Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

44-Un regreso inesperado

LENA

Cuando todos se marcharon, me recosté en la cama. El parto me había dejado agotada. Y estaba tan contenta por Kara... Saber que ya podía ver y pronto podría volver a caminar, hizo que todo lo pasado los últimos meses valiera la pena.

-Kara: Lo has hecho muy bien, amor. Estoy muy orgullosa de ti... - dijo de pronto, acariciando mi pelo.

-Lena: ¿Tú estás orgullosa de mí? Eres tú la que se ha esforzado cada día durante meses por volver a andar y poder ver de nuevo, ¿y estás orgullosa de mí? Yo sí que estoy orgullosa de ti, mi amor...

-Kara: Pero has hecho algo precioso, mírale... - miró a nuestro hijo, feliz.

-Lena: Y tú has hecho algo grande, Kara. Algo casi imposible, mi vida...

-Kara: ¿Vamos a discutir ahora por ver quién ha hecho las cosas mejor?

-Lena: No... Pero tú has sido mejor... - cerré los ojos, Ya no podía más.

-Kara: Duerme un poco... Te lo mereces. Yo me ocupo de nuestro hijo... Te quiero. – dijo, besándome. Para eso tuvo que levantarse un poco.

-Lena: Kara, basta por hoy, cielo... - dije, casi dormida. Se estaba forzando demasiado y ella necesitaba descansar también.

-Kara: Está bien...

Me desperté de madrugada al escuchar un llanto. Abrí un poco los ojos y vi a Kara acercarse a la cuna con su silla. Después cogió a Cian y le colocó en sus brazos, dándole un biberón que le tendía la enfermera.

-Enfermera: ¿Seguro que no quiere despertar a su esposa?

-Kara: No. Está agotada. Puedo hacerlo yo...

-Enfermera: Bien. Avíseme si necesita algo – dijo saliendo.

-Kara: Sí... - dio, mientras miraba comer a Cian – Tienes hambre, ¿eh? Pero no hagas ruido, no queremos despertar a mamá...

-Lena: Mamá está despierta... - dije sonriéndola.

-Kara: Lo siento, amor. ¿Hemos hecho mucho ruido?

-Lena: No. Le he oído llorar...

-Kara: ¿Quieres darle de comer tú?

-Lena: No, sigue tú... No quiero estropear el momento... - dije sonriéndola. La verdad es que me gustaba verla así.

-Kara: ¿Vas a quedarte despierta?

-Lena: Quiero miraros un rato...

-Kara: Vale... - dijo, devolviéndome la sonrisa.

-Lena: Kara... ¿Por qué no me dijiste que ya podías ver y levantarte?

-Kara: Bueno... Quería estar segura de que me estaba recuperando. No quería crearte falsas esperanzas. Ni creármelas yo. Iba a decírtelo en un par de semanas si todo iba bien... Pero esta cosita quiso que lo hiciera antes...

-Lena: Me alegro tanto por ti...

-Kara: Sí... Pronto podremos ir a pasear con Katie y Cian, llevarlos al parque...

-Lena: Ya hacemos eso con Katie...

-Kara: Sí, pero ahora yo podré empujar el carrito y jugar con ellos. Vaya, sí que tenía hambre...- dijo cuando Cian se acabó su biberón.

Volvimos a casa dos días después. Era viernes, lo que significaba cena familiar. Kara quiso cancelarla, porque quería que Cian y yo descansáramos, pero yo me negué. No iba a cancelar nuestra cena de los viernes.

Kara finalmente aceptó, aunque no me dejó hacer demasiado.

Cuando llegó todo el mundo, excepto Alex y Sam, que avisaron de que se retrasarían, la atención fue directamente hacia mí y Cian. Katie miraba a todo el mundo, intentando llamar su atención, hablándoles. Vi que Kara se acercaba a ella y la sentaba sobre sus piernas.

-Kara: Lena, amor, ¿por qué no dejas que Katie le coja un rato?

-Lena: Claro... - dije dejando a Cian con cuidado en los brazos de Katie, que sujetaba a su hermano con cuidado, sonriendo.

-Katie: Mira mami...

-Kara: Ya lo veo, cielo... - dijo, sujetando ella también a Cian – Vas a cuidar de él, ¿verdad?

-Katie: Sí...

-Eliza: Mira qué monada.. –dijo.

En ese momento, entendí lo que pretendía Kara. Quiso evitar que Katie se sintiera apartada, ya que todos estaban haciendo carantoñas a su hermano. De ese modo, les prestarían atención a los dos. Me puse detrás de Kara y me agaché para besarla.

-Lena: Gracias... - susurré en su oído – No me había dado cuenta.

-Kara: Nadie lo hizo, amor...

Cian empezó a llorar en ese momento y Katie nos miró a Kara y a mí, asustada.

-Katie: No le he hecho nada, de verdad mami... - dijo haciendo un puchero, a punto de llorar

-Lena: No pasa nada, cielo. Tu hermano tiene hambre... Dámelo...

-Kara: Y algo más... - dijo arrugando la nariz - ¿Qué le das de comer?

-Lena: Lo sabes perfectamente... - dije, divertida, mientras cogía a Cian.

-Kara: Creo que tendré que probarlo esta noche. Para asegurarme de que no está en mal estado. Ya sabes, por el bien de Cian, no queremos que se ponga enfermo, ¿verdad? Y ese olor no es normal, amor...

-Eliza: Kara, cielo... Que tenéis invitados.

-Kara: Sí, perdón... - dijo sonrojándose.

-Lillian: Si me entero de que mi hija no descansa lo suficiente, te ataré en el tejado toda la noche para que la dejes dormir...

-Kara: Tu hija descansará perfectamente, Lillian...

-Lena: Kara se ocupa de cambiarle si es necesario, mamá. La verdad es que no me puedo quejar. Estos dos días en el hospital, los he pasado casi enteros durmiendo. Gracias a Kara... - dije cogiendo su mano.

-Kara: Deberías ir a darle de comer, amor... Ya voy terminando yo de preparar esto.

-Lionel: De eso nada. Os vais las dos a ocuparos de vuestro hijo mientas nosotros terminamos de poner la mesa.

Fuimos a la habitación, y me recosté en la cama, abriéndome la camisa para dar de comer a Cian. Vi que Kara se levantaba de la silla y caminaba despacio hacia la cama.

-Lena: Ten cuidado, cariño... - dije mirándola. Aún no podía creerme que la estuviera viendo de pie, caminando lentamente hacia nosotros.

-Kara: Tranquila, ya llego... - dijo apoyándose en la cama y recostándose a mi lado después. – Es que quiero verlo...

-Lena: Mirona... - dije, riéndome.

-Kara: ¿Por qué? Estoy mirando a nuestro hijo, no tus... Vale, ahora sí las estoy mirando.

-Lena: ¡Kara!

-Kara: ¿Qué? No puedo evitarlo, amor... - dijo, besándome y acariciando la cabecita de Cian después.

-Lena: Debes estar harta de esa silla.

-Kara: Sí, pero pronto no la necesitaré. Clark dijo que si seguía así, en un par de semanas posiblemente ya no volvería a verla.

-Lena: ¿Tan rápido?

-Kara: Bueno, puede que tenga que ayudarme un tiempo con unas muletas, pero no será peor que ese chisme odioso...

-Lena: ¿Y si cuando estés recuperada hacemos un viaje a algún sitio? Las dos solas. Esperaremos unos meses y nos iremos, aunque sólo sea una semana...

-Kara: ¿Sin los niños?

-Lena: Se quedarán con tu madre...

-Kara: Me parece bien...

Cuando Cian terminó de comer, Kara volvió a sentarse en la silla y se encargó de cambiarle el pañal de nuestro hijo.

-Kara: Por dios, esto apesta, hijo...

-Lena: Vamos, Kara, no creo que sea para tan... ¡Madre mía, Cian!

-Kara: ¿Ves? – dijo riéndose mientras terminaba de limpiarle – Vas a tener que perfumarle el culo con colonia...

-Lena: O bañarle en ella, directamente. Trae, voy a tirar eso antes de que apeste todo el cuarto.

-Kara: Mejor préndele fuego, será más seguro...

-Lena: Mira que eres exagerada....

-Kara: Tú misma acabas de reconocer que apesta... - la escuché decir. Fui a tirar el pañal sucio y volví al cuarto. Kara ya tenía a Cian casi vestido y jugaba con él, haciéndole pedorretas.

-Lena: ¿Ya está listo?

-Kara: Sí... ¿volvemos con los demás?

-Lena: Sí, antes de que piensen lo que no es... - dije besándola.

Cuando volvimos, Alex y Sam ya habían llegado con los pequeños Helena y Kyle.

-Alex: Perdonad, tuvimos que cambiar a Kyle en el último minuto...

-Lena: No pasa nada...

-Kara: Eh, ¿cómo están mis sobrinos? – preguntó acercándose y acariciando sus manitas. Luego abrazó a Alex- ¿Y tú...?

-Alex: Algo más recuperada del parto, pero agotada. Cuando no llora uno, es la otra. Y si no, al revés...

-Lena: Bueno, seguro que Sam es una gran ayuda.

-Alex: Desde luego...

La cena fue diferente a otras veces. Esta vez teníamos mucho que celebrar: El nacimiento de los bebés de Alex, el de Cian, la recuperación de Kara....

Winn y Nia comunicaron que se casarían en un mes y Alex y Sam dijeron que lo harían en seis meses.

Kara estaba feliz. Yo no podía dejar de mirarla reír. A pesar de que nunca había perdido su sonrisa y su sentido del humor, esta era una Kara diferente a la de los últimos meses. Hasta parecía tener más energía. Bromeaba con Winn y con Lex. No dejaba de abrazar a su madre y a su hermana... Y de vez en cuando, me miraba y me regalaba una de esas sonrisas que me volvían loca.

Me encantaban las cenas familiares. Pero, por primera vez, estaba deseando que todos se marcharan y nos dejaran solas. Los demás debieron notarlo, porque justo una hora después de cenar, empezaron a marcharse.

-Lena: Deja eso... - dije, cuando vi a Kara empezando a recoger la mesa.

-Kara: No me cuesta nada, amor...

Me acerqué a ella y la abracé por detrás, besándola en el cuello.

-Lena: ¿Y si doy de comer a Cian, le acuesto y tú y yo seguimos divirtiéndonos un rato? Creo que querías comprobar que la comida de Cian estaba en buen estado....

-Kara: ¿Hablas en serio?

-Lena: Muy en serio... - susurré en su oído, mordiéndole la oreja con suavidad después.

-Kara: Oh dios... - dijo tensándose - ¿Y todo esto?

-Lena: Ya lo recogeremos mañana...

-Kara: Por mí perfecto...

-Lena: Bien, entonces vamos... - dije, cogiendo a Cian, que dormía tranquilo en su carrito. Fuimos a la habitación y le desperté, sentándome en la cama para darle de comer. Kara me miraba, con paciencia, esperando su turno.

Cuando terminé de dar de comer a cian, le saqué los gases y le acosté, tras asegurarme de que no era necesario cambiarle. Kara ya me esperaba en la cama, sólo con su ropa interior.

-Kara: Date prisa, amor... - dijo mirándome y sonriéndome.

-Lena: Eres una impaciente... - dije, quitándome la ropa y tumbándome sobre ella, besándola.

-Kara: Lena, amor, estás tan... eres preciosa...

-Lena: ¿Y tú no...? – dije divertida.

-Kara: Pero tú más... - dijo, mientras me quitaba el sujetador y acariciaba mis pechos con cuidado.

-Lena: Oh, dios...

Kara se medio sentó en la cama y empezó a lamer mis pezones. Después sentí cómo empezaba a succionar de uno de ellos con ganas. La miré, temblando de placer y apretando las sábanas con fuerza.

-Kara: Bueno, puedo asegurar que la comida de nuestro hijo está perfecta... - dijo, riéndose.

-Lena: Oh, Dios, Kara.... – dije, riéndome también.

Entonces noté que Kara me hacía girar, poniéndose ella encima y besándome por todo el cuerpo a la vez que me acariciaba. Noté sus manos en el interior de mis muslos y jadeé, sabiendo lo que venía después. Pero Kara esta vez no introdujo sus dedos en mi interior. Simplemente, se entretuvo jugando con su lengua.

-Lena: Kara, por dios, hazlo ya...- dije, algo molesta. Kara pareció darse cuenta y se detuvo.

-Kara: Lena, amor... Hace dos días que tuviste un bebé. Ahora, esto es todo lo que puedo hacer por ti... Ya sabes lo que dijo el médico... Hay que esperar cuarenta días

-Lena: Entonces deja que yo te lo haga a ti...

-Kara: Ah no... Si tú no puedes, yo tampoco...

-Lena: Pero...

-Kara: Será mejor que durmamos un poco... -dijo besándome y tumbándose a mi lado – Ya tendremos tiempo...

KARA

Pasaron tres meses desde que nació Cian. Tres semanas después de volver a casa con él, pude librarme de la maldita silla y empezar a caminar con muletas. Fue duro, pero poco a poco fui mejorando cada vez más. Pasé casi un mes con las dos muletas y luego, otro más sólo con una, hasta que fui capaz de dejarlas. Ahora, podía moverme libremente.

Lena aún no había vuelto al trabajo, porque seguía con su permiso de maternidad, por lo que pasábamos todo el tiempo juntas.

Cuando me desperté, vi a Lena ya vestida con un pantalón y una camisa. Se estaba recogiendo el pelo en una coleta mientras miraba por la ventana.

-Kara: Bonita visión nada más despertar... - dije.

-Lena: Hola ojitos azules, ¿te he despertado?

-Kara: No...

Era jueves, veinticinco de agosto y hacía un calor horrible. Así que fui a ducharme y me puse un pantalón corto y una camiseta de tirantes para estar cómoda. Luego fuimos a desayunar.

-Lena: Hace mucho calor...

-Kara: Podríamos hacer un picnic en el parque, al lado del lago, así no estamos todo el día aquí encerradas. Y Katie podrá divertirse un poco, ya sabes lo que le gusta dar de comer a los patos.

-Lena: Me parece buena idea. Entonces iré a ponerme algo más cómodo...

-Kara: Terminaré de preparar el desayuno.

Desayunamos, cambiamos a Cian, vestimos a Katie y fuimos al parque.

Cuando llegamos, busqué un sitio con algo de sombra para que Lena y Cian estuvieran cómodos. Después tendí la manta en el suelo y empecé a preparar las cosas mientras Lena sacaba a Cian del carrito.

-Kara: Katie, cielo, ¿me ayudas?

-Katie: Sí, mami...

-Kara: Toma, pon los platos ahí...

-Lena: Voy a darle de comer, cariño... - dijo besándome.

-Kara: Vale, espera... -dije abriendo una de las sillas plegables para ella – Ya está...

-Lena: Gracias...

Mientras Lena daba de comer a Cian, Katie y yo terminamos de preparar las cosas y nos pusimos a jugar un rato. Aún no podía correr detrás de ella para jugar al pilla pilla, uno de sus juegos favoritos. Y Katie lo sabía, por eso buscaba juegos más tranquilos. Su favorito ahora, era el de hacer de peluquera y pasarse horas jugando con mi pelo. Lo malo de eso, era que casi siempre me quedaba dormida.

-Kara: Katie, cielo, ¿quieres dar de comer a los patos? – pregunté cuando noté que se me empezaban a cerrar los ojos.

-Katie: ¡Sí! ¿Vienes, mamá?

-Lena: Luego, tengo que cambiar a tu hermano...

-Katie: Vale... - dijo mirando cómo Lena le quitaba el pantalón y el pañal.

-Kara: Vamos, Katie...

Cuando volvimos, cogí un rato a Cian para que Lena pudiera descansar. Se tumbó, apoyando la cabeza sobre mis piernas.

-Lena: ¿Te molesto?

-Kara: No, amor... - dije mirando a Cian – Mira... Parece que finalmente tendrá tus ojos...

-Lena: Era lo que querías, ¿no...?- dijo sonriéndome.

-Kara: Sí... - dije mirando los ojos de Cian – Tengo la familia con los ojos más bonitos del mundo...

-Lena: Podría decir lo mismo...

-Kara: Duerme un poco...

Un rato después de dormirse, me levanté con cuidado. Necesitaba estirar las piernas un rato. No podía quedarme sentada demasiado tiempo, órdenes de Clark.

Así que caminé un rato para sacar algunas fotos sin alejarme demasiado. En cuanto Cian nació, volví a coger mis cámaras y a sacar fotos de todo y de todos. Sobre todo de Lena y nuestros hijos. Lo echaba de menos. Y de nuevo, tenía lo único necesario para poder coger las cámaras. Podía ver.

Después, dejé a Cian en su carrito y estuve pintando un rato con Katie, hasta que Cian empezó a llorar.

Cuando Lena despertó, casi dos horas después de haberse dormido, Yo estaba sentada frente a ella. Katie estaba apoyada en mí y tenía a Cian cogido con mi ayuda, dándole un biberón.

-Lena: Esto merece una foto, no os mováis... - dijo cogiendo la cámara y sacando una foto – Precioso...

-Katie: Mamá, tengo calor...

-Lena: Yo también... ¿Y si vamos a comprar unos helados?

-Katie: ¡Sí!

-Lena: Pues vamos... - dijo besándome – Me los llevo un rato...

-Kara: Vale, me quedaré cuidando esto... - dije, cogiendo el cuaderno de Katie y una pintura y empezando a dibujar el lago... No sé el tiempo que pasó cuando escuché una voz hablándome.

-Voz de mujer: Hola... Vaya, se te da bien, es un buen dibujo...

-Kara: Hola... - dije mirando a la mujer que estaba de pie delante de mí. Era rubia, con ojos verdes –Gracias.

-Mujer: Bonitos ojos... - dijo sentándose a mi lado.

-Kara: Perdona, pero...

-Mujer: Me llamo Chloe... Te he visto muy sola y decidí acercarme a hacerte un poco de compañía.

-Kara: No estoy so...

-Chloe: ¿Te dedicas a dibujar? ¿Eres pintora o algo? Podría posar para ti, si quieres...

-Lena: No, no quiere... y no está sola...

-Katie: ¡Mami! – gritó, abrazándome – Toma, tu helado... Es tu favorito, de chocolate.

-Kara: Gracias, cariño...

-Chloe: Vaya, lo siento, yo... – dijo levantándose y quedándose frente a Lena: ¿Lena...? ¿Lena Luthor?

-Lena: Chloe... - gruñó- Aléjate de mi esposa si no quieres que te saque los ojos con una cuchara...

-Kara: ¿La conoces, amor? – pregunté, levantándome también y dándole mi helado a Katie. – guárdamelo un momento, cielo.

-Lena: Sí... Por desgracia.

Rodeé la cintura de Lena con mi brazo, pegándola a mí.

-Chloe: Así que es verdad, estás casada y con hijos... Vaya, así que ahora te van las rubias... De haberlo sabido, me habría quedado contigo y no con Diana...

-Kara: Espera... ¿Esta es la Chloe por la que te dejó Diana?

-Lena: La misma... ¿Por qué no te vas, Chloe?

-Chloe: Menuda forma de tratar a las viejas amigas, Lena.

-Lena: Dejaste de ser mi amiga cuando Diana y tú os acostabais a mis espaldas...

-Chloe: Bueno, Diana tampoco era para tanto, pero tú... o tu mujercita... - dijo, cogiendo un mechón de mi pelo.

-Kara: No me toques... - dije, apartando su mano de un manotazo – Y deja a mi esposa en paz...

-Chloe: ¿O qué me harás, rubia...? Debo reconocer que tiene buen gusto, Lena. Es mona... Bonitos ojos... Pero un poco... normalita, ¿no? Ni siquiera es de una familia rica...

-Lena: No, no lo es... Pero es más mujer de lo que Diana o tú seréis nunca. Ni en siete vidas seríais la mitad de mujer que Kara.

-Chloe: Kara... ¿Así que ese es tu nombre? – dijo sonriéndome y acariciando mi mejilla.

De pronto, Escuché el sonido de un bofetón y vi cómo la tal Chloe se llevaba la mano a la mejilla.

-Lena: Vuelve a tocar a mi esposa, y la próxima vez no te daré una bofetada.

-Chloe: ¿Acaso tienes miedo de que tu mujercita se venga conmigo? – dijo, sonriendo – No parece tan estúpida. Además... Ahora que tenéis dos hijos, te tiene bien pillada, ¿verdad? Cuando quiera, sólo tiene que pedirte el divorcio y estarás pagándole una pensión durante años. Ella no tendrá ni que trabajar para...

-Lena: Kara no es así.

-Chloe: ¿Ah, no...?

-Kara: No. En serio, amor... ¡¿Por qué todo el mundo da por hecho que sólo me interesa tu dinero?!

-Lena: Porque se piensan que el resto de la gente es igual de egoísta que ellos. Unas garrapatas que se enganchan a ti para sacarte lo que sea. Unas sanguijuelas dispuestas a exprimirte hasta la última gota de sangre y el último céntimo que tengas en el banco...

-Kara: Lena... – dije, al notarla nerviosa – Tranquila, amor...

-Chloe: Sí, amor, tranquila...

Esta vez fui yo quien le dio un bofetón. Me puse delante de Lena y miré a Chloe a los ojos.

-Kara: Deja en paz a mi mujer... Ya le hiciste suficiente daño. Si no quieres que te rompa esa bonita cara que tienes, será mejor que te largues y que te olvides de que Lena existe, ¿me oyes?

-Chloe: ¿O qué..?

-Kara: O te juro que te arrepentirás de haberte cruzado en nuestras vidas.

-Chloe: ¿Me darás otra bofetada?

-Kara: Peor... Te enviaré a hacer compañía a Diana. Creo que se siente muy sola en la cárcel...

-Chloe: ¿Es una amenaza... Kara?- dijo en tono de burla.

-Kara: Es un aviso... Chloe – dije en su mismo tono. – Hemos venido a pasar un día tranquilo en el parque con nuestros hijos. Y tú no vas a estropearlo, ¿me oyes? Tienes diez segundos para desaparecer de nuestra vista antes de que llame a la policía y te denuncie por acoso...

-Chloe: Está bien, ya me voy... - dijo mirando a Lena – Con lo que tú eras, Lena. Y lo bajo que has caído al casarte con una... poca cosa como esta. Y encima maleducada.

-Kara: Largo... Antes de que esta poca cosa te pegue tal guantazo que te ponga las tetas en la espalda... ¡FUERA! – Grité. Chloe nos miró con odio y se marchó. Miré a Lena, que seguía temblando y la abracé – Tranquila, amor... ¿Estás bien?

-Lena: Sí...

-Kara: Bien, vamos a comernos los helados, ¿vale? Vamos a olvidarnos de que ha estado aquí y a disfrutar del resto del día con Katie y Cian.

-Lena: Gracias... - dio sonriéndome.

Pasamos el resto de la tarde paseando y jugando con Katie, aunque notaba a Lena bastante enfadada. Cuando llegamos a casa, Lena se encargó de bañar a Katie y a Cian mientras yo preparaba algo de cenar. Cuando Lena llegó, yo estaba mirando algunas cosas en el ordenador.

-Lena: ¿Qué haces...? – preguntó abrazándome por detrás.

-Kara: Miro locales...

-Lena: ¿Para qué?

-Kara: Para un estudio de fotografía.

-Lena: Ya tienes uno, cariño...

-Kara: Sí, para mí. Pero quiero trabajar en esto, Lena. Y no quiero que anden viniendo extraños a casa cada diez minutos. No con los niños aquí...

-Lena: Eso es verdad... ¿Volverás a estudiar?

-Kara: Bueno, tengo los conocimientos suficientes como para abrirlo sin tener que sacarme una carrera. Pero un título siempre ayuda, así que... Supongo que sí. Pero veré si es posible hacer toda la parte teórica desde casa y tener que ir a la universidad sólo para las partes prácticas.

-Lena: Bueno, puedo pedirles a mis padres que hablan por ti. Seguro que la universidad no les pone ninguna pega.

-Kara: Eso estaría bien... - dije cerrando el ordenador – Siéntate, traeré la cena. ¿Y Katie?

-Lena: Estaba tan cansada, que se ha quedado dormida después del baño. No he querido despertarla. Ya cenará luego... -dijo sentándose.

-Kara: Ha sido un día largo para ella, no está acostumbrada...

-Lena: Pues podríamos repetirlo más a menudo. – dijo cogiendo mi mano y mirándome.

-Kara: Las veces que quieras, amor. – dije, agachándome frente a ella, tras dejar el plato que llevaba en la mano sobre la mesa - ¿Estás bien...?

-Lena: Sí..

-Kara: ¿Segura? Ver a la tal Chloe parece que te ha dejado mal. Y no me gusta verte así.

-Lena: Bueno, no me lo esperaba, la verdad. Pero estoy bien, cielo.

-Kara: Vale... - dije besándola y levantándome de nuevo. Cogí un par de platos más y los puse en la mesa, junto con los platos y los cubiertos.

Después de cenar, nos fuimos a dormir. Había sido un día agotador para todas.

Dos días después, decidimos salir a tomar algo.

-Kara: ¿Seguro que no te importa quedarte con ellos, mamá?

-Eliza: Claro que no, cielo. Salid y divertiros un rato. Os lo merecéis después de todo lo que habéis pasado.

-Lena: Hay biberones preparados en la cocina para Cian. Y Katie ya sabe a qué hora acostarse, ¿verdad, cielo?

-Katie: Sí, mamá...

-Kara: Trataremos de no llegar muy tarde...

-Eliza: Llegad cuando queráis. Venga, marchaos, se os hace tarde para ir a cenar...

-Kara: Gracias... - dije abrazándola.

Fuimos a uno de los restaurantes favoritos de Lena para cenar y luego decidimos pasar a tomar algo en un local de copas.

Nos hicimos un sitio en la barra y pedimos algo de beber.

-Lena: Voy un momento al baño, no tardo.

-Kara: Vale amor...

-Chloe: Vaya, hola Kara... ¿puedo invitarte a una copa? – dijo apareciendo segundos después a mi lado.

-Kara: No, gracias, ya tengo una...

-Chloe: Vamos, sólo una. Tómalo como una disculpa por lo del otro día en el parque. No quería decir esas cosas de ti.

-Kara: Sí, seguro que no querías...

-Chloe: Vamos...Además, ya te la he pedido – dijo, tendiéndome un vaso.

-Kara: Te he dicho que ya tengo la mía...

En ese momento, Chloe dejó los dos vasos que tenía en la mano sobre la barra y cogió el vaso del que estaba bebiendo yo, dejándolo caer al suelo.

-Chloe: Ups, se ha caído... Vaya, lo siento, qué torpe soy. Menos mal que tienes otra, ¿Verdad?

-Kara: Sí, menos mal... Chloe, Lena está en el baño. No quiero que te vea y...

-Chloe: Venga, sólo un trago, y me iré, te lo prometo.

-Kara: Sólo uno... - dije dando un trago.

-Chloe: ¿Lo ves? No es para tanto, ¿verdad? ¿Otro? Esta vez brindaremos por la suerte que ha tenido Lena de encontrar una belleza como tú.

-Kara: Chloe...

-Chloe: Vamos, ¿qué te cuesta?

-Kara: Y te vas... - dije dando un trago más largo. Estaba segura de que no se iría hasta que m terminase la copa - ¿Contenta?

-Chloe: Eh, más despacio, preciosa... ¿Tantas ganas tienes de que me vaya?

-Kara: Yo... - dije mirándola, confusa.

-Chloe: ¿Estás bien, cielo? – preguntó, acariciando mi mejilla.

-Kara: Tengo que ir al baño... - dije, intentando escaparme.

-Chloe: Espera, no tengas tanta prisa. Lena tardará en volver. Había una cola bastante larga, ¿sabes?

-Kara: ¿Mucho?

-Chloe: Bueno, así, mirando de pasada según venía hacia aquí, me ha parecido ver unas doce o quince personas...

-Kara: Son muchas personas...

-Chloe: Sí, pero no te preocupes, cielo. Yo te haré compañía hasta que llegue Lena... - dijo besándome.

Intenté apartarla, pero no podía. Empecé a sentirme algo mareada y tuve que apoyarme en la barra. Lo único que conseguí con eso, fue facilitarle las cosas a Chloe, que me besó con más ganas.

-Kara: Aparta...

-Chloe: Ahora entiendo a Lena... - dijo riéndose – No me extraña que no quiera separarse de ti, ni de estos labios...

-Kara: Quita... - dije, apoyando las manos sobre el pecho de Chloe para tratar de alejarla.

-Chloe: Vamos, no seas vergonzosa, Kara...

-Kara: No... No quiero...

-Chloe: Sólo uno más, cielo.

-Lena: Te ha dicho que no... - dijo, apartándola de un empujón - ¡¿Se puede saber qué narices te pasa?!

-Chloe: Tranquila... Sólo hacía compañía a tu mujer. La has dejado muy sola. La estaba protegiendo de posibles lagartas.

-Lena: Pues no lo has hecho bien, porque tenía a la más grande sobre ella. Vámonos, Kara...

-Kara: Lena, amor, yo no...

-Lena: Lo sé, tranquila, vámonos...

-Chloe: Deberías estar agradecida, Lena. De no ser por mí, posiblemente aún seguirías con Diana y no te habrías casado con una mujer como esta. Qué manera de besar, por dios. Has salido ganando con el cambio.

-Lena: Vuelve a besarla, o a acercarte a ella y no respondo, Chloe. Kara, vamos...

-Kara: No... No puedo...

-Lena: Kara, cariño, ¿qué te pasa?

-Kara: Estoy muy... mareada...

-Lena: ¿Qué le has dado? – preguntó, mirando a Chloe.

-Chloe: Nada, lo que había pedido. Tiré su copa sin querer y le ofrecí otra de lo mismo.

-Lena: Kara, mírame. – dijo, sujetándome.

-Kara: Lena, deja de... dar vueltas... - dije, mirándola – Oh, dios, ¿por qué todo da vueltas?

-Lena: Kara, eh... - se volvió de nuevo hacia Chloe - ¿Nos has seguido?

-Chloe: ¿Yo?

-Lena: Sí, tú... ¿Se puede saber qué te pasa? Pude verte a través del cristal cuando estábamos en el restaurante. Pero pensé que era una mala pasada de mi mente.

-Chloe: No os he seguido. Iba en la misma dirección que vosotras. Solo que más atrás y tratando de que no me vierais.

-Lena: Deja a mi mujer en paz... Por mucho que lo intentes, Kara jamás me dejaría por alguien como tú.

-Kara: Lena... - dije apoyándome en ella.

-Lena: ¿Qué pasa...? Kara, estás pálida, cariño.

-Kara: No me encuentro bien... ¿Podemos irnos a casa?

-Lena: Sí... Vamos – dijo sujetándome y ayudándome a salir tras darle un empujón con el hombro a Chloe. Cuando salimos fuera, aparté a Lena rápidamente y me apoyé en la pared, vomitando. Lena se acercó y me sujetó el pelo mientras acariciaba mi espalda – Kara... Tranquila... ¿Mejor?

-Kara: Sigo mareada...

-Lena: Pediré un taxi y nos vamos al hospital.

-Kara: ¿Al hospital?

-Lena: No has bebido tanto, y no es normal que estés así. Esa....malnacida ha debido echarte algo en la bebida.

-Kara: No quería besarla... - dije, empezando a llorar de pronto.

-Lena: Lo sé, mi vida... - dijo mientras pedía el taxi.

-Kara: Lo siento, amor...

-Lena: No pasa nada, tranquila... Ahora vamos al hospital y...

-Kara: No... Vamos a casa, por favor, Lena... Estoy... harta de... hospitales.

-Lena: Pero tenemos que saber si Chloe te ha echado algo en la bebida. Tranquila, yo voy a estar contigo. Llamaré a tu madre para avisarla.

-Kara: No... Aún no... – dije – No quiero preocuparla...

-Lena: Está bien.

Cuando el taxi llegó, nos montamos y Lena le dio la dirección del hospital. Apenas podía sostenerme de pie o mantenerme despierta. Tenía ganas de vomitar de nuevo, así aque abrí la ventanilla para que me diese un poco el aire.

-Lena: Kara... Kara, despierta, hemos llegado... Vamos, cielo – dijo sujetándome. Un par de enfermeros se acercaron y me sentaron en una silla de ruedas.

-Kara: ¡No, no! – grité, levantándome rápidamente.

-Lena: Kara... Eh, tranquila, sólo es para meterte dentro, cielo.

-Kara: No... Lena, por favor, ahí no...

-Lena: Está bien... ¿Puede ir caminando? – preguntó Lena a los enfermeros, que me sujetaron y me ayudaron a entrar. Lena estuvo conmigo en todo momento. Me tumbaron en una camilla y cerré los ojos, escuchando a Lena como si estuviese a varios kilómetros de distancia, mientras contaba lo ocurrido a un médico. Luego noté que cogía mi mano. – Van a hacerte un par de pruebas. Voy a entrar contigo, ¿vale?

-Kara: Sí... - dije casi dormida.

-Lena: No te duermas, cielo...

-Médico: ¿Señora Luthor...? – me preguntó - ¿Kara? Vamos a hacer un lavado de estómago, así que es posible que sienta algunas molestias, ¿de acuerdo?

Asentí, mirando a Lena.

Tras el lavado de estómago, me mandaron a una habitación para tenerme en observación durante el resto de la noche.

-Kara: Ahora sí puedes llamar a mi madre... - dije, cansada.

-Lena: Lo haré... Intenta dormir un poco, cariño.

-Kara: ¿Y tú?

-Lena: Yo también.. – dijo, besándome y sentándose en el sillón al lado de la cama – Descansa..

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro