Capítulo Cuatro
A través de mi cámara
Estaba terminando de revelar unas fotografías de una pasarela que hubo en el centro comercial, unas chicas recién graduadas ganaron un concurso de diseño y les dieron la oportunidad de mostrar sus diseños en el prestigioso centro comercial beverly center, me contrataron gracias a que una de los jueces que vio mis fotografías de mi blog. Esto era genial, por que lo que más me gusta hacer es fotografiar cosas, sin importar el depredador que tiene aterrada las calles de los ángeles fui y vencí mi miedo a el, o eso creo.
El blog donde tengo mis fotos fue una idea repentina que tuve el primer mes que me mude a los ángeles, tengo unas fotos muy buenas no mentiré, pero jamás pensé que me hablaran para fotografiar en algo tan importante, definitivamente mi suerte tal vez estaba cambiando un poco, aún que, no quería hacerme ilusiones ni nada por el estilo.
Cuando termine con la ultima fotografía, decidí salir del cuarto o como yo le llamo, mi oficina, me da algo de gracia llamarlo así, pero es mi espacio, mi pequeño mundo. Donita estaba plácidamente dormida en su almohadón redondo color rosado, donita es toda una diva, extremadamente floja, pero diva.
Me acerque a la ventana y di un vistazo hacia afuera, el día se miraba tranquilo y acogedor, como para recorrer las calles de los ángeles y fotografiar todo lo que se me ponga a la vista, mire hacia un lado donde mi cámara descansaba en la mesa de a lado de la ventana, lo pensé por unos segundo y mire mi atuendo, estaba abrigada con un pantalón azúl de mezclilla ajustado, un saco verde con el logo de la casa de slytherin, soy una fanática de harry potter, por último unos tenis converse blancos.
Tome la cámara y camine hacia el perchero que estaba a un lado de la puerta de entrada, tome una chaqueta y mis llaves, abrí la puerta y salí por completo del apartamento, cerré y camine hasta llegar al elevador.
Dentro del elevador me dedique a dar un largo suspiro y escuchar la música rara del elevador, espere unos segundos hasta llegar a la recepción donde jose se encontraba donde siempre, solo que había algo raro con el ahora, lo mire reír y hasta bromear con jarret, como podía ser que un chico como José estuviera hablando con alguien y aparte solo lo había visto una sola vez, o eso era lo que yo creía, por que el y jarret hablarían tan felices de la vida, jose no hablaba así ni con mariel y marine.
Camine hacia ellos y cuando se percataron que los miraba cambiaron su postura y callaron, como si de lo que hablaban era algo que no querían que escuchara, pero no me importaba solo era algo raro, jose es el chico más serio que e conocido.
Jarret me sonrió, pero no era una sonrisa normal, era de esas sonrisas falsas, de esas sonrisas que das cuando no quieres que descubran algo, no conocía prácticamente nada sobre jarret, pero no confiaba en el, en realidad no confiaba en nadie.
Llegue hacia la puerta donde jose y jarret se encontraban tratando de disimular, jarret con las manos en sus bolsillos fue el primero en hablar.
-Oh, hola aeryn, no te habíamos visto -trato de hablar normal, tal vez no lo conocía pero respiraba como si hubiera corrido un maratón, tal como lo hacia yo cuando estaba nerviosa.
-Hola, eh no te preocupes solo que soy algo silenciosa al andar, veo que te estas acoplando bien en los ángeles ya hiciste un amigo -justo al decir eso mire hacia jose provocando que jarret se sonrojara.
Jose me vio por un segundo hizo una mueca pero no cayo.
-Algo así, apenas charlamos unos segundos, sabes que no soy de muchas palabras -Justifico con nerviosismo dando una sonrisa.
Jose tenia su mano izquierda en el metal de la puerta, daba unos mineros golpes en ella algo que lleva a otra sospecha de su nerviosismo.
-Por eso me pareció algo extraño sabes, pero me alegra que hayan congeniado, principalmente por ti jarret -Toque su hombro y Sonreí.
-Por mi? -pregunto jarret apuntandoce a si mismo.
-Claro, jose conoce la ciudad como la palma de su mano, que mejor que el para enseñártela -ni si quiera lo había pensado y con esto me libraría de enseñarle la ciudad a jarret, no era que no me agradara pero no tenía la confianza para ir de aquí a aya con el, la incomodidad me ganaba.
-Igual me agrada que tu seas la que me la muestre -río algo apenado por lo que dijo pero eso no evito que me giñara un ojo.
Estaba empezando a ver como es jarret, es de esas pocas personas que por más pena que sientan se arriesgan sin temor a hacer un ridículo.
-Bien -evite las das de jose que reía un poco burlesco y jarret que aún seguía tan rojo como un tomate. -Yo los veo después chicos iré por ahí a ver el arte natural que hay en los ángeles y capturarlo -después de eso no los volví a morar y salí disparada del edificio.
Mientras caminaba a penas unos metros fuera del edificio pensaba, que tal vez no haya nada raro en que jose y jarret hablaran, tal vez los dos solo necesitan un amigo para relajarse y dejar de ser tan reservados.
(***)
Después de una caminata y un viaje algo apretado en metro llegue a mi destino, hoy sería un día memorable, esto tenía que quedar grabado en la historia, hoy diez de noviembre había llegado un poco más lejos, literalmente, no se que me paso desde que salí de mi edificio, solo decidí alejarme algo de mi burbuja esa que había creado desde la muerte de mi única familia, solo no quería volverme a sentir ese miedo y soledad que sentía, sólo que la soledad aún no se va.
El miedo tal vez aún estaba ahí, solo que se disfrazaba de adrenalina y me hacia sentir cómoda, tal vez si empezaba a ignorar todo lo que sucedía a mi alrededor podría disfrutar un poco más mi vida. El olor de flores llego a mi nariz haciendo que respirara profundo, hoy hacia un viento muy helado y traía el olor de todas las flores que hay. El lugar es al parecer una plaza donde la gente puede irse con su familia o junto a su novio a tomar una nieve, pero justo en el centro de la plaza hay un restaurante muy lujoso, podía ver desde aquí como los meseros iba y venían con rapidez e eficacia.
Ignore por completo a las personas que había en ese restaurante, para mis fotos quería algo natural, algo como las flores que hoy estaban en el punto exacto de perfección o aquellos nenes que chapoteaban felices de la vida en esa bonita fuente.
Hice unas cuantas fotos de las flores no me detuve a hacer muchas fotos, era natural y algo hermoso que no necesitaba de retoques o posturas diferentes, eche un ojo para ver si los padres de los niños se encontraban cerca tal vez si me veían fotografiando a sus hijos pensarían mal de mi.
De ellos tome muchas más fotos todas las posturas hacían hermoso, ellos se divertían y no eran consciente de lo que pasaba a su alrededor, reflejaban la inocencia pura, algo que es difícil de conseguir.
(**)
Fue un día en el cual disfrute como nunca tomar fotos, fue sin apuros y sin nervios, mi interior decía que siguiera pero la noche estaba a punto de caer y tenia perderme. El cielo estaba azúl con un toque de muy morado haciéndolo realmente bello, mi cuello sujetaba la correa de mi cámara que aún estaba encendida y algo capto mi atención.
Un hombre con un traje azúl o tal vez negro a la talla acaparo mi atención por completo, tenia las manos dentro de sus bolsillos y miraba hacia los lados tal vez buscando a alguien, mi mente fue tan rápida y no pensé ningún segundo en hacer una foto de ese hombre, todo estaba perfecto el cielo las flores y hasta los pequeños muros de la plaza.
Tome mi cámara con mis manos algo temblorosas por el nervio y capture, lo hice unas cuantas veces, no podía dejar de hacerlo, justo saco una de sus manos y miro su reloj, me deje llevar tanto que no me di cuenta cuando volteo de perfil sintiendo que alguien lo acechaba, todo iba bien hasta que volteo por completo y me miro, pensé que me gritaría un par de verdades pero en cambio sonrío, mi corazón empezó a latir tan rápido como el motor de un auto de carreras y justo cuando pensé que tal vez se voltearía y se iría camino hacia mi provocando que mis piernas se sintieran como la mismísima gelatina.
Lo recordaba de algún lugar, lo había visto alguna vez pero donde preguntaba a mi interior en vez de salir huyendo de ahí mis piernas no se movieron y llego frente a mi sin quitar esa sonrisa.
-Pensé que eras corredora pero ya veo que me equivoque, lo recuerdas, espero allás disfrutado del aroma de aquella vela de coco -su aliento a menta choco en mi rostro y fue como si me despertaran de un sueño.
Lo recordé es el mismo hombre del súper, el chico de traje.
Al ver que no emitía ninguna palabra decidió hacerlo el mismo, bajo un poco a mi altura y acerco unos centímetros a mi rostro viendo fijamente mis ojos.
-Soy Dorian Donson y la sección fue gratis acosadora -
.......
(Hola como están si ya se actualizo cada caída de cielo, lo siento :()
Voten comenten y sigan bebes
Besos:*
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