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capítulo 10

- Un gusto conocerlo, ¿señor Han?- dijo con voz venenosa, la piernas de Jisung temblaron ante aquella voz, estaba a nada de tirarse a su cuello y abrazarlo para nunca más soltarse, pero la mirada que le dió no era precisamente de cariño, la mirada de Minho era como si estuviera tan herido que no podía hacer nada más que ser otra persona, él se estaba obligando igualmente a ser otra persona, se estaba obligando a estar ahí parado sosteniendo la mano de Amanda, sonriendo como si no tuviera el corazón desecho, como si no hubiera destruido el corazón del chico que estaba frente a él.

Jisung quiso correr, esconderse, desaparecer, volverse humo, Jisung quiso ser invisible, pero también quería tomarle la mano al hombre que tenía frente y explicarle todo, realmente todo, desde el porque no podía terminar con Amanda y dejarlo todo por él, aunque fuera lo que él quería, Jisung quería tomar la mano de Minho, huir del país a un lugar en donde solo fueran ellos dos y nadie más, porque el no verlo estas dos semanas, el saber que no lo volvería a ver (o por lo menos ese era el plan), le destruía, le destruía de una forma inexplicable, pero querer no es poder, y eso ya se ha dicho más de una vez. Estaba tan, tan nervioso que hasta el color se le fue, y es que, bueno, jamás esperó encontrarse en esa situación; viendo a quien por su corazón palpitaba, frente a él, mientras tenían que fingir ser completos desconocidos.

- El gusto es mío, joven Lee.- su voz salió estrangulada, ni siquiera en el caso del miércoles se había sentido de esa forma, tan dócil, tan doblada. Amanda vió sonriente a los dos hombres.

- Minho fue un amigo de la infancia, mi mamá y la suya son mejores amigas, así que ellos estaban aquí muy seguido- explicó la pelirroja, colgada del brazo de Jisung, sabía que su prometido era tímido, cuando Han no estaba presente en un caso, Jisung era muy timido, penoso y callado, entonces trataba de hacer conversación entre los chicos, para que se conocieran- pero te perdí de vista, Min... ¿Cómo has estado?.

-¡Oh! muy bien, Amanda. Me alegra verte- le dijo con una sonrisa, no le alegraba en lo absoluto, ¿Cómo iba a fingir, en todo el rato que estuvieran ahí, que su corazón estaba siendo atacado por cientos de pequeñas agujas? no sabía. Ver a Amanda colgada del brazo de Jisung le hizo sentir horrible, ¿Por qué ella debía tenerlo todo? se sintió como cuando de niños veía a la mamá de Amanda jugando con ella y lo ponían melancólico al extrañar a su madre, bueno, esta vez no era una madre y sus problemas maternales, esta vez era porque el chico por el cual su corazón latía de una forma irregular, le pertenecía a ella, ellos entrelazarían sus almas, sus días y él... solo sería un espectador.

Ver a Jisung resultó como lo esperaba, su corazón dolió, dolió porque lo tenía ahí, justo enfrente de él, con la mujer con la que iba a casarse y además, algo más agregado a la lista, esa mujer era nada más y nada menos que Amanda Castle, hija del presidente. Jisung, su Jisung sería parte de la familia a la que iba a destruir, eso solo implicaba una sola cosa: debía destruirlo también. ¿sería capaz de hacerlo? no lo sabía por ahora.

Amanda tomó la mano de Minho, sin soltar la de Han y los jalo al comedor, la familia Lee ya estaba sentada, los dos hombres mayores estaban hablando de cualquier cosa que hablaran los corruptos, las mujeres estaba sentadas frente a frente, los hijos Castle estaban sentados también y solo quedaban tres asientos, uno frente a Amanda.

- ven, ven siéntate aquí- señalo la silla frente a ella, Minho tomó asiento ahí, tieso como un robot, se sentía hasta enfermo, enfermo por verlo ahí, pero no a lado suyo.

Jeongin ese día trabajo en la casa Castle, no le tocaba trabajar los domingos, pero ya que un sirviente había enfermado, le toca a ir. Sabía que vería a su amigo en la casa y eso no le alegraba en lo absoluto, no cuando esa misma mañana, vió entrar a Han Jisung de la mano de Amanda. Esta vez no estaba enojado con Han, ni siquiera sintió enojo de verlo, sintió lastima, lastima porque a lado de Amanda no le brillaban los ojos, se veía decaído, derrotado, exhausto, se veía triste, como si le faltará su otra mitad; recordó a como se había visto Minho estas ultimas semanas y se sintió un poco culpable de terminar con lo que sea que estos dos hubieran tenido.

Le habían ordenado atender y servir en el desayuno, así que ni tarde, ni perezoso fue al jardín a servir el desayuno, en cuando salió, lo primero que se encontró fue a su amigo, sentado frente a la feliz pareja y se maldijo, esto no era buena idea, todos sabían que Minho era muy poco partidario de callar, en cualquier momento, por la mirada que tenía, sabía que explotaría. ¿y quién no lo haría? estaba viendo a la persona que amaba, junto con la que él amaba, Jeongin se preocupó más, cuando vió que la cara de su amigo expresaba todo lo que sentía en ese momento, apresuró el paso hasta llegar al comedor y comenzar a servir la comida con rápidez.

La forma en la que Minho miraba a Han era tan intensa que traspasaba fronteras si quisiera, pero no lo veía como si lo odiará, o como si fuera indiferente, lo estaba viendo como lo más bonito que había visto en la vida, pero también lo más venenoso, como cuando ves una hermosa flor, una linda rosa, pero esta trae tantas espinas y te ha pinchado. Sabía de ante mano que su corazón estaba doliendo, doliendo de una forma que el castaño no podía ni describirlo, ¿el amor duele? al parecer si dolía y dolía mucho, consecuencia de sus malos actos, jamás debió entregar el corazón a primera vista, no ante un desconocido que miró solo una noche. Jisung, Jisung era un buen actor sin duda, tan bueno que no lo miró en todo el rato, se dedicó a mirar a la chica que le sonreía y le hablaba de cualquier cosa que pudiera hablarle, comía de su plato, tomaba la copa de vino, estaba tenso, sí, pero era buen actor, tan bueno que, según Minho, había fingido que lo amaba a la perfección.

- ¿Cuándo se casarán?- preguntó Minho de repente, viéndolos directamente, celoso, el chico se sentía celoso, no soportaba ver la bonita sonrisa de Jisung dirigida a ella, no cuando sabía que a él también se las había dado, Jisung al escuchar su voz, solo le quedo mirar el suelo, no es que fuera un buen actor, no miraba en dirección a Minho, porque sentía que en cualquier momento soltaría a llorar, verlo ahí, sentado frente suyo y sin poder tocarlo era una tortura, una no muy buena, una para nada buena, verlo, con ese porte tan fresco, tan demandante, ¿realmente sí había pasado de pagina? o por que lucía desafiante. En cuanto Minho soltó la pregunta, Han supó que ninguno de los dos había pasado de pagina, no realmente.

-Nos casaremos en Septiembre- dijo Amanda con una enorme sonrisa, se abrazo al brazo de Jisung y continuó- la fecha aun no podemos darla bien, pero estoy segura que te llegará una invitación, la mandaré especialmente para ti, Minho.

-Me parece bien, la esperaré con gusto.- pasó su lengua por su mejilla en signo de molestia, bebió de su copa haciendo tripas corazón, dejo de beber y los volvió a ver- por cierto, que bonita pareja hacen, díganme ¿Cuánto tiempo llevan juntos?- Jisung sintió ese disparo, la boca de Minho no sacaba más que veneno, apretó la mandíbula claramente tenso.

- Muchas gracias Min, lo sé, juntos somos almas gemelas.- Mandy estaba completamente ignorante de la situación, estaba tan enamorada de Jisung que le encantaba repetir con todo el mundo que eran almas gemelas- Nos amamos mucho. ¿Cuándo nos conocimos, mi amor?, anda, cuéntale a Min.

- Nos conocimos cuando éramos unos niños- dijo serio y seco, no tenía ganas de contar esa historia que antes creyó que era un milagro, ahora lo veía como su maldición. No podía con las emociones que estaba conteniendo, estaba nervioso y cagándose del miedo, los tenía a los dos ahí, juntos, hablándose porque eran amigos, eran o lo fueron, lo que importaba era que ellos se conocían, su futura esposa y el amor de su vida, vaya paradoja. Estaba nervioso porque Minho podría decir fácilmente lo que ellos tuvieron y todo se iría a la mierda, en ese momento Castle los fusilaba y morir no le aterraba, verlo morir a él por inmoral, sí era una completa pesadilla, algo a lo que no se atrevería ni a imaginar.

-Sí, cuando lo conocí yo trepaba un árbol y él lloraba por que tenía una rodilla raspada, desde ahí somos inseparables.- la pelirroja dijo con orgullo, Minho quería que se callará. ¡por Dios! su novio no la amaba tanto como le gustaba recalcarle, su novio la había engañado, engañado con un hombre, ¿Por qué motivos? los desconocía, pero Han les había mentido a los dos y verla presumir su relación de esa forma lo hizo sentir furioso. Se contuvo, le dió una sonrisa, como si estuviera encantado con la historia.

- Magnífico, bella historia para que le cuenten a sus hijos- les sonrió aún más, Han estaba tenso, muy, muy tenso, su mandíbula dolía de lo apretada que estaba, comenzó a mover la pierna de forma nerviosa, en cualquier momento colapsaría.- ¿Y cuándo se comprometieron?, no me invitaron a la celebración.

- Hijo, si estabas invitado, pero fue cuando te quedaste en casa por el trabajo.- interrumpió su madre, estaba sentada a lado de él.

-¿Ah sí? ¿Cuándo fue eso, Joven Han?- frunció el ceño viéndolo directamente, quería que le dirigiera la palabra, Han lo miró nervioso, le sostuvo la mirada y no le gustó nada lo que veía, ese de ahí no era su Minho y se sentía culpable por eso- Lo siento, es que siempre me quedó en casa por el trabajo y de tantas veces que no lo recuerdo.

- El seis de mayo- respondió rígido. el día en que nos conocimos. dijo el castaño para sus adentros, eso fue una bala, una bala directito al pecho de Minho, quien solo sonrió falsamente de nuevo, sus ojos se aguaron nuevamente, llevaba enamorado el mismo tiempo que él llevaba comprometido, vaya mierda.

- Que coincidencia- soltó en un tono áspero- yo conocí a alguien ese mismo día. - Han sintió que se desmayaba, listo, ahí era su fin, el de ambos.

- ¿Ya conoces a alguien, mi bebé?-habló la mamá de Minho, este sonrió y asintió viendo directo a los ojos de Jisung, ¡Ay! su Jisung que no era suyo.

-¿Conociste a una chica? - preguntó con voz aguda la pelirroja- Dios mío, te dejo de ver muchos años y me sales con que ya hasta conoces a alguien, bueno Min, ya no podremos jugar a la boda como cuando niños.- dijo en forma de broma, Jisung los miró intercambiando miradas- Jugábamos a que nos casábamos, bueno, lo obligaba a jugar conmigo, incluso bueno, con el fue mi primer beso, un piquito que le robe, solo era una niña, mi amor, nada alarmante, mi amor siempre será tuyo.

Jisung se sentía enfermo, soló le sonrió a Amanda y asintió, era muy, muy incomoda la situación, el comentario de John no ayudo en lo absoluto.

-Créeme hija, así si estuviera muy feliz con la boda de ustedes dos, sin ofender Han, es que siempre se había predicho que Lee y mi hermosa hija se iban a casar, pero bueno... te conoció a ti y todo cambio.- dijo desganado, burlándose de Jisung.

- Sí papá, pero estoy muy feliz con Hannie, estamos muy enamorados y no te voy a permitir que lo hagas sentir mal, ¿okey?- lo defendió, Amanda siempre defendería a Jisung, su padre levanto las manos en rendición y siguió la platica con Choi.

- Sí papá, Han es bueno en la familia y además estamos comiendo.- dijo el hermano mayor de Amanda, todos, menos John, adoraban a Han, lo conocieron desde niño, era obvio que se encariñaron.

- Solo digo mi opinión- se excuso el viejo.

-Bueno, bueno, pero ¿Cómo es ella?- preguntó Amanda curiosa, interrumpiendo a su padre, miró en dirección a Minho, sus ojos verdes lo examinaron.

-¿Quién?- frunció el ceño, había olvidado de que hablaban, en cuanto Amanda defendió a Jisung, la chica realmente lo quería, ¿verdad?

-Pues quien conociste.- dijo obvia, él volvió a sonreír.

-¿La persona que conocí?, bueno... es bonita, bonita como una rosa, no, no, no es como un tulipán...

- Los tulipanes son simples.- interrumpió el hermano de Amanda, burlándose del sentimentalismo de Lee, aunque no lo mencionó.

- Pues a mi me gustan. continua Min- lo animó a continuar, odiaba que los hombres de su casa fueran tan insensibles. Minho, soltó un suspiros y continuó su relato, sin ver los intensos ojos negro que lo miraban, ya que estos le pedían que se callara.

- Tiene ojos negros, el cabello azabache, la sonrisa coqueta, y es una persona muy agradable, sabe hablar de cualquier tema, y es tan inteligente que me sorprende.- sonrió al recordarlo, bailando, en el auto, en su casa, viendo las luciérnagas, Jisung era como la luz de la luna, Jisung era como la luna y la luna siempre tiene una cara oculta- Aunque todo lo que tiene de bonita, lo tiene de traidora, no debería ser un tulipán, pero mi corazón la atesora como uno. Es más como una rosa, me ha clavado las espinas y no sabes como duele.

- ¿Estas sufriendo por amor?- Amanda hizo una mueca tratando de comprender su tristeza, que feo sería cuando te traicionan, ¿no?

- ¿Sufrir será la palabra correcta?- dijo mientras se inclinaba la copa, Jisung lo miraba incrédulo, sabía que lo había dañado, pero no sabía ni las razones, si solo le diera tiempo de explicarle...

- Bueno y dime ¿Cuál es su nombre? puede que la conozca- Mandy tenía el ceño fruncido con enojo, era muy empática- ya me cae tan mal solo por hacerte sufrir, es que es tan bonita la forma en la que hablas de ella, que me da coraje saber que te trato mal.

- Es más seguro que la conozcas- soltó en todo brusco, Jisung casi cae de culo- aquí todo se conocen ¿no?, su nombre es Ha...

-¿gustan algo de postre?- interrumpió Jeongin a tiempo, les sonrió como buen mozo, Amanda asintió.

- ¡Uhh sí!, yo quiero unas fresas con crema, ¿Tú, mi amor?- se volteó a ver a Han, este estaba pálido, descompuesto, frunció el ceño al verlo en ese estado, pero no dijo nada.

- Yo no quiero nada, gracias.- dijo apenas, su voz estaba estrangulada, le costaba respirar, le costaba articular palabra, Minho estaba a nada de soltar toda la sopa.

- ¿Usted no va a querer nada?- le preguntó a Minho, más en forma de reproche que queriéndole preguntar por el postre realmente, sabía que debía interrumpir porque si no todo se vendría al carajo, le hizo una mirada de advertencia, el mayor la capto en seguida y guardo silencio.

-Lo mismo que la señorita, por favor.- pidió, le gustaban mucho las fresas con crema.

-Amo las fresas con crema- comentó la pelirroja viéndolo con una sonrisa, le irritaba verla, pero es que la chica no era mala, no podía odiarla.

- Es mi postre favorito, Amanda.- le sonrió, ya se le había entumecido la cara de tanto sonreír falsamente, miró a Han de reojo, ya no le gustaba el semblante del moreno, se preocupó, pero no dijo nada.

- al parecer tenemos gustos similares.- más de lo que crees Amanda, más de lo que crees.

- Es lo que pienso- sonrió de lado. Han no pudo más, se levanto de la mesa llamando la atención de todos los presentes y comentó.

- No me siento muy bien, iré a tomar el aire- le dio a Amanda una sonrisa que apenas pudo formular, y se fue trastabillando a la parte más profunda del jardín, pasó por la fuente y recordó esa noche, esa maldita noche que lo tenía en este dilema.

caminó entre el marco de árboles, se adentró aún más en el jardín, perdiendo de vista el comedor donde estaba toda esa gente. Le faltaba el aire, no podía respirar, estaba sofocado, huyendo de todo el caos que estaba detrás de él, se sentía estúpido, muy estúpido, no se arrepentía en lo absoluto de conocer a Minho, no, nunca lo haría, conocerlo fue un respiro, respiro que ahora el mismo Minho le estaba quitando, le estaba robando el aire que le había dado y eso le estaba quemando.

Sintió sus pulmones arder, soltó unas lagrimas de forma ruidosa, sollozó destruido, fue el puente colapsado en ese momento, se colapso tanto que se tiro de rodillas, lo había perdido, lo había perdido por sus malas elecciones, él lo había cambiado, él era el único culpable, lloró esperando no ser escuchado por nadie, lloró porque era un imbécil, un imbécil que se había dado cuenta de algo esa misma tarde, y era que jamás sería ni la mitad de feliz con Amanda de lo que sería con Minho. ¿por qué no era egoísta una vez en su vida? ¿por qué no era el villano de su propio guión de vida? ¿por qué darle el privilegio a otro de destruirle la vida, cuando el podía hacerlo? si destruirse la vida implicaba estar a lado de Minho, entonces correría el riesgo, lo correría, claro que lo haría.

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- Una disculpa, voy al baño- dijo Minho antes de levantarse y entrar a la casa, ya se había calmado, el acumulo de sentimientos había pasado, sabía que se había comportado como un reverendo imbécil, lo sabía, pero es que había visto todo desde el punto de su dolor, era justificable, era un humano con emociones que le sobrepasaban, si bien no se comportó bien, sabía que tampoco lo hizo Jisung, así que estaban a mano.

Camino por el pasillo al servicio y cuando menos lo esperó se vió intervenido por Jeongin, lo tomó por los hombros, esperó que lo regañará, le gritará o le diera un golpe por su comportamiento imbécil, pero Jeongin hizo lo que menos pensó, le dió un abrazo de lo más sincero, un abrazó que Minho sabía que necesitaba, lo necesitaba tanto, que se soltó a llorar en ese momento, lagrimas saladas corrieron en sus mejillas, sollozó unas cuantas veces, las limpió con rápidez aún sujeto a su amigo.

- Lo siento mucho, Minho, creí que lo hacía por tu bien, pero... pero es que... no te hice ningún bien, a ninguno de los dos.- Minho se separó un poco mirándolo a los ojos, frunció el ceño confundido, Jeongin lo miró compasivo.

-¿De que hablas?- preguntó atando cabos.

- Yo... yo lo sabía... yo, yo ¡Dios! yo lo amenacé, le dije que se alejará de ti, tenía que decirte la verdad, no quería verte dañado después, además creí... creí que él estaba jugando contigo o algo así, pero veo que no es así y...

- Sí, sí es así, él sí jugo conmigo, ¿no notas su postura?- Jisung se notaba tan... entero.

- Solo estoy notando que esta igual de herido que tu- lo que no sabía Minho, es que Jeongin le llevó rato analizarlos para saber que ambos estaban mal, muy mal y eso se confirmó en cuanto lo vio salir corriendo.

- Dices eso para engañarme.- Minho se limpió el rastro de lagrimas.

- Yo digo lo que vi, Minho. él esta igual de herido que tu.- Jeongin se apoyo en la pared viendo a su amigo.

- Pues no me importa.- Minho se giró de camino al jardín, pero la voz de Jeongin lo derivó.

- Minho...

- Nada de Minho, él es el enemigo, él esta con esa espantosa familia, él esta con ellos y yo... nosotros de~debemos destruir a todos los Castle, ambos sabemos que ninguno queda impune de los actos.

- Minho, no, no muevas ningún dedo, te vas a arrepentir.- advirtió el menor, poco convencido de las decisiones de su amigo.

- Debo incluirlo a la lista de vetados, él... - paso saliva costosamente- él debe ser investigado y castigado si ha comentado algún delito.

- Tienes la cabeza caliente, hombre- Minho negó, negó rotundamente.

-No, sé lo que hago, sé lo que hago, ¿okey?, no soy estúpido. - se giró dejando a su amigo con la palabra en la boca.

Fue al patio trasero de regreso, miró que Jisung aún no volvía, no dijo mucho, solo se sentó y espero ver a Jisung, pero este no apareció nunca, se preocupó, ¿ y si algo le pasaba?. En el patio la gente comenzó a llegar, comenzó a llenarse de gente pomposa, Amanda ya tenía amigas a lado platicando de cualquier cosa, se levantó de su asiento y fue donde ella con un solo movimiento, tenía que verlo, una vez más, antes de que sea destruido, tenía que verlo, un momento más, una vez más a solas.

- Hola Amanda- Amanda sonrió, las mujeres a su lado se sonrojaron con la belleza de Lee, le sonrieron tímidas.

- Minho, que gustó.- sonrió como si no lo hubiera visto desde hace unas cuantas horas.- déjame te presento, Minho, ella es Elisa y Aida, mis amigas. chicas, él es Minho, un amigo.

- Un gusto- soltó cortante el castaño, les dio una mirada a cada una para no verse descortés- Amanda, ¿ya se fue tu prometido?

-No, no creo- dijo preocupada, nunca se iba sin despedirse- no lo he visto tampoco, pero estoy segura de que no ha salido de ahí, he visto en esa dirección todo el tiempo.

-¿Quieres que vea como esta?- pregunto preocupado, la joven asintió agradecida.

- Por favor, si eres tan amable- asintió él- me preocupa, pero con las visitas no puedo verlo- Minho no dijo más y se giro con dirección al jardín.

Caminó por el camino donde Jisung había partido, donde lo había visto partir, tiempo atrás, paso por la fuente, el arco de flores y los recuerdos, suspiró ruidosamente, era mucha carga mental para él, todo esto lo estaba llevando al colapso, era mucho, muchos sentimientos, muchos sucesos, muchas cosas realmente, pasó por muchas flores bien cuidadas, hasta que lo vió.

Jisung estaba sentado en el pasto, viendo el cielo distraído, eso fue como un deja vú, de él siguiéndolo y encontrándolo distraído viendo la luna, esta vez veía el azul cielo de julio, exhausto, desconcentrado y triste, quien diría que esta vez los dos estaban en las mismas, extrañándose.

- Te estas perdiendo de la fiesta.- comentó sentándose a lado del joven en el piso.

- Minho.- soltó sorprendido.

- Hola Jisung, ¿ o debería llamarte Han?- preguntó en voz neutra, estaba cansado de fingir que no quería estar a su lado de esa forma, en paz.

- Tú no lo hagas por favor.- suplicó Han, se giró a verlo, Minho nuevamente lo sorprendía, es que lo quería tanto que le dolía, le dolía que la situación fuera de esa manera.

- Este día no lo haré.- susurró Minho.

- Me parece bien- contestó Han, se mordió el labio y tentando el campo por el que caminaba, soltó la primera bomba- por favor Minho, déjame explicarlo.

- No tienes nada que explicarme- contestó Minho mirando el cielo, tan azul y calmado.

- Sí, sí tengo, por favor...- interrumpió al moreno cuando lo abrazó completamente, lo extrañaba tanto, saber que lo tenía que destruir le dolía, pero... él ya tenía un plan, un plan que no defraudaría, lo abrazó necesitado, triste, furioso, con tantas emociones que su pecho dolía.

- Ahorita no, mi amor, ahorita no- le susurró en el oído, Han comenzó a llorar, llorar de verdad, con gotas gruesas, lo extrañaba tanto- que sea nuestra tregua.

- ¿De qué hablas.?- preguntó confundido, ¿una tregua? ¿de verdad se la estaba dando?, no merecía a Minho, no lo hacia en lo absoluto.

- De que quiero abrazarte, porque te he extrañado mucho.- tomó la cara del menor entre sus manos y acerco sus labios en un corto besito, que se sintió como el alma les regreso al cuerpo en un suspiro.

-Siento que te estas despidiendo.- comentó cuando se separaron, tenía miedo, Jisung sintió miedo.

- No, no lo hago, es solo que fueron muchas emociones por hoy y solo en tus brazos me siento bien.- comentó dándole otro beso, y luego otro, y luego uno más, los estaba coleccionando y guardando en su memoria para cuando se separaran de nuevo, lo estaba besando porque sabía que no lo iba a volver a besar y que esa boca ya no sería suya nunca más, aunque un dudaba si le perteneció alguna vez, o solo Amanda se la prestó.

- Minho, te amo.- Minho cerró los ojos con dolor, esas palabras no, por favor, ¿Qué no ves que nos hacemos daño?.

- No lo digas, Jisung, no arruines el momento, pronto va a acabarse, mi amor, no me puedo quedar aquí, no podemos, será raro.- lo volvió a abrazar con fuerza, ambos en el piso, abrazándose, ninguno quería soltarse.

- Lo entiendo. Minho, por favor, por favor, déjame explicártelo, no~no ahorita si no quieres, pero hoy, hoy en la noche podemos vernos y... y te diré todo- dijo Jisung hipando- no es que quiera que volvamos, pero mereces saberlo todo, no te lastimé solo por hacerlo, hay motivos.

- Esta bien- acepto, quería escucharlo- hoy en la noche, ¿esta bien?, nos vemos donde siempre, Jisung.

Le dió un beso en la frente y lo dejo ahí, salió de la fiesta sin avisarle a sus padres, ¿para qué? lo retendrían y él tenía cosas que hacer, tomó un taxi de camino a su casa y cuando llegó, cuando llegó redacto la carta que mandaría con urgencia.

"Querido Sam (Hyunjin)

El yerno del presidente me es sospechoso, se necesita una investigación profunda sobre su persona, su nombre es Han Jisung y es prometido de Amanda. ¿por qué nunca se supo nada de él? no lo sé, pero necesito información sobre él.

Se me hace muy extraño el que no supiéramos de su existencia, ahora necesito investigarlo, a fondo, y si es que el joven si ha cometido crímenes, es justo que los pague junto a toda la familia Castle."

Envió la carta con el cartero de confianza, el hombre la llevó con urgencia, y luego Minho se fue a la cama buscando a Morgan, quería ver de nuevo a Han, quería escuchar que le diría, ya después vería si le creía o no.

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Hola, Holaaa.

a que no esperan saber de mi tan pronto, jaja pues aquí esta el capitulo 10, yupiii. Me emociona mucho subirles capitulo, y también ver sus comentarios. se merecen mi corazón, mejor dicho ya lo tienen jeje.💚

bonito día, lxs TQM, besitos, bai.

2024

COMO ES POSIBLE QUE YO ESCRIBÍ ESTOOOO, QUE NO ME LA CREOO.

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