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epilogue ──── see you soon




────────── EPILOGUE

SEE YOU SOON ──────────



❛ La muerte debe ser tan hermosa.  Para yacer en la suave tierra marrón, con la hierba ondeando sobre la cabeza,  y escuchar el silencio. No tener ayer ni mañana.  Para olvidar el tiempo, para perdonar la vida, para estar en paz 



──── Con la muerte de Oficuo es hora de irnos ──── explicó Lane, llegando con los primogénitos.

Se pararon, ocultando sus manos detrás de la espalda mientras los observaban, sintiéndose ajenos.

──── ¿Qué sucederá con el cuerpo de Oficuo? ──── interrogó Koren, tratando de mirar algo más que los derrumbes.

──── Nada. Se desintegró cuándo la matamos, hace mucho tiempo tenía que morir ──── Axle respondió ──── Pueden estar seguros que no volverá.

──── ¿Y ustedes? ¿Solo desaparecerán? ──── Giles cuestionó ──── Porque no queremos enterrarlos de nuevo.

──── De hecho, a mí no me enterraron ──── bufó Acacia, creando una sonrisa ──── Aunque si quieren un cuerpo, les dejo el mío.

──── Cariño, creo que eso es demasiado ──── Alexander negó con diversión ──── Venimos del árbol astral así que nos iremos de esa forma, sin dejar cuerpo o rastros de que estuvimos aquí.

──── Fue muy rápido ──── dijo Karsten, apretando los labios ──── Estuvieron apenas dos días.

──── Así tenía que ser ──── asintió Dax, mirando a sus hermanos ──── Si están listos, nos iremos.

──── ¡Esperen! ──── Calista los detuvo ──── ¿Puedo hablar con Acacia unos minutos?

──── Claro que puedes hacerlo.

Las dos astrales se separaron del grupo, dejando suficiente distancia para no ser oídas. Calista se puso enfrente, mirando esos familiares ojos rojizos.

──── Sé que no eres la verdadera Acacia ──── comenzó a decir ──── Ni él es Alexander o los hijos del rey de Zoqri así que dime quién eres verdaderamente.

Acacia sonrió ──── Tardaste mucho en encontrar nuestros errores. Calista, nosotros somos los ancestros, la segunda línea que tomó la corona hace miles de años y encarnamos en estos cuerpos para cumplir la misión.

──── ¿Por qué ellos?

──── Para demostrar nuestro punto. Somos las dos caras de una guerra, aquellos que mueren sabiendo su destino como Alexander y Acacia ──── explicó ──── Y están los que no pudieron decidirlo como Axle, solo fue un niño entrando en una batalla que no pertenecía.

──── ¿Por eso está tan enojado? ──── preguntó, frunciendo el ceño.

──── Sí, adaptamos sus personalidades, pensamientos y criterios. Axle está enojado por quitarles las posibilidades de vivir ──── contó, encogiéndose de hombros ──── Lane es el astral que quiere seguir divirtiéndose y Dax aquél que lo acepto para enorgullecer a sus padres.

──── Pero dijiste que el lugar donde están es hermoso ──── musitó.

──── Y lo es. La muerte no es mala, Calista, es buena si hiciste grandes cosas, pero siempre existe ese leve dolor por no terminar todo lo que siempre quisiste.

Calista asintió, pasando su mano por su rostro con frustración.

──── Lamento si hice daño a la herida ──── Acacia murmuró, extendiendo su mano a ella ──── Pero también queremos que aprendan a sanar y dejar esas culpas que cargan en sus hombros.

──── Funcionó ──── confesó la astral ──── Bastante, aunque ustedes no lo vieron, conectamos como éramos antes.

──── Lo necesitan ──── asintió ──── Vienen cosas grandes, Calista y no sé si podremos regresar.

──── ¿Y no puedes traerlos de nuevo? ──── preguntó con suavidad, esperando una respuesta ──── Son los ancestros, si regresaron de esta forma.

──── No puedo revivirlos, eso sería muy... catastrófico ──── expuso, agitando su cabeza ──── Aunque... puedo darte unos minutos con ella.

──── ¿De qué forma? ────cuestionó, alzando sus cejas.

Acacia la miró por unos segundos, tal como sucedió con los hermanos, sus ojos empezaron a desenfocarse, quedando vacíos hasta que parpadeó. La confusión en el rostro de la astral fue evidente al igual que su sorpresa cuando vio su alrededor.

──── ¿Calista? ──── Acacia preguntó cuidadosamente ──── ¿Eres tú?

──── Por los astrales ──── balbuceó la mencionada, sintiendo las lágrimas acumularse ──── Realmente eres tú.

──── Eso espero ──── susurró, tocando su cuerpo ──── ¿Estoy en el Planeta Astral?

──── Sí ──── asintió, sus labios moviéndose con los sollozos. Se lanzó a sus brazos, apretándole con fuerza ──── Te extraño.

──── También lo hago ──── confesó, cerrando los ojos ──── Oh, Calista, no sabes cuánto desee poder verte de nuevo.

Acacia se separó, pasando sus manos por el cabello rosado hasta posicionarla en las mejillas sonrojadas.

──── Yo... yo lo lamento ──── ella susurró ──── Sé que no pensé en mis acciones cuando me dejé caer ni en cómo te sentirías.

──── No, no sientas culpa ──── negó con rapidez, tomando sus manos ──── Tú nos salvaste, dos veces, técnicamente.

──── ¿Dónde están los demás? Ellos también deben perdonarme ──── musitó, intentando dar la vuelta.

Calista la detuvo, negando ──── Ya lo hicieron, Acacia. Confía en mí, ellos saben que tus decisiones fueron por nosotros.

Calista sonrió, rodeándola nuevamente con sus brazos a la astral. La calidez que solo la verdadera Acacia podía desprender ahí estaba, confirmando que era ella y no un ancestro. Los sollozos empezaron a salir, intentando en vano dejarlo retener.

──── No estés triste por mí, Calista ──── susurró ──── Estoy bien, lo prometo.

──── ¿Acacia? ──── una voz la llamó a su espalda.

Se separó, observando a Alexander con una sonrisa. Extendió su mano, entrelazándola para mirar a Calista.

──── Los dos merecen estar juntos ──── Calista dijo, limpiando las lágrimas.

──── Igual que tú mereces a Giles. Aunque nunca hablamos directamente, sé que él te ama tanto como yo lo hago ──── sonrió, acariciando su mejilla ──── Elegiste a un buen astral.

Los tres astrales se acercaron a la estatua, observando como el sol empezó a descender con lentitud, dándoles tiempo.

──── Soy más alta ──── se quejó Acacia, apretando los dientes ──── ¿Quién hizo esto? ──── preguntó, señalándolos.

Los primogénitos rieron con la decepción de su rostro.

──── El Planeta Astral ──── Karsten respondió, cruzando los brazos.

──── Buh, definitivamente me quieren ver como una damisela.

──── No te preocupes, nosotros sabemos que eres más alta ──── Alexander habló, acariciando su espalda.

──── Eso espero ──── masculló.

──── Vamos, Acacia. Es una estatua, no la derribaran para satisfacerte ──── bromeó Lane.

──── Verás que sí lo hará. Me lo deben ──── sonrió, golpeando al astral.

Los cincos astrales se reunieron, creando una línea delante de la estatua. Acacia no perdió la sonrisa, observando a Alexander directo a los ojos.

──── Te amo ──── susurró, su pecho apretándose de la felicidad.

──── También te amo.

Cuando el sol los rodeó, pudieron ver la sombra de cómo Acacia se inclinó, besando a Alexander y los hijos de Zoqri tomaron su verdadera edad. Myles se asombró, oyendo la risa de Axle, tan suave e incluso los quejidos de Lane sobre ver la escena que su hermano dio.

La primera hoja salió de las manos de Dax, tornándose varios colores y dirigiéndose a los primogénitos. La sorpresa fue palpable hasta que su cuerpo desapareció al igual que el resto.

Donde una vez estaban los astrales, ahora quedaron hojas flotando hasta llegar al árbol astral que decoraba la estatua. Tal como lo pidió Acacia, su imagen cambió, creciendo unos centímetros.

──── Hasta en la muerte hay que hacer lo que pide ──── Karsten bromeó, rodeando el cuello de Koren ──── Vamos, seguiré con mi bebida.

──── ¡Vamos! Por lo menos cambia eso ──── se quejó la astral.

──── Solo celebraremos el compromiso de Calista ──── se excusó, cambiando su expresión de sorpresa ──── Ups, era una sorpresa.

──── ¿Vas a casarte? ──── Gaea preguntó, sorprendida.

──── Sí, me casaré ──── asintió la mencionada, abrazando el torso de Giles ──── Nos casaremos.

──── Espere mucho por ese sí ──── murmuró, besando su frente.

La pareja siguió caminando, oyendo las exclamaciones de Gaea sobre ser la dama de honor y como se casarán primero que el resto. Calista sonrió, sintiendo la paz inundar su pecho.

Después de todo, los ancestros tenían razón.

Ver por una última vez las dos caras de la guerra hizo que se dieran cuenta que tenían mucho que vivir y agradecer por los sacrificios de los astrales que, sin saber, cambiaron al planeta astral a un bien.





Y así finaliza "El Astral Perdido". Espero que les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirla.

Sé que no es perfecta pero es única y puse todo mi corazón en está historia. Aquí es donde me probé a mi misma que podía terminar una trama y no morir en el intento.

Para aquellos que me apoyaron y siguieron dando ánimos, gracias 🍒

Y no sé olviden que tengo otras historias igual de emocionante.




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