Mi madre esperaba sentada con la cabeza enterrada entre las manos, algo malo pasaba y no sólo lo decía por mí, la conocía muy bien y ella nunca se había preocupado por mi, siempre decía que me conocía bien y que con eso se podría fiar lo suficiente.

- Acuéstate o siéntate para que sospeche- susurró en mi oído con aliento a café.

Obedecí y me alejé de la ventana pensando en todo, sólo quería ir a el hotel y nunca más salir de la habitación hasta dentro de unos 20 años con la esperanza de que sucediera otro ataque terrorista que pudiera desaparecer a Garin por completo y que el destino me permitiese vivir la libertad y poder estudiar una profesión sin seguir la estupida religión a la que mis padres respetaban tanto.

Garin se sentó junto a mí en la camilla entrelazando nuestras manos como si nos amaramos, en cuanto el doctor "hermano" abrió la puerta noté que mi madre se encontraba con un mar de lágrimas bordando de sus tristes ojos.

- Mamá...- susurré con el corazón echo trizas, corrió hacia mis brazos como una chica desconsolada hasta querer sacarme el oxígeno. Aprovechándose de que estaba de espaldas miró con algo de repugnancia como si quisiera decir "asco el amor".

Me desprendí de mi madre al rato que llegó a calmarse un poco, Garin apartó una de sus lágrimas con sutileza, estaba demasiado pálida .

- Mamá dime por una buena vez que es lo que pasa, ¿y donde está papá?- me miró con pocas intenciones de responder pero sin embargo contuvo el llanto.

- Murió- respondió con la voz quebrada. Garin no pudo contener su interés, puso los ojos en blanco al igual que yo.

Mi corazón se detuvo y palidecí por completo como si el mundo se fuera a acabar. Mi madre nunca bromeaba y mucho menos de esa forma - Eso no puede ser posible, no puede...

- Estábamos en el hotel, íbamos a cenar pero el se había detenido en la librería desde esta tarde y cuando fui a buscarlo... - inspiró hondo- encontré infinidades de cadaveres despedazados, bañados en un charco sangre y entre uno de ellos se encontraba mi pobre almalak alharis descansando y tieso con el olor putrefacto de una momia sin vendas.

Me quedé perpleja derramando infinidades de lágrimas mientras pensaba en mi pobre padre pidiendo ayuda y tratando de huir de aquel sitio, solamente aquellas personas pudieron ser testigos descriptibles para todo suceso pero tristemente la causa también les había arrebatado las declaraciones robando de aquellas almas inocentes.

- Defina alnabak alhasis- interrumpió Garin. Ambas lo miramos con un sentimiento mutuo de odio y a la vez desconcertada de tanta ignorancia cuando se trataba de un Arabe príncipe que en comparación lo único que sabia decir del guión era "Las islas del sur". Mi madre se guardo su toque de hipocresía y le sonrió con un asentimiento - Si no te molesta joven Garin pero hoy necesito pasar la noche a solas con mi hija.

- Disculpe pero el señor Marrash había planificado una cena para el día de mañana en la torre pero me temo que con lo sucedido...

- Mañana a la misma hora, esto es un asunto delicado y quiero comunicarlo con la familia lo más rápido posible pero mientras tanto la boda sigue en pie- bajé la cabeza con desaprobación, Garin sonrió en un asentimiento y se marchó sin despedirse de un portazo.

La invité a sentarse en la camilla.

- ¿Que hora es? - pregunté desorientada. Me tendió mi teléfono y sobresaltada volví a preguntar - ¿Las cinco y media de la mañana?.

- Es correcto, la masacre sucedió entre la una y las dos de la mañana mientras yo esperaba como una imbesil a que llegara- reprendió sintiendo culpabilidad.

Nuevamente la volví a abrazar, acaricié su suave y sedosa cabellera en señal de que todo estaría bien de ahora en adelante aunque no hubiese correspondido de la misma forma. Susurré en su oído con la voz desvanecida- Sabes que no fue tu culpa...

- Pero la tuya sí, quiero que me digas que demonios pasará con la plata- se desprendió bruscamente y de su abrigo sacó el teléfono mostrándome un chat por Whatsapp. Con las manos temblorosas y un tanto rígidas lo tomé con desconfianza.

Deuce Marrash: Salí a comprar un libro así que estaré en la librería por si me necesitas, estuve pensando que también deberíamos decirle a Odette para pasar un tiempo en familia y así le daríamos la noticia ¿Que dices? ✔️✔️

Bijou Acleh: Me parece una maravillosa idea cariño pero tal vez ella esté ocupada con Dinah y sus amigos, le voy a escribir a ver que opina ✔️✔️

Deuce Marrash: Se fue a la torre con Dinah, van a cenar juntas me acaba de avisar ✔️✔️

Bijou Acleh: Me lo había imaginado por lo menos París será nuestra por esta noche ✔️✔️

Deuce Marrash : Dime que llevas efectivo a la mano ✔️✔️

Bijou Acleh: Of course ¿Es urgente? ✔️✔️

Deuce Marrash : Voy para allá ✔️✔️

Bijou Acleh: ¿Para qué lo necesitas? ✔️✔️

Deuce Marrash: Mi princesa me pidió que le llevase el octavo libro de Harry Potter y casualmente lo encontré ✔️✔️

Bijou Acleh: No lo compres que se espere y de todas formas aquí hay libros en Francés, no entenderá nada y lo tirara el mismo día ✔️✔️

Deuce Marrash: No dudes de ella, es la niña más inteligente que conozco y por si no recuerdas está viendo clases de Francés así que ¿porque no comprárselo?. Se casará antes de tiempo y no sé que regalarle, conversaremos de eso en el Restaurante así que iré para allá ✔️✔️

Bijou Acleh : Dile a tu chofer que se devuelva estuve revisando el twiter y dice que la rue dupetit está siendo invadida, estoy nerviosa, comienzo a tener un mal presentimiento de todo esto ✔️✔️

Deuce Marrash: No tardaré lo prometo me falta poco para llegar ✔️✔️

Bijou Acleh: Tienes que regresarte, después compras el maldito libro. Primero tu salud que la de los demás ✔️✔️

Deuce Marrash: Si mi hija hubiese aprendido de ti no se hubiera sacrificado por aquella desconocida a la que hoy en día llama Dinah es mi mejor amiga, te escribo en cuanto llegue ¿vale? ✔️✔️

Bijou Acleh: Lo digo por tu bien tienes que ser consciente de ti mismo      ✔️✔️

Moví el pulgar varias veces pero hasta ahí llegó la conversación, comencé a sentir algo de culpa cuando simplemente lo que había echo era una estupidez por un capricho que tenia por leer. Levanté la mirada levemente sin poder mirarla fijamente a los ojos. Me arrancó el celular de las manos y antes de que pudiera reaccionar me dio un puñetazo en la cara y un codazo en la frente de manera que caí en la camilla de forma inocente cubriéndome el rostro con ambos brazos.

- ¡Mamá en verdad lo siento! Pero si es lo que crees... sabes que yo no fui la que asesinó a papá, ¡Soy su hija!- reprendí derramando un mar de lágrimas en la almohada.

Pasó una mano por su larga cabellera que radiaba algo de brillo por la tensa luz de la lámpara. Por un segundo me había preguntado si de veras notó el tamaño de mi cabello.

- Fue una masacre pero nada de esto hubiera sucedido si no lo hubieras convencido de que te comprara un puto libro de cuentos- apretó los puños como si no pudiera contenerse, en momentos así provocaba hacer cosas incoherentes.

Me dio la espalda e inspiró hondo sollozando a la vez con drama - Te casarás con Garin lo antes posible y no me interesa que no lo aceptes por el motivo que sea, necesitamos reforzar nuestras relaciones y tú eres la única que nos podrá conceder la incipiente relación, la familia crecerá con más aliados y fortunas. Si tu padre ya no me puede mantener entonces lo harás tu. Muéstrate lo más generosa posible, no te resistas ni te manifiestes como tal y así todo surgirá más rápido. Se encaminó hacia la puerta a cortos pasos, giró la manilla pacientemente y ladeó la cabeza un poco hacia donde estaba - ¿Que Garin quiere tener un hijo tuyo? dale dos por si sale hembra, los hombres siempre preferirán a los de su sexo por ser el primero en la creación.

almalak alharis = Ángel de la guarda.