Capítulo 9
"Buscando justicia por Oliver"
Las cálidas radiaciones ultravioletas producidas por el sol incidían en cada tramo de la localidad, que eran acompañadas por una suave brisa creando un clima perfecto por la combinación de ambos.
Las agujas del reloj marcaban quince minutos pasados de las 18 p.m. Noah había aparcado el automóvil en ese sitio, cargado de expectativas de incrementar detalles que trasciendan en la investigación.
Sus pies lentamente atravesaron el sequío suelo terrestre que conducía hacia el interior del salón.
El lugar tenía amplias dimensiones, sin embargo, presentaba ciertos sectores deteriorados por efectos de su antigüedad y el poco cuidado durante su vida útil.
Las paredes agrietadas por la abundante humedad, los zócalos despintados, la cerámica inferior fragmentada y el cielorraso damnificado por filtraciones de agua, pero aún con esas situaciones precarias, se observaba a un grupo de personas deslumbrando felicidad que compartían sonrisas y palabras emotivas.
-Buenas tardes, soy el detective Jones-saludó al ver a un grupo de niños sentados en algunas mesas y a dos adultas organizando una serie de elementos en busca de concretar una actividad futura.
-Hola ¿puedo ayudarlo oficial? -respondió una joven de piel morena con un extenso cabello negro, que se acercaba lentamente en compañía de otra mujer.
-Vine porque necesito hacer una serie de investigaciones...algunas preguntas relacionadas con Oliver Scott.
Al escuchar esas palabras emitidas por él, las jóvenes manifestaron una instantánea sorpresa, que segundos después se convirtió en tristeza por recordar a su querido amigo.
-Bien...¿Qué necesita saber?-preguntó Miranda, la misma muchacha que lo recibió, llevándose al exterior a Jones con el fin de que los niños no presencien el interrogatorio.
-Tengo entendido que él ayudaba a estos chicos en este lugar.
-Sí, Oliver siempre tuvo un buen corazón, es por eso que luego de recibirse como docente, se contactó conmigo y Jimena para ayudar a estos niños en sus desarrollos-expresó conmovida notándose el brillo de sus ojos al hablar sobre él.
-¿Ustedes dos son maestras también?
-Sí.
-¿Está al tanto de qué su suicidio fue forzado?-indagó un poco serio expectante por su respuesta.
-Fui a visitar a sus padres esta siesta, y me lo comentaron...aunque me pidieron que no lo divulgue por el pueblo- respondió sincerándose.
-¿Sabe quiénes tendrían intenciones de querer dañarlo?
-No, no se me ocurre una persona de esta comunidad que tenga intenciones de obligarlo a eso...él era maravilloso- afirmó mientras una lágrima circulaba por su mejilla derecha.
Miranda y Oliver habían entablado un romance durante un par de meses, mientras estudiaban la misma carrera. Pero luego de un cierto tiempo, decidieron culminar con la relación tratando de seguir adelante con su amistad, acumulando más vivencias entre ellos. Su noviazgo se habría fragmentado un poco, pero lentamente trataban de sobrellevarlo. Se habían precipitado iniciando una relación, se confundieron mayormente con sus emociones, teniendo una poca química como pareja que terminó desencadenando su ruptura, agrietado el vínculo de amistad que tenían, por la incomodidad posterior al romance.
-¿Sabes qué ocurrió con Nino y Popi? -preguntó cambiando de tema al intuir que no podía seguir brindando datos relevantes sobre el supuesto suicidio llevado a cabo por el hombre.
-¿Por qué la pregunta? ¿Tiene algo que ver con Oliver? Solo sé que su residencia fue incinerada.
-Según la investigación detallada que realicé, esos niños fallecieron por no poder escapar de su pequeña residencia, que segundo a segundo se incendiada. Habían sido encerrados por su familia.
-Sí, la señora Lorena los protegía demasiado...si bien es cierto que en ocasiones parecía desbordarse por la crianza de ambos, es una madre muy resiliente...salió adelante soltera, con sus dos hijos, sin ayuda de ningún otro familiar, que solo la miraban con desprecio y decepción tras haber atravesado un embarazo adolescente en el pasado-detalló la joven dejando en evidencia su expresión de admiración por aquella mujer.
-¿Sabe dónde puedo encontrarla para poder comunicarme con ella?
-Ya no vive en este pueblo. Luego de la tragedia de sus mellizos, vendió su pequeña casita y decidió iniciar su rumbo en otro destino, lejos de la localidad que provocó el mayor dolor de su vida-expresó la jovencita un poco conmovida de solo resaltar la triste historia.
-¿No le genera inconvenientes si les hago alguna pregunta a un amigo de los mellizos? Quizás algún conocimiento de la situación pueden tener -dedujo el detective culminando con las preguntas correspondientes a la adulta.
-Milagros era cercana a Popi, puede hacerle algunas preguntas pero debo estar presente. Ella es muy tímida, en ocasiones se expresa a través del arte; mediante dibujos para ser exacta. Sólo le pido que sea sutil con la niña, recordar eso podría lastimarla...y una cosa más...no demore mucho, podría involucrarme en algún problema -rogó aquella mujer cediendo a la petición con el afán de que la muerte de su amigo no quede impune.
-Lo prometo-contestó aquel, con una pequeña felicidad interna.
Miranda llamó a la niña, durante unos segundos halagó su vestimenta y su rizado cabello castaño. Le dio un refrescante juego, mientras se sentaba en la silla al lado de ella, teniendo en frente al oficial que se preparaba para hablar con Milagros, una niña autista de ocho años.
-Hola preciosa ¿cómo estás? Mi nombre es Noah. Sé que es la primera vez que me ves, pero necesito tu ayuda.
¿Te gustan los superhéroes? Te puedes convertir en una si me respondes una pequeña pregunta.
Sobre la pequeña mesa que los separaban, habían varios elementos, ella sostenía un cuaderno y un estuche lleno de lápices de colores. Su expresión era seria, un poco confundida al escuchar las palabras de ese desconocido hombre.
-Estoy al tanto de que Popi era muy amiga tuya ¿cierto?-preguntó mostrándole una fotografía de ella que le había facilitado Jimena-. ¿Sabes si ella te contó alguna situación no muy agradable que viviera con un villano extraño?
Con el lápiz en mano, y una suavidad deslumbrante comenzó a dibujar. Primero trazó una figura con una capucha oscura, luego dibujó líneas que representaban el movimiento rápido de ella. A medida que su mano se movía por el papel, Jones observaba atentamente cada trazo ejercido por su admirable talento.
-¿Este es el hombre que perseguía a tu amiga?- preguntó él señalando el dibujo. Milagros varios segundos después, asintió y continuó dibujando sin emitir ningún sonido.
-¿Puedes contarme más sobre esa prrsona? ¿Lo conoces? -le pidió el oficial mientras ella sólo seguía creando imágenes, ahora incorporando en la hoja a la silueta de su hermano.
-Por favor princesa, necesito una respuesta-suplicó Noah perdiendo un poco la paciencia ante el silencio, siendo ignorado por la niña que seguía concentrada incorporando detalles adicionales con el fin de mejorar la estética del dibujo. Al concluir, contestó su pregunta con el movimiento de su cabeza manifestando un rotundo no. Ella solo había dibujado lo que su amiga le había comentado en muy pocas palabras.
-Por favor, intenta de recordar ¿si?-rogó el oficial provocando la molestia de Miranda, por sentir que estaba atravesando el límite de hostigarla con el asunto. Ella felicitó y agradeció a Mili por su encantador dibujo, dando por hecho que es una superheroína por haber ayudado a la policía. Le sirvió más jugo y la invitó a que se reúna con los demás niños de su edad.
-Suficiente. Es solo una niña, tenga consideración-emitió Miranda aún con molestia por aquella actitud de Jones.
-Lo siento, quizás me excedí un poco -se sinceró él.
Luego de eso, se despidió del sitio un poco ilusionado. Si bien, la niña no tenía más información al respecto de aquel sujeto extraño, sintió una profunda admiración por la forma en que Milagros se expresaba a través del arte. Ella le había mostrado que el lenguaje podía adoptar muchas formas y que incluso las historias más difíciles podían contarse con creatividad y valentía.
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