Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

"Las primeras víctimas"

■ • ◻ • ■

♙♙♙

El viento frígido acompañaba las horas de la tarde de ese día, más de setenta y dos horas después del extraño suceso nocturno ocurrido en la vivienda de Sandra.
El oficial no podía elevar su temperatura corporal, ni siquiera con un café recién hecho, y es que es inevitable al ver frente a sus ojos al forense a punto de revelar los datos que precisaba para avanzar con la investigación.
Las tres mujeres viudas, estaban allí a punto de escuchar lo que el profesional tenía que decirles, aunque lógicamente en el fondo no asimilaban como en un pueblo no tan grande, y en una noche de otoño con fines de recreación, tres sujetos fueron encontrados sin vida sobre la mesa.

Noah la noche anterior, había interrogado a Susan y Grace, ambas comentaron lo mismo. Sus respectivos esposos habían planeado reunirse para cenar con su amigo y compañero de trabajo en su residencia. Eduard Bianco, Ernesto Zapata y Pedro Ponce. Los tres eran locutores de una radio no muy conocida en la localidad, pero sin embargo con una audiencia mínima que lograba que sigan informando a las personas de las noticias actuales. Ese día habían cumplido diez años de la inauguración de la emisora, y decidieron celebrarlo sin imaginar que el último sonido que emitirían, eran los de sus latidos.

El detective Noah, había solicitado estar al mando de la investigación, y ante la afirmación de sus superiores, se sentía extremadamente motivado.
Era un hombre apuesto, de esbelta estatura, de cabello castaño, de color sepia más precisamente, y una piel de tonalidad intermedia.
Hace un par de años, después de aquel suceso, tuvo que mudarse obligadamente a brindar sus servicios en este nuevo lugar.
Al comienzo, no le agradaba, fue demasiado rotundo el cambio de irse de una ciudad sumamente grande con miles de delitos en diferentes horas del día, a vivir en una comunidad donde el mayor inconveniente era un inexperto ratero adolescente. Siempre fue un hombre aventurero e indagador innato, pero ese pueblo no era el idílico sitio para exprimir su máximo potencial.

Para él, a su oficio no lo sentía como un trabajo; era una vocación.
En tan poco tiempo, se había ganado la admiración y el respeto de muchos habitantes de la comunidad. Solía caminar por las calles con un aire de confianza, saludando a los vecinos y escuchando sus preocupaciones. Sabía que su presencia brindaba seguridad, y eso lo motivaba aún más. Se detenía a ayudar a los ancianos a cruzar la calle y a ofrecer una mano amiga a quienes lo necesitaban.
Su dedicación iba más allá de las horas de servicio. Después de su turno, frecuentemente se quedaba en la comisaría para revisar informes o planear estrategias para mejorar la seguridad en la comunidad.

Noah Jones representaba la esencia del servicio público: no solo cumplía con las leyes, sino que también trabajaba incansablemente durante horas para construir lazos entre la policía y la comunidad. Su entrega no pasaba desapercibida; era un faro de esperanza en tiempos complicados y un recordatorio de que la verdadera justicia se fundamentaba en el entendimiento y el respeto mutuo.

-Los estudios revelaron que los cuerpos de las víctimas contenían grandes cantidades de "Histalina".
Las tres personas fallecieron luego de varios minutos, instantáneamente después del consumo directo de este veneno que causó la disminución de presión arterial y la frecuencia cardíaca al bloquear la actividad de la enzima citocromo oxidasa. El paro cardiorrespiratorio fue inevitable para todos, aunque el señor Pedro dejó de respirar un tiempo antes por los estados de sus pulmones debido a su excesivo consumo de cigarros -aseguró el profesional notándose un poco frío al ver a las mujeres llorando.

-¿Cómo pudo pasar esto doctor? ¿Quién haría algo así?-preguntó Grace, viuda de Ernesto.

-Todo indica que alguien solubilizó una extensa dosis con el agua utilizada para la cocción de los alimentos. Es una sustancia que no se desintegra a elevadas temperaturas, y tiene la particularidad de que su aroma pasa desapercibido. Es un veneno demasiado peligroso porque en gran cantidad provoca consecuencias letales como ésta--respondió el forense, antes de retirarse al presenciar el silencio de las damas, y el agradecimiento del detective tras responderle sus dudas para avanzar con la investigación.

-¡Esto es tu culpa Sandra! Se supone que debías estar en tu casa esa noche. Alguien los envenenó y tú ni tus luces. ¡Hasta podría decir que eres la asesina!-gritó desesperada Susan sin poder disminuir su nivel de angustia.

-Yo también tenía una cena con mis amigas ¡Qué hubiese sabido que esto pasaría! Además no sé como podría haberlo evitado-se defendió aquella mujer, luego de superar el sentimiento de culpa que la persiguió durante todos esos días.

En los pasillos de la clínica, era inevitable no poder oírlas discutir, señalándose como culpables entre sí. La enfermera de turno las invitó a retirarse extorsionándolas con llamar a seguridad, y en ese instante, Noah tomó ventajosa la situación para interrogar a Sandra en un sitio silencioso alejándola de las otras dos mujeres.

-Por un motivo u otro, aun no pude interrogarla señora Buiz, pero parece que la espera terminó-Insinuó Jones con una mirada fija a sus ojos color café.

-Creí que ya había revelado todo...pero aunque me duela, estoy dispuesta a responder sus preguntas a cambio de que haga justicia-seguró Sandra con un tono de voz un poco más firme.

-Usted ese día asistió a un compromiso con sus amistades ¿notó un suceso extraño antes de desalojar su residencia? los vecinos aseguran que en esa noche no ocurrieron disturbios significativos, incluso los que se encontraban sentados afuera, no notaron nada atípico o anormal.

-Yo me despedí de Eduard aproximadamente después de las 20 p.m. él me dijo que sus amigos estaban a punto de llegar para comenzar la noche con una partida de póker y una botella refinada de vino. Antes de irme vi como él comenzaba a buscar los alimentos para cocinar paella en una veloz olla eléctrica que me regaló en mi último cumpleaños-detalló con inevitables lágrimas en sus ojos.

-¿Tiene alguna idea de quién tendría intenciones de dañarlo a su esposo o a sus amigos?-preguntó atónito sin poder concretar una teoría estable.

-No, por lo menos Eduard fue querido por todos.

-¿Ha tenido problemas en su ambiente laboral?

-Sí, como todos, pero nada relevante...Tres personas renunciaron por una serie de discusiones con ellos: Thomas Moore, Jeremy Campbell y Mery Clem. No sé de sus vidas, pero estoy segura que no estarían detrás de esto.

-Disculpe que le haga esta pregunta pero...-hizo un pausa para poder continuar con esta difícil duda -.¿No consideró la idea de que su esposo concretó un suicidio y/o homicidio colectivo?

-¿Cómo se le ocurre ensuciar la memoria de mi esposo? él nunca hubiese hecho eso, ¡no tendría motivos!

Y ese era un problema en la pequeña localidad, en la gente incrédula que prefería tener la venda en los ojos, antes de reconocer un error de algún habitante. Debajo de la radiante fachada de tranquilidad, se escondían historias olvidadas susurradas en cada edificio, en cada esquina con un enigma por resolver.

-Lo siento, pero no puedo concebir la idea de que un sujeto externo haya ingresado a la edificación para envenenarlos sin ser descubierto por un tercero. Si usted me dice que Eduard cocinó esa noche, y en la casa solo eran tres personas, o uno de ellos lo hizo, o alguien cercano que tenía cierto acceso a la residencia.

-Eso es imposible, Eduard y yo no tenemos hijos, éramos solo él y yo...aunque esa noche, Micaela, la ama de casa brindó sus servicios-comentó intentando descartar la conjetura del detective.

En ese instante, el celular de Jones interrumpió el interrogatorio, él no quería contestar, pero ella insistió en que lo haga mientras se refrescaba con un vaso de agua. Fue una sugerencia acertada, debido a que un colega le informó de un accidente de tránsito ocurrido en la carretera, parecía un dato no muy valioso para su investigación, pero cambió de pensamiento al escuchar de otras dos piezas de ajedrez cubiertas de sangre en el interior del vehículo. Aparentemente sí debía ponerle más atención a ese detalle ignorado que ya había visto en la casa de Sandra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro