Otro gran clásico en la historiografía de farras entre letras y notas. La ginebra me recuerda días en que ejercía de teclequero en una banda metalera de covers de Stratovaruis, en otra de tributo a X Japan; y al mismo tiempo asumía el desafío de aceptar la oportunidad que una serie de incidentes insólitos me brindaron para tocar como pianista en una obra de la Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia: "West Side Story", linda obra, tiene incluso película y varios musicales escritos sobre el mismo guion; título conocido en español como "Amor sin Barreras". Sí, fue un periodo algo melodramático de mi vida, con ruptura de corazón incluida. Bueno, eso no es importante

El asunto es que en el día era un pianista de cámara muy profesional, aunque conflictivo; y en las noches era un teclero metalero que se embriagaba como vikingo en peleas campales de bar. No, señores, no, podía parecer metalero pero no era uno; ante todo era y soy músico. En fin, el caso es que un buen día, en uno de esos unders que se ponen histriónicos por cofradía, nos quedamos con mi banda aún ansiosos por beber y no estábamos dispuestos a consumir los mismos alcoholes de siempre. Esa noche estábamos encendidos, nos había ido bien con el show y queríamos tomar algo exótico. ¡Voila!, ginebra fue la sugerencia de nuestro sabio dispensador de licores. Lo recuerdo bien, "Dry London Gin, Peters". Jamás olvidaré ese primer sorbo.

Al día siguiente llegué ebrio al ensayo con la Orquesta Sinfónica, el director me quería fuera o muerto. Igual toqué, no me equivoqué, hasta lo hice mejor que de sobrio. Fue mi triunfo, la orquesta me siguió. ¿Y saben que más? Toqué la maldita obra durante las tres semanas que duró la temporada. Luego me vetaron para siempre de cualquier escenario de cámara, pero me di el gusto de tocar acompañado de una filarmónica, estando ebrio tras ofrecer show en unders metaleros en las noches. Salud por ello.

Por otra parte, es de bien nacidos ser agradecidos. Así que empecemos por darle las gracias a los holandeses. Porque fueron ellos quienes inventaron la ginebra, y no los ingleses, como mucha gente cree; bendita ginebra, las aventuras que me patrocinó son impagables.

Esta bebida nació en Holanda en el siglo XVII, y su alumbramiento fue puramente medicinal, no recreativo. Se inventó como posible cura a un buen número de problemas digestivos y de riñones y estaba elaborada en un primer momento con cebada, centeno y maíz. El enebro vendría después. Pero hay quien dice que su origen es aún anterior, y que algunos monjes italianos ya preparaban una bebida similar a la ginebra de hoy en día como medicamento para curar la peste bubónica allá por el siglo XI.

Pero si tomamos Holanda como inicio, fue allí donde conocieron la ginebra los soldados británicos que participaban en las guerras anglo-neerlandesas, que la consumían para tener una dosis extra de valor y para combatir el frío. Desde allí la llevarían a Inglaterra donde se popularizó, hasta que Guillermo III de Orange prohibió el consumo de cualquier destilado que no tuviera origen británico. Pero los ingleses, lejos de dejar de consumirla, empezaron a fabricarla en destilerías clandestinas que surgieron como la espuma hasta que finalmente se regularizó.

Sería más tarde, en 1862 cuando nacería lo que hoy conocemos como ginebra británica o London Dry Gin, cuando el farmacéutico inglés James Burrough regresó de Estados Unidos y aplicó una nueva fórmula con enebro, cilantro, piel de naranja, ralladura de limón y semillas de la planta angélica. Así nació la mítica Beefeater.

Una vez finalizada la clase de historia, es muy posible que te preguntes cómo se bebe esto. Quiero decir, no es como tomarse un wiski, aunque si te sientes valiente te desafío a tomarlo solo acompañado de hielo, ardor garantizado. Sin embargo, hay formas más civilizadas de tomar ginebra, no solo mezclándola con Ginger Ale para obtener un gintonic. Hay muchas más formas. Yo te compartiré una de mi experiencia de bebedor y si ya luego quieres experimentar esto con tus amigas, adelante, que Baco las ampare... xDDD

Ingredientes

🥃100 ml de zumo de limón

🥃Gaseosa de limón, Sprite muy recomendable

🥃Ginebra, la mejor que puedas comprar. No es una bebida tan barata.

🥃Hielo a gusto

Preparación

Vierte los 100 ml zumo de limón en un vaso, unos 50 ml de ginebra y remueve hasta que se hayan mezclado bien. Luego agrega 100 ml de soda lentamente para que no se escape el gas. Añade 3 0 4 cubitos de hielo. Decora con 1 rodaja de limón. Es exquisito, pero traidor. 

Se siente tan bien que es fácil emocionarse y beber vaso tras vaso. Los efectos después son muy visibles, una embriaguez que de inmediato te pone eufórico.