soledad, ni angustias, ni cosas malas. Con sus dos Alfitas a su lado no debía temer más, no más Minnie solito, no más Minnie abandonado así que sí, todo estaba bien y él estaba bien.
—Sí, Minnie bien, alfitas hacen sentir bien a Minnie... y Minnie enamorado de Alfitas.
Ambos alfas sonrieron encantados al escuchar aquello, era todo lo que querían escuchar de su omeguita.
—Eres tan tierno, bebé, moriré de una sobredosis de azúcar en la sangre, pero te juro que moriré feliz. —Junghyun tomó su mano, besándolo con delicadeza—. También estoy enamorado de ti, Minnie.
Jimin se llevó la mano al rostro, sentía sus mejillas arder por un calor imaginario.
—Alfa Jungkook también está enamorado de ti, pequeño, te amamos mucho.
—Minnie no sabe que es amar, pero siente aquí. —Dijo, señalando su corazón.
Los alfas soltaron una risita y lo abrazaron de nuevo.
—¿Minnie puede dar besito a Alfas?
Los Jeon rieron, al parecer Mingseon hacía buen trabajo poniendo a Jimin películas románticas.
—Puedes, Minnie. —Respondió Jungkook, ladeando la cabeza.
Jimin se dio la vuelta sobre la cama y se apoyó con sus dos manos sobre ella. Miró primero a Junghyun, acercando su rostro, de a poquito unió sus labios con los del alfa en un dulce beso de piquito. Luego hizo lo mismo con Jungkook.
Sus mejillas se sonrojaron, miró que Junghyun y Jungkook también estaban igual, pero sonreían satisfecho de su obra.
—¿Minnie quieres otro beso?
El menor asintió haciendo un adorable puchero, mirando como el bronceado rostro de Jungkook se acercaba lento hacia él. Su cuerpo tembló cuando sintió los labios de su Alfita presionarse con los suyos, pero este beso era muy diferente al que él les había dado, pues sintió los labios del alfa moverse despacio y no supo por qué cerró sus ojitos como para sentir más de esa sensación bonita que en su pancita sentía, su corazón palpitaba rápido al sentir los labios de su alfa jugar con los suyos.
Cuando Jungkook se separó del rubiecito, Jimin aún tenía sus ojitos cerrados. Sonrió complacido al ver sus cachetitos rojos de la vergüenza.
Jimin abrió sus ojos al fin y se sentía como si estuviera volando por el aire.
—¿Más besito?
Y ahora fue turno de Junghyun. Se acercó lento, tomándolo de sus regordetes cachetitos, dejó otro beso. Como el omega ya había experimentado ese beso con Chocolatito donde él apretó sus labios y había jugado con ellos un poquito provocando un cosquilleo bonito en su interior; entonces decidió hacerlo también, abriendo un poco su boquita y jugando también con los labios de Junghyun.
Aquellas mariposas que sentía se volvían cada vez más y más insistentes. Cuando el alfa decidió que era suficiente, cortó ese besito. Jimin hizo un puchero.
—Más... Minnie quiere más.
Los alfas sonrieron, era un bebé muy travieso.
—Quizá más tarde, pequeño, no has comido nada y si Mingseon se entera de que no lo has hecho, nos asesina. Ven, arriba. —Pidió Jungkook, levantando a su omega en sus brazos. Jimin enredó sus piernas alrededor de su cintura y sus brazos alrededor de su cuello.
Junghyun caminó delante de ellos, bajaron hasta la cocina donde Nana estaba preparando la cena.
—Mis muchachos, ya los iba a llamar, estoy haciendo un...
La mujer se dio vuelta y quedó totalmente sorprendida cuando vio a Jungkook con un chico en su regazo.
—¿Y ese chico? ¿De dónde lo sacaron?
Jimin sacó su cabecita de su escondite y miró a aquella mujer, era alta y bonita, pero mayor. Quizá era la madre de los alfitas.
—Hola, soy Minnie.
La mujer dejó la espátula sobre la mesa y se acercó a él, le apretó los cachetes.
—Es tan bonito ¿Quién es? —Preguntó mirando a los Alfas.
—Minnie es nuestro omega destinado, Nana. —Respondió Junghyun, mirando a Jungkook y a Minnie quienes se estaban acomodando en las sillas.
La mujer abrió sus ojos sorprendida y dio un grito de emoción, corriendo hacia Jimin para abrazarlo.
—Bienvenido, mi niño, soy Nana y te voy a cuidar y alimentar bien ¿Qué quieres comer? ¿Quieres chocolate caliente?
—Minnie quiere, y Galletitas también. —Añadió.
Jungkook y Junghyun rodaron los ojos cuando la mujer salió corriendo a la cocina a preparar lo que Jimin pedía.
—Parece que no solo Mingseon consentirá a Minnie.
—Tú también lo haces. —Interrumpió Junghyun, riendo mientras miraba embelesado a su omega.
Jungkook asintió, ambos lo hacían, era su bebé Omega consentido, ¿Cómo no hacerlo?
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