Parte 27 La razón
Algunas horas antes.
Xuan Yu luchó por liberarse de su ataduras, estaba enloquecido como una bestia que se aferraba a su último aliento. Sus ojos se volvieron rojo y se sacudía violentamente. Los recuerdos del pasado fueron como veneno para su alma, el odio y el resentimiento salió de su cuerpo como una luz cegadora que engullo todo a su pasó cuando despareció, en el terreno sólo había un enorme hueco sin rastro de los oficiales celestiales y los reyes demonios.
Cuando Xie Lian abrió sus ojos se encontró en un espacio en negro con varias puertas y varios corredores que se abrieron en varias direcciones y conducían varios caminos. No fue el único que despertó en ese lugar, también estaban Hua Cheng y He Xuan, al igual que Bai WuXian.
— ¿Es el territorio de Xuan Wu?
—Lo más probable— Respondió Hau Cheng. Una mariposa plateada apareció en su mano, pero no tardó en desaparecer. Frunció las cejas—No puedo confirmarlo.
—Se ve diferente, es más distorsionado que el Zue Que, pero tiene la misma esencia.
Las dudas que Xie Lian podía tener fueron aclaradas por He Xuan, solo tenía otra inquietud — ¿Cómo salimos?
He Xuan negó con la cabeza. La última vez, fue el propio Zue Que quien los dejó irse o mejor dicho, fue porque no quería pelear con Shi Qing Xuan que los liberó.
Sin un plan, los cuatro probaron abrir algunas puertas al azar y ver qué es lo que se encontraban, pero todas eran habitaciones vacías. Caminaron por el sendero del centro, sin atreverse a tomar un desvió hasta llegar a un punto donde el escenario negro cambio por un bosque en pleno invierno.
Las hojas de los árboles ya se habían marchitado y habían muerto. Las finas ramas de los troncos crujían al soplar la ventisca y la nieve caía sobre la tierra cubriendo todo de un manto albar.
De la nada, el viento se hizo más fuerte y levantó una cortina blanca a su alrededor, cuando se disperso se escuchó los suaves pasos de una persona correr apresurada hacia su dirección.
Los cuatro miraron a una determinado sentido y esperaron que ese algo apareciera, pronto una persona encapuchada emergió en medio de la tormenta de nieve y corrió hacia He Xuan.
Se abrazó al rey supremo y levantó su cabeza revelando su rostro. Era Shi Qing Xuan.
— ¡Ming-Xiong! Ayúdame.
Shi Qing Xuan apoyó su cabeza en el pecho de He Xuan y sus brazos se envolvieron fuertemente alrededor de su ropa de forma desesperada y urgente.
Su calor, su aroma, la familiaridad. Todo su aspecto era algo que He Xuan conocía mejor que nadie. Lo envolvió con sus brazos queriendo dispersar su tristeza. Sin embargo, sus ojos se oscurecieron.
—Él nunca más me llamaría Ming-Xiong de nuevo.
Empujó a ese Shi Qing Xuan y agarró su cuello para destruirlo. Al instante, perdió su forma volviéndose un montón barro y lado.
Escucharon una risa burlona y el bosque fue reemplazado por hermoso jardín con bellos Paulownia (1 ) y cerezos en pleno florecimiento. Parecía primavera, los pájaros cantaban y la temperatura era cálida.
—Está intentando ganar tiempo—Bai WuXian miró el estanque de agua con ojos fríos— El Señor del Viento debe estar cerca.
Xie Lian pensaba lo mismo, de lo contrario ¿Cómo podría Xuan Wu imitar el comportamiento de Shi Qing Xuan? Por lo menos lo que le estaba mostrando no era falso del todo, eran solo pequeños fragmentos de alma de Shi Qing Xuan o eran la representación que tenía la deidad sobre el Maestro del viento.
Hua Cheng probó invocar sus mariposas fantasmales de nuevo, esta vez tuvo éxito y decenas de ellas volaron por el jardín, pero pronto regresaron sin encontrar nada.
De pronto, los pétalos de las flores se arremolinaron de forma anti-natural. Bai WuXin se dirigió directamente hacia su centro y cuando las hojas formaron una pantalla tenía al Señor del Viento frente suyo.
Parecía un hada que estaba despreocupadamente jugando en el patio, incluso usó su abanico para crear pequeñas brisas, luego se acercó y tomó la mano de Bai WuXian.
He Xuan presenció todo eso y se frunció las cejas.
Esa reacción no pasó de ser percibida por BaiWuXian, sonrió y aprovechó que Shi Qing Xuan agarró su mano y tironeó de él atrayéndolo a sus brazos. Con una mano pellizco su barbilla y no que su rostro lleno de inocencia parecía confundido, casi río cuando de repente se desvaneció como una flor sin vida.
Miró hacia adelante y vio que fue He Xuan quien derribó a la ilusión del Maestro del Viento con un ataque de agua.
Xuan Wu era rencoroso, estaba haciendo todo molestar He Xuan y lo estaba logrando.
Para He Xuan el sentimiento que inundaba su pecho al destruir esa ilusión de Shi Qing Xuan era pesado y frío. Su cuerpo parecía estar culpándolo de algo y se había vuelto rígido, un leve temblor endurecía su mano y enviaba descargas dolorosas hacia su corazón.
Xie Lian estaba teniendo un mal presentimiento, no pudo evitar observar a He Xuan y estudiar su expresión, pero no descubrió mucho.
—Ge ge —Hua Cheng tomo sutilmente su mano trasmitiéndole seguridad. Comprendía el corazón de su alteza y suavizo el tono de su voz para hablarte—Si todas las deudas y odios pudieran desaparecer con facilidad, no tendríamos que sufrir en esta vida.
Xie Lian lo entendía y no planeaba indagar en un asunto que ya terminó, pero cuando recordaba cómo se comportó He Xuan durante el funeral de Shi Qing Xuan no pudo evitar pensar que no era solo una duda lo que había entre ellos.
El paisaje se volvió a desvanecer y regresaron aquel pasillo oscuro.
He Xuan se desplazó a la parte de atrás del grupo y sus pasos fueron más lentos que el resto. A sus oídos llegaba constantemente la voz de Shi Qing Xuan a veces una risa, a veces una corta frase, pero repetidas veces escuchaba un hombre.
"Ming-Xiong"
Su mano tembló e hizo aparecer una espalda. La ira comenzaba acumularse en su corazón "No soy él" Susurraba en voz baja ¿Por que lo llamaba él? No era el Señor de la Tierra, no era su mejor amigo.
"¡Ming-Xiong!"
Apretó su mandíbula con fuerza.
—¡Cállate!
"¡Ming-Xiong!"
Se detuvo y vio por esquinas de sus ojos que Shi Qing Xuan venía a pasos rápidos. Sus ojos ardieron y los sentimientos cálidos se desvanecieron ahogándolo.
¡He..!
Levantó su mano y cortó.
El golpe fue muy llamativo, Xie Lian ni Hua Cheng se movieron por el asombro, solo Bai WuXian noto que algo iba mal y se desplazó hacia un lado, pero fue detenido por una sombra que apareció de repente.
Al caer, Shi Qing Xuan fue atrapado por Hei Zheng. No había heridas en su cuerpo, pero sabía que no lo tenía no era algo físico, sino emocional. No pudo evitar abrazarlo contra su cuerpo y protegerlo.
Shi Qing Xuan no pronunció ninguna palabra, su cabeza se mantuvo oculta detrás de sus cabellos.
—Es el verdadero.
Xie Lian estaba arrepentido, sus ojos estaban fijos en Shi Qing Xuan y Rouye en su mano ya se había rodeado a Hei Zheng para impedir que escapara.
Aunque se preparó, ya habían caído en una trampa. Xuan Yu era inteligente, se usó así mismo como cebo solo para destruir el corazón de Shi Qing Xuan.
—Es inútil su alteza—Hei Zheng levantó la cabeza —No podrán alcanzar Xuan Wu, las puertas del banquete se han abierto.
—Eso parece, pero si te detengo aquí y te obligo a cerrarlas, todavía habrá una oportunidad.
Hei Zheng sonrió—Su alteza se equivocó. Yo no tengo el poder sobre las puertas.
—Entonces ¿Por qué estás cerca cada vez que se abría?
—Es coincidencia.
—No te creo.
Hua Cheng entrecerró los ojos y la cimitarra E-Ming ya estaba sobre el cuello de Hei Zheng— Esa noche, en aquel castillo el que había secuestrado a Maestro del Viento fuiste tú.
—Dios estaba triste, porque el sol se apagó. Por eso dios se lo llevó. —Hua Cheng hizo una pausa — Mientras el sol este, dios no despertara.
—La canción de ese niño, estaba hablando de ti y de la cosa que se encuentra sellada por el sello de las Deidades. Desde el principio hubo dos dioses ¿Me equivoco?
La expresión de Hei Zheng sufrió un cambio, ya no fue capaz de mantener su sonrisa, sus ojos se oscurecieron y el tono de su voz se volvió frío— ¿Y qué? Nunca he querido hacerle daño a Qing Xuan, ni ahora ni en el pasado.
La hoja de E-Ming tembló. Hua Cheng alzó una ceja, pero no retrocedió. Sin embargo, Rouye se encogió y se escondió en las mangas de Xie Lian.
Aun estando rodeado del dios marcial más poderoso, y tres supremos, Hei Zheng emano un poco de su poder y los obligó a ponerse en guardia.
—¡Basta!
Shi Qing Xuan salió de los brazos de Hei Zheng y se puso delante de él cubriéndolo con todo su cuerpo y miró a Xie Lian especialmente. Su mirada lo expresaba todo, suplico en silencio y se mantuvo firme —Su alteza.
—Qing Xuan. No hagas esto difícil— Aun en contra de sus sentimientos, Xie Lian tampoco retrocedió. Necesitaban capturar a Hei Zheng para traer de nuevo a las Deidades y evitar ese dios despertará.
—Mi cuerpo ya fue destruido, ya no puedo ir del otro lado. Hei Zheng salvó mi alma, no puedo dejar que se lo lleve. No puedo evitar que Xuan Wu se una al banquete, pero asumiré su lugar en la barrera.
—Si haces eso, en tu estado ¡Serás encerrado para siempre! —Sin poder evitarlo, Xie Lian alzó la voz.
Los ojos de Shi Qing Xuan se tornaron rojos. Todo su cuerpo se sacudía con pequeños temblores hasta que una mano tomó la suya.
—Solo pídelo y cumpliré tu deseo—Hei Zheng no soporto verlo sufrir y agacho su cabeza para aceptar cualquier petición. Estaba dispuesto a compensar todo solo para que persevera su sonrisa.
—Sácame de aquí.
Fue solo un susurro, pero Hei Zheng se sorprendió y alzó la cabeza. Vio la espalda de Shi Qing Xuan , era pequeña, delgada y frágil, pero había soportado muchas cosas y conservó su corazón. Tal vez el cielo lo había hecho de corazón blando y brillante como el sol para compensar todo el dolor que sufriría.
Ya no dudo. El piso bajo sus pies comenzó a congelarse y atrapó a Xie Lian y a los supremos, luego una cortina de cristales blancos los separó.
Siendo la nieve compuesta por agua, He Xuan pudo librarse de ser congelado y acercarse, sin embargo, una pantalla de energía lo separó de Shi Qing Xuan.
Se miraron, solo había un paso entre ambos, pero la distancia era enorme. Shi Qing Xuan alzó su mano y la dejó sobre aquella pared invisible, esperaba que el frío se extendiera por todo su ser y lo ayudará a mantenerse firme, sin embargo, vio en el reflejo que otra mano se colocaba a su altura.
Se sorprendió y levantó los ojos, vio la expresión de soledad de He Xuan y sus emociones comenzaron a contradecirse. Sus labios se separaron varias veces queriendo decir algo, pero al final cayó, se dio la vuelta y siguió a Hei Zheng.
— ¡Qing Xuan! -Gritó He Xuan queriendo detenerlo, pero Shi Qing Xuan se detuvo un momento antes de desaparecer por completo al soplar el viento.
Todo el lugar comenzó a romperse y fragmentarse expulsándolos del territorio de la Deidad. La tierra seguía sacudiéndose violentamente y la puerta del gran banquete se había abierto en el reino mortal.
Xuan Wu rio a carcajadas, había perdido, pero eso no significaba que todo lo que hizo fue en vano. La barrera de la capital se derrumbaría de nuevo, la única forma que tenía Shi Qing Xuan para detenerlo era clavar su alma a la barrera y su propósito terminaría.
Su risa de repente se apagó. El camino por delante solo le esperaba un divertido banquete, sin ataduras, sin recuerdos del pasado y para hacerlo solo apagó el sol.
"— ¡Finalmente está aquí! —Bai Hu saltó de alegría— ¿Crees que despertará pronto?"
"Qing Long se fijó en la persona que estaba durmiendo y sacudió la cabeza. — Reparar su pierna y brazo roto para un mortal conlleva mucho tiempo."
"—Será mejor que le demos tiempo para que se recupere, ha pasado por mucho en el Reino Mortal—Opino Zue Que "
Todos estuvieron de acuerdo con Zue Que, solo Xuan Wu enrosco sus labios con insatisfacción —No parece el de antes.
Las deidades se miraron entre sí, luego a Shi Qing Xuan sin poder decir que estaba mal con él, todo lo que veían era que su piel no era tan blanca como antes, estaba más delgado y cabello ya no era brillante , el resto seguía igual.
—Una vez que se sienta mejor, será mami otra vez—Bai Hu tomó su forma femenina y arrimo a la cama. Suavemente acomodo las sábanas sobre Shi Qing Xuan.
— ¿Estará feliz de ver a unos extraños cuando despierte? Y más unos que lo secuestraron —Solo Xuan Wu se atrevió a decir lo que todos pensaban en silencio. Nadie le respondió porque la respuesta estaba clara.
—Fue un oficial celestial, entenderá nuestra existencia—Después de un tiempo, solo Zue Que dijo esas palabras medio dudando medio afirmando, al final ni él sabía.
Xuan Wu resopló.
—Seguro será feliz—Hei Zheng llegó y trajo consigo una muda de ropas elegante y finas—Entonces podremos tener un divertido banquete.
Cuando pensaron que por fin podría a la tan esperada fiesta junto con Shi Qing Xua, las Deidades se alegraron y imaginaron como se sería el festín, llenó de risa, con abundante comida y vino, pero lo más importante podría hablar con el tan esperado amigo que había ansiado ver, pero no podían.
Al verlos, Hei Zheng pensó que eran como niños que ansiaban ver pronto a su padre, él también compartía el sentimiento porque cuando Shi Qing Xuan era feliz, también podía serlo.
—¡¿Qué está pasando?!—Bai Hu se alejó asustada—¡Y-Yo...No quise lastimarlo! Lo juro.
De nada una línea de sangre había abandonado las esquinas de los labios de Shi Qing Xuan y su tez se ponía cada vez más pálida. Hei Zheng se apresuró en tomar su pulso y su cara cambió drásticamente.
Bai Hu sollozo —N-No quise..
—No es tu culpa— La interrumpió Hei Zheng.
— ¿Qué está pasando entonces? —Xuan Wu no soportó el silencio de Hei Zheng y él mismo cantó un hechizo, siendo una Deidad que podía ver la vida de las personas, podía ver su estado y lo que supo hizo que su corazón se pusiera frío.
— ¿Por qué no dicen nada los dos?—Zue Que intentó mantener la calma, pero la angustia de Bai Hu comenzó alterarlo.
—Está muriendo.
El que habló fue Qing Long, como alguien que se dedicaba a salvar la vida de los mortales, podía saber cuando la muerte de un individuo llegaba. Inconscientemente dio un paso atrás, su espalda chocó contra la pared y le sirvió de apoyo para estar de pie.
— ¿Por qué?—Bai Hu no lo creía, incontables lágrimas caían de su rostro — ¿Está enfermo?
Hei Zheng negó con la cabeza —Su tiempo de vida está llegando a su fin, cuando era un oficial celestial el peso de los años no le afectaba, ahora que es un simple mortal, el cielo está reclamando esa deuda.
Silencio.
— ¿No podemos salvarlo?—Bai Hu habló de forma inconsciente, pero esa simple frase le había traído la esperanza para las demás Deidades.
—Ni los dioses pueden enfrentar a la muerte, muchos menos— Hei Zheng ocultó sus ojos detrás de su cabellos.
— ¡Pero tienes una forma! ¿No?— Xuan Yu se lanzó sobre Hei Zheng y sujetó las capas de su ropa—Lo sé, entre todos nosotros eres el que más tiempo ha estado en esta tierra ¡Debes tener una manera!
Por un momento, Hei Zheng no habló, sólo se quedó mirando los profundos ojos de Xuan Wu como si estuviera diciendo que hacer a continuación.
—Hay una forma. Si no puede escapar de la muerte, entonces solo podemos prolongar su vida.
— ¿Cómo?
—Convirtiéndolo en una Deidad.
La expresión de las Deidades se volvió oscura, ellos mejor que nadie sabían cómo terminaron siendo una divinidad y el dolor que todavía llevaban en sus almas.
—No me malentiendan, el proceso será diferente—Dijo con cautela Hei Zheng, se liberó del agarre de Xuan Wu. Tomo horizontalmente a Shi Qing Xuan.
—Para salvarlo, todos ustedes deberán entregar su divinidad a Qing Xuan, sin embargo, están sellado dentro de la barrera de la Capital Imperial, incluso si lo destruyo una vez para ustedes, atraerá a los dioses marciales e intentarán detenerlos.
— ¿Qué sugieres entonces? —preguntó Qing Long.
—Intenté distraerlos para ganar tiempo, cada pocos días abriré las puertas y los llevaré el gran banquete que esperan.
—Si están dispuestos, usaré mi energía vital para enviar a sus almas a dormir y transferir su estatus como deidades locales a Qing Xuan, a cambio, solo él será único dios del Reino Mortal. Sin embargo, deben ir por cuenta propia, el ritual no funcionará si tiene lamentos o apegó por este mundo.
De nuevo hubo silencio. Nadie habló por mucho tiempo.
— ¿En serio puedes enviarnos al ciclo de reencarnación?
Una voz desconocida llegó de repente, ni muy lejos ni muy cerca. Algunas esferas de luces brillaron y una figura se manifestó.
Las deidades podían reconocer al recién llegado y no fueron perturbados por su aparición, en cambio tenían curiosidad de porque una persona tan importante se presentaría ante ellos.
Su Ko Zhen curvó las comisuras de su labios débilmente, no fue ni cortes ni humilde cuando se acercó a Hei Zheng para mirar a Shi Qing Xuan. —Nos brindaras un hermoso sueño eterno donde nuestro más anhelado deseo se volverá realidad ¿Cómo se diferencia eso de la muerte?
—Que ese camino, ya no estarán solos. Shi Qing Xuan siempre los recordará. Aunque sea por poco tiempo podrán hablar y conocerse.
Su Ko Zhen no volvió a hablar, conocía lo que era anhelar el sol y caer por él. Su voluntad se tornó débil al ver al joven cuya luz se apagaba lentamente. — ¿Cuántos amigos podrían mantenerse sin cambiar ante la adversidad? Ideales, lealtad , el mismo destino. Somos realmente frágiles y débiles.
Se dio la vuelta y caminó hacia la ventana —Iré al banquete. La luna no puede compararse con el sol, estoy cansado de perseguirlo. Le daré mi vida.
—Eso no lo salvará—Dijo Xuan Wu.
—Lo sé, pero mientras ustedes dudan, yo quiero verlo sonreír de vez mas, en vez de una noche oscura, bajo la luz del sol.
Su Ko Zhen desapareció.
Los demás no pudieron decidirse, no querían que Shi Qing Xuan fuera como ellos, un alma encerrada, sin que nadie que pudiera verloso estar a su lado ¿Cómo podría ser eso mejor que la muerte?
Inseguros, cada uno desapareció de la habitación, excepto Xuan Wu. Hei Zheng lo miró en silencio.
—¿Cuánto puede alargar nuestro poder su vida?
—Algunos años, siendo un mortal .Tarde o temprano morirá, es parte de su ciclo de vida.
—Solo unos años ¿Solo eso? —Xuan Wu frunció las cejas.
—Es inevitable, mientras sea un mortal...
—Entonces tendrá que morir.
Los ojos de Hei Zheng se contrajeron
Xuan Wu continuó —Si ya no tiene un cuerpo mortal, podrá vivir para siempre como un dios.
—Eso no te corresponde decir a ti.
—Ya veremos.
No tenía arrepentimientos y deseaba realmente matar a Shi Qing Xuan, aunque al final fue empujado a su propósito original no tenía quejas.
Las grandes puertas del gran banquete se abrieron y una agradable brisa golpeó su cara. A lo lejos podía escuchar la música y los tambores dándole la bienvenida. La luz que provenía de ese lugar, era muy cálido y pacifico, lo alentaba a ir, solo sus pasos se hicieron más lentos a medida que avanzaba.
"¿Por qué sentía soledad?"
—¡Xuan Wu!
Se detuvo. Su corazón bombardeo con fuerza dentro de su pecho, lleno de felicidad, de dolor y de tristeza, sin embargo, no se atrevió a darse la vuelta.
¿Por qué pudo encontrarlo? Ya no importaba, avanzó cuando unos brazos lo sujetaron. En otra ocasión lo habría empujado, pero ahora no se atrevió.
—Idiota ¿Por qué persigues la verdad si vas a salir lastimado?
Shi Qing Xuan sabía que ya no podía detenerlo, no tenía la fuerza y ni la voluntad, la única razón por la cual lo buscó fue porque había algo que quería decirle.
—Iré a acompañarte pronto. Espérame
Los ojos de Xuan Wu se ampliaron y sonrió.
"Si pudiera encontrar a un amigo, que aun después de la dificultades se quede... En este reino solo estás tú"
Las grandes puertas se cerraron, la tierra seguía temblando y la gran barrera desaparecía junto con el último rayo del sol.
Hace mucho tiempo dios cayo al reino mortal, estaba triste y solo hasta que se le ocurrió invitar a los dioses a un gran banquete, para el gran día se robo al sol, pero dios estaba triste porque el sol se apagó antes de que el gran banquete empezará
(1) Paulownia tomentosa, la paulonia imperial, paulownia imperial o kiri (毛泡桐 máo pāotóng en el idioma de su país de origen, china )
Hola queridos lectores. Gracias por leer.
El arco de la deidades locales termino, se viene el último.
¿Alguno ya sospecho quien es Hei Zheng?
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