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Parte 26 Si hubiera un amigo...


La copa cayó y se rompió en pequeños y grandes fragmentos. Shi Qing Xuan se rio de su propia torpeza, pero no supo ocultar las complejas emociones que reflejaron en sus ojos.

—Lo siento Ge.

Shi WuDu estaba disgustado por ese descuido, no dijo nada, pero su mirada fue suficiente para que Shi Qing Xuan se apresurara a limpiar y se llevara los restos fuera de la habitación.

Una vez que estuvo lejos de la mirada de su hermano mayor, la expresión de Shi Qing Xuan se volvió afligida, tenía un mal presentimiento.

—Xuan Wu fue capturado.

La voz suave de Hei Zheng llegó por un costado. Shi Qing Xuan giró la cabeza y contuvo un regaño en su corazón "¿Por qué siempre aparecía como si fuera  un fantasma?"

Hei Zheng parecía saber sus pensamientos y dijo—Lo siento es un mal hábito que tengo. No siempre puedo ser visto, así que me acostumbre.

Ahora que era una Deidad, Shi Qing Xuan conocía ese sentimiento. No comentó nada al respecto, en cambio se concentró en Xuan Wu—¿Quién lo capturó?

La pregunta era tonta, Shi Qing Xuan se dio cuenta de eso solo cuando las palabras ya habían salido de sus labios. Se regaño internamente y se golpeó su cabeza como castigo— ¿Por qué?

—Probablemente su alteza adivino que tu alma no se dispersó y te anda buscando, como no tiene pistas capturó a Xuan Wu para obligarlo a hablar. Sin embargo, Xuan Wu es terco y feroz como un tigre herido que lucha por sobrevivir.

 Hei Zheng extendió su mano y suavemente acarició el aérea donde Shi Qing Xuan se golpeó.

Toque era demasiado gentil y Shi Qing Xuan se distrajo por un momento—Entonces ..¿Porque yo?

—Probablemente porque fue él quien te colocó en estado de coma en su dominio, lo que creó una conexión invisible entre ambos.

Hizo una corta pausa y agregó—No tienes que preocuparte por él si le guardas resentimiento, puedes simplemente dejar pasar este asunto.

Shi Qing Xuan levantó sus pestañas y miró a los ojos a Hei Zheng —No le guardo rencor, solo no lo entiendo.

Al final no sabía qué clase de sentimiento tenía sobre Xuan Wu. Lo hizo revivir una y otra vez el dolor que guardaba en su corazón. La culpa, el enojo, la desesperación se acumularon en su alma como feroces tormentas que no conocían un día soleado. Deseó liberarse de todas esas emociones y terminar con todo, pero en ese momento Bai WuXian apareció y fue como si hubiera sido liberado de todo.

—No debes prestarle atención si no quieres, Xuan Wu colocó sus expectativas en ti, cuando no pudiste cumplirlas se decepcionó y te culpo de todo. No le debes nada.

Al final de la oración, el tono de voz de Hei Zheng fue carente de emoción, indiferente y frío. Shi Qing Xuan lo notó y lo persuadió con una sonrisa— Cada deuda tiene su deudor y tengo que escuchar su razón, luego le daré una paliza.

Una pequeña risa abandonó la boca de Hei Zheng—Has lo que quieras, no puedes dejar directamente este lugar ahora, pero puedo hacer que conozca su pasado. Puedes tomar una decisión después de que sepas sus motivos.

Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo y dejó que Hei Zheng cubriera sus ojos con su palma y el segundo siguiente había desaparecido.

Hei Zheng permaneció en su lugar un momento y luego giró cuando sintió que era observado. Sus pupilas se ampliaron llenó de asombro —¡T-Tú!

La luz parecía haber sido a tragada por la oscuridad, todo era negro y silencioso como una noche sin estrellas, de repente el espacio comenzó a quebrarse. Grietas aparecieron en el suelo y en las paredes por donde la luz comenzó a filtrarse iluminando de a poco el solitario lugar, sin embargo, todavía había partes en las sombras se negaban a retroceder y dar terreno.

Shi Qing Xuan pensó que iría hacia donde estaba Xuan Wu, pero apareció en este extraño lugar. La sensación que le daba era la misma cuando las pesadillas lo atormentaron, al mismo tiempo sabía que era diferente. Era consciente que su existencia en este territorio era solo de un observador y tal como esperaba se abrió una puerta y las memorias olvidadas emergieron.

—¡Los exámenes imperiales de otoño serán en Chang an!

Una multitud se había reunido alrededor de un cartel anunciado, la mayoría eran jóvenes llenos de energía que tenían la intención de tomar el examen imperial y servir a la corte real.

Lejos de la muchedumbre, un joven estaba de pie bajo la sombra de un gran árbol. Su piel pálida que no había recibido la luz del sol por muchos años le dio una apariencia enfermiza como una vela que estaba a punto de apagarse.

Tosió un par de veces y dobló su columna para contener el dolor en su pecho cuando una cálida palma se posó sobre su espalda.

—Xuan Wu ¿Estás bien? ¿Por qué saliste de tu casa?

Al escuchar esa voz amable, Xuan Wu levantó la cabeza— Xiao Lu ¿Tú..?

—Deja los regaños para después, primero regresemos a tu casa—Xiao Lu se quitó su túnica externa y la colocó encima de Xuan Wu.

Era verano todavía y hacía calor, aunque una brisa no era dañina para una persona normal, era diferente para Xuan Wu.

Siendo obligado por Xiao Lu a caminar, Xuan Wu no se opuso resistencia, pero una mueca se formó en su labios —Entrometido.

—Se llama ser buena persona y tu mejor amigo— Xiao Lu le sonrió de forma gentil.

Xuan Wu rodeó los ojos.

La sonrisa de Xiao Lu no desapareció, en cambio un poco de tristeza se reflejó en su ojos—Es una lástima.

— ¿Qué cosa?—Xuan Wu se hizo el desentendido.

Xiao Lu suspiro —Eres inteligente y buena memoria, sino fuera por tu salud podrías ir a Chang an para los exámenes. Aquí no hay nadie más listo que tú.

—No me interesa volverme un miembro de la corte real. —Xuan Wu dijo con frialdad

Un silencio incómodo se instaló entre los dos a medida que caminaban por una calle que cada vez tenía menos personas. Las casas se hicieron más pequeñas y alejadas de las demás. Por ese mismo sendero, un grupo de pasantes murmuró.

—¿Escuchaste los rumores?

—S-Sí -Pero son solo chismes ¿No?

—Son verdad. Dicen que en la capital hay una terrible enfermedad, cada día muere gente.

—Eso no puede ser cierto, no hay aviso de cuarentena en las ciudades vecinas, incluso los caminos que llevan a la capital siguen abiertos.

— ¡Por supuesto que están abiertas! El emperador no puede darse el lujo que el arroz y los cereales no ingresen a su bodega, de todas formas son los pobres que mueren

Toda su conversación fue escuchada por Xuan Wu y Xiao Lu, sin embargo, la expresión de ambos se mantuvo sin cambios como si no oyeran nada, incluso sus pasos hacia una pequeña choza permaneció igual.

Los padres de Xuan Wu murieron en su infancia, desde entonces ha vivido solo y de la caridad que las personas se compadecen de su enfermedad, pero no fue la única razón por lo cual llegó a la edad adultez.

Aunque su cuerpo nació plagado de enfermedades, su intelecto no era inferior al de los famosos eruditos. No tuvo un maestro que le enseñara todos los clásicos, pero sí contó con muchos libros de todas dinastías dejadas por sus progenitores, sino fuera porque su salud empeoraba con la llegada de la estación del invierno se habría presentado a los exámenes metropolitanos.

Cuando llegaron a la pequeña vivienda, Xuan Wu se dio vuelta y miró fijamente a Xiao Lu—Si tienes algo que decir ¡Dilo!

Xiao Lu dudo por un momento y dijo —Me presentaré a los exámenes

La cara de Xuan Wu permaneció fría, sus pestañas bajaron ocultaron sus emociones y no dijo nada.

En cambio, Xiao Lu no soportó su silencio y lo sujetó de los hombros para que lo mirara — ¡Cuando pase con éxito los exámenes volveré por ti! Te llevaré a la capital para encontrar una cura.

Sorprendido, Xuan Wu parpadeó varias veces — ¿No te has equivocado en las palabras?

Las puntas de las orejas de Xiao Lu se tiñeron de rojo. Tenía piel delgada, cuando Xuan Wu lo mencionó se dio cuenta que podía ser malentendido, pero no podía cambiar su declaración. Se atrajo la vergüenza y dejó que Xuan Wu se burlara de él.

Después de reírse un rato, Xuan Wu no siguió molestándolo, en cambio la comisura de sus labios descendieron, sus rasgos se volvieron fríos —Esos rumores.

—No son verdad— Lo interrumpió Xiao Lu —Lo escuche también, solo era una plaga menor de los barrios bajos. El emperador tomó medidas y la situación se soluciono hace mucho, las noticias llegan tarde a estas regiones.

El tono de voz de Xiao Lu era serio y seguro, Xuan Wu no discutió con él. Se dio la vuelta e ingresó a la casa, antes de cerrar la puerta dijo—Esperé.

Xiao Lu se sorprendió, quiso decir algo, pero la puerta se cerró dejándolo ansioso —¡Definitivamente regresé!

No hubo respuesta, pero Xiao Lu se fue con una sonrisa.

Detrás de la puerta, Xuan Wu apretó con fuerza la mano sobre su boca para evitar toser. Sus hombros se sacudían violentamente y el dolor en su pecho irradiaba por todo su cuerpo debilitando sus piernas. Un sudor frío bajo su frente y se obligó así mismo a caminar hacia su cama para soportar su enfermedad.

Se acurrucó sobre las mantas y tosió grandes bocanadas de sangres. Las sábanas blancas debajo de él se tiñeron de carmesíes y el color abandonó su piel. Xuan Wu hizo todo lo posible para regularizar su respiración, se quedó inmóvil exhalando despacio y cuando su dolencia disminuyó sus ojos se detuvieron en la ventana.

Había un cielo sin nubes, era hermoso, pero inalcanzable. Xuan Wu lo odiaba porque los dioses cada año extendían su vida, arrancándolo desde de puertas amarillas (1) y trayéndolo de nuevo al reino mortal. Pasaba más tiempo tirado en la cama que de pie, incluso había días en donde el simple clima podría tumbarlo.

Hoy no fue expresión, pero arrastró su cansado cuerpo hacia la entrada de la villa solo para ver aquel anuncio. Quería ver y renunciar a sus esperanzas de una vida con un futuro, pero no pudo. Desea rendirse, pero  al escuchar a Xiao Lu la luz que se había casi extinguido emergió.

"Te esperé el tiempo que sea necesario"

Habían sido amigos desde la infancia, conocía la personalidad de Xiao Lu y lo terco que podía ser. Estudiaron los clásicos juntos y en ocasiones bromeaban sobre que serían funcionarios al servicio del Emperador, aunque él no podía serlo ,Xuan Wu quería vivir al menos lo suficiente ver a Xiao Lu aprobar los exámenes, pero nunca esperó que su mejor amigo recordará esa vieja promesa y lo llevará con él.

"Qué tonto" Murmuro sin darse cuenta que una sonrisa se formo en sus labios.

Unos días después, Xiao Lu partió a Chang An para los exámenes metropolitanos. Xuan Wu no lo despidió, ese día tuvo fiebre y tuvo que permanecer en cama durante varios días.

Desde las villas hasta la gran ciudad tenía un mes de viaje, más el tiempo en el que se tomarían los exámenes Xiao Lu no regresaría por un tiempo.

Mientras más miraba, Shi Qing Xuan estaba conmocionado, el actual Xuan Wu no se parecía nada al del pasado, no estaba enfermo, era ágil como un águila que extiende sus alas y vuela con libertad por la montañas y cuando se enfrentaba a la adversidad, sus afiladas y poderosas garras destrozaban todo a su paso.

¿Qué lo había hecho cambiar tanto? Xuan Wu lo llamaba hipócrita y no era solo porque tenía expectativas por él como dijo Hei Zheng, había algo más profundo en el asunto.

De la nada las imágenes cambiaron.

El verano se fue en un parpadeo y el invierno llegó desde varios meses . La temperatura había bajado mucho y la nubes cubrían el sol impidiendo que sus rayos llegaran a calentar la tierra.

Cómo la época de cosecha término, los aldeanos podían quedarse en su casa y vivir de su reservas hasta que el frío se fuera. Xuan Wu no tenía un campo de cultivo, pero gracias a su inteligencia pudo tomar algunos alumnos y brindarles educación a cambio de comida y algo de medicina para sobrevivir.

Durante este tiempo, los rumores de que algo había sucedido en la capital habían llegado a la boca de todas las villas. Se decía que el ministro de ritos estaba recaudando los impuestos y ofreciendo a los templos de los dioses generosas donaciones, incluso se realizaban todo tipo de rituales extraños.

Como los rumores se esparcen como pólvora por la noche, nadie sabía qué tan cierta eran las cosas. Xuan Wu no le dio mucha importancia, seguía su rutina todos los días como profesor de la aldea. Ese día había levantado fiebre y sus alumnos le permitieron descansar, lo cuidaron por unas horas y luego tuvieron que marcharse a su casa por petición de Xuan Wu.

Xuan Wu era terco y no le gustaba que le prestaran atención, estaría bien con una noche de descanso, sin embargo desde la mañana le dolían los huesos y sentía sus piernas tan débiles que no podía levantarse de la cama. Cerró sus ojos para dormir, pero algo dentro de él lo obligó a permanecer despierto.

Alguien de repente tocó su puerta de forma ansiosa, estaba molesto, así que se sentó lentamente sobre su él heno y gruño— ¡¿Qué pasa?!

—¡Ha regresado!—Era la voz de unos de sus discípulos.

Sin entender, Xuan Wu frunció las cejas — ¿Quién?

—¡Xiao Lu!—Gritó el joven discípulo.

Los ojos de Xuan Wu se ampliaron y el latido de su corazón se volvió lento. Había pasado tiempo desde que los exámenes terminaron y Xiao Lu no volvió. Xuan Wu pensó que encontró la vida en la ciudad mejor y se olvidó de su promesa y una vez que pasó la prueba se volvió un funcionario olvidando todo su pasado. No lo culpo y pensaba que nunca lo volvería a ver.

Sus ojos ardieron y quien sabe de dónde sacó fuerzas para levantar su cuerpo demacrado y conducirlo hacia la entrada. Abrió la puerta y no vio a su estudiante, sin un rostro familiar. Vestida las túnicas oficiales de los funcionarios recién designados, con un poste elegante y hasta arrogante, su mirada se dirigía directamente a él como si estuviera viendo a un gusano que ensuciaba sus zapatos.

Por alguna razón no era el feliz reencuentro esperado, el ambiente era pesado e incómodo.. Incluso su alumno percibió que algo no iba y se fue corriendo asustado. Xuan Wu miró a Xiao Lu por un tiempo, luego sus ojos se desviaron a los soldados que estaban detrás de él haciendo guardia. 

Estaba montando un gran espectáculo solo porque volvió como alguien con influencia. Xuan Wu se burlo en su corazón y sonrío de forma fría, no era idiota para tentar su suerte, pero tampoco era un cobarde que se dejaba intimidar.

Xiao Lu finalmente puso una sonrisa más amable y dijo— ¿No me invitaras a pasar?

—Lamentablemente no tengo nada para atenderlo, ni una hoja de té que se compare a Chang an, me temo que no será de su agrado el té de este humilde lugar.

En la superficie, Xuan Wu parecía tímido, pero su lengua era venenosa, entre líneas le decía a Xiao Lu que se largara por donde vino.

El humor de Xiao Lu no cambió, parecía nostálgico ya que una risa baja abandonó su boca —Nunca cambias... Es porque eres así.

Xiao Lu avanzó hacia Xuan Wu y se quedó frente suyo —Cuando fui a Chang An logré pasar con éxito los exámenes y llame la atención de una persona importante de los seis ministerios, pronto fue puesto un puesto en la corte bajo la tutela del ministro de ceremonias, fue ahí que me di cuenta lo que estaba sucediendo en la cercanías de la capital.

En ese punto, la voz de Xiao Lu cambió, dejó de ser amable y se volvió burlón. 

Xuan Wu frunció las cejas —¿Entonces decidiste vender a los tuyos para asegurar tu posición?—Preguntó sin miedo.

— ¿Me veo como esa clase de persona?—Xiao Lu miró a Xuan Wu a los ojos.

—En este lugar todavía tengo a mis padres, a mis hermanos, pero sabes que hay cosas que tengo que hacer aunque no quiera. No puedo ir en contra de la corriente, en este mundo los fuertes viven y los débiles mueren.

La última palabra no terminó de salir de los labios de Xiao Lu y dos de los guardias se habían acercado a Xuan Wu y lo sujetaron por los dos brazos.

— ¿Qué están haciendo? Suéltenme

Xuan Wu luchó, pero su cuerpo ya estaba débil y sus esfuerzos fueron en vano. Frustrado fulmino con la mirada a Xiao Lu — ¡Bastardo!

Xiao Lu permaneció tranquilo, sin sentirse afectado por la mirada de Xuan Wu—La epidemia ha matado a muchas personas, el Ministro de Ceremonias encontró entre los viejos registros una forma para apaciguar la ira del cielo.

No le fue difícil a Xuan Wu adivinar a donde iba quería llegar a Xiao Lu. Apretó su mandíbula tan fuerte que se podía escuchar el chillido que hacían sus dientesLleno de ira, sus hombros se sacudieron violentamente y un hilo de sangre salió por las esquinas de sus labios— ¿Vas a usarnos como sacrificio para los infelices de la capital?

—No —Xiao Lu cerró sus ojos—El único que será un sacrificio serás tú.

Un golpe en su cabeza oscureció los ojos de Xuan Wu.

Shi Qing Xuan se sentía frustrado porque no había nada que pudiera hacer, todo lo que veía era el pasado, pero todavía no pudo evitar sentir lástima por Xuan Wu.

Sacudió la cabeza para dispersar esos sentimientos que había en su corazón, Xuan Wu no necesitaba su lástima, sería grosero tener tales emociones hacia él. Ordenó su cabeza y siguió mirando.

Cuando despertó, Xuan Wu descubrió que sus manos y pies habían sido atados con gruesas sogas. Incapaz de moverse, miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en su casa, pero todos las cosas en el interior fueron destrozadas y arruinadas, no quedaba nada más que un hoyo negro en el medio de la habitación y Xiao Lu a un costado.

—Despertarte más rápido de lo que pensé. Ya casi los preparativos están terminados —Xia Lu habló mirando aquel hueco en el medio de la habitación.

Xuan Wu también detuvo su mirada en esa fosa negra. Todo su cuerpo tembló y sus ojos se enrojecieron y se cubrieron por una fina capa cristalina. Nunca le tuvo miedo a la muerte, siempre lo había esperando como un viejo amigo que se reúnen tras muchos años de estar separados. El sentimiento que lo afligía era como de un animal herido que luchaba por sobrevivir aun delante de un poderoso depredador.

— ¡Xiao Lu! Te maldijo. Te juro que si voy al infierno no te dejaré vivir en paz.

—Ladra todo lo que quieras, tu destino no cambiará —A Xiao Lu no le importaba sus amenazas —No puedes culparme de esto Xuan Wu, todo es tu culpa.

Xuan Wu bufo —¡Solo un infeliz que se vendió! No me culpe por tus actos sucios.

—No—Xiao Lu lo interrumpió —Para este ritual se necesita una persona viva, todos en aldeas tienen familias e hijos, incluso hay ancianos y niños, pero tú eres el único en el que pensé para esta tarea ¿Sabes porque?

Xuan Wu frunció las cejas.

—Así es, porque estás enfermo y no tienes familia. A diferencia de los demás que pueden vivir por mucho tiempo ¿Por qué mantener a un moribundo como tú?

—Eres una carga y nadie le importará tu muerte, pero alégrate con tu partida de este mundo salvarás a muchas personas.

Dicho eso, Xiao Lu levantó la mano y los soldados agarraron a Xuan Wu y lo lanzaron a la hoyo de espalda contra la tierra.

Al chocar contra el piso frío y húmedo, Xuan Wu jadeo de dolor. Hizo su mayor esfuerzo para levantar su cabeza y mirar a Xiao Lu con un gran resentimiento.

—¡Xiao Lu! ¡Te maldigo!

Indiferente, Xiao Lu dijo—¡Xuan Wu por el poder que me confiere su señoría serás condenado a muerte!

—¡Tú pecado...Es tu propia existencia !

—¡Te maldigo!

—Tapen este agujero.

Los guardias obedecieron y comenzaron a colocar la tierra encima de Xuan Wu. Mientras escuchaban sus gritos y maldiciones comenzaron a tener miedo, pero aun así no se detuvieron hasta cubrirlo por completo.

Fue al anochecer que terminaron la tarea. Xiao Lu observó todo en silencio.

—Tiren la casa abajo y construyan un templo.

—S-Señor.

—Ya está muerto, solo los vivos pueden vengarse.

Un templo se alzó poco tiempo después al mismo tiempo que la epidemia que azotaba en la capital terminó por un extraño fenómeno, aquella villa que solía ser tan pobre que apenas podía sobrevivir el día al día, de repente comenzó a tener buena fortuna y se volvió rica y próspera después de comenzaron a rezar en aquel santuario. El emperador se enteró de los fenómenos que ocurrían en aquel lugar y cambió el lugar en su villa privada, un par de años más tarde con el cambio de las eras sería la actual capital imperial.

Las imágenes se tiñeron de negro. Shi Qing Xuan supo que eso era lo último que vivió Xuan Wu siendo un mortal. La amargura bajaba por su garganta y sus ojos ardieron. No tuvo una buena vida desde el principio, fue traicionado y murió de forma tan cruel, cuando imaginaba como se debía sentir Xuan Wu su corazón dolía.

— ¡ Bebamos!

De repente escuchó su propia voz, levantó sus pestañas y vio que una nueva visión apareció.

Ahí estaba él cuando aún era el Señor del Viento, como siempre estaba festejando a lo grande hasta emborracharse. Estaba solo, eso era raro, ya que siempre invitaba algún amigo, aunque al final siempre fue solo a Ming Yi, encontró extraño que este solo, tal vez He Xuan se había hartado de él y se había ido.

Tenía una jarra de vino en su mano y una copa en la otra, su estado de embriaguez era bastante ya que daba vueltas alrededor de la habitación.

Entonces, alguien apareció en la habitación. Era Xuan Wu.

El Shi Qing Xuan del pasado no se había dado cuenta de su presencia y tampoco podía verlo. Xuan Wu aprovecho eso y se acercó y lo examinó cuidadosamente con una expresión fría —Lo demás parecen muy interesados por ti, pero no veo que te hace tan especial.

—¡Bebamos por esta vida injusta! —Shi Qing Xuan se sirvió una copa de vino y la derramó.

Xuan Wu parecía sorprendido, luego una mueca se formó en su labios —¿Vida injusta? ¿Qué sabes de eso? Un dios como tú ¿Qué podrías entender?

—¡Siempre vendré a festejar aquí! —Shi Qing Xuan estaba hablando consigo mismo sin darse cuenta que Xuan Wu estaba ahí—Tendré muchas fiestas divertidas.

—ja— Xuan Wu rio con desprecio—Solo quieres divertirte.

En ese momento, Shi Qing Xuan se había sentado cerca de la ventana luciendo algo cansado. La copa en su mano seguía derramando el vino mientras su mirada se enfocaba en la luna que flotaba en lo alto del cielo.

Al verlo tan despreocupado y feliz, Xuan Wu se sintió muy molesto. Apretó con fuerza sus puños a cada parte de su cuerpo e iba a gritar cuando vio que Shi Qing Xuan se sirvió de nuevo una copa y de repente saltó por la ventana.

Lo siguió por impulso y vio que en la calle estaba deambulando un niño. Vestida de harapos y estaba muy delgada, a simple vista se podía saber que era un huérfano y estaba enfermo.

El pequeño temblaba por el clima frío de la noche y acariciaba sus brazos para brindarse calor mientras caminaba sin rumbo fijo. Ya era muy tarde en la noche y no había nadie cerca, para no morir congelado se obligaba a moverse hasta que el sol saliera de nuevo y calentará la tierra.

Xuan Wu no podía ayudarlo aunque quisiera, no estaba en su territorio y tampoco podía verlo. Durante muchos años vio casos similares y peores, su alma ya no se movía por esas pequeñas cosas. Había muchos desafortunados en el mundo y no podía ayudarlos a todos.

También sabía que los dioses eran peores que él, no se metía en los asuntos mundanos al menos que le rezaran, sin embargo, sus ojos se ampliaron con incredulidad. 

Shi Qing Xuan había cambiado su forma masculina a una femenina y apareció delante del niño dándole un gran susto.

—¡No me comas!—Gritó horrorizado el pequeño.

— ¡Que grosero!— Shi Qing Xuan frunció las cejas —Solo eres un montón de huesos, incluso si te como no sería suficiente para llenarme —Dijo y sacó un bolsito de sus ropas y se lo lanzó al niño.

Desconfiado el jovencito lo miró— ¿Me tiene lastima? Por eso me da propina.

Shi Qing Xuan no se molestó y dijo— ¿Qué parte de ti necesita mi lastima? Tienes dos brazos y dos piernas, no estás discapacitado, puedes hablar y comer.

Su razonamiento era válido y el niño dejó de sospechar.

—No muy lejos de aquí hay un templo del Señor del Viento, ve y pasa la noche ahí. Mañana ve al mercado y busca trabajo, seguro encontrarás algo bueno.

El niño obedeció y siguió la dirección señalada.

Xuan Wu considero que no hizo nada útil por el niño. Despreció a Shi Qing Xuan en su mente y en secreto custodió al menor, para su sorpresa, a la mañana siguiente el mendigo ya no estaba tan enfermo y parecía más energético, fue al mercado y consiguió un trabajo temporal, al final del día pudo llenar su estómago, incluso su nuevo jefe le compró medicina para su dolencia y le permitió regresar una vez que estuviera mejor.

Su fortuna había mejorado, incluso había aprendido a sobrevivir. Xuan Wu no lo creyó, un poco de suerte no arreglaba nada y siguió vigilandolo. Vio que muchas cosas cambiaron para el huérfano, aún después de varios meses. Conoció buenas personas que lo ayudaron, trabajó duro para ahorrar dinero, incluso se metió en una escuela para estudiar. Después lo que pasaría en el futuro dependía de él.

Después de mucho tiempo, Xuan Wu visitó la posada donde Shi Qing Xuan venía cada vez que llegaba a la Capital Imperial, una vez estaba disfrutando de unas copas nocturnas. Había una copa extra delante suyo llena de vino, seguramente estaba esperando a alguien.

Xuan Wu se sentó frente suyo y tomó el vaso cuando el Señor del Viento desvió su mirada hacia el cielo nocturno.

—Bridemos por esta vida injusta... Si pudiera encontrar un amigo ..que no me abandone —Hizo una pausa y no continuo con lo que estaba diciendo—Espero que siempre vengas.

Una suave brisa sopló y Shi Qing Xuan miró al frente, pero  no había nadie.

Las imágenes se dispersaron como hojas quemadas en el viento se desintegraron volviéndose cenizas. La última frase resonó dejando sólo un eco vacío atrás el silencio.

—Si pudiera encontrar un mejor amigo que a pesar de las dificultades se quede... ¿Habrá alguien así? Pero en este reino no hay nadie así.

Shi Qing Xuan repitió las palabras de Xuan Wu. Su garganta ardía y al igual que su corazón. Ahora podía entender por qué lo acusó más duramente que los demás y también algunas casas que había pasado por alto fueron más claras.

Xuan Wu lo salvó

Ese entendimiento lo llenó de ansiedad, corrió por aquel espacio buscando una salida. Las paredes comenzaron a romperse en cada paso que daba, pero pies se sintieron pesados al igual que su cuerpo y su ritmo fue disminuyendo lentamente.

De la nada una figura familiar apareció delante de él.

Su sola presencia no solo lo sorprendió, sino que dispersó la preocupación que había en su pecho. En secreto estaba aliviado y no pudo evitar sonreír. Se acercó y reunió el valor para llamarlo por primera vez como debía—H-He...

Las palabras quedaron estancadas en sus labios al sentir el filo de una hoja cortarlo. No sangraba, ni le dolía como habría imaginado, sin embargo, mientras su cuerpo caía dos líneas cristalinas bajaron por sus mejillas cuando vio en el interior de los ojos de He Xuan había odio e ira.

Su mirada fría y llena de desprecio fue suficiente para que llegara a una compresión.

"No podía ser perdonado"

"Si el perdón no existe, separemos nuestros caminos"

—El el veredero—Alzó la voz Xie Lian

Todas las miradas se detuvieron en He Xuan.

El supremo parecía estar en un estado de trance y confusión. La mano donde sostenía la espada tembló. 

(1) Se refiere al infierno.

Hola queridos lectores. Se que ha pasado tiempo desde que actualice esta historia,  no me maten he tenido algunos inconvenientes. Seguirán lentas las actualizaciones, pero sepan que no abandonaré ninguna historia.

Se que es estan quedado con alguna dudas, pero serán respondidas en el próximo cap 

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