31-Todo en su lugar
A ver, que me estais bajando mucho los comentarios eh? Me da por pensar que o os gusta....
Bueno, aquí os lo dejo jajaja. Os aviso. Tengo muchas ideas, muchas emociones, así que... ¡a por ellas!
Eso sí, si Kara fue capaz de hacer lo que va a hacer por Lena, voosotras podeis dejar vuestros comentarios, ¿A que sí? jajjaja lo sé soy mala, y pido mucho.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
KARA
Esa noche, mi madre se quedó con Katie para que yo pudiese quedarme con Lena.
Me llevé mis libros para seguir estudiando mientras ella dormía. Aunque Lena no parecía tener mucha intención de dormir. Estuvimos hablando hasta bien entrada la madrugada. Fui un momento al baño, y aproveché para pedir que le diesen algo para dormir. Cuando volví, una de las enfermeras estaba inyectando un calmante a Lena. Me senté a su lado y acaricié su pelo hasta que se durmió. La besé en los labios y me puse a estudiar un rato. Si el tema de James salía bien, esperaba que Lena saliera antes de que hiciera mis exámenes en Septiembre. Pero si no, aprovecharía el haber terminado la carrera para intentar sacarla yo misma de aquél lugar.
Mientras iba al baño hacía algunos minutos, escuché a un médico decir a uno de los guardias que si Lena mañana pasaba un buen día, le darían el alta. Lo que significaba que volvería a la prisión. No podía permitirlo. Necesita dos días. Sólo dos días para que mi plan contra James funcionase y Lena no tuviese que volver a ese lugar. Salí de la habitación un momento, y llamé a Lillian para ver si podían hacer de algún modo que Lena se quedase en el hospital unos cuantos días más. Era lo único que necesitaba. Allí Lena estaba segura, nadie la haría daño. Y yo podría pasar cada noche a su lado.
Después de la llamada, volví a entrar, y seguí estudiando. A la mañana siguiente, me despedí de Lena y me fui a casa. Cuando llegué, mi madre me dijo que fuera a dormir un rato, mientras ella seguía ocupándose de Katie. Algo que agradecí.
Me desperté casi a la hora de comer. Mi madre había hecho una de mis comidas favoritas, así que comí con ganas. Winn y Nia no podrían venir hoy, y Lionel y Lillian estaban con Lena en el hospital. Jugué un rato con Katie hasta que Lex llegó. Para que mi madre no sospechase nada, le pedí que fuese a comprar algunas cosas que necesitaba para Katie.
-Kara: Hola, Lex. – dije abrazándole.
-Lex: Hola... - dijo tendiéndome una bolsa de deporte – Aquí están los micros y las cámaras...
-Kara: Bien... - dije sacándolas y devolviéndole la bolsa a Lex. Si le habían vigilado, mejor que le viesen volver a salir con ella. – Mañana le pediré a Alex que los instale. Y el jueves será el día.
-Lex: ¿Estás segura de lo que vas a hacer?
-Kara: Estaréis ahí, ¿verdad? Los dos. Alex y tú.
-Lex: Por supuesto... - dijo cogiendo mi mano.
-Kara: Entonces sí, lo estoy...
-Lex: Bien... Gracias por hacer todo esto por Lena.
-Kara: Daría mi vida por ella, Lex... Y en teoría, lo hago.... Cada vez que le pasa algo, siento que un poquito de mí se muere por dentro...
-Lex: Lo sé... - dijo sonriéndome - ¿Alex podrá intervenir...? Me refiero ¿Está en condiciones? Su herida...
-Kara: A Alex La tienen haciendo papeleo, no quiso dejar el trabajo para poder seguir de cerca toda la investigación. Pero siempre lleva su placa encima. Si tiene que intervenir y arrestar a James, puede hacerlo, sí.
-Lex: Bien....
-Kara: Seguid actuando con normalidad, ¿vale? Voy a prepararme para ir al hospital...
-Lex: Vale. Dale un beso a Lena de mi parte.
-Kara: Lo haré. – dije mientras le acompañaba a la puerta.
-Lex: Kara... En la mejilla. No quiero que mi hermana piense mal de mí si la besas en los labios y le dices "de parte de Lex..." – se rió.
-Kara: Ya veremos...- dije divertida.
Jugué de nuevo con Katie, persiguiéndola por toda la casa, hasta que mi madre volvió. Entonces fui a ducharme, me vestí y preparé las cosas para irme al hospital después de darle su cena a Katie, y quedar con Alex para la tarde siguiente.
-Lena: Eh, ojitos azules... - dijo cuando me vio.
-Kara: Hola, amor... - dije besándola con cuidado - ¿Me echabas de menos?
-Lena: Mucho...
-Kara: Pronto estarás en casa...
-Lena: Kara, no prometas cosas que no puedes cumplir, cariño... Sam me contó la situación y lo tengo complicado...
-Kara: Te prometo que no tendrás que volver a ese lugar, amor...
-Lena: Te acabo de decir que no prometas....
-Kara: ...Cosas que no puedo cumplir, lo sé. Pero esto puedo cumplirlo. Te lo juro. ¿Ya has cenado?
-Lena: No, hoy se retrasan un poco...
-Kara: Tienes mejor aspecto... - dije, tratando de animarla.
-Lena: Kara, cielo, mientes fatal, ¿lo sabías?
-Kara: Tendré que apuntarme a clases de interpretación o algo entonces... - bromeé. Luego la besé en la mejilla – De parte de tu hermano... Te habría besado en otro sitio, pero me pidió que no lo hiciera...
Trajeron la cena poco después y la ayudé a comer. Estuvimos hablando sobre Katie. Lena se moría de ganas por verla y a mí se me partía el alma porque no podía hacerlo. Luego Lena me estuvo contando cosas sobre su época en la universidad hasta que se quedó dormida, y yo aproveché para seguir estudiando.
La mañana siguiente fue igual a la anterior. Llegué a casa, jugué con Katie, dormí un rato... Se estaba convirtiendo en una costumbre. Y sólo llevaba tres días así. Sólo uno más... Sólo tendría que repetir esa odiosa rutina un día más. O eso esperaba.
Alex llegó después e comer, y le pedimos a mi madre que se fuese a dar un paseo con Katie por el parque, algo que le gustó. Dijo que aprovecharía para comprarle algún juguete nuevo. Katie ya tenía juguetes de sobra, pero eso haría que mi madre se entretuviera un poco más, así que no protesté.
Cuando se fue, Alex instaló los micrófonos y las cámaras. Le llevó poco más de una hora. Menos de lo que yo esperaba, por cierto.
Alex se quedó a cenar con nosotras y después, volví al hospital.
-Kara: Hola amor... - dije. La miré, no tenía buen aspecto – Eh, ¿Estás bien...?
-Lena: Un pequeño dolor de cabeza... No es nada.
-Kara: Llamaré al médico.
-Lena: No, ya ha estado aquí... No te preocupes. Suele pasarme cuando mi padre se tira dos horas seguidas hablando de negocios y mi madre otras dos hablando de los preparativos de Lex y Lana para el bebé... ¿Sabes que será un niño? Se le escapó... - dijo riéndose.
-Kara: ¿Seguro que es eso...?
-Lena: Seguro... ¿Tú cómo estás? Pareces cansada, y algo nerviosa.
-Kara: Sí, estoy un poco cansada... - dije cogiendo su mano – Amor, mañana no podré quedarme contigo...
-Lena: ¿Por qué, pasa algo, Katie está bien?
-Kara: Está perfectamente. Pero tengo que ayudar a Alex con unas cosas...
-Lena: ¿No puedes ayudarla durante el día..? Kara, por favor, necesito que estés aquí. Verte me tranquiliza...
-Kara: Lo siento, amor... - dije. Ver su mirada, triste, volvió a destrozarme por dentro. Otro poquito de mí, se moría. A este paso, acabaría muerta antes de que Katie se comiera su primer filete. – Pero valdrá la pena, te lo prometo....
-Lena: Eso espero... Te echaré de menos...
-Kara: Vendré por la tarde y estaré contigo un rato, ¿vale?
-Lena: Si no puede ser de otra forma...
Esa noche no me puse a estudiar, y tampoco quería que Lena se durmiera. Y supe que ella tampoco quería dormir. Le costó un poco, pero nos mantuvimos despiertas toda la noche. Por la mañana volví a despedirme de ella y me fui a casa, a dormir. Me costó convencer a mi madre de que esa noche durmiera en su casa con Katie. Le dije que creía que me estaba poniendo enferma y que no quería contagiar a Lena ni a mi hija y que pasaría toda la noche durmiendo. Eso pareció convencerla. Después de comer, volví con Lena y pasé cerca de cuatro horas con ella. A las ocho y media estaba en casa, Me duché, me puse la ropa menos provocativa y atractiva que tenía y llamé a Alex. Por la mañana, había un mensaje de James en mi buzón de que llegaría sobre las diez. Faltaban quince minutos.
-Kara: ¿Estáis listos?
-Alex: Sí, no te preocupes. Yo estaré fuera. Lex estará vigilando desde el edificio de enfrente. En cuanto vea algo sospechoso, me llamará y entraré.
-Kara: Bien...
Cuando sonó el timbre, cogí aire y abrí, temblando, aunque intentando ocultarlo.
ALEX
La confesión de Kara me dejó helada. Ese desgraciado... Quería aprovecharse de Kara y estaba dispuesto a todo. Y Kara, estaba dispuesta a cualquier cosa por Lena.
Cuando nos marchamos de su casa, quedé con Lex al día siguiente para organizar el plan. Después de que le diese los micros y las cámaras a Kara, quedé con él en una cafetería. Le pedí que comprase unos auriculares para que tanto él como yo, pudiéramos saber en todo momento lo que pasaba en la casa. Lex me dio uno, y se guardó el otro.
Acordamos que él estaría en el edificio de enfrente, vigilando todo con unos prismáticos, y que me avisaría si veía algo raro. Teníamos que contar con que James podría amordazar a Kara o algo similar y que ella no pudiese hablar. No podíamos fiarnos sólo de los micros y no podíamos estar pendientes e las cámaras, porque eso podría hacernos perder tiempo si teníamos que reaccionar rápido.
También le pedí que comprase unos comunicadores para poder hablar entre nosotros si era necesario. SÓLO si era necesario, teníamos que estar muy atentos a todo lo que se decía allí dentro para saber cuándo intervenir.
Tres días después, Lex ya estaba en su puesto y yo me mantenía algo alejada para que James no me viese por allí.
-Lex: Ya está dentro... Ve a tu puesto.
-Alex: De acuerdo... - dije entrando en el edificio y quedándome fuera, en silencio, junto a la puerta de Kara. – Estoy lista... Sólo hablaremos si es necesario, como acordamos.
-Lex: De acuerdo...
Saqué mi pistola, lista para entrar en cualquier momento, y presté atención a la conversación.
-James: ¿Qué llevas puesto? Pensé que llevarías algo adecuado a la ocasión...
-Kara: Y lo llevo... Esta ropa me da tanto asco como tú...
-James: No te pases... Si me enfadas, nunca te daré las pruebas, las destruiré y tu querida Lena no saldrá jamás de la cárcel, ¿entendido? Ve a cambiarte y ponte algo más... llamativo.
-Kara: Quiero ver las pruebas. Quiero ver que no me mientes...
-James: Cuando te pongas algo que me guste más, te las mostraré. Tienes dos minutos...
-Alex: Les.. ¿Qué ves?
-Lex: Kara va hacia el cuarto... Ese hijo de...
-Alex: Si le hace daño a Kara, le reviento los huevos de un disparo...
-Lex: Deja algo para mí.... – dijo. Volvió a hablar poco después – Ahí vuelve Kara... Se ha puesto un vestido negro...
-James: Vaya, eso está mejor.... – dijo.
-Kara: Las pruebas...
-James: No tengas tanta prisa... - dijo, pegándose a Kara y besando su cuello. Kara se apartó, asqueada.
-Kara: No haré nada hasta que las vea – dijo, cruzándose de brazos.
-Lex: Está muy nerviosa, Alex...
-Alex: ¿Cómo estarías tú...?
-James: Está bien... - dijo abriendo la cartera que llevaba y mostrándole las fotografías a Kara.
-Kara: Están desenfocadas... ¿Y tú trabajas para una revista, en serio?
-James: Pero se ven, ¿no? No me provoques Danvers.... Tienes mucho que perder....
-Kara: Ahora... Quiero ver el vídeo... - dijo, cada vez más nerviosa.
-James: Eso luego, después de divertirnos un rato..
-Kara: Ahora....
-James: Está bien – gruñó – Eres más dura de lo que pensaba... - Sacó la cámara de la cartera, y le mostró el vídeo a Kara, que tuvo que contenerse para no llorar, y para no darle un rodillazo en sus partes. – Ya lo has visto, ahora vamos, dame lo que he venido a buscar...
-Kara: ¿Tienes que ser así de desagradable...? Vas a estar aquí toda la noche, supongo, así que... ¿un poco de vino?
-James: No quiero vino...
-Kara: ¿Por qué quería Mike matarme, por qué le ayudaste?
-James: Haces muchas preguntas... - dijo, tirando de Kara, pegándola a él y empezando a levantarle el vestido mientras acariciaba su pierna.
-Kara: Quiero saberlo.. Posiblemente Lena me odie después de esto, aunque lo haya hecho por ella. Quiero asegurarme de que la posibilidad de perderla merece la pena.... ¿Ayudaste a Mike a escapar?
-James: Por supuesto. No fue difícil. Sólo pagar a uno de los guardias para que me dejase su uniforme por un par de horas. Mike fingiría que estaba enfermo y yo iría para trasladarle a un hospital... Además, es mucho más fácil cuando les pagas para que hagan como que no han visto nada..
-Kara: ¿También habéis pagado al juez que lleva el caso de Lena?
-James: Por supuesto, y nos encargamos de hacer un buen donativo al sacerdote que os casó. A nombre de la familia Luthor, claro. Así pensarían que estabais pagando al cura para que mintiera sobre lo ocurrido en la boda.
-Kara: ¿Cómo sabíais dónde íbamos a estar?
-James: La prensa... Alguien filtró la información de que Lena y tú viajabais a Los Ángeles, nada menos que para casaros... Salió en todas partes, pero vosotras ya no estabais en National City. ¿Es que no lees las revistas?
-Kara: No me gustan, me parecen una pérdida de tiempo.... Al menos las revistas del corazón. Me gustan las de fotografía...
-Lex: La va a cagar, Alex...
-Alex: No. Está intentando conseguir información....
-Lex: Está temblando. Hasta yo puedo verlo desde aquí...
-Alex: Cállate...
-James: Me importa una mierda lo que te gusta..
-Kara: ¿Por qué quería matarme?
-James: Porque por tu culpa acabó en la cárcel... Y sus padres también... Tú y esa... cría le destrozasteis la vida.
-Kara: Eso lo hizo él solito.
-James: ¡Bueno, ya basta! – gritó, dando un bofetón a Kara y haciéndola caer al suelo.
-Lex: Alex...
-Alex: Aún no... ¿Está bien?
-Lex: Sí, se está levantando....
-Kara: Eres un animal...
-James: ¿Sabes qué, Kara? Pensaba hacerte mía, irme y no volver hasta mañana por la noche. Pero me lo he pensado mejor... Otra vez. No vas a ser mía durante tres noches. Vas a serlo durante tres días enteros... - Dijo, rompiendo el vestido de Kara y dejándola en ropa interior – Ooohh... Mike tenía razón. Tienes un cuerpazo de escándalo. Voy a divertirme muchísimo – dijo, quitándose la camisa y bajándose el pantalón.
-Kara: James, espera... Por favor...
-James: ¡Ya he esperado bastante, ¿no te parece?! ¡No he venido a hablar, Kara...!
James la empujó contra la puerta, haciendo que Kara se golpease con el picaporte en la espalda, haciendo un gesto de dolor.
-Kara: ¡James, para! – dijo intentando apartarle. Jame la sujetó de los brazos y volvió a empujarla contra la puerta, haciendo que Kara hiciese un nuevo gesto de dolor.
-Lex: Alex, entra ya.. Está apunto de violarla... Voy a ayudarte – dijo, saliendo rápidamente del piso y corriendo hacia el edificio de enfrente.
Tras el aviso de Lex, intenté abrir la puerta de una patada, pero no era tan fácil. Olvidé que Lena tenía puerta blindada, así que tuve que disparar para romper la cerradura y entrar.
-Alex: ¡Alto, F.B.I! ¡Suéltala y levanta las manos. – grité, apuntando a James y mirando a Kara, que estaba agachada en el suelo, llorando.- Kara, ¿Estás bien?
James aprovechó mi distracción para golpearme, justo en la herida. Me doblé de dolor, llevándome la mano al estómago y dejando caer mi pistola.
-Kara: ¡Alex! – gritó, al ver que la camiseta que llevaba se estaba manchando de sangre. La herida se había abierto. James alejó la pistola de mí con una patada y levantó a Kara, llevándola hasta el sofá y empujándola sobre él. Vi a James ponerse sobre ella y a Kara intentando apartarle. James le dio un puñetazo, furioso, y le arrancó el sujetador.
-James: ¡Vas a ser mía, Kara! ¡Quieras o no!
En ese momento, vi entrar a Lex y mirarme. Le señalé el sofá, casi sin aliento por el golpe. Lex corrió hacia allí y apartó a James de Kara, lanzándole contra la pared. Se fue de nuevo contra él, cogiéndole por el cuello y haciendo que se levantara.
-Lex: ¡No vuelvas a tocar a nadie de mi familia, maldito cabrón!
-James: Te demandaré por agresión... Otro Luthor en la cárcel, va a ser divertido....
-Lex: Sí, será muy divertido ver cómo te encierran de por vida por chantaje, agresión a un agente del F.B.I e intento de violación...
-James: No podéis demostrarlo... - dijo riéndose.
-Lex: Oh sí, sí que podemos... - dijo, dándole un puñetazo y dejándole inconsciente.
-Kara: Alex... - dijo acercándose a mí, vestida sólo con sus braguitas y cogiendo un paño de la cocina para tapar mi herida – Llamaré a una ambulancia...
-Alex: Kara... - dije mirándola. Su ojo empezaba a amoratarse, igual que sus brazos, allí donde la había sujetado James. Cuando se giró para coger su teléfono, vi otro enorme moratón en sus espalda-¿Estás bien...? ¿Ha llegado a...?
-Kara: No... Tranquila.
-Lex: Alex... - dijo mirándome, preocupado – Dime que tienes unas esposas ahí...
-Alex: Sí, toma...
-Lex: Bien...
Vi a Kara llamando a la ambulancia y después a la policía.
-Kara: Lo siento, Alex... - dijo, llorando.
-Alex: Tranquila... Solo se ha abierto un poco la herida, no voy a morirme por eso... - dije, acariciando su rostro y sonriéndola – Estoy bien... ¿Me ayudas a sentarme?
-Kara: Sí, vamos al sofá.
-Alex: No, al sofá no. Es una prueba. Una silla servirá.
-Kara: Vale, dijo ayudándome. Luego Lex se acercó a nosotras y, a pesar de estar preocupado por Kara, trató de no mirarla para no incomodarla más de lo que ya estaba por tener que estar prácticamente desnuda frente a él.
Cuando la policía llegó, mientras los médicos de la ambulancia me atendían, recogieron las fotos y la videocámara de James como pruebas. También hicieron algunas fotos de Kara, para mostrarlas como pruebas contra él. Recogieron muestras y huellas de varios sitios.
Luego nos llevaron a Kara y a mí al hospital. A mí me volvieron a coser la herida, y la vendaron, tras comprobar que no había ninguna hemorragia interna, igual que hicieron con Kara. Luego nos llevaron a comisaría para que Kara pusiera una denuncia contra James.
Lex les entregó las micro cámaras y los micrófonos como prueba de lo ocurrido y pidió que lo revisaran cuanto antes para llevárselo a un juez. A ser posible, uno nuevo, pues Lex tenía la sensación de que los policías de Los Ángeles y los de National City, así como el juez que llevaba el caso de Lena, habían sido sobornados.
Después, nos dejaron volver a casa de Kara para que ella recogiera algo de ropa y volvimos al hospital para pasar la noche en observación. Pedimos a Lex que no le contaran a nada a Lena, aunque podía explicar lo ocurrido a los demás.
A Kara y a mí nos dejaron en la misma habitación. Cuando empezó a ser consciente de todo lo que había pasado, empezó a llorar, encogiéndose en la cama. Me tumbe á a su lado y la abracé.
-Alex: Ya está... Tranquila... Pronto acabará todo esto...
KARA
Desperté con Alex abrazándome. Me moví con cuidado, intentando no golpear su herida. Cuando me levanté, sentí un fuerte dolor en mi espalda.
-Kara: Mierda... - dije, más alto de lo que pensaba.
-Alex: Kara.... – dijo mirándome - ¿Estás bien?
-Kara: Me duele mucho aquí... - dije señalando el lugar.
-Alex: Tienes un buen golpe... ¿Te ayudo? ¿Dónde quieres ir?
-Kara: Al baño. Pero puedo sola. No hagas esfuerzos, no se te vuelva a abrir la herida... - dije, intentando dar dos pasos seguidos, sujetándome a la cama- Joder...
-Eliza: Kara, cielo... - dijo entrando por la puerta en ese momento y corriendo hacia mí. - ¿Qué te pasa...?
-Kara: Necesito ir al baño, pero me duele muchísimo...
-Eliza: Espera, te ayudo... - dijo mirando a Alex – Ahora estoy contigo, cielo...
Cuando volvimos, Alex estaba en su cama y yo me tumbé en la mía, con algo de dificultad. Anoche no era muy consciente de los golpes. Pero ahora, que ya se habían enfriado, el dolor era igual que si me estuviesen clavando miles de agujas diminutas en la espalda.
A Alex y a mí nos dieron el alta. Me dijeron que el dolor era normal y lo entendí cuando entré a cambiarme de ropa al baño y me miré en el espejo. Sí, ahora recordaba. El maldito picaporte de la puerta. Pensaba pedirle a Lena puertas correderas. Eran menos dolorosas.
Nos fuimos a casa y Sam se pasó por allí para informarnos de que pasarían al menos dos días hasta que tomasen una decisión sobre Lena, ya que debían revisar las pruebas e interrogar a James. Esa noche, me maquillé más de lo normal y me puse una camisa de manga larga para que Lena no viese los moratones. Estuve practicando en casa el andar con normalidad. No quería que Lena se preocupara. Si finalmente quedaba libre, ya le contaría todo. No era necesario hacerla sufrir antes de tiempo.
Esa noche entré en su habitación y la vi levantada.
-Kara: Eh... ¿Qué haces levantada?
-Lena: Hola... – dijo sonriéndome. -Has venido pronto...
-Kara: Me moría por verte... - dije besándola – Repito, ¿qué haces levantada?
-Lena: Tengo la curiosa costumbre de levantarme de la cama de vez en cuando. Ya sabes, para caminar, ir al baño, ducharme.... – bromeó – Cuando llegas, suelo estar acostada para dormir, cielo. Puedo moverme todo lo que quiera, pero es que me gusta que me cuides....
-Kara: Tramposa... - dije, mirándola. Lena aprovechó para cogerme y acercarme bruscamente a ella. Me agarró justo donde tenía el golpe. No pude disimular el gesto de dolor y un par de lágrimas salieron de mis ojos, mientras daba un pequeño brinco.
-Lena: Eh, ojitos azules... ¿estás bien? – Preguntó preocupada – Kara, cariño...
-Kara: Sí, estoy bien... Me di un golpecito jugando con Katie y me duele un poco.
-Lena: ¿Un golpe? – Preguntó, levantando rápidamente mi camisa, aunque intenté evitarlo – Dios mío, Kara... ¡¿A eso lo llamas golpecito?! Debería verte un médico. Ve, ahora...
-Kara: Ya me ha visto, amor, no es nada... - dije, mirándola - ¿Quieres asegurarte...?Vamos, hazlo... No tengo nada roto. Sólo me duele...
-Lena: Esto no ha sido una caída.... – dijo, mientras tocaba con cuidado alrededor del moratón, como si lo estuviera analizando. Bueno, sin el como. - ¿Te duele mucho..?
-Kara: Sólo un poco...
-Lena: ¿Un poco? Te he rozado y casi te subes al techo del salto que has dado.
-Kara: ¿Un roce? Si me hubieses empujado más fuerte, habría salido por tu espalda. – dije, acariciando su rostro – Estoy bien, no te preocupes... Anda, duerme...
-Lena: Tú también deberías.
-Kara: Lo haré, te lo prometo. Nada de estudiar esta noche...
-Lena: Bien... - dijo acostándose mientras yo me sentaba en el sillón.
Al día siguiente, los padres de Lena consiguieron que Katie pudiese pasar a la habitación diez minutos. Lena aún dormía, así que cogía Katie en brazos y entré con ella en la habitación. Lena seguía teniendo la cara algo hinchada, pero tenía mejor aspecto y los dos ojos abiertos.
-Kara: Mira mamá... Llámala, cielo.
-Katie: Mamá...
-Kara: Más fuerte...
-Katie: ¡Mamá!
-Kara: Creo que está sorda... Más fuerte... - dije, acercándola al oído de Lena todo lo que pude. No podía agacharme.
-Katie: ¡¡MAMÁAAAA!!
-Kara: Vale, no tan fuerte.... – dije, al ver el brinco de Lena.
-Lena: ¿Qué...? ¡Katie, cariño! – Me miró – Has podido traerla...
-Kara: Sí...- dije mirándola. Sus ojos verdes brillaban con fuerza al ver a Katie. Alargó su mano derecha y acarició el rostro de nuestra hija...
-Lena: Ha crecido...
-Kara: ¿Sí...? Yo no lo noto.
-Lena: Porque has estado con ella todos los días... Mira qué guapa... Cada día se parece más a ti...
-Kara: ¿Eso es bueno o malo?
-Lena: ¡Es horrible! No puedo con una Kara... Con dos va a ser una pesadilla. Voy a tener que salir de casa en barca si sigo babeando cada vez que os veo a alguna de las dos... Bueno, de casa... Ya me entiendes.
-Kara: Sí, amor, de casa...
Cuando pasaron los diez minutos, me despedí de Lena y me fui a casa con Katie y mi madre. Estaba agotada. Pasé todo el día durmiendo y por la noche volví con Lena. Esperaba tener alguna noticia de Sam al día siguiente. De nuevo, esa noche Lena y yo la pasamos completamente despiertas.
Eran las diez de la mañana y no había llegado nadie aún al hospital, lo que me pareció raro. Lillian y Lionel solían estar allí a las ocho para que yo pudiera irme a descansar. En su lugar, vi llegar a Sam, y entregarles algo a los guardias de la puerta, que se marcharon.
-Sam: Buenos días...
-Lena: Hola...
-Sam: ¿Cómo estás...?
-Lena: Mejor... No te he visto en estos días.
-Sam: He estado muy liada con tu caso... Y traigo buenas noticias.
-Kara: ¿En serio?
-Sam: Sí... Gracias a la confesión que lograste sacarle a James, las grabaciones de las micro cámaras y los micrófonos, y las fotografías y el vídeo de James, ha podido demostrarse que Lena actuó en defensa propia y van a retirar los cargos.
-Lena: Espera... ¿van a...? ¿Eso quiere decir que...?
-Kara: Que puedes volver a casa, amor...
-Lena: ¿En serio? ¿Cuándo?
-Sam: En cuanto te den el alta...
-Kara: Posiblemente hoy mismo... Les pedí a tus padres que intentaran conseguirte más tiempo aquí. No quería que volvieras a la cárcel mientras...
-Lena: ¿Mientras...? Espera, ¿qué es eso de que le sacaste una confesión a James? ¿Quién es James?
-Kara: Vale... Verás, James es un cómplice de Mike. Ayudó a Mike a escapar, entregó pruebas falsas contra ti... Y luego.. Bueno, creo que tuvo algo que ver en la paliza que te dieron en prisión, intentó sacarme un montón de dinero a cambio de las pruebas que mostraban tu inocencia y...
-Lena: ¿Y? – Me miró, seria, levantando la ceja.
-Kara: No pude conseguir el dinero, así que me propuso pasar tres noches con él a cambio de tu libertad.
-Lena: Kara... Dime que no aceptaste – dijo, mientras yo miraba al suelo – Oh Dios... Él te hizo eso, verdad? No te golpeaste jugando con Katie... Ese animal trató de.... – cogió mi mano – Kara, cariño... ¿Por qué...?
-Kara: Porque te quiero, Lena. Porque no merecías estar ahí. Porque no soportaba el no verte, porque las noches se me hacían eternas sin ti. Me he acostumbrado a dormir abrazada a ti. Sin ti, simplemente, no podía. Me faltaba algo, me faltabas tú... - dije, casi llorando.
-Lena: Kara...
-Kara: Pero pensaba que, aunque fuese con intención de ayudarte, me odiarías si me acostaba con él, así que idee un plan y les pedí ayuda a Alex y a tu hermano. La cosa se complicó un poco, pero al final James confesó, lo teníamos todo grabado y le detuvieron.
-Sam: Y ha sido condenado a cuarenta años por falso testimonio, manipulación de pruebas, extorsión, intento de violación, agresión a un agente del F.B.I y por haber pagado a policías de Los Ángeles y National City, además del juez que llevaba tu caso para que te declarasen culpable.
-Lena: Pero no entiendo... Yo no conozco a ese tipo.
-Kara: Yo sí. Es fotógrafo en una revista. Muy malo, por cierto... Las fotos que sacó de nuestra boda estaban borrosas... - dije. Lena se rió con el comentario - Era amigo de Mike, nunca le caí bien. Ni él a mí. Ahora entiendo por qué.
-Lena: Y no, no te habría odiado, Kara. Tu intención era buena, y no veías otra salida en ese momento. Suerte que se te ocurrió esa idea..
-Sam: He hablado con el médico. Como sólo estabas aquí por seguridad y para ganar tiempo, te darán el alta enseguida. Me pasé con Alex por vuestra casa y te traje algo de ropa – dijo, tendiéndome una bolsa que abrí y empecé a sacar la ropa, dándosela a Lena para que se cambiase.
-Kara: ¿Necesitas ayuda, amor?
-Lena: Puede... - dijo, haciendo un gesto con la cabeza hacia el baño.
-Sam: Os esperaré en la sala de espera. No seáis escandalosas, por favor.... – dijo saliendo.
Ayudé a Lena a cambiarse, ya que ella con la muñeca escayolada o podía apañarse bien. A los cinco minutos de salir, vino el médico a darle el alta a Lena y nos fuimos para casa.
Cuando llegamos, entendí por qué nadie había ido esa mañana. Habían estado limpiando el desastre que montamos con todo lo de James y habían preparado una fiesta sorpresa para Lena.
Lo primero que hizo Lena, fue abrazar a sus padres, a su hermano y a Lana, que estaba a punto de entrar en su séptimo mes de embarazo. Luego saludó a mi madre, Alex, Ruby, Winn y Nia. Y por último, cogió a Katie en brazos, achuchándola.
-Lena: Gracias Sam...
-Sam: No.. Dáselas a Kara. Ella es la que se ha jugado el tipo por ti...
-Lena: Gracias, ojitos azules... - dijo besándome.
La fiesta duró casi todo el día. Comimos en familia, pasamos toda la tarde con juegos, hablando, Winn y Lex hacían algunas de sus bromas...
Por la noche, cuando ya se habían ido todos, cenamos algo, bañamos y acostamos a Katie y nos metimos en la ducha, juntas. Ayudé a Lena a lavarse, y ella me ayudó a mí. Después, nos pusimos los pijamas y nos metimos en la cama. Me estaba quedando dormida, abrazada a ella, con la cabeza sobre su pecho, cuando noté que Lena no dejaba de mirarme. La miré, sonriendo.
-Kara: ¿Qué...?
-Lena: Kara, quiero pedirte algo. Durante estas semanas, pensaba que... Si salía de la cárcel pronto...
-Kara: ¿Qué, amor? – acaricié su mejilla, sin dejar de mirarla a los ojos.
-Lena: Quiero que Katie tenga un hermano... O una hermana.
-Kara: ¿Hablas en serio?
-Lena: Muy en serio... Pero Kara, quiero ser yo quien lo tenga.
-Kara: ¿Estás preparada para eso? Quiero decir... ¿no te traerá malos recuerdos?
-Lena: Es posible... Pero sé que podré superarlos si estás a mi lado.
-Kara: Lena, amor... Si te quedas embarazada, voy a ser más pesada que una mosca revoloteando a todas horas a tu alrededor... Va a parecer que me han pegado a ti.
-Lena: ¿Es un sí...?
-Kara: Es un sí. Pero hablaremos de ello por la mañana. Ahora duerme...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro