"El torneo"

Jones estaba situado como de costumbre, en su excéntrica oficina, revisando los archivos investigados hasta el momento.
Sumergido por la impotencia, luego de que en su introspección personal, la palabra «fracaso» resuene en su mente como única conclusión de todo el trabajo realizado durante días. Si bien, ahora estaba convencido de que alguien había manipulando los crímenes, su exigencia solo le permitía ver decepción al mirarse frente a un espejo.
Sometido por sentimientos de insuficiencia profesional, decidió despejar su mente unos minutos, yéndose al exterior de la edificación, mientras calmaba su ansiedad encendiendo un cigarro.

-Hola Noah ¿sabes si mi esposo está aquí? -preguntó una mujer esbelta, con un radiante cabello rojizo luego de acercarse hacia él.

-Hola Verónica, no. Estoy solo aquí...hoy solo estamos tres porque los demás están de seguridad en el evento de deportes y como se acercaba la hora del almuerzo, fueron juntos a comprar comida por la jornada extendida-aclaró un poco sorprendido por su llegada.

-¿Crees que tardará? -dijo con un tono de queja, manifestándolo con expresiones faciales.

-Estarán en breve de regreso- afirmó él, lanzando el cigarrillo al suelo para segundos después aplastarlo con su borcego.

-¿Por qué no fuiste con ellos?-indagó ella sentándose en la baqueta situada en el espacio natural.

-Decidí quedarme para avanzar con la investigación sobre los recientes sucesos ocurridos en la localidad-explicó él con una seriedad extrema, evitando darle detalles sobre la discusión que tuvo con algunos de sus colegas.

-Cristian me comentó sobre el caso, me mencionó que es mucho más complicado de lo que parece ¿es cierto que hay piezas de ajedrez junto a los cuerpos?-preguntó curiosa, sin mucha pena con el fin de verificarlo.

-Sí, extraño, pero es la realidad.

-¿Sabes qué relación podría tener un sensacional deporte con un criminal? Siempre he vivido en este pueblo, y el juego nunca despertó la curiosidad de la mayoría de los habitantes -detalló ella dejando pensar por unos segundos al detective.

-Honestamente ya no sé si se trata de alguien obsesionado con el ajedrez, o si es solo una manera de despistar mi atención para disminuir la probabilidad de descubrir quién está detrás de todo esto.

-Si es capaz de ejecutar estratégicamente planes tan macabros, creo que sería posible que disfrute de una inofensiva partida de ajedrez-emitió mirándolo de manera un poco triste concluyendo -. No quisiera estar en tus zapatos.

-No sé cómo lo haré, pero tengo que resolver esta investigación...nunca me enfrenté a un caso como éste, si lo hago, será el mayor logro de mi carrera- se sinceró dejando en claro que lo arriesgaría todo por cumplir con su propósito.

-Cristian me dijo que considera que es un psicópata.

-No todos los psicópatas son asesinos-contestó él un poco cortante, debido a que detestaba cuando gente externa a la investigación obtienía conclusiones hipotéticas sin solidez alguna.

-Es cierto, pero piénsalo, hubieron muchas víctimas, todo indica que no hubo una sola persona que ejecutara los crímenes...si un sujeto está detrás de todo esto, planificó cada detalle de tal manera de no dejar rastro, con una frialdad insuperable y un remordimiento ínfimo al destruir tantas vidas -manifestó Verónica, dejando sorprendido al oficial por su pensamiento bastante acertado.

-Sí, existe la posibilidad de que lo sea, pero eso aún es peor, porque ese tipo de gente, sabe camuflarse muy bien en la sociedad- dijo Jones reflejando una mirada preocupante.

-Sé que lo harás -comentó ella con una sonrisa para animarlo.

Pero él, ignorando el comentario de aliento por creer que no merece su lástima, cambió de tema:

-No sabía que eras una ajedrecista campeona - comentó para poder ver su reacción.

-Fue hace mucho tiempo, cuando era una niña tímida y aburrida. Todo comenzó cuando mi abuela me había regalado un tablero para enseñarme a jugar. Pero dos años después ella falleció, me aferré a un deporte que sabía que nos conectaría para siempre, y así comencé a invertir mi tiempo en aprender cada táctica que me hiciera ser mejor estratega.
Peón al paso, enroque, coronación, defensa eslava, entre otros. Unos años después vi que había un torneo local y...bueno, el final ya lo conoces.

-¿Ahora sigues jugando?

-No, me gustaría, pero es mucho más complicado en la vida adulta repleta de obligaciones...actividades hogareñas, vida laboral en la clínica, asuntos familiares...en fin, sabes a lo que me refiero.

En ese instante, entre tantas consultas adrede, la mente de Noah no dejaba de idear planes para acercarse a la verdad, algunas de ellas las desechó, pero una idea prevaleció sobre el resto, y por ello decidió hacerle una propuesta que a penas se le había ocurrido, justamente por ese motivo hizo esa pregunta disparadora, con el objetivo de recibir su ayuda en un plan descabellado.

-Quizás este caso se está llevando mi cordura, pero se me acaba de ocurrir una idea con el fin de avanzar con la investigación-aseguró él, dejando con preocupación a la mujer que solo había venido en busca de dialogar con su esposo.

La idea que había planificado Noah no era difícil de llevarla a cabo, sin embargo, era poco eficaz. Ya que consistía en organizar un torneo de ajedrez sin límite de edad para los habitantes de la localidad, con el fin de analizar a los competidores en busca de hallar aspectos que podrían asociarlo a los crímenes, analizando exhaustivamente un patrón que podría relacionarse con un asesino serial, siendo el prejuicio su propio juez que dictamine la culpabilidad. En síntesis, quería culpar a alguien juzgándolo por el simple hecho de respirar y comportarse.
En un momento se había arrepentido de su propia idea, pero luego de escucharlo, y tras analizar la situación durante 48 horas, Verónica accedió haciéndose un espacio en su agenda, con el fin de recordar antiguas experiencias que la hicieron tan feliz en su infancia, volviendo a incrementar ese vínculo que la unía con su abuela por toda la eternidad.

Cinco días después de aquel "sí" a la propuesta, luego de intensas publicidades con el fin de que asistan varias personas al evento dirigido por la campeona regional, el detective estaba listo para poder asistir a la competencia con el objetivo de hallar esas pistas que condujeran a culminar con ese confuso caso.

Jones se había encargado de conseguir varias unidades del juego, mientras que Verónica coordinó con Xiomara, una de sus amigas, para utilizar un salón de eventos en el cual ella era la presidente.
Sin embargo, durante la jornada, frente a todo pronóstico, generado por las expectativas de Noah, sólo habían asistido tres personas, dos niños de de 10 y 11 años, y un anciano jubilado de 66.

-Parece que nada ha cambiado. Es contada la gente de la comunidad interesada en disfrutar de una partida.

-Fue una terrible idea ¿Cómo se me pudo haber ocurrido?-preguntó sumamente decepcionado de si mismo.

-No digas eso...estabas con mucha presión, es normal que planifiques ideas para tener al menos una pista que no sean cuerpos heridos o asesinados-dijo ella con el fin de hacerlo sentir mejor.

-Es que era obvio, aunque intenté desvincularme de este torneo siendo tú la organizadora, era de esperarse que ese sujeto no se presentaría.

-Tal vez no avanzaste con la investigación, pero me has ayudado a reencontrarme conmigo misma, con esto recordé tantos hechos vividos en el pasado. Estaba sumergida por las obligaciones laborales, gracias a ti hoy sentí paz, imaginando que mi abuela está allí, más cerca que nunca, cuidándome de dónde quiera que esté.

-Me alegro por ti-dijo él sin estar muy emocionado al respecto.

-Noté que por mucho tiempo enterré una parte de mi vida que disfruto, simplemente por ser esclava del sistema social. Deberías hacer lo mismo, no es sano que te obsesiones con un caso así-sugirió la pelirroja segundos antes de dar inicio al torneo en busca de dos ganadores pertenecientes a las respectivas categorías.

Pocos minutos después, el chico de once años había culminado su partida, obteniendo así el título de campeón en la categoría de niños.
Estaba a punto de iniciar la partida entre Horacio, el hombre de la tercera edad y Verónica, que accedió a participar en la categoría de adultos con el fin de extender el campeonato.

Jones, consumido por la decepción, decidió no continuar en ese sitio, regresando con velocidad a la delegación para intrincarse nuevamente en una investigación que lentamente estaba dañando su salud mental por la obsesión de querer a toda costa resolver el misterio. Cuando había llegado, quedó sorprendido al ver dentro de la edificación, al Intendente en Jefe, uno de sus superiores.

-Hola ¿Cómo está sr Marzhall?

-Yo bien, pero al parecer tú no lo estás...Mira Jones, estuve analizando, y tomé la decisión de que abandones el caso, tengo a dos profesionales de la talla que pueden hacer tu trabajo.

- ¿Cómo? ¡Por favor no! Estoy cerca, solo deme un poco más de tiempo, le aseguro que resolveré el misterio, pero déjeme que siga investigando...se lo suplico- rogó de una forma no muy usual en él.

-Los medios de comunicación quieren saber qué está ocurriendo, no estás brindando ningún tipo de información relevante ¿por qué te mantendría en este caso?

-Es un enigma sumamente complejo, si tiene en mente a dos personas investigando, demorarán demasiado en entender los detalles de los crímenes. Quizás mientras sigo indagando, ellos pueden empezar a introducirse en el caso, así no retrasamos la investigación exponiendo a más víctimas - sugirió él desesperado, con la intención de que no lo retiren de ese labor.

-Tienes tres semanas...ellos estarán estudiando exhaustivamente el caso en ese tiempo, pero si tú fallas, ni siquiera tendrás intenciones de volver a trabajar en esta delegación...y por cierto, te enviaré los datos de donde darás una entrevista con todo lo que has investigado. No me hagas quedar mal, no de nuevo.