Extra #2
El primer pensamiento que tuvo TaeHyun esa mañana fue:
Tengo hambre.
No lo culpen, la noche anterior no cenó muy bien que digamos debido al cansancio que sentía. Se removió en su lugar y volteó con una sonrisa.
Su novio, Choi BeomGyu estaba plácidamente dormido con la mejilla aplastada por la almohada haciendo que sus labios estuviesen abultados, su cabello negro estaba revuelto y las sábanas estaban enrolladas en su cuerpo semi desnudo de una manera graciosa.
TaeHyun agradecía no ser de esas personas que necesitaban estar arropados para dormir, porque si así fuese BeomGyu y él tendrían peleas cada madrugada.
Porque si, BeomGyu agarraba las cobijas en medio de su somnolencia y las colocaba solo para él.
El pelirrojo dejó un pequeño beso en la nariz de su novio y se levantó para calmar el hambre que sentía.
Eran las diez de la mañana, lo vio en el reloj de la cocina. Ya había aseado sus dientes como era debido y había prácticamente trotado a la cocina.
De verdad que tenía hambre.
Sacó todo lo necesario para preparar sándwiches. Hizo cuatro.
Dos para él y dos para su pareja.
No crean que se va a comer eso él solo.
No no.
En unos cuantos minutos ya tenía el desayuno listo, ahora solo debía despertar al pelinegro.
Tenía mucha hambre pero no desayunaría sin él.
—Déjame en paz, Kang —fue lo que dijo el pelinegro apenas la mano del mencionado se posó sobre su hombro con leves toques.
TaeHyun rió besando su mejilla y luego su mandíbula.
—El desayuno está listo, vamos —animó moviendo al pelinegro que se quejó colocando una almohada en su cabeza.
Opción C. Pensó el pelirrojo parándose y tomando impulso con su mano en el aire.
—¡Kang TaeHyun! ¡Ven acá! —el potente grito de BeomGyu se escuchó por toda la casa y hasta fuera de ella. TaeHyun carcajeó corriendo por las escaleras, el pelinegro lo seguía enfurecido.
Le había dado un fuerte palmada en el trasero.
¿Algo que odiaba BeomGyu? Que lo despertaran así.
El pelirrojo se dio la vuelta aún riendo, esquivó los manotazos del pelinegro y lo abrazó, inmovilizándolo.
—Buenos días, BeomBeom~ —canturreó besando la frente del molesto pelinegro.
—¡Sueltame! ¡Estoy enojado contigo! —gritó cuando fue cargado como un saco de papas. TaeHyun lo guió a la cocina— ¡Yo núnca te despierto así! ¡Siempre lo hago con amor!
TaeHyun rió dejándolo sentado en uno de los bancos. Antes de que el pelinegro dijera algo le colocó el plato de sándwiches en frente.
BeomGyu se quedó refunfuñando en voz baja comiendo de su desayuno. En todo el tiempo que duraron comiendo, TaeHyun buscaba de tomarlo de la mano o robarle algún beso, pero el pelinegro no se dejaba.
Aún dolía la palmada que le había dado.
—Tu friegas —le dijo antes de levantarse y volver a la habitación. TaeHyun abrió su boca ofendido.
—Te toca fregar hoy, ayer lo hice yo.
—Es lo menos que puedes hacer luego de golpear a tu novio —contestó de brazos cruzados. El pelirrojo chasqueó su lengua llevando los platos al fregador y, acto seguido, fregando.
Al terminar subió las escaleras directo a la habitación, ahora debía bajar la molestia del pelinegro, el cual se había acostado igual que antes, boca abajo.
—BeomBeom... —llamó tomando asiento a su lado, el pelinegro frunció el ceño con un puchero.
—Vete —dijo dándole la espalda. TaeHyun suspiró acostándose igualmente, pegando su pecho a la espalda del otro.
BeomGyu soltó un quejido cuando los dientes del pelirrojo se encajaron en su hombro.
—Creo que me pasé con la fuerza, BeomBeom —dijo besando el mismo lugar de la mordida— Lo siento.
—Te voy a denunciar, te gusta maltratarme —dijo aún con el ceño fruncido.
Era sábado, no tenían nada que hacer. Los dos estaban libres de sus trabajos.
BeomGyu había encontrado un muy buen trabajo en una tienda de ropa como diseñador, aunque no se notase el pelinegro tenía un don con lo que era el diseño y remodelación de prendas.
Y TaeHyun estaba trabajando junto a su padre en la inauguración de un restaurante.
—Ya te dije que lo siento —TaeHyun suspiró entrelazando sus manos.
—Dile eso a mi trasero, inepto —contestó el otro. De verdad que el pelirrojo se había excedido con la fuerza que utilizó.
El pelirrojo acarició su mano y besó su hombro repetidas veces. A los segundos el teléfono del pelinegro sonó, indicando la llegada de un mensaje.
BeomGyu se separó levemente y volvió a acurrucarse junto a él con el teléfono en manos.
TaeHyun le escuchó teclear y reír un par de veces. Sentía la tentación de abrir los ojos y leer el nombre de la persona que le escribía a su novio.
—Si, estaba pensando en salir a un parque se diversiones, es cercano a tu residencia —escuchó la voz de un chico hablar por la nota de voz, Min SeungWoo, un amigo del pelinegro— No sé si lo conoces, bueno la cosa es que quisiera que fuésemos los dos solos, sin Kang... ¿Me entiendes? Como en los viejos tiempos —y se acabó la nota.
TaeHyun frunció el ceño y abrió lo ojos para ver la respuesta de su novio.
Mientras BeomGyu se tardaba en escribir en mensaje se perdió en sus pensamientos.
No debería, estoy invadiendo su privacidad y estoy desconfiando de él.
No lo voy a hacer, yo confío en mi BeomBeom, no voy a leer sus mensajes y tampoco...
—¿Por qué te pide una foto? —preguntó aún con el ceño fruncido, el tal SeungWoo había pedido una foto del pelinegro y este ya había abierto su cámara— ¿De verdad te vas a tomar la foto? No tienes camisa.
El pelinegro rió acomodando su cabello.
BeomGyu no lo admitiría en voz alta pero le encantaba la faceta celosa del pelirrojo.
—Si, Tae, ¿qué tiene de malo? —preguntó enfocándose, la foto abarcaba toda la cara del pelinegro y parte de su pecho, se veían sus clavículas y sus pezones. BeomGyu nunca enviaría una foto así a ninguno de sus amigos pero quería ver la reacción del pelirrojo.
—Ponte una camisa —ordenó en un tono que era de todo, menos amable.
—¿Por qué? Así me gusta —mordió su labio inferior para aguantar una risa— También le gustará a SeungWoo hyung.
Oh, había cruzado la línea.
En un rápido movimiento TaeHyun le quitó el teléfono y lo atrajo hacía él en un beso algo... Intenso.
Sin que BeomGyu se diera cuenta tomó una foto y la envió, el pelinegro jadeó en medio del beso.
—¿Q-qué fue eso? —preguntó aturdido, el pelirrojo solo le dio su teléfono y se levantó para irse, aún con su ceño fruncido.
BeomGyu bajó la mirada con el sonido que indicaba un nuevo mensaje.
SeungWoo hyung
Oh, lo siento por interrumpir si estaban en algo...
Luego te hablo, Beom :)
Por cierto, linda expresión.
El pelinegro se quedó boquiabierto por los mensajes y luego adquirió un fuerte sonrojo al detallar la foto estaba un poco borrosa pero se veía exactamente su expresión de disfrute mezclada con la de asombro.
Mandó un emojie avergonzado al mayor y dejó su celular en el buró, caminando hacia la sala minutos después.
TaeHyun estaba en el sillón con su ceño fruncido y su teléfono en manos. Mordió su labio inferior.
—Tae... —tocó el hombro del pelirrojo chasqueando su lengua cuando este lo ignoró— Tae, mirame —pidió trepando por el respaldar del sillón hasta quedar sentado allí, con el pelirrojo entre sus piernas y de espaldas.
Pasó sus manos por las mejillas del otro y lo obligó a arrojar su cabeza hacia atrás, le sonrió en cuanto conectó sus miradas.
—Hola~ —canturreó bajando su nariz para rozarla con la ajena en un beso esquimal. TaeHyun solo gruñó suavemente— No seas celoso, Tae... SeungWoo hyung tiene pareja, ya llevan unos años juntos...
—Conozco casos en donde no importa si tienen pareja o no —le contestó arqueando una ceja.
—Ese no es su caso —dijo besándolo castamente.
TaeHyun suspiró y cerró los ojos dejándose mimar por el pelinegro.
—No le mandes fotos sin camisa a nadie —le dijo aún con los ojos cerrados. BeomGyu rió pellizcando sus mejillas.
—Lo dice quien envió una foto de nosotros besándonos. Pero está bien, no lo haré, nunca lo he hecho en realidad, me avergüenza —rió moviéndose para poder sentarse adecuadamente, TaeHyun le ayudó en el proceso.
Ahora estaban abrazados en el sillón, la cabeza del pelinegro estaba en su hombro.
—¿Por qué lo hiciste entonces? —preguntó arqueando una ceja.
—Venganza por mi trasero —dijo sonriente. TaeHyun rió y le alzó el mentón para besarlo con lentitud— ¿Y si me das comida? —preguntó el pelinegro al separarse.
El pelirrojo rió y se levantó halándolo hacia la cocina.
—Hagamos galletas —propuso sacando todo lo necesario.
BeomGyu asintió emocionado.
—¡Bomba de harina! —TaeHyun se agachó esquivando el puño de harina que el pelinegro le había arrojado, carcajeó y lo correteó por la cocina. Ya habían hecho la masa de las galletas, algunas se estaban horneando, ¿y qué mejor que hacer una guerra con harina?— ¡En tu cara! —se burló BeomGyu cuando la harina cayó justo en la cara del pelirrojo.
El temporizador del horno sonó indicando que era hora de sacar las galletas, BeomGyu arrojó la bolsa vacía de harina al bote de basura y avanzó al horno colocándose los guantes especiales.
—Ten cuidado —dijo el pelirrojo limpiando su cara, o intentándolo. El pelinegro dejó la bandeja encima de la encimera y con una paleta, empezó a despegar las galletas de la bandeja.
—Tae... ¿Podemos guardar la masa sobrante y hacer otro día? —preguntó volteando a ver al pelirrojo. Soltó un grito cuando una gran porción de glaseado se estampó en su cara— ¡Ya no estamos jugando! —gritó limpiando sus ojos para poder ver al pelirrojo.
—Ups, pensé que seguíamos en guerra —dijo lamiendo su mejilla. El pelinegro se separó con una mueca de asco— Mientas esto se enfría vamos a ducharnos —sin darle tiempo al otro de reaccionar volvió a sacar su lengua para degustar el glaseado de la otra mejilla.
BeomGyu soltó un grito hastiado.
—¡No me gusta que me laman! ¿¡Tienes un complejo de perro acaso!? ¡No te rías, ven acá! —TaeHyun empezó a correr en cuanto el pelinegro también lo hizo, sin quitar su ropa se metió a la ducha y BeomGyu, más concentrado en golpear al pelirrojo también lo hizo.
TaeHyun giró la llave.
Y todos los vecinos se enteraron de la temperatura del agua gracias al potente grito de BeomGyu.
—¡¡Está fría!!
Un día normal en la casa Kang y Choi.
Dos días habían pasado de la escena de celos de TaeHyun, y hoy BeomGyu estaba arreglándose para salir al dichoso parque de diversiones con Min SeungWoo.
TaeHyun lo veía moverse de lado a lado por la habitación, buscando perfume, ropa interior y escogiendo prendas, BeomGyu estaba en bata de baño, su cabello húmedo se pegaba a su frente.
—Ese perfume es especial —dijo de brazos cruzados mirando el frasco en manos del pelinegro— Para ocasiones especiales. De los dos —sentenció con el ceño fruncido.
El pelinegro rió asintiendo y tomando otro de sus perfumes.
—¿Te parece éste? —preguntó con sarcasmo.
—No lo sé. Ponte lo que quieras —contestó subiendo sus hombros. BeomGyu carcajeó dejando el frasco de vidrio en la mesa de noche y se acercó al otro, sentándose a horcajadas.
—¿Por qué tan celoso? —preguntó— Tu también has salido con SooBin hyung y yo no te he dicho nada.
—Cuando salí con SooBin hyung estabas tú —dijo besando su mejilla fría por la reciente ducha. El pelinegro solo se quedó callado dejando al pelirrojo hacer lo que quisiera.
TaeHyun rodeó la cintura del otro con sus manos antes de empezar a besar su cuello.
—¡Hey! ¿Qué ha-haces? —preguntó el pelinegro moviendo sus manos a los hombros del otro, cerró los ojos con el ceño fruncido sintiendo la constante succión que tenía TaeHyun en su cuello.
El pelirrojo no respondió y les dio la vuelta, quedando entre sus piernas. Empezaron a besarse con lentitud, BeomGyu solo pensaba que era una pequeña sesión de besos como siempre pero cambió ese pensamiento en cuanto sintió las manos del otro colarse entre su bata de baño justo por sus muslos.
—¿Q-qué haces, Tae? —preguntó avergonzado.
—Hago un sándwich, ¿y tú? —contestó con evidente sarcasmo. Sus miradas se conectaron en el segundo que el nudo de su bata de deshizo y solo quedó una de las cintas sobre su abdomen.
BeomGyu no era de las personas que llegaban tarde, le gustaba ser puntual y sabía de sobra que si se quedaba ahí, bajo las caricias y besos del pelirrojo no llegaría a tiempo a la salida con SeungWoo.
E iba a intentar hablar para, aunque sea, pedirle al pelirrojo que se apurase un poco, pero al parecer TaeHyun le había entendido y ya había introducido uno de sus dedos en él.
Su espalda se despegó del colchón en cuanto los movimientos del dígito se hicieron más constantes y cuando un segundo dígito se introdujo su cabeza se arrojó hacia atrás, en la habitación solo se escuchaban sus suspiros y uno que otro jadeo que rápidamente tapaba con su mano o con los labios del pelirrojo, los cuales estaban trazando un camino húmedo de besos desde su pecho hasta su panza.
Maniobrando, el pelirrojo se deshizo de sus prendas inferiores, adentró un tercer dedo con algo de brusquedad.
—¡I-inepto! ¡T-tu... —y antes de que los gritos del pelinegro bajasen la pasión del ambiente se lanzó a sus labios, no esperando mucho para adentrar su lengua a la cavidad ajena y explorar cada rincón adorando como los jadeos y uno que otro gemido era retenido por su boca.
Al separarse, BeomGyu suspiró entrecortadamente, viendo inconscientemente el reloj de la pared a un lado de ellos.
—Sé que no te gusta llegar tarde, BeomBeom —habló el pelirrojo concentrándose en besar su cuello y reemplazar sus dedos por su virilidad. Ahora si, un gran sonido salió de lo más profundo de su garganta avergonzándolo enseguida.
Tapó su boca con sus manos y soltó pequeños "lo siento". TaeHyun rió suavemente agachando su cara para besar su frente y párpados cerrados, negó con su cabeza un par de veces haciendo al pelinegro quitar sus manos de su boca para dejarlas en sus hombros.
Sus labios se volvieron a juntar y las piernas del pelinegro se enrollaron en sus caderas en una silenciosa señal de que podía empezar con los movimientos que, a pesar de que no lo mostrase, estaba ansioso por hacer.
Sus caderas empezaron a moverse a un vaivén lento y las expresiones de los dos iban cambiando a medida que el ritmo pelvico aumentaba su velocidad.
Sus labios estaban hinchados por los besos, sus respiraciones agitadas y sus cuerpos sudorosos. Las cortas uñas del pelinegro se encajaron con fuerza en sus hombros mientras que sus propios dedos se hundían más en la piel de su cadera.
Pocos movimientos a una velocidad rápida les hicieron llegar al tan ansiado climax. Sus cuerpos temblaron por la reciente liberación y sus respiraciones cansadas no se hicieron esperar.
—Debes bañarte de nuevo —indicó TaeHyun sonriendo en medio de su respiración errática. El pelinegro rió alzando su mano para acunar su mejilla.
El pelirrojo se apoyó más al tacto.
—Eres un celoso —dijo en tono mimoso. Los dos se besaron castamente antes de separar sus cuerpos, dejando de ser uno solo.
Los limpiaron sus cuerpos y se ducharon al mismo tiempo.
Y no, no llegaron a algo más en esa ducha, por más que TaeHyun empezó a insinuarse o acercarse más de lo debido BeomGyu se concentró en la hora y en lo tarde que iba.
Tenía diez minutos para llegar al parque de diversiones y aunque para muchos era tiempo de sobra para BeomGyu no.
Por eso, se quejó un par de veces cuando el pelirrojo lo acorraló en la pared, a un lado de la puerta principal, ya estaba vestido y arreglado, solo debía salir.
—Tu solo quienes que no vaya —dijo en una risa dejando que el pelirrojo lo besara una vez más— Ya, no voy a la guerra, nos vemos en unas horas —le sonrió y besó castamente— Te amo.
—Te amo —el pelirrojo lo miró partir a pié a pesar de tener un auto disponible, BeomGyu disfrutaba de las caminatas además de que el parque no estaba tan lejos.
TaeHyun estuvo dos horas hablando con su hyung y mejor amigo mientras hacía uno que otro deber, sintiéndose extraño por no tener a su pareja cerca.
Se duchó por una segunda vez y se acostó en el sillón de la sala de estar, esbozando la sonrisa más grande que había en cuanto escuchó el tintineo de las llaves en la cerradura.
Se levantó para recibir a su pareja con un gran abrazo pero antes de despegar su trasero del sillón un peluche de tigre se había estampado en su cabeza seguido de un algodón de azúcar color púrpura.
—¡Nunca pensé decir esto, pero estás en abstinencia, Kang TaeHyun! —gritó con la cara enrojecida.
Tal vez en enojo o vergüenza.
Un conjunto de las dos.
—Beom, ¿compraste esto para mi? —preguntó intentando desviar el tema, no negaría que se había puesto nervioso con la mención de la abstinencia.
Y no les iba a mentir, eran una pareja activa en el método sexual.
—Oh, si... El tigre me recordó a ti, lo gané en uno de los juegos y el algodón solo lo quería compartir contigo, ¡pero no me desvíes el tema, Tae! ¡Me dejaste un chupetón y está casi morado! ¿¡Crees que le pude decir a hyung que fue un mosquito!? ¡Que vergüenza, Tae! —gritó levantándose y caminando a la habitación.
TaeHyun soltó un pequeño puchero mirando los dos regalos en sus manos.
¿Se había excedido un poco?
Tal vez si.
¡Pero era culpa de sus celos y de SeungWoo!
Si, era su culpa.
¿Quién actualiza a las 3am? Si, solo su escritora xd
Espero les haya gustado, el siguiente será la primera Navidad del TaeGyu juntos más la llegada de un nuevo integrante 7u7
¡Ups! Hablé mucho ♥
The_Dark_Diamond
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro