[3] Trajes perfectos
TaeHyun salió de aquella aula con una sonrisa, el director al ver su pequeña protesta de no moverse les ofreció cambiar la nota y ahí estaba en camino al encuentro con su hyung con un hermoso 97/100.
Al salir del aula BeomGyu ni le había dirigido la mirada, sólo se fue por el lado contrario, pero bueno, TaeHyun no se podía hacer ilusiones por esa simple y banal conversación, ¿verdad?
—¿Por qué tardaste tanto? Ya me iba a ir —SooBin estaba de brazos cruzados y ceño fruncido. El pelirrojo solo mostró su resultado con una inmensa sonrisa— Vaya, ¿qué hiciste para cambiarlo de esa manera?
—Protesté —subió sus hombros y le guiñó el ojo al mayor que solo rodó los ojos y lo haló a un costoso auto que los esperaba para llevarlos a la “Boutique Park's” en donde escogerían sus trajes para el baile de las máscaras.
Al llegar al lugar no se sorprendieron de la cantidad de personas que había en busca de un traje o vestido. Caminaron por todos lados, observando todos los trajes y criticando algunos.
Los trabajadores de la tienda corrían de aquí para allá, se notaba a leguas que eran pocos para tantas personas que había en el lugar.
—Me gusta este —habló el mayor señalando un traje completamente negro con detalles plateados.
—¿No lo ve muy sencillo? —el pelirrojo ladeó su cabeza y torció su boca.
—Somos hombres, sabes que no hay mucho que elegir.
—Tiene razón —asintió dejando al mayor pidiendo su traje mientras él buscaba uno para sí mismo.
El mayor tenía razón, todos las revistas que iban a fotografiar y hablar de las vestimentas de las mujeres, quienes eran las que tenían variedad de vestidos y diseños, al contrario de los hombres que si, no todos los trajes eran iguales, pero la variedad no era la misma.
El pelirrojo caminó y caminó por todo el local en busca de un traje a su gusto, ya estaba cansado, le dolían los pies y aún no encontraba nada de su gusto. “Boutique Park” era increíblemente grande y espaciosa, podías perderte por los pasillos, hasta tenían pequeñas secciones de joyería o maquillaje.
TaeHyun a pesar de ser despreocupado con algunas cosas, cuando se trataba de ropa para eventos especiales era muy quisquilloso.
—¿Te puedo ayudar en algo? —un chico rubio de sonrisa amigable le saludó vistiendo el uniforme del local, no parecía cansado como los otros, hasta parecía que su turno acababa de empezar.
—Si, busco un traje... Especial, algo que resalte, algo diferente, ¿me explico? —muchas veces los vendedores no le entendían y le llegaban a traer cosas que a sus ojos son horrorosas. Pero no fue el caso con este chico rubio.
—Han venido muchos chicos pidiendo lo mismo que tú, creo que tengo lo indicado para ti, sígueme —el pelirrojo siguió al rubio hasta llegar a lo que parecía un depósito. TaeHyun no evitó sentarse en cuanto vio un sillón haciendo reír al rubio— Al parecer estás cansado, ¿cuánto has caminado?
—Le di tres vueltas a la tienda, aproximadamente —rió mirando la cabellera ajena perderse en los ganchos y trajes protegidos en bolsas especiales.
—Te traigo tres opciones, uno gris, blanco y negro, son del mismo modelo —el rubio volvió a aparecer con tres trajes enganchados. Los dejó a su lado, TaeHyun los miró y se sintió completamente encantado con el negro— Tu color de cabello te hará resaltar con cualquiera de estos colores. También hay azul marino y-...
—Quiero este —dijo señalando el negro y luego el blanco— Y este.
—Oh, pensé que eras más exigente —el rubio rió tomando los dos trajes que pidió el pelirrojo.
Si, TaeHyun era insistente y quisquilloso en esas cosas, pero aquellos dos trajes le habían encantado y atraído de cierta manera, ya tenía todo decidido, usaría el blanco la primera noche y negro las últimas dos noches.
Para él, eran los trajes perfectos.
TaeHyun creía en el amor a primera vista y esos trajes le habían enamorado lo suficiente como para llevárselos sin ver otras opciones.
Agradeció con una sonrisa al rubio y lo siguió hasta la caja registradora, había llamado y buscado con la mirada a su amigo pero no lo encontraba.
Pagó la cantidad que le pedían y salió de la boutique, mirando aún el auto que los había llevado indicándole que SooBin aún seguía dentro.
Volvió a llamar y al quinto pitido atendió.
—¿H-hola? —le atendió con la voz agitada.
—Hyung, ¿en dónde estás? Terminé de hacer mis compras y no lo vi por ningún lado —se escuchó una risa de fondo. Él había escuchado esa risa en otro lado.
—Aún no me decido por el traje, Tae, ve a la otra tienda sin mi, nos vemos en el café de Jazmín. Avísale a mi chófer por favor —habló tan rápido que a TaeHyun le costó entender, pero luego aceptó y colgó para ir a la otra tienda, la cual tenía fama de hacer las mejores máscaras para aquella fecha tan importante del año.
Muchas personas mandaban a hacer sus máscaras personalizadas con una anticipación de semanas o meses incluso, TaeHyun el año pasado había hecho aquello. Pero en esta ocasión quería explorar la tienda y quizás conseguir el antifaz indicado para sus dos vestimentas.
Luego de darle la información al hombre que los llevaba empezó a caminar a dicha tienda buscando en su mente el nombre de la persona que escuchó reír al fondo.
Pensó y pensó, sentía el nombre de la persona en la punta de la lengua, en cuanto entró a la tienda avisando con la campana soltó una pequeña risa cuando al fin el nombre del dueño de aquella risa llegó a su mente.
Choi YeonJun.
Negó con su cabeza en una risa y caminó al mostrador en espera de alguien que le atendiera.
Hyung no pierde tiempo. Volvió a pensar riendo de nuevo y disimulando cuando una hermosa mujer rubia apareció frente a él.
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