¡Madre mía, qué buen par de tetas!

Modela delante del espejo, ¡qué guay! Por fin le sucede algo bueno. Luego de haber caído en un lago mágico obtuvo el poder de transformarse en mujer al estar contacto con el agua fría, ¡sus días de añorar tetas se acabaron, ahora tiene un buen par delante! Todo marcha de perlas, es una bendición.

Claro que hubiera deseado eso, pero no, desde que es mujer las cosas no son como las imaginaba al principio, o sea, el tema de las tetas está muy bien, se manoseó muchísimo los primeros días, pero luego no lo vio tan diferente a masturbarse. Tocarse delante de un espejo no es lo mismo a acariciar a una chica, así que muy a su pesar tuvo que aceptar que ser una mujer no es tan genial como pensaba. Al contrario, ha tenido demasiados momentos en donde un chico le coqueteó o que trató de robarle un beso, algo para nada heterosexual. Ew, hombres. No había pensado en que aquello era un problema hasta que Power comentó que jamás podría complacer a una mujer porque al entrar en contacto con el agua, esta se espantaría. Y tiene razón. ¿Cómo mierda piensa tener sexo? Adiós al revolcón en la ducha, a hacerlo en la playa, a divertirse en una fiesta de camisetas mojadas, todo es un peligro latente, qué putada, aquello que veía como una bendición de pronto era el peor de los males.

Está maldito y no hay poder humano para devolverlo a la normalidad.

Estuvo bastante tiempo deprimido, cómo mierda no, ya no podría coquetear con una chica, aun si esta lo aceptara, siempre tendrían problemas por el tema del agua, a cualquier mínimo accidente se arruinaría todo, además que sería incómodo transformarse en mujer usando un traje ya que su complexión no es la misma.

—Menudo desastre, jamás tendré una tilina —se queja en su pupitre, pronto una chica le dice que le da trescientos yenes si se deja usar como banco para sus pies y acepta si le aumenta otros cien, algo que accede y demonios, ya tiene cuatrocientos en los bolsillos que usará después para irse a las maquinitas.

—¿Sabes en qué clase está Yoshida Hirofumi? —Levanta la cabeza, es que no es cualquier chica, es Asa, ella le gusta mucho y fue candidata para que fuera su novia, de no ser porque no puede tener novia por todo lo antes descrito. Ella le pregunta a otra chica, una de cabello corto que está a lado de su cliente que está encima de él, obviamente—. Ugh..., ¿Qué hacen con ese cerdo? —Sí, bueno, las cosas no terminaron muy bien.

—También es bueno verte —la trata de saludar, pero Asa es muy terca, tuerce los labios y lo ignora, ay, todavía puede volverlo tilín.

—Lo compramos por cuatroscientos yenes, ¿quieres que te lo prestemos? —Qué perras...

—Un momento, yo acepté esto a Kaori. —Compañera random de bonitas bragas—. No soy perro de cualquiera.

Asa achica los ojos—. Te doy el doble.

Se arrastra a ella y le besa los pies—. Aun estás a tiempo de subir la oferta y con gusto me pongo a ladrar. —Ay, si mirara hacia arriba vería las bragas de Asa, de no ser que ella cumple al pie de la letra con la regla de la falda larga.

—Tenemos un trato. —Ella sonríe con maldad, ¿por qué le gustan las locas?—. Lo siento, el perro es mío.

Jamás pensó que cuando Asa se refería a él como un perro sería para tratarlo literalmente como uno.

Están en su casa, por suerte su gemela no está porque Yoru le da algo de miedo, más por haber roto el corazón de la nalgona que tiene delante, aun recuerda su voz enojada con la clara advertencia de que si vuelve a acercarse a Asa a menos de cinco kilómetros le destrozaría la nariz.

—Buen chico, Denji. —Incluso le acaricia la cabeza como a un perro sólo por darle la mano, bueno, la patita. Loca—. Bien, es hora del baño.

—Wow, wow, wow, wow. —Se levanta, pero parece que eso a Asa no le ha gustado así que vuelve a ponerse en cuatro patas, es que ella es muy convincente con la mirada—. El trato es que yo fuera tu perro, pero no incluye dejarme bañar, no voy a mostrarte mi pirulín. —Se cubre la entrepierna, qué le pasa, se supone que lo odia, que lo invite a una cita siquiera.

—¿Ah? Quiero bañar a mi perro para que no esté sucio, así que haz caso.

—No sé qué clase de fetiches tienes, pero paso. —Eso hace que Asa se ponga rojísima.

—Se acabó, no voy a pagarte nada.

—¡¿Ah?! ¡Me hiciste dar un paseo a cuatro patas en el parque delante de un montón de chicas!

—Como si no estuvieras babeando por ellas.

—Lo hice por el dinero, ¡ni siquiera es mucho lo que pido!

—Entonces no será tan difícil perderlo.

Aprieta la mandíbula—. ¿Esta es tu manera de vengarte de mí? —Asa está cruzada de brazos, qué le pasa maldita loca nalgona, pasa de ella, es una pesada, cómo se atreve a tratarlo así, encima no quiere pagar—. Me voy, gracias por el huevo con arroz, por acariciarme la pancita y los mimos, pero estás loca y yo paso de esas, ya estoy casi rehabilitado de ustedes malditas desequilibradas. —Se levanta de nuevo, pero otra vez Asa lo mira con los ojos pequeños y de nuevo pone el culo en el piso, es que ella tiene una habilidad de convencimiento tremenda.

—Bien, te pagaré por haber sido mi perro —dice, por fin—, pero quiero otra cosa.

—Dependiendo de lo que quieras es mi precio.

—Báñate conmigo.

¿Qué? Parpadea repetidas veces, pero Asa es tan inexplicable que no entiende, encima lo mira con tanta seriedad que no entiende si de verdad lo dice en serio, si es un juego, pero... ¡ESTÁ ROJA! Es en serio. Ha enrojecido. Madre mía, se le ha parado.

—A-Asa... —¿Qué clase de propuesta a sexo en la ducha es esta? Ay, qué caliente es todo, por fin la va a meter, pero recuerda su pequeño y muy significante problema, no puede hacerlo—. Bu-bueno... yo... —Estuvo a nada de negarse, pero Asa se ha desabrochado la camisa y eso es lo más caliente que ha presenciado, puede ver su sostén, ay, qué sexy. 

—Te espero en la tina.

—Va-vale...

Maldita sea, ahora está en una encrucijada, puede ir al baño y contarle su "detalle" a Asa o irse y vivir con su odio como lo ha estado haciendo todo este tiempo, es que si incluso decidiera ir con ella, no podrían hacerlo porque al tener un pequeño contacto con el agua se volvería una chica y qué le va a meter, ¿los dedos? Además no sabe si a Asa le gustan también las chicas, sino sí. Todo es tan malditamente difícil, no sabe qué escoger, qué haría Jesús en estos momentos.

—Sabía que vendrías.

Pasa saliva.

Hubiera deseado encontrar a Asa desnuda en la bañera o verla retirándose más la ropa siguiendo ese rollo caliente que tuvieron en la sala, pero no, ella está sentada en el inodoro, con la tapa abajo, claro, con la camisa bien puesta y con una cara de decepción que lo pone nervioso.

—Creí que nosotros...

—Ya sé qué creíste. —Asa suspira—. Dime algo Denji, ¿te gusto al menos? Bueno, desearía decir que si estás aquí significa que al menos algo de mí te atrae, pero a ti te gustan todas y cualquiera te valdría. —bueno, eso no es del toso cierto—. Así que dime..., contesta... —Ella lo mira a los ojos, diablos, en serio está muy afectada, pero no entiende por qué, se supone que lo odia, que...

Oh, ya entendió—. Te voy a demostrar algo, pero no te burles. —Suspira, maldición, jamás pensó hacer eso, pero ante la mirada juzgadora de Asa no puede hacer mucho, así que abre la llave de la tina y mete la cabeza para mojársela ocasionando que la transformación sea visible a sus ojos, luego de sentir un peso que antes no tenía en su pecho sabe que se ha hecho, así que voltea a ver a Asa sintiéndose algo humillado—. ¿Feliz? Yo no me alejé de ti porque sea un canalla, sé que no tengo dignidad, pero no quería que me despreciaras.

Silencio. Asa se acerca a él y le acaricia la cabeza—. ¿Creíste que me habría reído de ti?

—Planeabas dejarme antes de que yo me alejara —susurra algo abatido, había escuchado que era una especie de apuesta entre esas gemelas.

—Sí, bueno..., pero no quería hacerlo —suspira—. También yo te oculté que Yoru me hizo acercarme a ti porque quería saber si Yoshida estaba disponible, con eso de que le gusta, quería que te enamorara y de esa manera poder usarte para que ella se acercara a él. —Ay, qué amables, eso casi lo hace sentir mejor—. Pe-pero yo no soy así..., pretendía alejarme de ti. —No quiere escucharla, malditas mujeres, todas son iguales, lo malo de las tetas es que siempre vienen pegadas a una mentirosa—. Al principio no me importabas, pe-pero luego empezaste a gustarme y yo no quería romperte el corazón, quería...

—Bueno, ya lo conseguiste —se cubre el busto, es que siente los pezones medio duros, el agua estaba fría y bueno, no usa sostén cuando es hombre—. ¿Qué pretendías entonces con enojarte conmigo? Si querías salvarme de tu plan maléfico con tu hermana, ¿para qué me contrataste como tu perro?

Asa se encoge de hombro—. Supe de tu salida al cine con otra chica y bueno... yo... —La ve ponerse roja, arrugar la nariz y apretar los labios, qué linda, ¿por qué le gustan las locas?—. Me puse celosa.

—¿Eh?

—No quiero que estés con otra persona, ya sé que no eras nada mío, pero no quiero que te guste alguien más. —Asa lo toma de los hombros y luego le da un beso, ay, dios, es su primer beso de chica, ¿eso lo vuelve lesbiana?—. Me gustas Denji.

—Increíble. —Está muy rojo, ay, mierda—. Bu-bueno..., yo quería alejarme de ti porque no quería que te desanimaras de mí por transformarme en una chica, pero veo que no tienes problemas en besar a una. —Eso sí lo dejó con el corazón latiendo al cien, Asa ladea la cabeza.

—El exterior de las personas no importa, sino su interior y sí que tengo problemas con la gente, la idea de compartir saliva, sudor y cualquier otro fluido me produce asco, pero... —Asa de nuevo se ha puesto roja, lo mira a los ojos con la mirada radiante ocasionando que igual se coloree y se ponga nervioso—. No me importa si es contigo, tengas pene o vagina, no me importa, quiero que estés conmigo.

—¿Eso significa que somos novios?

Asa ríe nerviosa—. Supongo que sí.

—Bien, porque no pienso darte mi primera vez sin serlo, ¿está bien? Trátame bonito.

Vuelve a reír—. Lo que digas, mi señor.

Ay, eso lo hizo tener un espasmo tremendo.

...
Fujimoto te odio, pero me vale tres kilómetros de verga, voy a crear tanto fanfic AsaDen como me den las manos y seré feliz con eso.

Y valoren este capítulo, me piqué entre el dedo y la uña con una grapa.

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