Parte 12 Revelación
— ¿Mami?—Shi Qing Xuan parpadeó y se señalo así mismo.
El niño colgado sobre He Xuan sonrió y afirmó con un movimiento — ¡Mnn!
Con esa respuesta, los fríos ojos de He Xuan se posaron en Shi Qing Xuan, el Señor del Viento sintió esa mirada acusadora y rápidamente dijo — ¡No es mío!
— ¡Mami ¡Mami!—El pequeño salto desde He Xuan hacia donde estaba Shi Qing Xuan para abrazarlo—¡Tengo hambre!
Shi Qing Xuan bajo la cabeza hacia el niño que lo abrazaba amorosamente ,sus cabellos eran negros como el carbón , sus ojos eran de un color dorados en cuyo fondo tendía a un verde, el cual solo se podía notar cuando la luz reflejaba sobre ellos; su piel tan blanca como a la nieve lo hacía parecer muñeco de porcelana.
Al observarlo detalladamente se percató que se parecía mucho a He Xuan. Shi Qing Xuan frunció sus labios y habló con un tono acusador.
— ¡Es tu hijo! ¿Por qué lo ocultas? Eres de lo peor.
—"..."
He Xuan frunció las cejas—No es mío.
—Sí, claro ¿Entonces porque se parecen tanto? —Shi Qing Xuan rodeo los ojos y luego cambio su expresión a una más suave cuando se dirigió al pequeño.
—Ignora al desalmado de tu padre y dime ¿Cómo te llamas?
—"..."
— ¡Bai Hu!
Al oírse ese nombre, inmediatamente Shi Qing Xuan supo que se trataba de la Deidad Sur, pero la historia que se contaba de Bai Hu no decía que era un niño. Se decía que Bai Hu era una princesa, hija de un Emperador conocido.
Pero no importa cómo lo mirara lo que tenía enfrente era un niño y no una niña, pero él también fue una vez así, por lo cual no le importe ese detalle, sujeto al pequeño entre su brazos, ahora que podía ponerse de pie no tendría problemas en caminar.
Shi Qing Xuan sonrió y acarició los cabellos del Bai Hu— ¿Qué quieres comer?
— ¡A mami!—Gritó emocionado Bai Hui.
— ¿A mí?—Shi Qing Xuan lo miró confundido.
—Sí, papi te estaba comiendo debe ser porque mami es delicioso.
El rostro de Shi Qing Xuan se volvió rojo e inmediatamente le dio la espalda al demonio para que no lo notara—Olvida eso quieres, recogí hongo hoy te hare un sopa con ellos.
—¡Sí, mami!
Con el niño ya en brazos, Shi Qing Xuan busco una forma de llevarlo y juntar las frutas secas que recolectó, pero no encontraba una manera de llevar las dos cosas al mismo tiempo, entonces sintió una corriente de energía detrás de él.
Rápidamente sacó su abanico y corto en el aire un dragón de agua, incrédulo miró a He Xuan— ¿Qué haces?
He Xuan no tenía la intención de jugar a la familia con una Deidad, por lo cual terminaría con el asunto antes de que causara problemas—Deja a ese niño.
—Mami—Bai Hu se acurruco cerca de Shi Qing Xuan—Papi nos quiere lastimar.
—No te preocupes ,no lo dejaré—Fuerte y claro, Shi Qing Xuan dijo aquella palabras y para demostrar que iba en serio apuntó su abanico al demonio de Aguas Negras.
—Sí se une al banquete el único en problemas serás tú—He Xuan no iba a retroceder, la energía a su alrededor se volvió pesada hasta el punto en el Shi Qing Xuan comenzó a marearse.
—Incluso si crea problemas sigue siendo una Deidad protectora de la Capital Imperial, aunque ya no sea un dios no permitiré que lo lastimes.
Obviamente Shi Qing Xun no tenía ni la fuerza que alguna tuvo en el pasado, aunque sabía que lo He Xuan decía tenía sentido, todavía se negaba a ceder.
—Es solo un niño, So Ko Zhen y Qing Long tuvieron sus motivos para irse, ellos son Deidades no tienen obligación de quedarse en el reino mortal, tampoco tenía derecho a detenerlos.
Con una firme determinación brillando en sus ojos, Shi Qing Xuan apresto su abanico en sus manos y comenzó a formar pequeñas corrientes de aires a su alrededor con toda intención de enfrentarse a la calamidad.
Molesto por las palabras del Señor el Viento, He Xuan golpeó un árbol cercano rompiéndolo en el proceso—No te creas la gran cosa, solo eres un inútil ¿Acaso haces todo esto porque desea recuperar tu gloria pasada?
Su tono de voz fue frío y a medida que avanzaba hacia que Shi Qing Xuan temblara, no de miedo sino por la presión espiritual que ejercía, con su poder actual no podría enfrentarse a un rey demonio y lo sabía.
— ¡No peleen!
Bai Hu salió de los brazos de Shi Qing Xuan interponiéndose entre ambos, extendió sus brazos como una pared para indicarle a He Xuan que se detuviera
— ¡Apártate!— Shi Qing Xuan sabía que ha He Xuan no le importaba la Deidad y no dudaría en atacar.
Tal como pensaba, He Xuan creó una bola de agua a su alrededor y la movió en dirección a Bai Hu, horrorizo Shi Qing Xuan también manipulo el viento y hizo que cortaron aquella esferas de agua. Sin embargo el poder de He Xuan iba más allá y atravesó el viento sin ninguna dificultad rompiendo su técnica.
— ¡Bai Hu!
En ese momento todo el cuerpo de Bai Hu cobró una luz blanca segando a Shi Qing Xuan y He Xuan por momento, el resplandor era como una cortina de polvo brillante el cual era sumamente cálido y nostálgico.
Cuando su intensidad se suprimió y Shi Qing Xuan pudo mirar al frente, sus ojos se ampliaron al ver una criatura en lugar del infante.
—¿Bai Hu?
El animal se giró hacia el Maestro del Viento, sus pupilas azules eran como dos finos cristales, en ellos se reflejo a Shi Qing Xuan como un espejo; se trataba de un tigre adulto, con pelaje blanco y rayas negras.
La bestia era sumamente hermosa y elegante, no solamente única en su tipo sino que también portaba el aura divina de un ser creado por el cielo.
Aunque el cambio fue impresionante, He Xuan no se inmuto y continuó atacando, Bai Hu rugió dispersando el ataque , luego saltó hacia donde estaba Shi Qing Xuan y mordió el cuello de su túnicas para tirarlo hacia arriba para que cayeran en su lomo, luego comenzó a correr por el bosque y en poco tiempo salió de él.
— ¡Espera, espera, más despacio!
Shi Qing Xuan se aferró con fuerza al tigre temiendo caerse, miró a su costado como los árboles comenzaba a desaparecer y regresaban a la ciudad, pero no se detenía ahí ,recorrieron las calles sin que nadie se dieran cuenta de su presencia, hasta alcázar la montaña que estaba detrás del palacio del Emperador.
Ahí había un templo dedicado a la Deidad del Sur, a diferencia del santuario de Qing Long, este era uno parecido al que se dedicaba a los dioses, solo que no tenía cajas de ofrendas ni estatus, sino que portaba un tallado en piedra de un tigre el medio del salón.
Cuando Bai Hu se detuvo y le permitió bajarse, Shi Qing Xuan admiro el lugar, estaba bien cuidado y parecía que recibía mantenimiento a diario, eso detalles no le sorprendían, la Deidad del Sur era un que presentaba a la familia imperial y también era considerado un ser que traía buena fortuna, por lo tanto contaba como miles de cuentos sobre su origen, entre las cuatro Deidades de los puntos cardinales era tal vez el más famoso.
Tras dar una vistazo, Shi Qing Xuan miró atrás donde Bai Hu aún estaba en su forma animal.
—Lo siento, él fue arrastrado a todo esto y... —Intento justificar la acciones de He Xuan, pero en su corazón sabía que no era así por lo cual se cayó, avanzó hacia la Deidad y acaricio su cabellos.
—Eres lindo y peludo en esta forma.
¡Bam! El tigre blanco desapareció en su lugar un niño emergió entre el humo.— ¡Mami, papi es muy malo!—Se quejó haciendo un adorable puchero.
Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo— ¡Sí muy malo, pero no te preocupes no volveremos con él!
El pequeño Bai Hu rápidamente recuperó su estado de ánimo y corrió hacia su templo, se detuvo en el medio de la sala — ¡Mami ven!—Llamó a Shi Qing Xuan con gran alegría.
— ¿Por qué me llamas mami?—Preguntó Shi Qing Xuan mientras ingresaba al templo—Sabes que soy hombre ¿No?
Bai Hu inclinó su cabeza a un lado de forma adorable fingiendo ignorancia —Mami, es mami.
Completamente derrotado por su ternura, Shi Qing Xuan abandonó el tema por otro —Está bien, tú ganas—Sacudió su mano en el aire y dejó de importarle el asunto.
Bai Hu río —Mami es mami, solo que has olvidado muchas cosas, Hei Zheng-Ge dijo que debo ser amable con mami.
— ¿Eh? ¿A qué te refieres con eso?
— ¿Qué es lo que olvidado?—Ansioso por saber aquella respuestas , Shi Qing Xuan se arrodillo frente a Bai Hu y sujeto sus hombros para que sus mirada se encontraran.
La sonrisa de Bai Hu se amplió, pero no había malicia en ella, era completamente pura, sin embargo ya no era sonrisa de un niño sino la de un adulto que ocultaba grandes secretos.
—Hei Zheng-Ge tenía razón, has olvidado muchas cosas.
Shi Qing Xuan lo miró sin comprender— Dime lo que sepas, por favor.
Una pequeña mano se posó sobre la mejilla de Shi Qing Xuan sorprendiendolo, aquel toque le era familiar, pero estaba seguro que nunca había visto a Bai Hu en el pasado, entonces se dio cuenta de un detalles.
—¿Estás no es tu forma verdadera?
Bai Hu asistió con la cabeza.
—Todos nosotros ya te conocíamos, siempre te vimos descender de los cielos para celebrar grandes fiesta en la capital, aunque no podíamos ir a verte era divertido observar lo que bien que la pasabas, pero un día desapareciste, pensamos que era porque estaba ocupado con tus deberes de oficial celestial, como el tiempo no significa nada para nosotros esperamos por ti, pero las estaciones llegaron y se fueron con rapidez, pero nunca volviste.
—Pensamos que te había aburrido del reino mortal, pero un día supimos que estaba aquí, pero ya no era el dios que conocimos, ya no sonrías como antes, aunque sonrías, parecía que estabas sufriendo y ya no realizabas banquetes donde todos podíamos divertimos.
—habías caído al reino mortal, nuestras voces jamás te alcanzarían por más que te habláramos , entonces cada uno continuó observando la capital, como Deidades no podíamos ayudarte ni intervenir en tu vida al menos que venga a nosotros a pedir una oración, aunque pasaba dificultades nunca nos llamaste, todo creyeron que ya no eras la misma persona de antes; hasta que un día Hei Zheng-Ge apareció y nos invitó unirnos al banquete, pero todos estaban dudado, algunos no creían que ibas a regresar y otros sabía que la idea de abandonar el reino mortal enfurecería a los dioses, pero entonces Hei Zheng-Ge te trago a nuestro lado,pero seguías siendo un mortal ,no podías vernos, entonces ese dios llegó y te saco del palacio de Hei Zheng-Ge.
—Fue entonces cuando So Ko Zhen decidió unirse al banquete para que recuperaras tu aura divina y así podrías llegar vernos, pero Xi HaKu intervino, entonces Hei Zheng-Ge rompió nuestros sellos y la barrera cayó.
— ¿Sello?—Shi Qing Xuan recordó que Qing Long le dijo que Hei Zhen lo liberó de su maldición, pero no entendía a qué se refería.
—Sí, nosotros estamos atrapado en esta tierra por un sello, por lo cual no podemos movernos de la Capital, pero cuando se rompió todos dijeron que querían ir a verte, pero entonces escuchamos que quería restablecer el sello y todos se enojaron.
—Qing Long -Ge siempre fue distante de entre todos y no te conocía, por eso te lanzo un hechizo, pero luego decidió unirse al Banquete porque te tomó cariño, pero los demás están molestos porque quieres volvernos a sellar al levantar la barrera, pensamos que no lo lograrías, pero entonces esa diosa llegó y creó un punto de contacto, lo cual lo demás no pueden irse de sus templos.
Esa revelación dejó a Shi Qing Xuan asombrado, sus brazos completamente sin fuerza cayeron a cada lado de cuerpo.
—Yo no quiero encerrarlos—Dijo con un hilo de voz.
— ¡Lo sé !—Bai Hu se sentó encima de su propia estatua y movió sus pies alegremente—Pero si restauras la barrera, ya no podre jugar con mami.
Con un dilema, Shi Qing Xuan no sabía qué hacer—Si la barrera no restaura, podría pasarle cosas malas a las persona del reino mortal y al Emperador ,entonces el cielo tendrá problemas.
—Ya no debes preocuparte por eso mami, ya no eres un mortal eres una Deidad—Reveló Bai Hu con gran emoción—Lo que le pase a las persona ya no es asunto tuyo, así que vayamos juntos al banquete.
— ¿Soy una Deidad?—La tez de Shi Qing Xuan perdió color —Y-Yo no puedo... ¿Por qué?
— ¿No estás feliz mami?
La alegría de Bai Hu se apagó, salto de su escultura para quedar frente a Shi Qing Xuan—Porque eres una Deidad puedes vernos e incluso entrar aquí ¿No te alegra conocernos? Hemos esperado mucho tiempo para hablar contigo.
—Y-Yo...—Shi Qing Xuan se puso aún más pálido—No es eso, no debo ...Y-Yo no..
Lo sentimientos eran demasiado turbulentos dentro del corazón de Shi Qing Xuan, había tantas cosas que parecía haber olvidado y había otra que no entendía , todas esa emociones que provocó que su alma se angustiara.
A su mente un recuerdo llegó de forma fugaz, en el estaba hablando con alguien de forma animada y extendía su mano, pero las imágenes pasaron tan velozmente que no supo de quién se trataba, solo hizo que su conciencia se hundiera en la oscuridad y se desmayara.
La Deidad del Sur se quedó en su lugar, observando el Señor del Viento con una expresión neutra.
—Dijiste que sería feliz, donde antes sonreía, ahora su rostro cambia constantemente.
En la entrada del templo la figura de Hei Zheng apareció y camino hacia Bai Hu —No lo será ,mientras este el reino mortal que tanto sufrimiento le causo, ahora solo está confundido.
— ¡No mientas!—Bai Hu fulmino con la mirada a Hei Zheng—Le conté todo, aún así estaba perturbado.
La expresión de Hei Zheng no cambio aunque Bai Hu estuviera molesto, sus ojos claros se posaron en Shi Qing Xuan y habló—Él nunca supo de nosotros, es normal que esté confundido.
—Mientras celebraba banquetes, no sabía que borro cientos de años de soledad solo con una sonrisa —Cuando dijo aquella palabras, el tono de voz de Hei Zheng se volvió suave hasta pareció un susurro bajo.
Bai Hu comprendía ese sentimiento mejor que nadie, como siempre estuvo en su templo y solo pudiera observar en la distancia como aquel dios de la fortuna reía y festejaba en grande banquetes, solo con verlo un par de veces ya no se sintió solo, es por eso que le dolió cuando Shi Qing Xuan desapareció.
No conoció la soledad hasta que conoció a Shi Qing Xuan, una vez que aprendió lo que era amar, le fue imposible olvidarle y ese sentimiento era tan doloroso que no deseaban quedarse más en el reino mortal.
El silencio de Bai Hu, le dio la oportunidad a Hei Zheng de seguir hablar— ¿Qué harás ahora? Qing Xuan perdió su divinidad a causa de ese demonio que viste, fue por el que perdieron al sol.
—Mami, no parecía odiar a papi.
—Por supuesto que lo odiara—Hei Zheng cargo entre sus brazos a Shi Qing Xuan e hizo aparecer en la habitación una cama llenas de sábanas de seda y almohadas.
—Es una persona amable.
—Supe que perdió su divinidad, porque su hermano cometió un pecado contra el cielo y ese supremo se vengó arrebatándole su estatus y asesinado a su único familiar, luego lo abandonó en la capital.
—Lo conflictos del cielo y la tierra (1) no son nuestros asuntos.
—Pero si lo llevamos al banquete, no solo podremos festejar para siempre sino que también ya no estaremos solos.
—No quiero ser egoísta con mami, si no desea ir no lo obligare.
— ¿Egoísta?—Hei Zheng soltó una risa baja—El nunca supo que los banquetes que organizaba , no solo había sido para su entretenimientos, jamás adivinaria que todo el tiempo, esperábamos ansiosamente su llegada.
—Siempre lució la feliz y despreocupado, sin embargo lo momento en donde tenía un brillo diferente era cuando ese otro dios lo acompañaba, no parecía que le agrada Qing Xuan,pero estaba a su lado siempre y lo cuidaba.
—Incluso si no podía vernos, ni oírnos mientras sonrieras, a todos estábamos bien ¿No crees?
Bai Hu no respondió a la pregunta, su silencio para Hei Zheng fue una afirmación, por lo cual continuó hablando.
—Sin importar que tan brillante sea el sol, si lo bajas del cielo, aunque brille no será igual a lo que alguna vez fue y poco a poco se irá apagando.
Hei Zheng tomó la mano Shi Qing Xuan y dejó una beso en su dedos— ¿Cómo puede ser egoísta proteger alguien que nos salvó?
—Mami no parece que quiera ser salvada—Bai Hu cerró sus ojos por un momento y al abrirlo, sus pupilas brillaron con una firme decisión.
— ¿Qué harás entonces?—Hei Zheng miró atrás, notando que Bai Hu había cambiado de forma otra vez, ya no era un niño sino una bella dama de delicada apariencia.
—Primero iré a destruido todo aquello que le ha hecho daño, incluyendo a ese demonio —Bai Hu dirigió su mirada hacia Shi Qing Xuan por un momento luego se dio se la vuelta dirigiéndose a la salida.
—Sería bueno que mami, recordará el primer día que nos vimos.
Hei Zheng lo había seguido con la mirada y no puedo evitar comentar—Si te viera con esa apariencia seguro se sorprendiera, Princesa de la desgracia.
Bai Hu se detuvo, pero no miró atrás—A mami le gustan la cosas adorable y pequeñas, no hay necesidad que me vea con esta forma.
— ¿Por qué lo llamas mami?—Eso era lo único que Hei Zheng no podía entender.
Antes de alejarse, Bai Hu soltó una risa—La primera vez que lo vi, tenía la apariencia de una mujer, aunque más tarde descubrí que su verdadera forma era la de un hombre, me gustaba más cuando tenía su forma femenina.
En la ciudad, Xie Lian no podía creer lo que escucho de Aguas Negras — ¿Se lo llevó la Deidad del Sur?
—Aún está dentro de la capital, pero seguramente se lo llevó a su templo. —Dijo despreocupadamente He Xuan.
—Pero ¿Por qué? Esa era la parte que Xie Lian no entendía, hasta ahora las Deidades nunca buscaron reunirse con Shi Qing Xuan sino ocultarse hasta poder ir al banquete, por eso pensó que no podía abandonar la capital todos al mismo tiempo, sino que debían esperar una cierta cantidad de tiempo hasta que aquel lugar se abriera.
Secuestrar Shi Qing Xuan no tenía sentido porque el mismo Shi Qing Xuan no se quedaría quieto mientras se intentará llevarlo contra su voluntad y además parecía que Hei Zheng tampoco tenía la intención de obligarlo.
Antes de que He Xuan pudiera pronunciar algunas palabras, sintió una poderosa energía dirigirse a ellos, y no fue el único, Xie Lian y Hua Cheng también lo percibieron.
En poco tiempo un tigre blanco apareció frente a ellos y su mirada se quedo puesta principalmente en He Xuan.
Hua Cheng noto eso y sujetó el brazo de Xie Lian para colocarlo detrás de él. Confundido por la acciones de la calamidad, Xie Lian habló— ¿San Lang?
—Ge ge el problema no somos nosotros sino con él, así que podemos irnos de aquí.
Xie Lian miró por encima de los hombros de Hua Cheng y noto que el tigre ni siquiera les prestaba atención, a juzgar por su aura divina debía ser la Deidad del Sur, Bai Hu.
—San Lang aprovechemos para ir a buscar a Shi Qing Xuan.
La Lluvia Carmesí Que Busca La Flor estuvo de acuerdo; ambos dieron un paso atrás para pasar de ser notados, pero Bai Hu noto su acciones y habló.
—Detenerte ahí nuevo Emperador de los cielos, incluso si va a buscar a mami, nunca podrás entrar a mi territorio.
Cómo fueron descubiertos, Xie Lian se quedo quieto un momento y salió detrás de su pareja porque las palabras de la Deidad llamaron su atención.
—Yo no soy el Emperador de los cielos, ya no tenemos un rey.
Bai Hu no lo miró cuando dijo— ¿Realmente crees eso?
Xie Lian no comprendió a qué se refería.
—La voluntad del cielo no es algo que los mortales puedan entender ,muchos menos ustedes los oficiales celestiales que alguna vez fueron humanos pueden comprender sus decisiones ,cuando un rey cae, inmediatamente nace otro y con su llegada la dinastías cambian.
—Lo aceptes o no, eres el nuevo Emperador del cielo.
—Desde tiempo antiguos lo cielos son lo único que no ha cambiado, incluso nosotros Las Deidades del Reino Mortal hemos trascendido a diversas formas mientras perdemos nuestro propósito original , somos los únicos que quedamos sin que nadie llegue a conocerlos.
—Pero eso cambió cuando mami llegó— El aura de Bai Hu se volvió agresiva y un deseo asesino se manifestó en sus ojos azules.
— Pero tú tenías que llevártelo.
Hola queridos, lectores lamento el retraso
(1) Es otra forma de decir el reino mortal y el reino de cielo
Espero que les hayas gustado y sorprendido el capítulo.
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