- ¿Alguien preguntó por mí?- intervino conteniéndose.

Muchos bajaron las armas e inspiraron hondo incluyéndome, la niña me observó con rareza una vez que se había guardado la escopeta - Déjame ayudarte- se había llevado los racimos mientras que dos ancianos hicieron turno para llevar la cesta de manzanas.

El muchacho se había puesto de mi lado tomándome de la mano.

- ¿Liam quién es ella? Es muy bonita para ser uno de ellos- aseguró la niña con curiosidad clavando sus inmensos ojos verdosos en mi camisa de hombre.

- Es una amiga, ella es Giulia - indicó haciéndome señas para que estrechara su mano. A medias podía visualizar que la apariencia de la niña era un tanto llamativa por el echo de que vestía botines blancos, shorts de lentejuelas azules y una camisa blanca que hacia conjunto combinada de rojo y azul.

- Es un placer - añadí amistosamente, ella medio sonrió mostrándose reservada - Debo admitir que me pareció increíble la forma en la que usaste la escopeta y... gracias por no dispararme, por cierto me gusta tu peinado.

- ¡Gracias!- respondió con una sonrisa de punta a punta ladeando la cabeza en dirección a una mujer que se encontraba conversando con un hombre- Mamá retomando el tema...

- Ya te dije que no vas teñir tu cabello como el de Harley Quinn - exclamó la mujer sin mucha paciencia.

- Sígueme, quiero que conozcas a alguien más- me guió hacia donde se encontraba una anciana sentada que estaba tejiendo con poca inspiración.

- Mamá quiero que conozcas a alguien- la señora miró sintiéndose complacida- Ella es una amiga y se quedará con nosotros.

Intenté no palidecer demasiado.

- Mucho gusto, tenía tiempo sin volver a recibir visitas de mi hijo, de por casualidad ¿están saliendo?.

- De ninguna forma, te he dicho que pienso tener más relaciones - aclaró en tono serio retirándose. Corrí atrás de él siguiéndolo hasta otra estancia - ¡Hey espérame!.

El se había detenido en el mismo instante que se había topado con una chica de piel pálida de larga melena rubia , vestía unas botas de invierno y un abrigo rojo de piel sintética.

- Oh cariño que susto me has dado - exclamó la chica con voz apasionada saltando en sus brazos, le plantó un tierno beso en el cuello y le susurró unas palabras en el oído. Mi corazón se aceleraba a un ritmo irreconocible, me sentía abandonada y un tanto perdida. Había llegado a la conclusión de que era un mujeriego sin vergüenza que lo único que pensaba era en sí mismo sin importarle cuánto le estuviera mintiendo a su madre.

La chica se había apartado lentamente de él dejándolo con una mirada de cachorro perdido siendo consciente de que yo estaba presente mirándolo con brazos cruzados, intenté contenerme para no hacer un drama en frente de toda esta gente, tal vez unas cuantas indirectas irían directo a su heart o mejor dicho punto débil. Había encontrado un sofá pequeño que se encontraba en un lugar algo desierto pero bastante iluminado, era perfecto para hablar a solas. Me encaminé y tomé asiento justo en el borde manteniendo distancia, el se sintió un tanto extraño pero aun así mantuvo la mirada fija.

- ¿Pasa algo?- se mostró confuso al mirar mi expresión poco convincente.

Solté una risotada- ¿Que te hace pensar que algo podría estar pasando?- el bajó la cabeza - Le dices a tu madre que no quieres tener una relación conmigo cuando me acabas de besar en un elevador estando semi desnudo y sin siquiera saber tu nombre, después vas y abrazas a una chica linda por la cuál permitiste que te besuqueara y te coquetease cuanto fuera - inspiré hondo y cubrí mi rostro con ambas manos. Todo esto sonaba de lo más ridículo, estaba exagerando y no cabía duda de que lo estaba haciendo.

El se mostró neutro ante mi conducta poco chillona, batió su brillante melena hacia un lado re acomodándosela con una mano- Y debo pensar que todo esto te ha puesto furiosa porque ando sin camisa ¿no es así?.

Oh por dios.

De pronto ambos terminamos riéndonos al unísono, inspiré profundo y bajé la mirada - Soy una completa estupida- solté con un hilo de voz- se supone que en estos momentos debería estar agonizando de dolor por la muerte de mi padre y tal vez me estuviera concentrando en mi boda crítica con mi novio psicomaniatico antisocial- me detuve por un segundo para mirar mis zapatos - En estos momentos debería estar pensando como una mujer madura no como una adolescente inmadura que lo único que hace es decir estupideces sin siquiera darse cuenta de lo ridículo puede llegar a sonar, a veces pienso que si mi padre estuviera con vida en estos momentos me sentiría escuchada y de seguro no estaría tan...

- desorientada- añadió siendo cómplice.

- Exacto, no me sentiría tan sola como justamente me siento en estos momentos.

- ¿Y que hay de tu madre?.

Aguardé unos segundos de silencio- siento que ya ni la conozco como debería ha cambiado, se que ella no era así simplemente es como si fuese otra persona en su lugar que solo busca lo que quiere- inspiré hondo tomando una bocanada de aire- Y ni siquiera sé si es correcto que hable de esto con un extraño.

Pasó una mano por todo su rostro hasta detenerse en sus labios, bajó la cabeza desapercibidamente como si tuviera miedo de decir algo.

- Siempre es bueno desahogarse ¿no lo crees? Y creo que estás enfrentándote con mucha fuerza a una situación bastante difícil pero sigo sin entender porque te casarás tan rápido ¿En serio lo amas?.

- Mis padres realizaron este compromiso hace un mes, es una tradición que seguimos hasta que luego nuestros descendientes la sigan y así nos beneficien con el dote y los nuevos aliados. Mi madre lo escogió a él sin darse cuenta de que era un ignorante, sólo lo tomó en cuenta por que su apellido era Etcheberry y según cuenta Wikipedia es una relevante familia que tiene historia porque prácticamente forman parte de la "realeza"- aclaré de forma detallada.

Se había tomado unos segundos para pensar- Y... ¿que tal es él contigo?.

Lo miré de una forma indescifrable pensando en las cosas más horribles a las que pudiera nominar con certeza blasfemia en este mundo pero sólo conseguí reprimir mi tristeza, mantuve los ojos cerrados por un tiempo y me armé de valor para responderle.

- Sólo puedo decir que jamás en mi vida querré volver a encontrar a una persona como él- suspiré- no digo que sea el shaitan en persona pero si diré que es la peor. Me ha echo cosas inimaginables de las que no sabía que eran posibles con una mujer, amenazas y... todo lo demás que no te podrás imaginar.

El simplemente puso los ojos en blanco sin apartar la mirada, era indescifrable querer ver lo que sentía o pensaba. A veces me gustaría tener el don de una vidente para no quedarme con la duda.

-  Y ¿has pensado en decírselo a tu madre?.

Oh, no tienes la menor idea.

- Cuando estaba con mi padre a solas yo solía puntualizarles cada detalle mínimo pero el único que había llegado a ser consiente de todo esto era mi padre que hasta había discutido con mi madre para atrasar la boda y pensárselo mejor pero sin embargo mi madre no quiso y por más que le dijera hacía que me tomaba en cuenta cuando en realidad no me estaba ni escuchando. Era algo muy frustrante pero me sentí peor la última vez que la vi, lo único que hizo fue darme indicaciones de lo que debía hacer por él.

Haber recordado esa última escena me había desvelado por completo. Pude sentir como si mi propia madre estuviera a punto de aclarar que nunca tuvo una hija.

- Comprendo tu dolor aunque nunca halla tenido que pasar por algo igual, como verás mi madre es una anciana que en cualquier día estará dispuesta a dormir en un sarcófago y mi padre falleció cuando tenía siete. Se dice que la causa también fue por una masacre, comenzaba a sufrir de alzhéimer poco después de su última aventura y antes de que pudiera ver había salido en esa misma noche que tocaba la alimentación, mi madre y yo gritábamos su nombre desaforadamente hasta que alguien nos señaló en donde se encontraba su cuerpo. Desde ese día me he mantenido despierto y alerta de todo, mi madre había echo el intento para ingresar a Reino Unido pero por desgracia no llegábamos a disponer lo suficiente como para comprar una casa. Nos mantuvimos en escena hasta hoy en día, solamente me he dedicado a cuidar de ella y en cuanto llegue su día planeo hacer lo imposible para ingresar en una Universidad y estudiar lo que esté a mis condiciones.

- Woo - solté un poco impresionada - Por lo que veo eres un buen chico.

- Pocos dicen lo mismo- asintió.

- ¿Pocos? - pregunté con curiosidad.

- A casi nadie le doy un resumen de mi vida y mucho menos a un "extraño"- aclaró entre comillas.

- ¿Extraño?.

- Eso dijiste hace poco ¿se te olvidó?.

Bajé la cabeza sintiéndome un poco avergonzada. Debo pensar más en lo que voy a decir.

- Y si... te preguntabas sobre esa chica pues no es mi novia ella es una vieja amiga de la familia que tiene dieciocho y está casada, mi madre sabe que no pienso involucrarme en relaciones que me desconcentren de mi objetivo. La razón por la que te besé en el ascensor fue porque creí que estaría a punto de morir estando a estas horas en la calle así que me dije ¿porque no recibir mi primer beso antes que sucediera algo peor? me gustas mucho, eres linda pero no pienso llegar a tanto y no- hizo una pausa- no estoy enamorado de ti.

Inspiré hondo y medio sonreí con más calma- Entiendo. Me aliviaba del todo el echo de saber que no era un mujeriego como tal pero... en parte sentía como mi corazón iba a desboronarse. Hubo un gran silencio entre los dos durante varios segundos hasta que nuevamente se volvió un poco distraído extendiendo su mano - Soy Liam Lombardi.

Lo observé sobresaltada por el gran paso del que nos habíamos saltado- Odette Marrash- respondí estrechándola - Supongo que debimos hacer esto desde un principio ¿no crees?.

- Yo creo que primero pude haberte invitado a cenar- soltó entre risas.