—Yo... Iré a... Umm... Nos vemos en diez minutos aquí, ¿si? —los dos estaban sonrojados y con respiraciones erráticas.

Era obvio el bulto que tenían sus pantalones en esos momentos. Así que los dos salieron de aquel lugar y tomaron caminos diferentes, TaeHyun peinó su cabello buscando calmarse y bajar el calor en su cuerpo viendo los aburridos cuadros que habían en el recinto.

No sabe como llegaron al punto en donde la música les ayudaba a ocultar ciertos... Sonidos. Pero no iba a quejarse.

Escuchó un par de risas a unos metros de él y volteó, encontrando a su mejor amigo entrar a lo que parecía un baño.

Caminó a la puerta y entró, tal vez debía lavar su cara, aquellos aburridos cuadros no le ayudaron en nada.

Al entrar encontró a SooBin carcajeándose a rienda suelta mientras que YeonJun estaba vomitando en uno de los cubículos, sabía que era él ya que se asomó y lo primero que vio fue su cabellera azul.

—Hyung, me gusta su traje —alagó a su hyung notando su nuevo tinte de cabello— ¡Es negro! ¡Se ve genial! —dijo tocando el cabello negro del mayor.

—Te vez genial en ese traje también, superman —contestó el otro riendo. YeonJun se levantó de su lugar y lavó su boca mirando minutos después como SooBin charlaba amigablemente con un sujeto que no conocía. 

—¿Quién es él, SooBin? —preguntó colocándose a su lado.

—TaeHyun —le contestó simple.

—Ese no es TaeHyun —negó señalando al extraño chico frente a ellos. SooBin asintió repetidas veces convencido de lo que decía.

Y antes de que algo más saliera de la boca de YeonJun. TaeHyun se dio la vuelta y quitó su antifaz, peinó su cabello ahora rojo y se dió la vuelta, sonriendo a la pareja frente a él.

—SooBin hyung tiene razón, soy TaeHyun —habló con una sonrisa.

—¡Si si! El antifaz hace que cambie por completo, tiene otra voz, otro cabello, ¡como un súper héroe! —TaeHyun no pasó desapercibido como la mandíbula de YeonJun empezó a temblar— Así que, como estamos los tres aquí, ¿qué te parece si tú eres el villano y yo el cómplice? ¿Eh?

Y antes de que SooBin pasara uno de sus brazos por el hombro del peliazul este ya estaba desmayado mientras era sostenido por TaeHyun.

—¡A-ayúdame, hyung! —pidió el pelirrojo no pudiendo con el peso de YeonJun él solo.

SooBin le ayudó tomando sus pies para luego sentarlo en los lavabos y meterse entre sus piernas para luego abrazarlo, ahora debía esperar a que despertase.

TaeHyun tomó su antifaz y lo volvió a fijar en su cara. Ver y oír a su hyung vomitando le había ayudado mucho con su problemita.

Luego le agradecería con un café o algo así.

—Gracias por salvarlo, estoy agradecido —dijo SooBin con una voz chillona. TaeHyun solo carcajeó y se despidió con una mano del pelinegro.

BeomGyu entró al laberinto con lentitud, caminó por unos segundos hasta que llegó al cubículo en donde habían sido sus, ya dos, encuentros con TaePyung. El susodicho ya estaba ahí, sentado mientras degustaba uno de los pequeños dulces que había seguramente llevado un mesero.

Se dio cuenta de su presencia solo cuando estuvo frente a el.

—¿Está bueno? —preguntó tomando asiento a su lado. El pelirosa ladeó la cabeza y le ofreció del dulce.

—No lo sé... Es de piña, y no me agrada mucho la piña —comentó. Los dos tenían una pequeña, pero muy pequeña pizca de vergüenza en lo que se veía de sus rostros.

—¿Cuál es tu fruta favorita?

—Fresa —contestó sin dudarlo. BeomGyu no pudo evitar pensar en su ex- mejor amigo, también amaba las fresas y decía que se pintaría el cabello del color de una cuando fuese grande.

Soltó una pequeña risa por el recuerdo.

Quién diría. Si acabaste pintando tu cabello de rojo. Pensó.

Los pensamientos de BeomGyu siempre eran así, cuando no se hallaba atareado y tenía un momento de paz, su mente divagaba en hermosos recuerdos de su niñez junto a TaeHyun, lo extrañaba.

Extrañaba compartir los recesos, jugar a las escondidas, reírse de las muecas extrañas que hacían.

BeomGyu se encargaba buscar el más mínimo error que cometía el pelirrojo para poder acercarse a él y hablarle con insultos. No le importaba en lo más mínimo sus pantalones llenos de café, compartía la misma idea de TaeHyun, el agua y el jabón lo resolvería, pero aún así se acercó a él a gritarle y a pedir el dinero de sus pantalones.

Para que le dirigiera la palabra, para verlo más de cerca. Ver sus facciones cambiadas, su habla y su expresión molesta.

Él buscaba cualquier detalle con el fin de acercarse a Kang TaeHyun y aunque no era la adecuada, era lo que tenía.

Si sus padres se enteraban que se estaba acercando a un clase media, el castigo sería fuerte y sobretodo, inolvidable para él.

En su casa habían estrictas reglas e ideologías que no podía romper u objetar o un castigo era lo que iba a recibir. Entendía de cierta manera la crianza que se le impuso, después de todo era hijo de un importante militar y su madre fue criada estrictamente, ellos eran así, no podía hacer nada.

Algo que le dolía mucho y empañaba sus ojos cuando llegaba a su mente era el hecho de que él ama a sus padres como eran.

Pero ellos no lo aman a él tal y como es.

—¿Estás bien? —TaePyung acarició su mejilla sacándole del bucle de pensamientos en el que estaba. Conectó sus miradas con una sonrisa.

TaePyung era... Increíble.

Tenían un pensamiento parecido, era atractivo, divertido y atrevido, bailaba de maravilla incluso.

Mañana podría ver por completo las facciones del muchacho, podría conocer por completo las facciones de la persona que le atrae y con quién posiblemente tendría encuentros a futuro.

Estaba ansioso.

Esperaba no decepcionarse.

—Estoy bien —murmuró volviendo a besar sus labios castamente.

Posiblemente les haya llegado una notificación de una actualización de este fic, y si, el capítulo 9 no se subió (error de Wattpad porque yo si lo había publicado) así que vayan a darle amor a ese cap ♥

The_Dark_Diamond