Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 7


Lejos de las miradas de los dos bailarines, de la música y las charlas, una mujer de largo cabello azabache se apoyaba en la ventana mientras los observaba con ternura. Esa era una de las pocas ocasiones en la que había visto a Randgriz disfrutar de una fiesta. Aquella mujer hacía tiempo que no disfrutaba ella misma de diversión. Tenía que hacer los preparativos para poner su plan en marcha.

-Son adorables, ¿No es así, Brunhilde?- Una voz a su espalda la hizo girarse rápidamente.

Ante ella apareció un hombre alto y de hombros anchos. Sus ojos negros y dorados la observaban con una sonrisa. Su largo pelo rojo sangre caía por su espalda peinado delicadamente. Era un hombre realmente hermoso. Era curioso el contraste con su amigo.

-Hola Thor, a pasado mucho tiempo. Y en cuanto a esos dos, es como ver bailar a la bella y la bestia.- El tono satírico sonó con gran notoriedad en su voz.

-No tienes que preocuparte por ella. Lu Bu será muchas cosas, pero no es una persona que haga daño a los clientes, sean buenos o como padre.-

-No es eso lo que me preocupa, sino que empiecen a verse como algo más que clienta y empleado. Algo en sus ojos me dice que ocurrirá más pronto que tarde.

Ambos observaron un poco más a los dos antes de que Brunhilde levantara su teléfono y marcara un número.

Randgriz seguía hipnotizada por los los ojos depredadores que ahora la miraban con ternura mientras sus fuertes brazos la rodeaban. Por desgracia, aquel momento mágico quedó quebrado por el tono de llamada y la vibración en su costado que la hicieron sobresaltarse. Se separó de Lu Bu con cuidado y sacó el aparato.

-¿Diga?- Respondió con la cautela con la que acostumbraba.

-Y yo que pensaba que esta casa era grande, pero tu parece que te pierdes con nada. ¿No habíamos quedado hace casi una hora?- La voz de su hermana sonó con una combinación de broma y regaño a partes iguales.

Randgriz entonces recordó. Había quedado con ella para hablar del plan ¿Tanto se había distraído con aquel baile?. Rápidamente se disculpó con ella y con Lu Bu y fue lo más rápido que pudo a hablar con ella. Lu Bu se quedó unos segundos parado pensativo. Esa sensación de querer proteger algo, de que lo que tenía en las manos era inconmensurablemente valioso, pero que se rompería si no tenía cuidado.

Lu Bu entonces notó una mano en su hombro, lo que le hizo girarse. Su tensión se relajó cuando vio los oscuros ojos de su amigo. Ambos se estrecharon en un abrazo lleno de nostalgia, recordando los viejos tiempos. Pasaron largos minutos poniéndose al día de todo lo que les había sucedido.

-Y total, que el tío tira la granada y casi le veo el blanco de los ojos al diablo. Consigo ponerme a cubierto ¿y sabes que hace el tío?- Lu Bu hablaba entre risas mientras Thor le escuchaba igualmente riendose.

-¿Soltarte un monologo?-

-¡Soltarme un monologo! El gilipollas se pone a pavonearse y decirme como va a acabar conmigo, que no soy tan bueno como me pintan y al final no ve que llevo detrás de él desde que empezó a hablar.-

Tras estar hablando un rato más, Thor terminó mirando a su amigo con ojos cómplices. No había mencionado nada sobre su hermana, a pesar de haber estado bailando con ella hace apenas unos minutos atrás. Cuando Lu Bu se dio cuenta, torció la cara en una mueca de desconcierto.

-¿No hay nada más que quieras contarme?¿Algo sobre una chica, quizás?- Inquirió el pelirrojo.

Lu Bu suspiró. Los había visto, pero no es que no quisiera decírselo para ocultarlo, sino porque el mismo no sabía que era lo que le pasaba. Una extraña necesidad de proteger a aquella pequeña existencia, a la vez de un deseo de mantenerla cerca y sentir su calor. Tampoco sabía como se sentía ella con él, si quería que estuviera cerca o si solo lo toleraba. Era una situación extraña.

-Es complicado.- Se limitó a decir.

-No tanto como crees. Sinceramente es la primera vez que la veo así.-

-¿Así como?- La confusión volvió a aparecer en su rostro.

-Feliz. Ella no ha tenido una infancia fácil. Fue la hija de una aventura de nuestro padre, la cual no fue precisamente planeada, y cuando nuestra madre le dio la espalda, no le quedaron muchos apoyos. Mis hermanas y yo intentamos hacerla sentir bien, pero nuestro padre tenía otros planes. La mantuvo cerca, para que algún día le fuera útil, pero no para que fuera una hija.

Lu Bu comprendió entonces la reacción que tuvo cuando le preguntó en el coche por la llamada. Sus sospechas se habían confirmado.

-Por eso necesito que la cuides, no me gustaría que pasara por más cosas. Además, incluso con lo feo que eres seguro que tienes una posibilidad.- Otra vez ese asqueroso rintintin.

Lu Bu le dirigió una sonrisa enfadada, pero en el fondo se sintió aliviado. Mantendría a ese haz de luz a salvo de todos los que quisieran hacerle daño. No solo como parte de su trabajo, sino también por ese deseo personal que empezaba a nacer en él.

~0~

Mientras los dos hombres hablaban, Randgriz caminó presurosa por los pasillos. Se había distraído demasiado. Llegó a una sala apartada y se paró para respirar un momento, cuando sintió la presencia de alguien. Alzó la vista y vio el inconfundible cabello largo y oscuro de su hermana, acompañado por una sonrisa tierna que le hacía sentir tranquila. Seguía siendo su hermana mayor.

-No se que tendrá ese bárbaro, pero parece que te tenía hipnotizada.- Su voz salió junto a una sonrisa pícara.

-No se de que hablas.- Dijo Randgriz mientras aparecía un leve sonrojo en su rostro.

-No te preocupes, no te presionaré. Espero que todo siga bien pero ¿trajiste lo que hablamos?- Inquirió Brunhilde.

El rostro de Randgriz entonces se tornó serio, decidido, y sin titubear sacó de su bolso una tarjeta de memoria que entregó a su hermana.

-Todo está ahí. Lo bueno de que nuestro padre no me eche mucha cuenta es que tampoco tiene cuidado de ocultar las cosas cuando yo estoy cerca. Fue muy estúpido al pensar que no usaría esos datos contra él algún día. Hay pruebas suficientes como para hundirlo, y si lo sumamos a lo que tu y Thor habéis conseguido, no podrá salvarse de esta ni con sus artimañas más sucias.- Dijo mientras apretaba los puños con furia.

-Has sido muy valiente. Casi nadie se atrevería a enfrentar a alguien tan poderoso como nuestro padre. Estoy muy orgullosa de ti.- Brunhilde dijo mientras la abrazaba para calmarla.

Su plan estaba en marcha. Con toda esa información, no solo podrían enfrentarlo en los tribunales, sino también privarle de todos sus contactos y hundir su empresa. Destruirían todo por lo que tanto había trabajado, así como él les había quitado sus infancias. Lo iban a destrozar totalmente.

-Ahora solo falta seguir con la actuación. Ten cuidado cuando te reúnas con él. Aunque no es un viejo asqueroso como su hermano, tiene mala fama. Andate con pies de plomo.- Dijo Brunhilde después de soltar el abrazo. Randgriz asintió, le agradeció de nuevo a su hermana y salió de la habitación. Respiró profundamente para calmar sus pensamientos y meterse en el papel. Era el momento. Caminó de vuelta a la zona de fiestas y tomó una copa de champan para disimular.

-¿Señorita Randgriz?- Una voz a su espalda la hizo girarse.

Ante ella estaba un hombre alto y delgado, con un extraño tatuaje en el rostro, vestido de mayordomo y con una sonrisa servicial.

-Soy yo- Respondió

-El señor Poseidón la espera en su oficina. Acompáñeme por favor.- Dijo el mayordomo haciendo una leve reverencia.

Randgriz caminó detrás de aquel hombre mientras trataba de disimular su tensión. Anduvieron por varios pasillos y salas hasta llegar a una gran puerta. Solo con estar parada frente a ella, podía sentir la hostilidad emanando de la sala, como si fuera la ola de un mar embravecido chocando contra ella. El mayordomo giró el pomo de la puerta y la abrió levemente.

-Señor Poseidón, la señorita Randgriz está aquí.-

-Que pase- Se oyó una voz seca.

El mayordomo abrió la puerta por completo y dejó paso a Randgriz. Frente a ella, sentado tras un escritorio ordenado, se erguía un hombre delgado, con porte elegante y apariencia joven. Su corto pelo rubio le caía sobre la frente en un flequillo sedoso, mientras sus ojos azules oscuros parecían más profundos que el más hondo de los abismos marinos. Era una mezcla entre belleza y hostilidad difícil de imaginar.

- Retirate Hermes.- Dijo el hombre. Acatando la orden, el mayordomo se retiró cerrando la puerta tras de sí.

-Siéntese.- Dijo Poseidón señalando la silla frente al escritorio. Randgriz obedeció.

- Es un placer conocerlo en persona, señor Poseidón.- Dijo ella con su habitual sonrisa dulce.

- Vayamos al grano, el acuerdo entre nuestras empresas. Quisiera repasarlo antes de firmarlo.-

Randgriz asintió y respiró hondo. Esto iba a ser complicado. No podía permitirse dar una mala impresión, o sino todo su tapadera se iría al traste. Era el momento de darlo todo y usar sus habilidades de actuación a su máxima expresión.

~0~

Informado por Thor de donde estaría Randgriz, Lu Bu se dirigió hacia el lugar para poder reunirse. No quería dejarla sola nuevamente y arriesgarse a que pasara algo malo. Sin embargo, se había dado cuenta de la presencia que lo había estado siguiendo desde hace un rato. Esta persona se mantenía a una distancia justa para no ser reconocido, pero podía ver un gorro con apariencia de pez. Tenía que quitárselo de encima cuanto antes y saber quien lo mandaba.

Rápidamente, se metió en los baños que había a un lado del pasillo. Su perseguidor se metió también, preparando la pistola silenciada oculta en su chaleco. Abriendo la puerta se giró apuntando al fondo del baño, pero su decisión se tornó en desconcierto al encontrarlo vacío. De repente sintió una presencia a su lado que de inmediato se convirtió en el contacto de un gancho a gran velocidad a su mandíbula. El golpe lo hizo tambalearse e hizo que su pistola cayera justo antes de que una ráfaga de golpes siguieran al primero hasta dejarlo contra la pared con el poderoso antebrazo de Lu Bu presionándole la garganta.

-¿Los dioses de la fortuna no habéis tenido suficiente con una paliza?- Dijo mientras comprobaba el tatuaje en el hombro del sicario.

Este sacó de su manga un cuchillo que llevó directo al costado de Lu Bu, quien pudo echarse atrás a tiempo. Una serie de tajos dirigidos a sus ojos y cuello continuaron. Aunque el atacante era más bajo y mucho menos musculoso que él, sabía empuñar un arma de filo. Sin embargo, Lu Bu contraatacó parando el brazo del cuchillo con su antebrazo y continuando con una llave, rompió el brazo del atacante con un crujido espantoso. Sin rendirse aún, el hombre lanzó un golpe con el brazo que le quedaba, el cual no hizo daño al chocar contra el pecho del dragón. Con un golpe de su codo derecho a la sien del hombre, lo tiró al suelo. El hombre, aún desorientado por el golpe, trató de alcanzar la pistola, pero esta fue apartada por una patada de Lu Bu. Otra patada, directa a la barbilla, dejó al sicario sin conciencia.

- Quedate ahí. Luego te enseño lo que es el dolor.- Dijo Lu Bu saliendo del baño con rapidez.

Esto era un problema. Habían ido directamente a por él para eliminarlo, y ese hombre tenía la marca de los dioses de la fortuna, lo que significaba que iban a por Randgriz. Tenía que encontrarla y rápido. Intentó marcar el número de Thor para avisarle, pero vio había cobertura. esos cabrones los habían dejado incomunicados. Esto era un golpe más estratégico, no como el de la discoteca. Esta vez iban en serio.

Mientras corría por los pasillos buscando el despacho, un sonido estruendoso y un olor a quemado llegaron a él. La alarma de incendios. Cuando salió al pasillo principal, pudo ver el pánico de gente corriendo mientras gritaban que uno de los salones estaba en llamas. La marabunta de gente le impidió avanzar con rapidez, lo que solo hacía que aumentar sus nervios.

"Por favor, que esté bien" Dijo en su cabeza mientras su mente se concentraba en su protegida.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro