Capítulo Uno
El Por Que Ser Precavida.
Había algo que estaba rondando en mi cabeza desde que desperté, o más bien desde que mire las noticias hoy en la mañana y esa cosa era quien seria capaz de ser tan malvado para acabar con las vidas de esas chicas con tanta salvajes y con tanto odio.
No sabia si ahora estaba segura aquí en los ángeles, se que no es como si exactamente a mi me tocara aparecer en las noticias matutinas como la nueva víctima del asesino en serie de los ángeles mejor conocido como el Destrozador, pero en el fondo tenia que admitir que me daba temor asta asomar mis narices fuera de mi departamento, pero ese no era el problema más grande de todo esto, el problema era y es que no se conoce la identidad del ya mentado asesino, lo que quiere decir que tal vez si voy por un helado podría estar sirviéndome el helado el Despedazador.
La primera vez que escuche sobre el Destrozador fue entre las platicas de las cotillas de las vecinas cuando van a poner sus bolsas de basura a los tambos correspondientes, nunca me quedaba a oír sus cotilleos por que realmente no me interesaba pero cuando escuche sobre que mentaban a un asesino en serie pensé que tal vez hablaban de alguna leyenda incluso asta de una serie, pero cuando pregunte y me respondieron lo que realmente era no dude en subir asta mi piso para poder entrar a mi departamento y reír libremente sobre la locura que acababan de contarme. El problema mio era no creer en todas estas cosas, pero la verdad que no es completamente mi culpa no ser creyente de todos estos eventos sicópatas, no cuando realmente vienes de un pueblo muy pacifico y pequeño de los estados unidos.
Pero mi punto de vista quedo aclarado cuando me puse a observar las noticias, el como describían que acababan las víctimas a manos del destrozador, era aterrador el solo escuchar como los reporteros de la sección matutina acerca de la muerte de esa chica en ese entonces.
El las destrozaba como cuando quitas un maniquí, y luego dejaba cada parte del cuerpo en cada lugar en el cual la víctima fue luchando, pero el siempre se llevaba algo de la víctima como si de un trofeo se tratara. Nada podía justificar el daño que ese sujeto había echo, nada.
Tenia algunos días encerrada en mi apartamento, por que no quiero negar que cuando mire la sangre en la televisión sentí el terror invadir me. Vivía sola, bueno prácticamente sola por que vivía con donita mi mascota es una linda perrita peluda de color blanco, muy juguetona y traviesa a decir verdad a parte de comelona. Su alimento hoy se término y tendría que ir al súper que esta a solo dos calles del edificio san Fernando donde yo y varios habitantes más viven. No conozco a muchas personas del edificio, por que prácticamente me la vivo metida aquí trabajando desde casa, soy editora y fotógrafa aunque se me da mejor editar para algunas empresas sus imagenes o anuncios, es lo único que hago y no es como si fuera el mejor trabajo del mundo pero solo lo hago para distraerme, no es tan necesario que trabaje por que al morir mi madrina me dejo la mitad de su fortuna. De mis padres lo único que mi madrina pudo decirme fue que ellos solo no me quisieron en sus vidas, quien son o como se llaman no es algo que me interese yo llevo apellido de mi madrina con orgullo y la frente en alto.
La otra mitad de la fortuna de mi madrina se la quedo su mascota ernesto, el es cuidado por un hogar que se construyo con el dinero por que para que negarlo ernesto siempre fue un perro con más clase que yo. Creo que el amor por los animales me lo pego mi madrina Catalina, por que donita es y será siempre mi compañera de vida.
- Donita iré al súper por tu alimento vuelvo en un santiamén. - Hable viendo a donita mientras me ponía mi saco, por que afuera hacia algo de frío.
Donita siempre a sido muy inteligente y voraz, ella jamas hace algún destrozó.
Cogí mi pequeña cartera donde solo llevaba dinero, el celular lo deje cargando en mi habitación por que soy muy floja y siempre olvido ponerlo a tiempo, salí de mi apartamento y cerré con llave. Camine por los largos pasillos color hueso del piso tres, el edificio consistía en siete pisos y que según el ultimo aún esta disponible o eso escuche hace algún tiempo, creo que tiene un problema y por eso nadie lo quiere.
Al llegar al ascensor presione el botón y espere unos segundos asta que el ascenso abrió sus puertas de metal por completo dejándome ver a dos de mis vecinas de piso, ellas eran unas señoras mayores que son hermanas y viven juntas se llaman marine y mariel duch.
- Querida asta que sales de ese helado y oscuro departamento. - Hablo mariel sonriendo lo que la hacia ver un poco chistosa y tierna a la vez, sus ojos se achicaban y a los lados de estos varias arrugas de formaban.
- Si, e tenido algo de trabajo. - Mentí.
- Deberías pasarte algún día por nuestro departamento a tomar algún café, a llegado un sobrino nuestro a quedarse por una temporada con nosotras me gustaría que lo conocieras. - Marine hablo agarrada del brazo de su hermana mari que seguía sonriendo, ellas eran algo confiadas al invitarme a ir a su apartamento ya que solo habían cruzado palabras conmigo algunas cuantas veces.
- Claro un día de estos me daré una vuelta por su apartamento. - Y seguía mintiendo.
- Bien te dejamos que sigas tu camino querida a donde sea que vallas, pero ten cuidado recuerda que el destrozador anda suelto. - Mariel dijo haciendo una expresión de escalofríos, ella y su hermana marine siguieron con su camino asta dar la vuelta en uno de los pasillos.
Entre dentro del ascensor con cierto temor, todo era cierto, lo que mari y marine decían, el asesino de los ángeles andaba suelto y podría ser quien sea.
Al llegar al recibidor del primer piso pude observar que jose el chico de veintisiete años seguía donde mismo, en la puerta esperando a que alguien entrara o saliera del edificio para abrir y cerrar la puerta, el trabajaba hace un año aquí es lo que pude saber de su boca cuando llegue por primera vez a este edificio.
Jose es un chico alto moreno claro, cabello desordenado color café chocolate y sobre todo un chico serio, cuando digo serio quiero decir que solo habla lo que tiene que hablar no más de eso, raro o tal vez solo quiera ser extremadamente profesional en su trabajo de portero.
Cuando llego a un metro de la puerta el me mira y sonríe o eso intenta hacer, abre la puerta y como es típico de cuando salgo o entro le agradezco.
- Gracias Jose. - Hablo y sonrio en forma de agradecimiento.
El solo asiente y me deje pasar, para cuando salgo y doy tres pasos el ya tiene la puerta cerrada. Camino por toda la calle del edificio mientras veo como personas desconocidas pasan por mi lado, algunas hablan por celular, otras van charlando con un acompañante o simplemente van ignorando olímpicamente a todo aquel que se les atraviesa en el camino.
Cuando paso por la siguiente calle veo algunas tiendas de discos, otras con locales de chucherías o cafeterías, me distraigo un poco viendo un hermoso vestido en un aparador era negro y arriba de la rodilla, entrara a comprarlo pero aun tengo muchos vestidos sin estrenar y no quiero volverme una acumuladora de vestidos. Después de unos tres minutos de seguir caminando llegue al súper, entre y me enfoque en buscar la comida para donita y algunas costillas para mi.
La comida para donita esta donde siempre en el pasillo tres, agarre algunas bolsitas de carne empaquetada, costal medio de croquetas y unas latas de leche para cachorros. De ahí fui a comprar un frasco de café eso jamas podía faltarme, leche, galletas y manzanas verdes mis favoritas, era increíble que eso sea lo único que me falte.
Antes de ir hacia alas cajas para pagar mi mandado fui al pasillo de las velas aromáticas, estaba indecisa no sabia si elegir de olor a coco o a frutillas, a lo ultimo me decidí por una de coco y que bueno que llegue a tiempo por que solo quedaba una de cuando estaba a punto de tomarla una mano se interpuso en mi camino tomándola antes que yo, mire desde las puntas de los dedos de aquella mano blanca que la adornaba con un anillo de al parecer de plata y en el medio tenia una piedra negra, recorrí con mi vista todo el brazo asta llegar al hombro y subir mi vista a su rostro que me veía expectante.
- Disculpa, pensé que tomarías alguna de frutilla concretando con el aroma de tu cabello te va más el coco. - Hablo el hombre blanco que tenia a juego un precioso cabello negro perfectamente peinado y al parecer posee unos veinticuatro o veinticinco años le calcularía.
No se si era el pequeño susto que me dio al ver una mando de pronto tomando la vela o era su belleza, lo que hizo que mi voz no quisiera casi salir.
- No, no importa igual me gusta el olor a frutilla. - Dije tratando de safarme de su mirada pesada.
- Para nada, mi madre me educo muy bien y esto es tuyo. Anda toma la. -Me ofreció la vela aromatica y sin pensarlo la tome solo quería salir de ese pasillo por que sentía que me ahogaba ese extraño chico irradiaba belleza por donde sea que pasara.
Me sentía como una niña pequeña cuando esta jugando a las escondidillas tratando de huir para que no la encuentren, llegue a las cajas y puse todas las cosas que pagaría. Espere a que pasaran todos los productos que llevo y le entregue mi tarjeta de crédito a la chica que atendía.
Después de salir del supermercado con dos bolsas en mano camine un rato por las calles que separaban a mi edificio, justo cuando estaba a punto de llegar mire unas luces azules y rojas junto a varias personas haciendo un circulo un poco lejos para poder ver de que se trataba.
Me acerque por que tenia la curiosidad, tal vez se trataba de un robo o alguna pelea, pero cuando me acerque por completo pude ver que a parte de las autoridades estaban los periodistas y la morgue. Al fondo del callejón se miraban varios oficiales que cuidaban que las personas no se acercaran más allá de donde deberían, los listones amarillos adornaban alrededor para que nadie se acercara pero algo más si se podía ver aunque de lejos, un cuerpo o lo que quedaba se encontraba en el piso y el piso inundado de sangre junto con las paredes manchadas, el cuerpo de la fallecida se encontraba en pedazos en el suelo y yo me encontraba paralizada en mi lugar junto a las demás personas que se encontraban susurrado a los lados.
Unos reporteros un poco más allá pero de fondo la escena del crimen atrás, estaban grabando para las noticias que veían los televidentes.
Nos encontramos reportando desde los ángeles para mundo entero que aparentemente una nueva vida fue arrebatada a manos del destrozador o mejor conocido como el asesino de los ángeles, el destrozador actuó dejando como normalmente deja a sus víctimas, en pedazos.
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Besos:*
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