Capítulo 42
Isabella
No me puedo distraer por un momento porque ya encuentro que se van de viaje, ahora resulta ser que se van a regresar a L.A. ¡PERFECTO! ¡MÁS QUE PERFECTO! Ya que allí si podré hacer lo que me plazca con ella, le avise de inmediato a Brenna lo que había averiguado y me dijo que así se ahorraba la molestia de venirse a Nacolandia, tenemos que impedir esa boda a TODA COSTA, no se pueden casar esos dos ¡NO SE PUEDEN CASAR POR NINGÚN MOTIVO! Tomé de inmediato mi teléfono, llamé a mi agente y le dije que me buscara, necesito llegar a L.A. Primero que ellos, los tengo que vigilar aún más de cerca, más de lo que ya lo he hecho en todo este tiempo.
Una semana después:
Saory
Ya estamos en camino a L.A. Pero esta vez no estaban mis hermanos, ellos se quedaron con mi mamá ya que ahora todo el barrio sabe que mi mamá es la suegra de nada más y nada menos que CAMERON BOYCE, era mejor que no se quedara sola, esta vez iba muy pero muy contenta ya que...
Primero: Pecas y yo arreglamos nuestras diferencias
Segundo: Nos vamos a casar,
Y tercero: ¡NOS VAMOS A CASAR CARAMBA!
— Latina, ya faltan 3 meses para que nazca nuestra hija — Decía él todo emocionado mientras acariciaba mi pancita cuidadosamente. Yo le tomo la mano y le digo con una gran sonrisa en mi rostro:
— Ya pronto te dirán "Papá" Papá te quiero" — Se rieron todos.
— ¡Quien lo diría! Va a ser padre a los 21, Maya y compañía... Andaban susurrando por allí pero no les hice caso.
— Oye Marietta... ¿No sabes porqué mi hermano le dice Latina a Saory? — Preguntaba Maya intrigada — No sé de repente me dio curiosidad el saber eso.
— Porque es un fijón Maya — Contestó rodando los ojos — Yo le decía así primero que él, pero ya no importa, a ellos dos les luce más ¿Sabes?
— Oye Michell ¿Cuándo se casan Marietta y tú? — Preguntó Dove levantando una ceja y sonriendo con picardía — Faltan ustedes y Maya.
— Yo me caso cuando Kendall esté un poco más grande — Intervino Maya de repente — Algo así tipo Sao y Cam, bueno creo yo que va a ser así.
— Pues yo no sé cuando me voy a casar Dove... Ya saben PORQUE — Marietta miró a Michell — Aún espero... LA PROPUESTA DE ALGUIEN.
— Michell se sonroja un poco y se cruza de brazos — Bueno Marietta Todo con calma, ya pronto pasará ¡YA VERÁS! Espera y verás.
Michell y Marietta son un caso serio, no los supero de verdad, Cameron se puso a hablar con lo chicos mientras yo revisaba el teléfono, (Obviamente no los mensajes porque el teléfono está en modo de vuelo) Sino las fotos y demás cosas, me encontré las fotos de Caracas, Maya observaba las fotos conmigo, y en una de esas me hizo una pregunta que me paralizó un poco.
—¿Estuviste con Milo todo este tiempo y no nos dijiste nada Saory? -— Puse el celular en mis piernas y le contesté de forma serena y pacífica ya que el que nada debe, nada teme.
— Si Maya, es verdad pero... Él solo nos acompañaba a mis hermanos y a mí, antes de irme a mi casa se fue a Los Ángeles — Le explicaba — Ya le expliqué a tu hermano absolutamente todo lo que pasó allá en Caracas con lujo de detalles sin censurar NADA.
— Saory escúchame bien — Dijo ella tocando mi hombro y riéndose un poco — Yo si te creo... Solo que se me hizo raro, MUY RARO que no nos contaras eso aún.
— Maya es que quería hablar de eso en la mansión pero ya no importa, lo que importa ahora es que tu hermano y yo estamos bien y nos vamos a casar — Decía — Vamos a comer algo ¿Quieres? — Le invitaba.
— Claro que quiero — Contestó — Además creo que Kendall ya me anda pidiendo comida - Nos reímos ambas — Vale, además no es solo Kendall quien quiere comer.
Cameron
La mujer que amo está muy contenta y si ella está contenta yo estoy contento, me encuentro hablando con los muchachos sobre muchas cosas... Y entre esas cosas iba que Milo andaba aquí en Venezuela con Saory, ellos se sorprendieron puesto que no se lo esperaban, Booboo se puso de pie frente a mí y me dijo de la siguiente forma, algo alterado.
— ¿Y así se lo perdonaste y te vas a casar con ella Cam? — Yo me rasque la cabeza y le contesté.
— Ella me perdonó una infidelidad a mí, además ya corroboré que entre ellos no pasó ni pasará nada Booboo — Le decía algo molesto.
— Relájate Cameron Mica — Se reía Booboo — Solo bromeo un poco contigo, yo sé que no paso nada entre ellos dos, SAORY TE AMA con locura y se le nota de lejos... Cuando está contigo, no sé como describirla... Simplemente no puede negarlo.
— Lo sé Booboo... Esa mujer me trae loco desde la primera vez que la vi ¿Saben? Por fin, hice una buena elección — Decía sonriendo mientras veía el piso — Y claro que fue buena elección.
— Se miraron las caras — ¿A qué te refieres con eso Cam? — Decía Michell — O sea porque... Tantas elecciones que has hecho y dices que son buenas.
— Los miro de brazos cruzados y les respondo riendo un poco — Pues me refiero a Saory tontitos, hice una muy buena elección con respecto a ella... Jamás pensé que ella se convertiría en lo que ya es.
— Así es el destino de impredecible Bro — Intervino Karan — Al igual que tú, yo jamás imagine que tu hermana llegara a ser el amor de mi vida... Y mírame, aquí ando todo emocionado porque ella va a tener un hijo mío.
— Me cuidas bien a Kendall, Karan — Le dije haciéndole una seña — No quiero que Maya se ande quejando.
— Tratare de ser un padre ejemplar Cameron — Dijo chocando el puño.
. . .
Milo
Ha pasado ya una semana desde que Cameron y Saory se comprometieron, aún no he superado el duro golpe que recibí al enterarme de la noticia, he tomado el teléfono para enviarle mensajes a ella pero nunca se los mando, termino por borrar todo lo que escribo, no vaya a ser que Cameron los vea y me busque para hacerme daño solo por UN MENSAJE. Ya a estas alturas debe saber que estuve con ella en Caracas, aunque siendo realistas, es raro que no me haya amenazado ya.
Meg no ha dejado de estar aquí, dice que no quiere dejarme solo... De repente piensa que puede pasarme algo, la quiero mucho, es mi mejor amiga pero no sé... Me a dejado pensando los últimos días en ella, es que... ¡No la saco de mi cabeza! Y no entiendo por que pasa esto ahora, ya que siempre la vi como una amiga, compañera de trabajo, entre otras cosas, pero ahora la veo de una manera distinta, es que ella se ha portado tan bien conmigo, jamás habían hecho algo así por mí, tanto así que he llegado a pensar que me ama pero no lo creo... No creo que ella me ame, deben de ser ideas mías. Ella me ve de la misma forma en que yo la veo a ella... ¡Como amigo! ¿O no?
Estaba recostado en mi cama cuando escucho el timbre nuevamente — Es Meg de seguro, quedó en venir nuevamente — Pensaba.
Así que grité — Pasa Meg esta abierto — Respondo desde mi cuarto.
— Hola Milo — Me dijo con una enorme sonrisa — Aquí estoy... Te traje unas cosas.
Yo me sonrojé un poco y le dije — Oye Meg... ¿Por qué haces todo esto por mí? No es necesario... ¡EN SERIO! Estaré bien — Decía sonriéndole — No te preocupes por mí.
— No quiero apartarme de ti en ningún momento Milo — Decía ella con un brillo especial en sus ojos — Entiéndeme Milo, te aprecio demasiado... Y quiero estar aquí para ti siempre.
Esas palabras me hundieron más en mis pensamientos ¿Será que Meg si esta enamorada de mí y yo no me había dado cuenta de eso? ¡No! ¡No lo creo! — Me decía a mi mismo mientras mi rostro se tornaba confuso, no fue hasta que escucho de repente.
— ¡OYE Milo DESPIERTA! ¿Estás ahí? ¡Tierra llamando a Milo! — Me sacude un poco.
Sonrío algo apenado por la situación, pero es que de verdad que no podía sacar de mi mente esos pensamientos — Emm... ¡Lo siento Meg! Me quede pensando en algunas tonterías — Le vuelvo a sonreír para disimular.
— Tranquilo Milo — Me codea un poco — Ven levántate ¡Estira el cuerpo! — Me dice mientras me jala por el brazo — Vamos a caminar un rato al parque.
— ¡No Meg! ¡NO QUIERO SALIR! No tengo ganas — Le digo con mucha pereza — Es que en realidad no quiero salir.
— Esa no es excusa señorito — Me saca la lengua — ¡Vamos! Levántate, ponte los zapatos y vamos al parque — Me dice imponente.
No me quedaba de otra más que aceptar la oferta, la conozco bien y sé que si no acepto seguirá insistiendo hasta conseguirlo así que luego de un suspiro profundo le dije.
— Esta bien ¡YA VOY MANDONA! — Le digo y para fastidiarla un poco.
Me relajo para que pueda con mi peso, pero ella no pudo sostenerme y me caí sobre ella — Meg... ¡Lo siento! No fue mi intención — Le digo y al instante los nervios fueron en mi contra haciendo que mis mejillas se tornen muy rojas.
En menos de un momento, me levantó a como puedo y le extiendo la mano para ayudarla y ella solo me dijo:
— Tranquilo, no pasa nada Milo — Me toma la mano y se levanta — Bu... Bueno Milo ¡Vamos! Colócate los zapatos que te espero en la sala — Me dice y sale de mi habitación.
¿Qué es lo que había pasado entre nosotros en ese momento? ¿Sentí que me gustaba Meg por unos instantes? ¡No sé que está pasando conmigo! ¡ESTOY MUY CONFUNDIDO! Me invadieron todos esos pensamientos de repente... Y para sacarlos de mi mente, me coloque rápidamente los zapatos y me fui junto a Meg al parque a caminar.
~*~
18 horas después, ya estábamos en territorio estadounidense, creo que yo soy la única despierta, no podía dormir, estaba ansiosa, nerviosa o que se yo, simplemente no podía dormir, quería llegar a la mansión lo antes posible... No sé, extrañaba mucho a Betty, me hace falta charlar con ella y pedirle consejos, así como eso de ir a acompañarla a visitar a su hijo Roger, también extrañaba mucho Mario, el chofer que siempre ha sido muy buena persona conmigo desde que me conoció al igual que Tom y Alejandro (Los guardaespaldas de Pecas), entre otras personas, ando un poco nostálgica, ando extrañando a todo el mundo como si todo el mundo me doliera, supongo que ando sentimental por el embarazo. Luego de una hora más, llegamos por fin a L.A. La azafata nos despertó con mucho cuidado para avisarnos que ya estábamos en el aeropuerto, Cameron se estiró un poco y me dijo mientras se estrujaba los ojos — Ya es hora de bajar del avión Latina. Le sonreí por un instante y le dije con una ceja levantada.
— Vayamos pues.
Bajamos del avión y esperamos un momento en la sala de espera a que Mario viniera por nosotros.
— Ya extrañaba estar aquí ¿Sabes? — Le decía a Maya.
— Pues si Saory — Asentía a lo que le decía — Yo también extrañaba estar aquí en L.A.
Mario llegó a la media hora de estar sentados allí y apenas le vi, corrí a darle un abrazo a aquel buen hombre al que considero amigo. Salimos directo a la mansión donde Betty estaba esperándonos con ansias, según Mario nos tenía algo preparados a todos... Y una sorpresa para Maya y para mí ¡YA QUIERO SABER QUE ES! Esa Betty, nunca deja de sorprendernos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro