[TRAGOS] Chuflay
Como algunos sabrán y otros no, nací en Bolivia y sigo viviendo allí, en la ciudad de La Paz más concretamente; urbe en la cual he vivido desde que fui parido hasta hoy.
Hace años, cuando este país aún tenía trenes circulando por las vías y una empresa estatal para su funcionamiento (porque dicho sea de paso, en Bolivia ya no existen trenes por motivos de lo más cuestionables), la industria ferroviara movía no solo a las personas, bienes y servicios por el país, sino que era un auténtico motor de progreso. Claro, hablamos de antes de 1990.
Como tal, los trabajadores de ENFE (Empresa Nacional de Ferrocarriles), tenían su folklore y mitos alrededor de su oficio que, como todo trabajo, estableció tradiciones muy arraigadas en el país hasta hoy. Una de ellas nos cuenta la época de postguerra tras en conflicto que enfrentó a Bolivia y Paraguay en una guerra tan brutal como las guerras mundiales donde miles, casi millones, murieron. Mi bisabuelo por parte de mi abuela materna fue combatiente en el frente durante la guerra, aún tengo las cartas escritas en el campo de batalla que mis ancestros y su tropa escribían para esposas, hermanas y madres que jamás volverían a ver. Los que sobrevivieron y regresaron al país se establecieron como obreros para tender las vías de ferrocarril por toda la nación desde 1936. Y aunque tenían ganas de tabajar y reconstruir la nación tras una guerra que la destruyó, carecían de los conocimientos.
Por su lado, Inglaterra estaba superando las terribles secuelas de la Primera Guerra Mundial sin saber que un conflicto aún más grande les iba a caer encima. Aún así, sus inversiones en el extrangero, así como el fortalecimiento de sus capitalistas y corporaciones, abrió un nuevo terreno de cooperación económica con varios países de Sud América, Bolivia entre ellos. Mi país necesitaba trenes pero no sabía cómo construirlos ni administrarlos, Inglaterra necesitaba establecer un área de influencia para prevenir que Alemania consiga alianzas de cara a otra guerra mundial (que terminó estallando inminentemente en 1940). Ingleses y bolivianos vieron una oportunidad óptima de cooperar en términos de "conveniencia mutua". En fin, el caso es que el Gobierno de mi país licitó el ingreso de capital y personal técnico inglés para capacitar a los trabajadores bolivianos en materia ferroviaria. A cambio, Bolivia acordó con los ingleses la plusvalía del ferrocarril a favor de las transnacionales sajonas y varios acuerdos militares entre los cuales destacaba la prohibición de enviar materias primas a Alemania en caso de guerra.
Con los términos pactados por ambas partes, el trabajo empezó con el tendido ferroviario entre el lago Titicaca y La Paz. Ya se imaginarán, en una época sin internet, tecnología en comunicaciones y en periodo de entreguerras, cómo era de pintoresco ver a obreros bolivianos junto a ingleses tratando de entenderse sin siquiera ser capaces de hablar un mismo idioma. Faltaban traductores. En esos días, el inglés no era tan universal como ahora.
Pronto los ingleses descubrieron que lo que más ama el boliviano es beber (mírenme, soy un ejemplo nacionalista de bebedor bolviano de campeonato, mis ancestros estarían orgullosos xDDD). ¿Saben a quién más les gusta beber? A los londinenses. Se dice que a pesar de no entenderse por las barreras de idioma, en términos de bebida, tanto ingleses como bolivianos se entendían fantásticamente bien. La gente Londres apreciaba mucho nuestros alcoholes mientras que los de La Paz íbamos descubriendo las bondades de mezclar gaseosas que traían desde Inglaterra con bebidas alcohólicas endémicas.
Un día, los sajones se quedaron sin provisiones de ginebra para preparar el Gin Buck que tomaban como norma. Hablamos de un coctél hecho de gaseosa ginger ale con ginebra seco inglés. Había la gaseosa, no el alcohol. Así que se les dio por improvisar buscando algún reemplazo a la ginebra. Y lo hallaron.
Aquí en Bolivia tenemos una bebida muy potente (60% de grado alcohólico) llamada singani. Para los Bolivianos, el singani es lo que para los japoneses el sake, para los rusos el vodka, para los mexicanos el tequila, para los chilenos/peruanos el pisco, para los caribeños el ron, para los franceses el armañac. Es decir, la bebida espirituosa bandera del país. Se obtiene destilando uvas moscatel a más de 1600 mentros de altura en un valle que solo existe en Bolivia. No hay otro país en el mundo donde sea posible fabricar singani, solo en los valles de Camargo, Tarija y Tupiza se dan las condiciones para lograr la bebida en cuestión. Cuando los ingleses lo descubrieron, pensaron que la diferencia de sabor con el ginebra de su país no era tan grande y que podía ir muy bien con ginger ale. ¡Eureka! Tenían razón.
La bebida se expandió por el país como la Llamarada Moe lo hizo en Springfield. Los ingleses bautizaron a la nueva bebida: "short fly", término que en el argot ferroviario da nombre a "una riel temporal, usualmente construida en torno a un área inundada, una avería u otro obstáculo. Le dieron ese nombre pues la bebida era una sabrosa y eficiente solución temporal hasta la llegada de las provisiones de ginebra. Pero, ¿en verdad esperaban que los bolivianos pronunciásemos eso?. No, no, no. Aquí decimos Pin Floy, Cuin, Maicol Yacson y otras barbaridades. Así que en lugar de "short fly", los locales rebautizamos la bebida con el hombre de "Chuflay", y así se quedó hasta hoy, siendo uno de los cocteles más emblemáticos de Bolivia.
La bebida es rica y poderosa, en pocas copas te puede mandar a la mierda. Pero la clave para beber singani está en la comida. El alcohol boliviano se digiere bien con carne. Es un trago refrescante, con una fragancia reconocible a uva. El ginger ale es más que perfecto para combinar. Un rico chuflay para sus fiestas puede darles el plus de anfitriones con conocimientos exóticos (a no ser que lean esto desde Bolivia, ahí sí, pues, saben como es tomarse unos chuflays... xDDDD). En lo personal es una de mis bebidas favoritas para días de sol, parrillada, piscina y muchos amigos. Me pone extrañamente extrovertido. Pero jamás me tomaría un chuflay estando solo.
Ingredientes
🥃Singani
🥃Ginger Ale
🥃Rodajas de limón
🥃Hielo en cubitos
🥃Jugo de limón
Preparación
Se ponen dos cubitos de hielo en cada vaso, se le agregan una medida de Singani y Ginger Ale hasta tres cuartas partes del vaso. Una pizca de jugo de limón para darle buqué.
Se introduce una rodaja de limón a cada vaso y salud...
Receta para 1 cóctel
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