45-Perdiendo los estribos
LENA
Pasé toda la noche al lado de Kara, mirándola descansar. De vez en cuando hablaba en sueños y se revolvía un poco, pero por lo demás, parecía estar bien.
-Lena: Buenos días, cariño... - dije cuando se despertó, mirándola.
-Kara: Hola, amor... ¿Has dormido? – preguntó, acariciándome el rostro.
-Lena: Un poco... ¿cómo te encuentras?
-Kara: Bien...
-Lena: Me alegro. Iré a buscar al médico.
-Kara: No. Quédate. Ya vendrá...
-Lena: De acuerdo...
El médico llegó unos minutos después.
-Médico: Me alegro de verla despierta, señora Luthor... - dijo mirando a Kara – Bien, según los resultados, alguien le echó droga en su bebida.
-Lena: ¿Qué tipo de droga?
-Médico: Una que se está utilizando bastante para cometer violaciones.
-Kara: Oh, Dios...
-Médico: Por lo que me ha dicho... - dijo, mirándome de nuevo – Su esposa vomitó antes de venir al hospital. Eso es bueno. Posiblemente eliminara una gran parte en ese momento y por eso no fue a más. Normalmente, las mujeres a las que les han dado este tipo de droga suelen llegar inconscientes y sin recordar nada de lo ocurrido. Bien, si se encuentra en condiciones de irse a casa... - miró a Kara.
-Kara: Sí, estoy bien...
-Médico: Bien, entonces iré a buscar el alta y podrán marcharse.
-Kara: Perfecto... - dijo mientras el médico salía. Luego me miró. – No, no pienso quedarme aquí ni un minuto más de lo necesario.
-Lena: No he dicho nada.
-Kara: Pero ibas a hacerlo... - dijo – Descansaré en casa, lo prometo.
-Lena: Me conoces demasiado bien... - dije riéndome.
-Kara: No sería una buena esposa, si no fuera así...
-Lena: Pero eres perfecta...
-Médico: Aquí tienen, ya pueden irse...
-Kara: Genial – dijo levantándose de la cama – Gracias por todo... Vámonos a casa, quiero ver a los niños...
-Lena: Primero pararemos a desayunar algo, debes estar muerta de hambre...
-Kara: Pues sí...
Desayunamos algo en una cafetería y nos fuimos a casa. Nada más llegar, lo primero que hizo Kara fue ir a ver a Katie y a Cian, que estaban dormidos.
-Eliza: Kara, cielo... - dijo, mirándola cuando pasó por su lado.
-Lena: Tranquila Eliza, está bien... Se muere por ver a los niños, ya sabes cómo es.
-Eliza: Sí... ¿Seguro que está bien?
-Lena: Sí. Como vomitó antes de ir al hospital, lo que le dieron no le afectó tanto. Tuvo suerte...
-Eliza: ¿Será posible que tengáis un poco de paz de una vez? – dijo, cogiendo mi mano.
-Lena: Creo que me llevaré a Kara y a los niños una semana fuera. Nos irá bien despejarnos un poco.
-Eliza: Puedo quedarme a los niños si queréis.
-Lena: Te lo agradezco... Pero Cian sigue tomando el pecho, y Katie no querrá pasar tanto tiempo sin Kara.
-Eliza: Y sin ti.
-Lena: Bueno, a mí no me quiere tanto – dije divertida.
-Eliza: Claro que te quiere, ¿cómo no te va a querer?
-Lena: Lo sé...
-Kara: Lena cielo, tu hijo tiene hambre... - dijo entrando en el salón, con Cian en brazos.
-Lena: Dirás nuestro... Es tan tuyo como mío...
-Kara: Lo sé, pero me encanta picarte... - dijo, dejándolo en mis brazos y abrazando a Eliza – Hola mamá...
-Eliza: Menos mal, pensaba que era invisible... ¿Cómo estás?
-Kara: Bien... Tengo hambre...
-Lena: Si acabamos de desayunar, cariño...
-Kara: Pero tengo más hambre...
-Lena: No entiendo cómo puedes comer de esa manera y no engordar.
-Kara: Por el ejercicio que hago contigo, amor. Eso ayuda bastante.
-Lena: ¿Qué ejerci...? Oh, ese...
-Eliza: No quiero saberlo... Así que cerrad la boca, ya.
-Kara: Sí, además, Cian es muy pequeño para escuchar estas cosas.. – dijo sentándose a mi lado y mirándole durante algunos minutos. Luego se levantó – Tengo que hacer un par de llamadas.
-Lena: ¿Ahora?
-Kara: Sí, hay un par de locales que quiero ver y me gustaría saber si podría hacerlo mañana.
-Lena: Vale, pero no tardes... - dije, mientras la miraba ir hacia el cuarto.
-Katie: ¿Mamá? – preguntó acercándose, mientras de frotaba los ojitos.
-Lena: Hola, cielo...
-Katie: ¿Y mami...?
-Lena: En la habitación, ahora viene...
-Katie: Vale... - dijo sentándose a mi lado y acurrucándose, mirando a su hermano comer - ¿No te muerde...?
-Lena: No, no muerde...
-Katie: ¿Puedo cogerle?
-Lena: Cuando termine de comer....
-Katie: Vale...
Cuando Cian terminó, le saqué los gases y lo dejé sobre los brazos de Katie, que le miraba sonriendo.
-Kara: Oh, vaya, ¿Ya ha terminado? – dijo, con la cámara en la mano.
-Lena: Sí...
-Kara: Bueno, esta imagen también es bonita... - dijo, sacando varias fotos de Katie y Cian – Poneos con ellos las dos, vamos...
-Eliza: Deja que os saque un par... - dijo tras varias fotos. Kara le dejó la cámara y se sentó, dejando a Katie y a Cian entre nosotras.
Tras la mini sesión de fotos, Kara fue a guardar la cámara.
-Lena: ¿Has quedado para ver esos locales? – pregunté, abrazándola por detrás.
-Kara: Sí, a las ocho de la mañana y a las diez...
-Lena: ¿Tan pronto?
-Kara: Me llevaré a los niños conmigo.
-Lena: Te dejaré al chófer.
-Kara: No. Iremos dando un paseo, están cerca.
-Lena: De acuerdo.. – dije besándola por el cuello. Poco me importaba que Eliza estuviera delante – Deberíamos ir a denunciar a Chloe...
-Kara: ¿Para qué? No podemos demostrar que fue ella la que echó esa cosa en mi bebida, no harán nada...
-Eliza: Bueno chicas, yo me iré un rato a ayudar a Alex y a Sam. Portaos bien...
-Kara: Claro mamá... Gracias por quedarte con Katie y Cian.
-Eliza: Sabéis que me encanta quedarme con mis nietos, así que cuando queráis..
Cuando Eliza se fue, Kara y yo vestimos a los niños y fuimos al parque con ellos. Después volvimos a casa para comer y pasamos la tarde viendo unas películas de dibujos y jugando con Katie.
Al día siguiente, me fui temprano a la clínica.
KARA
Iba medio corriendo, empujando el carrito de Cian y con Katie agarrada a él. Llegaba tarde a la cita con el dueño del primer local. Y todo porque Cian necesitó un cambio de pañal justo antes de salir por la puerta.
-Kara: Lo siento... - dije.
-Dueño: No pasa nada... - dijo, al verme casi sin aliento y con los dos niños.
Tras verlo, vi que necesitaría muchas reformas y que no era exactamente lo que buscaba. Le faltaba luz, y era más pequeño de lo que pensaba. EN las fotos parecía más grande y luminoso.
Así que tras salir de allí, fui al parque con Katie y Cian mientras hacíamos tiempo para ir a l otro, ya que quedaba cerca.
Esta vez, llegué a tiempo y el local esta vez era mucho mejor de lo que imaginaba.
-Kara: Perfecto, le traeré el cheque con el primer pago mañana mismo.
-Dueño: Perfecto, hasta mañana entonces señora Luthor.
Empecé a caminar. Iba distraída hablando con Katie cuando choqué con alguien.
-Kara: Perdón.
-Chloe: Vaya, Kara... ¿qué haces aquí?
-Kara: No es asunto tuyo. Déjame pasar – dije seria.
-Chloe: ¿Por qué no te invito a un café y hablamos un rato?
-Kara: ¿Para que intentes drogarme de nuevo? No, gracias...
-Chloe: ¿Drogarte? No sé de lo que me hablas.
-Kara: No, claro que no...
-Chloe: Vamos, no seas así, sólo es un café...
-Kara: No quiero tomar nada contigo, Chloe. Ni siquiera un café, déjame en paz. Además, dudo que quieras tomarte algo con esta... ¿cómo me llamaste? Ah, sí, poca cosa, normalita, maleducada y te faltó llamarme muerta de hambre.
-Chloe: Bueno, ¿acaso no lo eras antes de casarte con Lena Luthor? Ahora te sale el dinero por las orejas, y la tienes bien pillada con estos dos mocosos. Si os divorciáis...
-Kara: Si Lena y yo nos divorciáramos, cosa que no va a pasar... Yo no me llevaré nada. Nos casamos en separación de bienes. Lena tiene lo suyo, y yo tengo lo mío.
-Chloe: Pero tenéis dos niños... Lena tendría que pagarte una pensión.
-Kara: En ese caso, ese dinero lo guardaría en el banco para cuando nuestros hijos crezcan.
-Chloe: ¿Acaso te crees que me voy a tragar ese cuento, rubita? – acarició mi pelo – No te lo crees ni tú...
-Kara: Déjame pasar...
-Chloe: Quiero que hablemos...
-Kara: No tengo nada que hablar contigo. Y si vuelves a acercarte a mí, a Lena, o a nuestros hijos, te juro que te arrancaré los pelos de la cabeza uno a uno.
-Chloe: ¿Me estás amenazando?
-Kara: No... Pero si quieres una amenaza... Déjanos en paz, o te denuncio por acoso, loca de mierda.
-Katie: Mami, has dicho una palabrota...
-Kara: Lo sé, cielo, perdona...
-Chloe: Mira qué tierna... - dijo mirando a Katie- Preocupada porque su mami ha dicho una palabrota... Pobre...
-Kara: Apártate o te juro que te atropello con el carro...
-Chloe: No tienes narices a... ¡AU, MI PIE!
-Kara: Te lo he avisado. Y si no te quitas, te aseguro que lo próximo que te haré no será pillarte un poquito el pie.
-Chloe: ¿Y qué harás?
-Kara: Esto... - dije, pinchándole con la sombrilla del carrito en el estómago, haciendo que se doblase.
-Chloe: Maldita hija de p...
-Kara: Si terminas esa frase, te aseguro que lo siguiente que te pincharé será un ojo... Adiós, Chloe... - dije alejándome.
Cuando llegamos a casa, tiré el bolso en un rincón, furiosa. Estuve jugando con Katie hasta la hora de comer y luego nos pusimos a pintar mientras Cian dormía en su cuna. En ese momento, recibí una llamada.
-Kara: ¿Diga? Sí, soy yo... ¿Cómo qué...? Pero habíamos acordado que mañana le llevaría el primer pago... ¡¿Qué qué?! ¡¿Un qué?! No, ya le he dicho que quería abrir un estudio de fotografía y... ¿Cómo que qué tipo de fotografía? Pues, de todo. Gente, edificios, cosas... ¡¡¿CÓMO?!! ¡¿Pero por quién narices me ha tomado usted?! ¡¿Cómo que soy una mentirosa?! ¡Y usted un gilipollas! – grité, colgando.
-Katie: Mami, has...
-Kara: ¡Ya lo sé, he dicho gilipollas! ¡Pero se lo merece el muy cabr...!- dije, callándome – Lo siento, cariño, perdona...
-Katie: Tienes que lavarte la boca con jabón y echar tres billetes en la hucha de las palabrotas.
-Kara: ¿Cómo que tres? Sólo he dicho dos...
-Katie: No... No la has acabado, pero la has empezado...
-Kara: ¿Se puede saber a quién has salido para ser tan lista, eh? – dije cogiéndola en brazos y haciéndole cosquillas.
-Katie: ¡Ay no, mami, para!
Cuando terminé de hacerle cosquillas, fui a echar los tres billetes en la hucha de las palabrotas. Lena y yo habíamos acordado que, cada vez que una dijese alguna palabrota delante de Katie, metería un dólar en la hucha y a final de año, decidiríamos que hacer con el dinero. Ya estaba llena más de la mitad, y en gran parte, era culpa mía. Aunque Winn y Alex también colaboraban en llenarla de vez en cuando....
-Katie: Falta uno...
-Kara: no falta ninguno, son tres, mira.
-Katie: Pero antes con esa señora has dicho la que empieza por Mi...
-Kara: Eres peor que tu tía Alex, me tienes más controlada que ella cuando trabajaba de policía. Anda, ve a ver los dibujos un rato, voy a mirar unas cosas en el ordenador.
Volví a mirar locales. No entendía que había pasado, pero la llamada del dueño del local que ya tenía apalabrado, me dejó de mal humor. Según él, le había llegado la información de que lo que realmente quería abrir allí era una especie de estudio erótico y una especie de local en el que concertaría citas con prostitutas. La verdad, no tenía ni idea de dónde podía haber sacado algo así.
Llamé a un par de sitios más y, al decirles el nombre de Kara Luthor, me colgaron directamente. En los tres siguientes, me pusieron de vuelta y media y en los siguientes cinco me amenazaron con denunciarme al policía.
-Kara: ¡Me cago en sus...! – grité, lanzando el portátil contra la pared, justo cuando la puerta se abría y entraba Lena, No la di por poco. Corrí hacia ella- ¡Lena, amor, lo siento! ¿Estás bien, no te he dado, verdad? ¿Estás bien...?
-Lena: Kara... ¿Qué te pasa? ¿Qué te ha hecho el pobre portátil para que lo asesines tan cruelmente?
-Kara: Nada, es que...
-Lena: ¿Qué te pasa, cielo? – dijo, dejando su bolso en el suelo y cogiendo mi rostro entre sus manos, besándome – Estás temblando...
-Kara: Es del cabreo que tengo...
-Katie: ¡Mamá! – gritó, corriendo a abrazar a Lena – Mami ha dicho muchas palabrotas hoy.
-Lena: ¿Ah, sí... cuáles? – dijo mirándome, con la ceja levantada.
-Katie: Las que empiezan por Mi, Gi y Ca....
-Lena: ¡KARA!
-Kara: Capullo no es una palabrota...
-Katie: Pero no ha sido eso lo que has dicho. Ha sido cab...
-Lena: Alto ahí, señorita, no sigas.... Kara...
-Kara: ¡Estoy furiosa, ¿vale?! No he tenido un buen día....
-Lena: ¿Qué ha pasado? Ven, cuéntamelo... - dijo llevándome hasta el sofá y haciendo que me sentara con ella. Katie se sentó a nuestros pies, jugando con una muñeca.
Suspiré y me recosté entre sus brazos, contándole el encuentro con Chloe, lo perfecto que era el segundo local que había visitado y cómo había acordado hacer el primer pago al dueño al día siguiente. Y como después, de forma extraña, el hombre me llamó para cancelarlo todo diciendo un montón de barbaridades sobre mí, al igual que el resto de los dueños de los locales a los que llamé.
-Kara: ...Es muy extraño, Lena... No sé quién les habrá dado esa información, pero...
-Lena: Buscaremos la forma de averiguarlo, no te preocupes... - dijo acariciando mi pelo.
-Kara: ¿Cómo? Si... Espera... - dije mirándola – Alex...
-Lena: ¿Alex?
-Kara: ¡Alex! Vale, ahora trabaja para ti, pero sigue teniendo contacto con sus ex compañeros. Quizás puedan ayudarme a saber quién está dando esa información falsa sobre mí, amor...
-Lena: Pues llámala, vamos.
-Kara: Sí... - dije levantándome a buscar el móvil y llamando a mi hermana. Volví varios minutos después y me volví a sentar junto a Lena, que volvió a rodearme con sus brazos.
-Lena: ¿Y bien, qué te ha dicho?
-Kara: Que hará un par de llamadas, a ver si alguien puede acercarse a hablar con el dueño del local que había apalabrado, para ver si les dice con quién habló...
-Lena: Entonces sólo debemos esperar un poco...
-Kara: Sí... Voy a darme una ducha, ¿vienes?
-Lena: No, es hora de dar de comer a Cian... ¿sigue en la cuna?
-Kara: Sí... Hoy se está portando bastante bien. Está muy tranquilo...
-Lena: Bien, ve a ducharte.- dijo besándome.
Fui a ducharme mientras Lena iba con Cian. Cuando salí de la ducha y me sequé, me puse el pijama y pasamos el resto de la tarde tranquilas en casa con los niños.
Al día siguiente, cuando me desperté miré mi móvil. Había un mensaje de Alex.
"La persona que habló con el dueño del local se llama Chloe Sullivan. Parece que ha pedido que se vayan informando entre todos. Esta es su dirección"
-Kara: Maldita hija de... - dije. Luego fui corriendo a vestirme con lo primero que pillé. Unos vaqueros, una camiseta, una chaqueta y los zapatos. Cogí las llaves de la moto, el móvil y la cartera y fui lo más rápido que pude hacia la puerta.
Lena llevaba rato levantada y estaba dando el desayuno a Katie y a Cian.
-Lena: ¿Quieres desayunar, cariño? Vaya, te has vestido rápido hoy...
-Kara: Tengo que irme Lena, luego te veo...
-Lena: ¿Kara...? ¿Dónde v...?- dijo. No terminé de escuchar su frase, porque ya había cerrado la puerta.
Fui al garaje, me puse el casco y arranqué la moto, saliendo de allí a toda velocidad.
Cuando llegué a la dirección que Alex me había dado, detuve la moto y me quité el casco, mirando hacia la ventana de Chloe. Al parecer, aún no había llegado a casa, así que dejé la moto en un lugar poco visible y la esperé fuera.
Media hora después, la vi llegar. La seguí, con cuidado de que no me viese y, cuando abrió la puerta de su casa, la empujé dentro, cerrando con un portazo.
-Kara: ¡¿Quién coño te crees que eres, eh?!
-Chloe: Vaya... Así que la rubita tiene carácter después de todo...
-Kara: ¡¿Se puede saber qué te he hecho para que cuentes esas cosas sobre mí, eh?!
-Chloe: No me has hecho nada, precisamente por eso. Quiero que me hagas un montón de cosas, Kara, pero no quieres colaborar...
-Kara: ¡Eres una zorra desalmada!
-Chloe: Esa boca.... No querrás que tu hija sepa que vas por ahí diciendo esas cosas....
-Kara: No se te ocurra meter a mi hija en esto, ¿me oyes...?- dije, dándole un bofetón.
-Chloe: Eso no me lo esperaba... - dijo, llevándose la mano a la cara – Vaya, tienes fuerza...
En ese momento, sentí que la puerta se abría y alguien entraba.
-Lena: ¡Kara! Kara, cariño, ven aquí, déjala.
-Kara: No, Lena... Esta desgraciada no va a arruinarme la vida. No va a impedir que abra el estudio que quiero, donde quiero. Le haré contar toda la verdad aunque tenga que sacársela a golpes...
-Lena: Kara... - dijo sujetando mi brazo – No merece la pena, mi vida. Si la pegas, podrá denunciarte por agresión y te acabarán deteniendo.
-Chloe: Vaya, al final no vas a ser tan valiente. Llega Lena y te vuelves un osito de peluche... Vamos, Kara, pégame. Lo estás deseando. Sí, fui yo quien fue contando por ahí que querías abrir un negocio ilegal. Que ibas a llenarles el barrio de putas. Parece que los dueños de los locales no quieren problemas, así que...
En ese momento, se escuchó el sonido de un bofetón.
-Lena: No voy a permitir que hables así de mi esposa, ni que arruines su vida, ni sus sueños, ¿me oyes? Además, sé que fuiste tú quien puso esa droga en su bebida la otra noche.
-Chloe: Vuelve a tocarme, y te juro que esos preciosos ojos verdes tuyos acabarán volviéndose morados... - dijo, devolviéndole el bofetón a Lena, con tal fuerza, que la hizo caer al suelo. – Y sí, fui yo. Tu mujercita no me lo ponía fácil, así que decidí acelerar un poco las cosas con una ayudita...
-Kara: No toques a mi mujer, pedazo de mierda... - dije, pegándola tal puñetazo que la dejé en el suelo, inconsciente. Luego me acerqué a Lena. -¿Estás bien, amor?
-Lena: Sí, ¿y tú?
-Kara: Creo que me he roto la mano...
-Lena: Déjame ver... - dijo sentada en el suelo y moviendo mi mano - ¿Te duele?
-Kara: Au... Sí... ¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Lena: Tu hermana me llamó. Me dijo que te estaba llamando para ver si habías recibido el mensaje con la dirección de Chloe, pero que no la contestabas. Entonces, supuse que estarías aquí y decidí venir.
-Kara: ¿Y los niños?
-Lena: Con tu madre. Como me pillaba de camino, los dejé con ella. En serio, vamos a tener que empezar a pagarle por cuidar a nuestros hijos...
-Kara: ¿Por qué viniste?- dije, mientras Lena se levantaba y yo hacía lo mismo mientras miraba mi mano rota. Me dolía horrores.
-Lena: Para evitar que hicieras alguna estupidez. Kara, nunca te he visto tan enfadada, cariño...
-Kara: Es que estoy harta, Lena... Estoy harta de que todo el mundo se empeñe en arruinarnos la vida de una forma o de otra. Estoy harta de que piensen que soy una débil florecita y pueden hacer conmigo lo que quieran, que crean que van a hundirme con facilidad.
-Lena: Bueno, eso demuestra que de débil no tienes nada... - dijo, señalando a Chloe que seguía en el suelo. Luego cogió mi mano con cuidado - ¿Te duele mucho?
-Kara: Sí...
-Lena: Llamaré a la policía para que vengan a por Chloe.
-Kara: No le harán nada...
-Lena: Oh, sí, esta vez sí... Vine preparada - dijo, sacando una grabadora de su bolsillo y mirándome - ¿Qué? Aprendí algunos trucos de mi mujercita...
-Kara: Oh, Dios, no sabes cuánto te quiero ahora mismo... - dije abrazándola.
-Lena: ¿Ahora mismo?
-Kara: Bueno, te quiero siempre, pero en este momento más que nunca.... ¡Au, au, au! – grité, al mover mi mano para abrazarla mejor y apartándome - ¡Mierda!
-Lena: No le diré a Katie que has dicho eso... Siéntate, buscaré algo para inmovilizarla y te llevaré al hospital. Pero antes llamaré a la policía. – dijo sacando su móvil.
Cuando la policía llegó, también lo hizo Alex.
-Alex: Kara, ¿estás loca? – dijo corriendo hacia mí - ¿Estás bien? Si llego a saber que vendrías a buscarla, no te habría dicho nada.
-Lena: Sí, habría sido mejor que alguna de las dos me hubiese contado primero lo que hacíais...
-Alex: No sabía que se iría derecha a buscarla... ¿qué te pasa en la mano?
-Kara: Me la he roto al darle un puñetazo...
Las tres nos volvimos hacia Chloe, viendo cómo en ese momento se la llevaban esposada.
-Lena: Un momento... - dijo entregándole la grabadora a uno de los policías – Aquí tienen las pruebas de que esa mujer levantó falsos testimonios sobre mi esposa y que además la drogó.
-Alex: Mark, confío en que hagáis llegar las pruebas a un juez lo antes posible y que esta desgraciada pase el mayor tiempo posible entre rejas.
-Mark: No te preocupes Danvers, así lo haré... - dijo, llevándose a Chloe.
-Lena: Es bueno que aún tengas contactos en la policía y el F.B.I.
-Alex: Sí, sí lo es...
-Kara: Alex, ¿llevas mi moto a casa? Está escondida tras los arbustos que hay frente al edificio – dije, dándole las llaves.
-Alex: Vaya... Así que Kara me va a dejar montar su moto...
-Lena: ¿Qué tiene eso de raro?
-Alex: Nunca me ha dejado montarla. Ni una sola vez. Sólo ella puede conducirla, nadie más.
-Kara: Si la arañas, te mato.... – amenacé. Aunque mi amenaza no se vio nada seria, ya que estaba partiéndome de risa.
Cuando se llevaron a Chloe, fuimos al hospital y me escayolaron la mano. Tendría que estar así varias semanas, pero eso no me impediría seguir haciendo fotos.
Esa misma tarde, al salir del hospital, volví a hablar con el dueño del local que había alquilado, que me pidió disculpas. Le dije que ya no quería alquilarlo, sino comprarlo, y no puso ninguna pega. Quedamos en que prepararía los papeles y firmaría la compra dentro de tres días. Lena había venido conmigo.
-Kara: Bueno, a ver qué pasa ahora...
-Lena: Ahora, lo que va a pasar es que vamos a recoger a nuestros hijos de casa de tu madre, nos vamos a ir a casa y vamos a...
-Kara: ¿Y si vamos a casa, nos divertimos un rato, y luego los recogemos de casa de mi madre? – dije besándola.
-Lena: Esa idea me gusta más... - dijo, arrancando el coche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro