Capítulo 10
Me levanté, ya era de mañana y la señora Betty se había ido a visitar a su familia que vivía del otro lado de la ciudad, ella tiene una suerte, aunque sea ella si puede verlos una vez a la semana, yo no... Para poder ver a mi familia tengo que hacer "Maromas", por cierto, me llamaron vía WhatsApp hace rato, me dijo mi madre que me extrañaba mucho y que mi hermano estaba mejorando mucho, tanto en lo de su enfermedad como en sus estudios y comportamiento, eso me alegró muchísimo, nunca pensé que Eduardo iba a mejorar en algo... Espero que el si termine la universidad... Yo no la termine del todo, simplemente salí de T.S.U. (Técnico Superior), en fin, me alegró mucho saber de ellos, aún no les cuento quien es mi jefe, porque estoy segura de que lo regarán por todo el país y si en dado caso llegara a volver, no me dejarían en paz; lo malo es que todo en Venezuela es una Farándula todo lo riegan y todo lo malinterpretan.
Pasé casi toda la mañana arreglando unas cosas mientras me preparaba para hacer el almuerzo, como lo tenía planeado, hoy es uno de esos días en los que Pecas no tiene ganas de salir ni a la sala, y pensándolo bien, no lo veo desde anoche que se fue esa tipa, Kelly (La Manager de Pecas) estaba diciendo hace rato que él no quería salir de su habitación. Ahorita luego, después de hacer el almuerzo, iré a llevarle la comida y a ver qué fue lo que pasó, me preocupa esa actitud de él.
Me dispuse a hacer la comida, primero me dispuse a hacer el relleno para luego hacer las Arepas, me sentía como una chef profesional aunque no lo fuera, no se si es porque estoy en otro país o porque estoy cocinándole a una estrella famosa; en cuestión de media hora ya estaba listo el relleno, ahora ¡A LO BUENO! Tomé la harina y la puse en el mesón al lado del envase que iba a usar, luego de lavarme bien las manos tomé la harina, la vacié en el envase, le agregué sal y agua, y comencé a amasar la masa, la señora Libby se acercó a curiosear qué era lo que se supone que estaba haciendo y me dijo:
— ¿Puedo ayudarte en eso? — Decía — Me da mucha curiosidad — Me sonrió.
Yo mirándola, le devolví la sonrisa y le contesté — Pues claro señora Libby con mucho gusto acepto su ayuda.
Se lavó las manos y mirándome de manera curiosa me dijo — Bien ¿Qué tengo que hacer?
— Pues algo muy sencillo — Tome una pelota de masa y se la pasé — Vas a hacer lo mismo que yo.
Empecé a enseñarle a la señora Libby como se hacen las arepas Venezolanas, ella me decía que no creía que fueran tan fáciles de hacer, la primera le salió algo "Ovalada" y luego poco a poco fue a agarrar el hilo. Nos reímos mucho en ese momento, luego de rellenarlas todas, nos fuimos a llevar la comida, todos estaban a la mesa menos Cameron, pedí permiso para llevarle la comida, y me dijeron que sí y que de paso les informara que estaba pasando con él, así que tomé el plato y me dirigí a la recámara de Pecas, una vez allí Toqué la Puerta con cuidado — Pecas... Abre un momento — Nadie respondió — ¿Pecas...?
— No quiero hablar con nadie... Déjame solo por favor — Contestó.
— Soy yo... Saory ¡ABRE LA PUERTA PECAS! — Dije algo preocupada.
Escucho que quitan el seguro de la puerta -—Pasa, necesito decirte algo urgente y creo que no te va a gustar.
Entre al cuarto de Cameron, él le pasó el seguro a la puerta cuidadosamente como para que nadie le escuchara, puso la comida a un lado por un instante y mirándome serio me dijo: — Espero que no te moleste lo que voy a decirte Latina. Honestamente me alarme un poco, el pana tenía como mucho misterio con todo esto y eso me da muy mala espina; dejé los nervios a un lado y le contesté con mucha seguridad — Puedes decirme lo que sea Cameron, lo sabes.
Me miró con ojos ojerosos y tristes, parecía que hubiera estado llorando — Estoy algo confundido Saory, siento rabia, siento desprecio hacia Isabella pero a la vez siento que... Todavía me gusta un poco.
— ¡MALDITA SEA! — Exclamé en mi mente — Les juro que... Cuando escuché esas palabras, me dieron ganas de salir corriendo a buscar a Isabella para agarrarla a golpes, yo sé perfectamente que ella solo está aquí es para ayudar a Maya a molestarme y para hacer sufrir a Pecas y no lo voy a permitir, él es un chico demasiado increíble y guapo, con una personalidad carismática y encantadora, me duele verlo así gracias a ella. Tomé su mano y acercándome a él un poco más, le dije con sinceridad — No estoy molesta contigo Pecas, además... Tu y yo solo somos amigos, aún no tenemos nada más allá de eso y te comprendo... He pasado por cosas similares pero, una cosa sí te voy a decir Pecas — Decía algo seria.
— ¿Qué sucede? — Dijo intrigado.
— De lo que realmente estoy segura en esta vida, es que NO PIENSO PERDERTE — Contesté con mucha firmeza.
Cameron se sonrojó mucho al oír mis palabras, y no fue el único porque ni yo misma sé porque le dije eso de esa forma, Pecas no dejaba de verme y en su mirada notaba que no se lo creía así que me hizo repetirlo de nuevo.
— No pienso perderte Cameron — Dije — Es que desde ayer que llegó esa loca me di cuenta de que no solo me gustas... Sino que... Te... Te amo.
Él se puso de pie por un momento y yo solo lo observaba, creí por un momento que no le había gustado la respuesta, luego de unos segundos de andar observandome, me hizo poner de pie a mí también, (La verdad no sé porqué lo hizo si iba a pasar otra cosa), me miró fijamente a los ojos por un momento, sus hermosos ojos café dibujaban una mirada de deseo en ellos y sin pensarlo dos veces me tomó entre sus brazos y me pegó a él, lo cual hizo que me estremeciera por completo — Latina — Dijo mirándome fijo a los ojos — Iba a decir algo pero él, interrumpió — No digas nada — susurró.
Estaba muy nerviosa porque estaban Maya y los señores de la casa, esos son todo oídos, Cameron no se contuvo y me besó, su lengua buscaba la mía con urgencia, se notaba que deseaba hacerlo, como si su vida dependiera de ello. Yo solo me dejaba llevar por el momento, la verdad es que el chico no está tan enredado del todo, simplemente que al ver de nuevo a Isabella hubo un encontronazo entre lo que siente por mí y la rabia que le tiene a ella por lo que le hizo en el pasado, o sea una cosa no va con la otra.
Minutos después... Él ya se encontraba sobre mí, se puede decir que se veía en sus profundos ojos café esa Perversión, y yo no me quedaba muy atrás que digamos, porque hablándoles claro, yo sí quería estar con él — ESTE HOMBRE ME TIENE LOCA ¡POR DIOS! — Pensaba — Estaba en un punto donde yo estaba dispuesta a todo. Pensé que terminaríamos haciendo el amor pero... Como era de esperarse, alguien interrumpió la escena perfecta.
— ¡Camy! — Gritó Maya — Kelly está aquí y dice que no se irá hasta que te vea y hable contigo.
— ¡Rayos! No puede ser — Exclamamos ambos — Bueno Latina, ni modo, tendré que salir de aquí aunque no quiera, lastima que... Otra vez interrumpieron.
— ODIO QUE SIEMPRE HAYA UN CORTA NOTA — Pensaba molesta — ¡DEJEN YA DE INTERRUMPIRNOS!
Chamo no de pana, yo lo que soy es tremenda matona, un poco más y se puede decir que pierdo el Virgo con nada más y nada menos que Cameron Boyce, el hijo de mi jefe. Él se puso un camisón blanco y seguía con el short de color azul que llevaba puesto, el camisón era algo largo, creo que trataba de disimular un poco la erección que tenía todavía.
Salí sigilosamente de la habitación de Pecas (No quería que me vieran en su recamara) y me fui a la terraza para pensar y analizar lo que acababa de pasar allí adentro, creo que ya con eso escribo un libro llamado Seduciendo a mi jefe, okey no, creo que ya estoy exagerando, necesito que Isabella se largue de aquí y deje en paz a Pecas por las buenas ya que por las malas soy toda una mente malévola.
No les miento en algo, yo si sentí la impetuosa necesidad de ESTAR CON ÉL... ¡MANO! ¡QUERÍA QUE PASARA ESO EN SERIO! Pero, por algo Dios no quiso que fuera hoy ese momento, esa sensación es única, indescriptible, de tener allí a la persona que quieres, lo es todo, sí, yo sé que no pasó nada pero... Estaba apunto de pasar algo más allá. Cada vez que pasaban esas imágenes por mi mente, sentía esas mariposas en el estómago, me humedecía mucho y así pasé la mayor parte del día en mis pensamientos...
— DESPIERTA YA ILUSA! — Gritó Isabella — Andas como en las nubes.
— Disculpe señorita Isabella, a usted no debe importarle si estoy en las nubes o no — Dije algo molesta — Además si soy ilusa o no es mi peo.
— ¿Tu qué? — Dijo riéndose — Ay ¡Por favor! Más tonta no puedes ser.
— Tonta eres tú que se te olvida que nuestro idioma natal no es el mismo, no somos del mismo país y mis dichos no son iguales que los tuyos GAFA — Pensaba.
Tomé mi plumero y me retiré para evitar que ocurriera la tercera guerra mundial en la mansión, me fui un momento a mi recamara, y tocaron la puerta — ¡Pase! — Dije.
Era la señora Libby — Saory, por favor, ¿Podrías llevarle esto a Cam? — Dijo poniéndome una cosa envuelta en un trapo — Se le olvido y creo que lo va a necesitar.
— En seguida me cambio y voy a llevárselo Señora Libby — Contesté.
Así como lo acabo de decir, me cambié de ropa rápidamente y me fui directo al estudio... Y al cabo de 1 hora ya estaba allá, como siempre, andaba perdida por todo eso, obviamente ya sabía que era el estudio 7 pero... Ya se podrán imaginar, iba de puerta en puerta buscando, paré un momento y me recosté de la primera pared que vi, después de suspirar y descansar un poco, sentí que tocaron mi hombro suavemente, me asusté de inmediato y luego de voltear como el exorcista vi detrás mío a ese chico... Milo Manheim, me puse la mano en el pecho y le dije algo frustrada — ¿Estás consciente de que por poco me matas del susto? — Digo con una ceja levantada.
Se ríe un poco al ver mi reacción para luego decirme en tono sarcástico — Pues si lo estoy, supongo que andas perdida de nuevo... ¿O no? ¡Cameron!
— ¡NO SIGAS CON ESO! — Dije molesta — Si no vas a ayudarme, entonces déjame sola Milo.
— No seas así Niña, solo quiero conversar contigo — Decía — Ya te dije la otra vez que me simpatizas mucho y quiero conocerte un poco.
— ¡Okey ya! — Dije algo frustrada — Pues será en otro momento porque ahorita tengo prisa - Lo aparto.
— Espera un momento — Dijo tomándome del brazo — Solo quiero saber una cosa niña.
Ruedo mis ojos en señal de fastidio — ¿Qué quieres saber de mí? — Dije.
— Solo quiero saber que eres de Cameron Boyce — Contestó — Ya que como siempre estás aquí y te veo con él a cada rato... Quería saber la verdad...
— Si me llevas al estudio te cuento todo — Decía.
— ¿Te diste cuenta de lo que dice en esa puerta verdad? — Dijo señalando la puerta en la cual estaba escrito bien grande "Estudio numero 7"
— ¡Que mongola soy! De pana — Pensaba — Bien, dame un segundo... Entro a darle esto a Cameron y salgo enseguida.
— Está bien aquí te espero — Contestó Milo.
Milo
Pero qué chica tan simpática y linda, se ve que es una buena persona, aunque de carácter fuerte, la verdad no sé porque se comporta así conmigo, si yo lo que hago es tratarla bien en todo momento, desde que la vi llegar al edificio la primera vez, dije que debía conocerla y estaba dispuesto a acercarme, todo era perfecto hasta que me di cuenta de que ella era amiga de él.
Me molesta que ella esté con Cameron... Esta con ¡ESE PRESUMIDO! Siempre se queda con todas las chicas que me interesan, la verdad que no lo soporto... Aunque me parece raro que una chica tan sencilla y humilde como ella, tenga algo que ver con ese presumido de Cameron. Estábamos en descanso, hoy nos tocaba ensayo del diálogo (O sea donde solo leemos el libreto para corregir posibles errores antes de grabar), mañana ensayaremos con el vestuario y todo eso. Pasaron unos 20 minutos y vi salir del set a esa chica quien parándose a mi lado me dijo sonriendo un poco al fin — Bueno Milo ya llegué ¡Aquí estoy! ¿Qué es lo que quieres saber de mí?
— Primero y principal, quiero que me respondas a la pregunta que te hice hace rato chica — Dije mirándola de una forma pícara.
— Mi nombre no es "CHICA" es "Saory Marcano" — Dijo cruzándose de brazos — Y pues sobre lo que me preguntaste hace rato... Yo solamente soy la empleada más querida de Cameron y además de eso, soy su amiga.
— Me sorprendes un poco de verdad — Dije sonriendo — Es que en serio, siendo muy franco, no pareciera que fueras su empleada Saory ¡Para nada! Más bien parece que fueras su novia.
— ¡Nooo que va chamo! Tas como loco — Dijo riéndose un poco — ¡Nada que ver con eso! Solo trabajo para él y su familia, somos muy buenos amigos pues.
— Me gusta mucho tu acento chica, digo "SAORY" — Decía para molestar — ¿De donde se supone que eres? — Preguntaba con mucha curiosidad.
— Pues mira Milo, yo soy Venezolana chamito chamo — Contestó — Y si, nosotros tenemos un acento sabroso que contagia a cualquiera — Nos reímos debido a mi comentario.
— Eres muy graciosa Vale, me has hecho reír mucho — Dije poniéndole la mano en el hombro — ¿Quieres ir a tomar algo conmigo? Yo invito.
— No gracias, en este momento no puedo Milo, quizás la próxima vez si te acompañe — Contesté — Tengo que irme a la mansión ahora, se supone que debo de estar trabajando, más bien voy retrasada, solo tenía permiso para traerle algo a Cameron.
— Bueno siendo así, entiendo, si quieres te llevo a la mansión — Me ofrecí.
— ¿No habrá ningún problema si haces eso? — Dijo ella algo apenada — Digo, como estás aquí ocupado supongo y no me gustaría interrumpirte en lo que sea que están haciendo.
— ¡Para nada Saory! Hoy solo nos aprendíamos los diálogos, nada importante — Decía sonriendole — Vamos, así llegas temprano al trabajo y no te regañan.
Ella por fin aceptó y salimos al estacionamiento a buscar mi auto. No me esperaba que esa chica fuera amistad de Cameron, creo que algo me está ocultando de todo esto, siento que este cuento no está completo pero no quiere decirlo por alguna razón... Y la verdad que quiero averiguarlo, almenos no de un solo golpe, no quiero parecer tan "Metiche".
Mientras íbamos en camino, la veía por el espejo, no sé porqué esta chica me llama mucho la atención, no sé si será porque es diferente a las demás que he conocido, pero lo que sí sé es que de verdad me llama mucho la atención. Al cabo de media hora llegamos a la mansión, ella se bajó en la entrada y despidiéndose de mí entró para ir a su trabajo; yo solo espero volver a verla muy pronto, la verdad que si... ¡Quiero volver a verla! De verdad y así tenga que... Soportar el ver a ese presumido de Cameron, lo tendré que hacer, además a quien quiero ver es a Saory no a Cameron. No podré olvidar esa sonrisa contagiosa y ese acento que... Me cautivaron a la primera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro