18-Encuentros y desencuentros
En serio, no debería subirlo, no tengo reserva, se me acumulan los de las dos historias, sois insaciables, jajajajaj
Pero venga, aquí lo tenéis.
@Tazumin1 aqui estás, jajajaja. Hoy SÍ me he acordado de ti jajaj. Gracias por las ideas . jejeje (¿alguien sabe si desde el pc se puede poner emojis? Bueno, pues hazte a la idea de que aquí van tres sacándote la lengua :P :P :P)
Ale, os quiero ver comentando como posesas, como si vuestras manos estuviesen poseídas por el mismísimo Flash.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LENA
Cuando entramos en el salón, todo el mundo se calló de golpe. Nos miraron y yo apreté con fuerza la mano de Kara. Vi a su madre empezar a llorar. Mi madre, mi padre, Lex y Lana la sonrieron y Alex... Alex sólo la miraba, seria, en silencio. Ella fue la primera en reaccionar y casi preferí que no lo hubiera hecho.
-Alex: ¡¿Se puede saber dónde demonios estabas?! ¡¿Te has vuelto, loca, Kara?! ¿Podría haberte pasado algo! ¡Maldita sea, ¿es que no sabes lo que es un teléfono?! Espera, sí, si lo sabes... Usaste uno para mandarnos un mensaje.. ¡UNO, Kara, en dos meses!
-Lena: Alex...
-Alex: ¡¿Qué te costaba llamar una sola vez al día a mamá, a Lena, a Nia, a Winn, a mí?! ¡Si querías estar sola, sólo tenías que decirlo! ¡¿Sabes que tuve que llevar a mamá al hospital porque creía que le estaba dando un infarto cuando no conseguíamos encontrarte?!
Kara miró a su madre, preocupada. Ella hizo un gesto de que no fue nada, tranquilizándola.
-Lena: Alex, por favor...
-Alex: ¡Hemos intentado ayudarte, apoyarte... y tú sólo coges y... TE VAS! ¡Sin decir nada, sin una nota, NADA! ¡¿En qué pensabas, Kara?! – Me miró - ¿No vas a contestar... no piensas decir nada...? Lo siento, no puedo... - dijo girándose y saliendo con un portazo.
-Lena: ¡Alex! – solté la mano de Kara y salí tras ella. –Alex, para...
-Alex: Ahora no, Lena... Te agradezco que la hayas traído de vuelta, pero ahora mismo no puedo... Lo siento – dijo marchándose.
Me quedé uno o dos minutos esperando por si volvía, pero no lo hizo.
Cuando volví a entrar en casa, vi a Kara sentada en el sofá, llorando y a todo el mundo casi sobre ella, hablándola todos a la vez.
-Lena: No, parad... - dije metiéndome en medio – Atrás... ¿No veis que la estáis agobiando? Así sólo vais a asustarla.... – me senté a su lado, cogiendo su mano – Kara, cariño...
-Eliza: ¿Está bien...?
-Lena: Sólo necesita un poco de tiempo y que no la agobien, ¿verdad...? Dije acariciando su mano despacio, sonriéndola. – Tranquila...
Kara me miró y volvió a llorar, temblando.
-Lena: Ya está, cariño, todo está bien, mírame... - dije, alzando su rostro y besándola.
Enseguida noté todas las miradas puestas en nosotras.
-Lex: Hasta que se han decidido...
-Lionel: Creo que tu hermana va a sentar la cabeza, así que vete pensando en hacer lo mismo. Dijiste que cuando lo hiciera Lena, lo harías tú.
-Lex: ¿Y si Lena se tira por una ventana, yo tengo que tirarme detrás?
-Lionel: Por supuesto, tienes que caer debajo de ella para amortiguar el golpe. Lena es la guapa de la familia, ella cierra más negocios que tú.
-Lex: Vaya, gracias...
Me separé de Kara y acaricié su rostro.
-Lena: ¿Mejor...?
-Kara: Sí...
-Lena: Bien... ¿Por qué no abrazas a tu madre...?
Kara se levantó y abrazó a Eliza. Las dos volvieron a llorar. Dios mío, a este paso, con tanta lágrima, tendría que acabar comprando una fábrica de pañuelos de papel, sólo para proveer a esta familia.
-Lex: ¿Entonces Kara y tú sois que... novias?
-Lillian: Lex...
-Lex: ¿Qué? Sólo estoy preguntando lo que ninguno se atreve a preguntar.
-Lena: Pues sí... ¿Algún problema con eso, Lex?
-Lex: ¿Problema? ¿Sabes cómo voy a presumir de cuñada buenorra y de sobrina... sobrino...?
-Lena: Sobrina
-Lex: Pues de sobrina guapa... Con esa madre, es imposible que esa niña salga fea.
Vi a Kara sonreír, sin separarse aún de Eliza, que le secaba las lágrimas.
-Lionel: Bueno, entonces parece que añadiremos dos nuevos miembros a la familia Luthor... Y dinos, Lena... ¿cuánto tiempo lleváis como pareja, exactamente...?
-Lena: Apenas unas horas... - dije mirando a Kara, que se acercó a mí de nuevo.
-Lex: ¿Y quién pidió salir a quién...?
-Kara: Lena fue la primera en decir lo que sentía por mí... - dijo, mirando a mi hermano. – Y yo me estaba negando lo que sentía por ella hasta que me encontró ayer...
-Lena: Siento mucho no haberos llamado cuando la encontré. Pero preferí traerla y daros una sorpresa. Pensé que sólo así me creeríais de que estaba bien...- la abracé de nuevo, pegándola a mí. ¿Por qué necesitaba tanto sentirla tan cerca? ¿Quizás tenía miedo de que volviera a salir corriendo si no la sujetaba?
-Eliza: Gracias, Lena... - dijo abrazándome – Gracias por traer a Kara a casa. Y gracias por quererla tanto...
-Lionel: Bueno, hija, y dinos ¿cómo encontraste a Kara?
-Lena: Os contaremos todo mientras cenamos... - dije, señalando la mesa y besando a Kara en la mejilla - ¿Estás bien...?
-Kara: No... - dijo sonriendo.
-Lena: Sabes que Alex te quiere muchísimo, Kara, se le pasará...
-Kara: Lo sé... Pero no me gusta pelearme con ella, Lena.
-Lena: Lo sé... Venga, vamos a sentarnos...
Durante la cena, les conté cómo había viajado a Los ángeles por negocios. Algo que mi familia sabía, pero no la madre de Kara. Les conté cómo me pareció reconocerla cuando vi a una chica rubia entrar en un restaurante. Como fui allí, enseñé la foto de Kara y me confirmaron que era ella, pero que no tenían forma de contactar con ella. Cómo contraté a ese detective para que la buscara...
-Lena: ... Y cuando llegué a la playa, allí estaba ella, intentando vender sus fotografías. Estaba realmente preciosa... - dije, apretando su mano y sonriéndola. – Entonces me acerqué, le dije lo que sentía, ella me dijo lo que sentía y le propuse ir a recoger sus cosas para volver a casa. Aunque Kara se negó...
-Kara: No quería volver para pasar otra vez por lo mismo – dijo –No es que no agradeciera vuestra ayuda... Pero esas miradas de pena y compasión... Simplemente, me hacían más daño. Pero lo que realmente me estaba matando por dentro fue ver a Lena, herida, por mi culpa...
-Lena: No fue culpa tuya, cariño...
-Kara: Sentía que, desde que Lena me conoció, yo sólo había complicado su vida y que estaría mejor sin mí. Mike le hizo daño por intentar ayudarme a mí. Y no podía soportar eso. Y verla a diario no hacía más que recordármelo. Además, tenía la sensación de que nadie podía entenderme y que nadie puede entenderme tampoco ahora. Porque es algo que no se olvida fácilmente. Sólo alguien que haya pasado por lo mismo puede entenderlo y saber lo que se siente... - Apretó mi mano, sonriéndome tímidamente.
-Lex: Se lo has contado... - dijo mirándome – Entonces la cosa debe ir realmente en serio.
-Lena: Si vamos a esta juntas, debía saberlo, Lex. No quiero secretos con Kara.
-Lillian: Eso está muy bien, cielo... Y por cierto, me gustaría hablar con Kara a solas un momento.
-Lena: Mamá...
-Lillian: Tranquila, cariño, sólo quiero conocer mejor a mi nuera...
-Lex: El interrogatorio de mamá Luthor... ¿pensabas que tu chica se escaparía, Len? Hasta Lana ha tenido que pasar por él...
-Lana: Tampoco es tan malo, Lex. Es una charla con tu madre...
-Lillian: ¿Vienes Kara?
-Kara: Claro... - dijo levantándose y siguiéndola.
KARA
Seguí a Lillian hasta nuestro cuarto, mientras no dejaba de preguntarme por qué Alex había reaccionado de esa manera. Entendía que pudiera estar enfadada, pero el que se hubiese marchado aquí, y no estuviese aquí esta noche me había dolido en lo más profundo. Oh, mierda... ¿Así se sintió ella cuando me fui...? ¿Así se sintieron Lena y mi madre...? Joder, Kara, eres idiota...
Entramos en el cuarto y Lillian cerró la puerta, mirándome.
-Lillian: Bien, Kara, seré Breve y quiero que tú seas sincera, ¿de acuerdo?
-Kara: Sí.
-Lillian: En primer lugar, me alegro de que hayas vuelto, y de que estás bien.
-Kara: Gracias...
-Lillian: Ahora dime, Kara... ¿Realmente quieres a Lena?
-Kara: ¿Perdón...?
-Lillian: Bueno, sólo quiero saber si estás segura de que lo que sientes por mi hija no es agradecimiento y cariño.
-Kara: Yo...-La miré a los ojos – La quiero. Estoy completamente segura de eso. Por eso me fui, señora Luthor. Porque desde que aparecí en la vida de su hija, yo sólo le he dado problemas. Y ella resultó herida por ayudarme. No quería que le pasara nada malo y por eso me fui. Lena no merece que nadie le haga daño. Cometí el error de abandonarla una vez, pero ahora tengo las ideas más claras que nunca. No voy a volver a separarme de Lena.
-Lillian: Kara.... – dijo cogiendo mis manos – Hace mucho, muchísimo tiempo que no veía a mi hija tan feliz como lo es desde que te conoció. Ha sufrido mucho y no quiero que sufra más. ¿Lo entiendes, verdad?
-Kara: Yo tampoco quiero que sufra... Y haré todo lo que pueda para que siga siendo feliz, señora Luthor...
-Lillian: No... Llámame Lillian, por favor, Kara...
-Kara: De acuerdo, Lillian...
-Lillian: Lena te quiere muchísimo, Kara... Sólo te pido que no le rompas el corazón, por favor. Lena puede parecer dura y fuerte por fuera, pero por dentro es...
-Kara: Lo sé... - dije sonriéndola – No te preocupes, Lillian. El corazón de Lena está a salvo conmigo.
-Lillian: Me alegra escuchar eso... - dijo abrazándome – Volvamos con los demás...
-Kara: Sí... - dije siguiéndola de nuevo al salón - ¿Y Lena?
-Lex: Con tu madre... Parece que mamá Danvers también quiere interrogar a su futura nuera.
LENA
Mientras Kara estaba con mi madre, Eliza me llevó a un lado para poder hablar. A pesar de haber notado a Kara algo más animada, creía conocerla lo suficiente como para saber que seguía dando vueltas a lo ocurrido con Alex.
-Lena: Perdón, ¿decías algo, Eliza?
-Eliza: Sí. Que gracias por traer a Kara de vuelta. ¿Estás bien...?
-Lena: Sí, es que... Perdona que sea tan directa, sé que Alex es tu hija, pero... No me parece bien cómo ha tratado a Kara. Sé que Alex está enfadada, es comprensible, todas nos hemos preocupado por Kara y hemos pasado miedo por si le ocurría algo, pero... Precisamente por eso fue difícil convencerla de volver. Kara tenía miedo de que estuvieseis enfadadas y de ese tipo de reacción. Le prometí que no pasaría nada, que no os enfadaríais, y que os alegraríais de verla...
-Eliza: Alex se alegra, Lena.
-Lena: Pues no lo ha demostrado, Eliza. Ahora Kara no va a dejar de darle vueltas. La conoces mejor que yo, y lo sabes. Y Kara ahora necesita tranquilidad, sobre todo a estas alturas de su embarazo.
-Eliza: Kara no podía haber encontrado a nadie mejor... - dijo acariciando mi mejilla – Sé que la quieres, y que no quieres que sufra. A Alex se le pasará, es su carácter. Es muy de hacer o decir las cosas sin pensar. Luego se arrepiente y pide perdón, pero es algo que no puede evitar. Ha sido así siempre.
-Lena: Pues debería aprender a controlarlo un poco...
-Eliza: Hablaré con ella...
-Lena: No. Lo haré yo.
-Eliza: Está bien... - me sonrió – Sé que Kara será feliz contigo, Lena. Pero si la veo llorar una sola vez por tu culpa, Alex te parecerá un ratoncito asustado comparada conmigo. ¿He sido clara?
-Lena: Mucho... - dije sonriéndola.
-Eliza: Bien... Dejo a mi hija y a mi nieta en tus manos...
Cuando volvimos, Kara y mi madre ya estaban allí. Me senté al lado de Kara, abrazándola y estuvimos hablando un par de horas más, hasta que todo el mundo se fue.
Esa noche, nos fuimos a dormir temprano. Kara estaba cansada, y yo no quería que se agotase en exceso. Mañana quería ir con ella a la clínica y llevarla a un sitio antes de ir a hablar con Alex. Claro, que Kara no sabía que iría a hablar con su hermana.
La noche fue un poco larga. Sentí a Kara levantarse en un par de ocasiones al servicio y otra más con un calambre. Estuve pendiente de ella el resto de la noche. De nuevo, se quedó profundamente dormida cuando apoyó la cabeza en mi pecho y me abrazó. Una postura algo incómoda para mí, pero no me importaba. Lo importante era que Kara estuviese bien, cómoda y tranquila.
Me levanté temprano a preparar el desayuno.
-Lena: Buenos días, ojitos azules... ¿dormiste bien? – dije besándola cuando entró en la cocina.
-Kara: Sí... - dijo sonriéndome- ¿Son tortitas?
-Lena: Lo son.. ¿No quieres?
-Kara: Claro que quiero... ¿Hay chocolate?
-Lena: En ese mueble...
-Kara: ¿Y nata?
-Lena: En la nevera.
-Kara: Genial.. – dijo levantándose a por el chocolate y la nata.
-Lena: Iremos a la consulta, quiero asegurarme de que todo está bien.
-Kara: Sí, claro...
-Lena: Luego quiero que me acompañes a un sitio.
-Kara: ¿Dónde?
-Lena: Ya lo verás...
-Kara: Vale... - dijo, abriendo los ojos como una niña cuando le serví tres tortitas en un plato – Qué pinta...
Me senté frente a ella con otras tres para mí. Antes de que me diese cuenta, Kara ya se había comido las tres y yo sólo iba por la mitad de la segunda.
-Lena: ¿Quieres más?
-Kara: ¿Puedo...?
-Lena: Claro... – dije levantándome y preparando otras tres. Le dejé el plato delante y la abracé por detrás, poniendo mis manos sobre su vientre – Lo que sea por mis chicas...
Después de desayunas, ducharnos y vestirnos, fuimos a la clínica.
-Kara: ¿Por qué no hay nadie en la recepción de tu consulta?
-Lena: Porque esperaba a que volvieras. Kara, nadie puede ocupar tu lugar. Ni en la clínica, ni en mi vida. Eres única, cariño.
-Kara: Volveré mañana.
-Lena: No, ya no volverás hasta que tu hija nazca.
-Kara: NUESTRA hija...
-Lena: ¿Qué?
-Kara: Que si tu casa va a ser nuestra casa, mi hija va a ser nuestra hija. Nadie más que tú merece llamarla así. Te has ganado ese derecho, Lena. Te has preocupado por ella y por mí como debería haberlo hecho su... bueno, Mike.
-Lena: Eres tan adorable... - dije besándola, intentando no llorar. Pues claro que aceptaba criar a su hija como si fuera mía. Y que ella me lo hubiese pedido, me había hecho muy feliz.
Entramos a la consulta y fui preparando todo.
-Lena: Ve tumbándote y subiéndote la camiseta.
-Kara: ¿Vamos a hacerlo en tu consulta?
-Lena: ¿Qué..? No, voy a... - dije mirándola - ¿En serio.... Quieres hacerlo aquí?
-Kara: Bueno... Hoy no, pero en cualquier otro momento...
-Lena: Oh, Dios... Túmbate, por favor...
Empecé con una ecografía. Sonreí al ver a Kara derramar un par de lágrimas de emoción al ver a nuestra hija.
-Kara: Qué grande...
-Lena: va a ser preciosa, como tú...
Después, seguí con varias pruebas más, incluidos algunos análisis. Tras comprobar que todo estaba bien, casi dos horas después, subimos al coche.
-Kara: ¿Dónde vamos?
-Lena: Ya lo verás...- dije, conduciendo durante casi treinta minutos y aparcando.
-Kara: ¿El cementerio?
-Lena: Sí, ven... - dije ayudándola a salir. Compré algunas flores en la entrada y le tendí la mitad a Kara, que me miraba extrañada.
-Kara: ¿A quién venimos a ver...?
Caminamos durante diez minutos y nos detuvimos. Cogí la mano de Kara y la miré.
-Lena: Kara, te "presento" a Liam Luthor – dije, señalando una pequeña tumba.
-Kara: ¿Tu hijo...? – preguntó, mirándome.
-Lena: Bueno, sé que no es algo agradable, pero...
-Kara: Gracias por compartirlo conmigo, Lena... - dijo agachándose y dejando sus flores, acariciando la hierba después. Se incorporó y me besó, secando las lágrimas que ya inundaban mis ojos. - ¿Vienes aquí a menudo?
-Lena: Una vez a la semana... Desde hace trece años.
-Kara: Amor... - dijo, acariciando mi espalda.
-Lena: Eso me gusta...
-Kara: ¿El qué? ¿Qué te acaricie la espalda?
-Lena: Que me llames amor. Me gusta. No dejes de hacerlo...
-Kara: Si tú no dejas de llamarme ojitos azules.. – bromeé – Aunque deberías buscar algo más corto...
Me agaché a dejar las flores y Kara se agarró a mi brazo, apoyando la cabeza sobre mi hombro. Yo metí las manos en los bolsillos y nos quedamos un buen rato así, en silencio, mirando la tumba de Liam.
-Lena: Debemos irnos, tengo algo importante que hacer... - dije, secándome las lágrimas.
-Kara: Eh... Le prometí a tu madre que sólo llorarías de alegría...
-Lena: No prometas nada que no sabes si podrás cumplir, cariño.
-Kara: Bueno, al menos intentaré que la mayoría sean de alegría. Sólo te permito derramar lágrimas de tristeza por él. Nada más.
La besé, enternecida.
Llamé a Winn y a Nia para que fueran a casa y llevé allí a Kara. Cuando llegamos, estaban en la puerta.
-Winn: ¡Eh, mira, mamá ha vuelto! – gritó, corriendo a abrazar a Kara.
-Kara: No me llames así, Winn...
-Winn: Bueno, tendrás que acostumbrarte. ¿O es que piensas enseñar a tu hija a llamarte Kara?
-Kara: Eres un idiota... - dijo, devolviéndole el abrazo – Me alegro de verte. Nia...
-Nia: No vuelvas a irte así, ¿me oyes? Nunca – dijo, cruzada de brazos. La miré, esperando que no reaccionase como Alex. Entonces la abrazó con fuerza– Ven aquí, loca estúpida....
-Lena: Eh, más respeto.... – bromeé.
-Nia: Y cosas peores debería decirle.
-Lena: ¿Puedo dejarla con vosotros una hora?
-Winn: Tranquila, la ataremos a una silla y no podrá escaparse a ninguna parte.
-Kara: Te advierto que Winn sería capaz de hacerlo, amor... - dijo mirándome.
-Winn: ¿Amor...? Espera, ¿me he perdido algo...?
-Nia: Oh, Dios... Kara, no me digas que Lena y tú...
-Kara: Sí, Lena y yo estamos juntas.
-Winn: ¡¿En serio?! Lena Luthor, me has robado a mi chica....
-Lena: ¿Cómo...? Me he perdido, Winn, ¿tú y Nia estáis juntos, verdad?
-Nia: Lo estamos. Es una broma que Winn y Kara se traen desde pequeños. Pero son inofensivos. Los dos.
-Winn: Más te vale cuidar a mi chica. Perdón, a mis chicas.... O te patearé el culo, Luthor.
-Lena: Lo tendré en cuenta, Winn... Kara, te dejo en buenas manos... - La volví a besar y volví a subir al coche, dirigiéndome a casa de Alex. Ya estuve allí un par de veces cuando Kara se marchó, así que sabía la dirección.
ALEX
Salí de casa de Lena furiosa. Estaba realmente furiosa. Se supone, que ver a Kara bien y a salvo, debería haberme alegrado. Pero al parecer, toda la rabia y la frustración que había estado conteniendo durante esos dos meses, hicieron que mi reacción fuera totalmente contraria a lo que debería haber sido. Me subí en el coche y empecé a conducir en dirección a mi casa. Pero, sin saber cómo, acabé frente a la casa de Sam.
Salí del coche y llamé a su puerta, esperando.
-Sam: Alex... ¿Estás bien? – preguntó, al ver que estaba llorando.
-Alex: ¿Puedo pasar?
-Sam: Claro, cielo, ¿qué ocurre? Ven, siéntate... - dijo, sentándose en el sofá y dando unos golpecitos a su lado para que me sentase ahí.
-Alex: Lena a ha encontrado a Kara y la ha traído de vuelta...
-Sam: ¡Pero eso es genial! – dijo, mirándome - ¿O no...? ¿Kara está bien? ¿El bebé...?
-Alex: Están bien, creo... No lo sé, no me quedé a averiguarlo...
-Sam: ¿Cómo que no te quedaste?
-Alex: Cuando vi a Kara, yo... Empecé a gritarle, a preguntarle dónde había estado, a recriminarle que no llamase, que se marchara... Dios, Sam, tendrías que haber visto su cara...
-Sam: ¿La gritaste...?
-Alex: La grité y me fui, sin darle tiempo a explicarse siquiera.
-Sam: Pero eso es.. ¡Alex, deberías haberla apoyado! ¡Lo que has hecho es... cruel! Pobre Kara...
-Alex: ¡¿Pobre Kara?! ¡¿Y qué pasa conmigo?! ¡ Me he pasado dos meses mandando la foto de mi hermana a cada hospital y a cada comisaría de este maldito país, sin obtener resultados! ¡Y resulta que Lena se va a Los Ángeles, a unos asuntos de negocios, y regresa con ella!
-Sam: Entonces, lo que te molesta es no haberla encontrado tú...
-Alex: ¡Soy su hermana mayor, Sam! ¡Yo debo cuidar de elle, y debería haber sido yo quien la encontrara!
-Sam: ¡Pero eso no te da derecho a reprocharle nada! Kara debe estar destrozada. Volver y que tu hermana te trate así... ¡Y más cuando tenéis una relación como la vuestra! ¡Has sido una estúpida, Alex!
-Alex: ¡¿Eso es lo que crees...?! ¡Si vas a echármelo en cara, quizás debería irme a casa!
-Sam: Sí, quizás deberías....
-Alex: ¿En serio?
-Sam: Sí... Ruby está a punto de llegar y tengo que darle la cena. Preferiría que no nos viera discutir.
-Alex: De acuerdo... - dije levantándome, furiosa – Si es lo que quieres... - caminé hacia la puerta y la abrí.
-Sam: Alex... Piensa cómo te sientes ahora mismo... - dijo, antes de que yo cerrase con un portazo y me metiese en el coche.
Cuando llegué a casa, cogí una cerveza de la nevera y me senté a ver una película, intentando no pensar. Pero fue imposible.
A la mañana siguiente, me despertó el timbre de la puerta. Miré el reloj. Las doce. Mierda... Bueno, por suerte, no entraba a trabajar hasta las cinco. Miré la mesa del salón. Me había tomado cuatro cervezas antes de dormirme en el sofá. Me levanté y fui a abrir, bostezando.
-Alex: Lena...
-Lena: ¿Puedo pasar? – preguntó, entrando antes de que yo pudiese responder.
-Alex: Como si estuvieras en tu casa... - dije cerrando la puerta.
-Lena: ¿Qué demonios te pasa, Alex?
-Alex: Pues que me acabo de despertar...
-Lena: Sabes a lo que me refiero. Ayer te pasaste con Kara. No debiste tratarla así.
-Alex: ¡¿Es que ya se te ha olvidado lo que nos hizo pasar?!
-Lena: ¡¿Y tú has olvidado todo lo que está pasando ella?! ¡Bastante que sigue entera, y no hecha pedazos y en un psiquiátrico! ¡Porque lo que ha vivido tu hermana en los últimos meses es para volver loco a cualquiera!
-Alex: ¡Debió llamar al menos!
-Lena: Ponte en su lugar, Alex... ¿Qué habrías hecho tú...?
Me quedé callada, mirándola.
-Lena: Exacto... No sabemos cómo vamos a reaccionar ante una situación en concreto hasta que no pasamos por ella. Lo que menos necesita tu hermana ahora es que la trates como lo hiciste ayer. Alex, Kara te adora. Y te necesita. Necesita que su hermana mayor esté a su lado en estos momentos.
-Alex: Estaba muy enfadada, Lena.... – dije finalmente – Creo que tanto tiempo sin expresar la rabia y la frustración que estaba sintiendo por no encontrarla, salieron de repente cuando la vi.
-Lena: Le afectó mucho que te fueras así...
-Alex: Yo tampoco me divertí, ¿sabes?
-Lena: Kara ya ha sufrido bastante. No quiero verla derramar ni una lágrima más. Y menos porque su hermana se ha comportado como una estúpida con ella.
-Alex: Lena...
-Lena: No. Ya estás perdiendo el culo para ir a disculparte con ella. Y Alex, una disculpa de verdad. Quiero ver a Kara con una sonrisa que se le salga de la cara. Quiero que sienta que su hermana va a estar con ella y va a seguir queriéndola pase lo que pase.
-Alex: Eso siempre va a ser así...
-Lena: No es lo que parecía anoche. Y escúchame... Si vuelves a hablar así a tu hermana delante de mí, me importa una mierda que seas policía. Te juro que te corto la lengua a pedacitos con una motosierra.
-Alex: ¿Me estás amenazando?
-Lena: Te estoy avisando. Ahora ve a ducharte y a cambiarte. No quiero ver a Kara así ni un solo minuto más...
Fui al baño, me duché y me cambié en menos de veinte minutos. En serio, Lena cuando se ponía seria, daba muchísimo miedo.
Cuando llegamos a casa de Lena, Kara estaba sentada en el salón, limpiando una de sus cámaras.
-Kara: Lena, amor, ya has... Alex... - dijo, cuando me vio.
-Alex: Hola... - dije saludándola con la mano.
Kara se levantó y corrió hasta mí, abrazándome. Yo la rodeé con mis brazos, como pude. La tripa de Kara se interponía entre nosotras.
-Kara: Lo siento... Tenías razón, debí llamar...
-Alex: No, escucha... - dije sujetando su rostro entre mis manos – No debí gritarte como lo hice. Debí correr a abrazarte, debí ser más comprensiva. Lo siento, los nervios me traicionaron, Kara.
-Kara: Está bien, lo entiendo...
-Alex: ¿Sí...?
-Kara: Alex... Sabes que odio estar enfadada contigo . Y sabes que a los diez minutos solemos arreglarlo. Esta noche se me ha hecho eterna. No quiero ni pensar lo que habrán sido para ti, para mamá y para los demás estos dos meses...
-Alex: ¿Entonces me perdonas?
-Kara: Claro que sí...
En ese momento, sentí un gran alivio. Si mi hermana no me hubiese perdonado, creo que habría saltado por la ventana.
-Alex: Bueno, ahora sólo falta que también lo haga Sam.
-Lena: ¿Sam?
-Alex: Anoche, cuando me fui de aquí, fui a buscarla. Le conté lo que había pasado y se enfadó conmigo. Tanto que me echó de su casa...
-Kara: Vaya, lo siento, Alex...
-Alex: Tranquila, Sam tenía razón, fui una estúpida. Y te defendió con uñas y dientes, que lo sepas. Es mi novia y se puso de tu lado...
-Lena: ¿Por qué no me extraña?
-Alex: Lena, ¿Qué puedo hacer...?
-Lena: ¿Y por qué me lo preguntas a mí?
-Alex: Porque de las tres que estamos aquí ahora mismo, eres la única cuerda.
-Lena: ¿Tres...? Espera, es cierto, ¿dónde están Winn y Nia?
-Kara: Nia se ha puesto enferma y se han ido. Creo que algún tipo de virus o algo así. La pobre no paraba de vomitar....
-Alex: Pobre Nia... En fin, Lena, ¿qué puedo hacer para que Sam me perdone?
-Lena: No lo sé, Alex... ¿hablar con ella?
-Alex: ¿Me acompañas?
-Lena: ¿Acompañarte? Ni que tuvieras cinco años...
-Alex: Es que Sam enfadada da un poquito de miedo. No tanto como tú, pero...
-Lena: ¿Estás diciendo que doy miedo? – dijo, cruzándose de brazos y levantando la ceja.
-Alex: Un poquito, sí... Por favor...
-Lena: No... Bastante tengo con ocuparme de la clínica, tu hermana y..
-Kara: ¡Oye!
-Alex: Lena, por favor, seguro que tú sabes poner orden si nos ponemos a gritarnos otra vez... -dije, poniéndome de rodillas. A la mierda la dignidad.
Vi que Kara y Lena se reían.
-Kara: Dile que sí, Lena. No va a parar hasta que le digas que sí. Y Alex puede ser muy insistente.
-Lena: Está bien, iré contigo...
-Alex: ¡Gracias! – dije levantándome y abrazándola.
-Kara: Pero antes, y para que yo te perdone del todo, tienes que hacer una cosa.
-Alex: ¿Qué...? – pregunté. Conocía a Kara y cuando empezaba así, eso no podía traer nada bueno.
-Kara: Tengo hambre. Quiero un donut de chocolate, cubierto de almendras y virutas de colores. Otro relleno de crema, cubierto de fresa y con trozos de avellana. Y quiero otro relleno de limón, con cobertura azul, virutas de chocolate y dos ojos de azúcar.
Miré a Kara.
-Alex: ¿En serio...? – ahora miré a Lena: ¿Eso lo venden? Venga, ¿te estás quedando conmigo, Kara?
-Kara: No... ¡Ah, y uno de chocolate blanco relleno de yogur!
-Alex: Vale, ¡ese sí que no me creo que exista! ¡¿Quién va a comerse eso?!
-Lena: Tu hermana... - dijo, riéndose a carcajadas.
-Kara: Tú la vas a acompañar, Lena.
-Lena: ¡¿Qué, yo?! – dio, poniéndose seria de pronto.
-Alex: ¡JA, Toma esa, Luthor!
-Lena: Yo no pienso ir, no voy a dejarte sola.
-Kara: Vas a ir, o te juro que te quedas sin sexo hasta que nuestra hija se case.
-Alex: ¿Sexo? – pregunté, mirando a Lena - ¿Te has acostado con mi hermana? ¡LENA!
-Lena: ¡¿Qué?! ¡Es lo que hacen las parejas, ¿no?!
-Alex: ¡¿Y desde cuándo sois pareja?!
-Lena: Te habrías enterado si anoche no te hubieras marchado.
-Alex: ¡Te has acostado con mi hermana pequeña, te voy a matar! – grité, empezando a perseguirla por el salón.
Lena se escondía detrás de las sillas, detrás del sofá... detrás de cualquier cosa que pudiese ponerse entre las dos. Incluida Kara.
-Kara: ¡YA BASTA! – Gritó cinco minutos después - ¡O vais a buscarlo ahora mismo o tú – señaló a Lena – duermes todo el mes en el sofá. Y tú – me señaló a mí - Tú vas sola a arreglar las cosas con Sam!
Levanté mis manos, haciéndole ver a Kara que me rendía.
-Alex: Vale, ya íbamos a irnos, no te pongas así... Era un donuts de naranja, con relleno de plátano y ojos de chocolate, otro...
-Kara: un donut de chocolate, cubierto de almendras y virutas de colores. Otro relleno de crema, cubierto de fresa y con trozos de avellana. Otro relleno de limón, con cobertura azul, virutas de chocolate y dos ojos de azúcar. Y uno de chocolate blanco relleno de yogur.
-Alex: ¿Lo has apuntado? –pregunté a Lena, cuando la vi escribir algo en un papel.
-Lena: Desde luego, ¿has visto su cara? Es capaz de descuartizarnos si no se lo traemos tal y como lo ha pedido... - Lena miró a Kara. – Volvemos enseguida, cielo...
KARA
Alex y Lena salieron casi disparadas de la casa. Me senté y seguí limpiando mi cámara. Odiaba que me interrumpieran cuando estaba centrada en eso.
Unos treinta y cinco minutos después, escuché que llamaban al timbre. Era imposible que fueran ellas. Primero, porque lo que les había pedido les iba a costar un buen rato encontrarlo. Si es que podían. Hasta yo dudaba que eso existiera, ahora que lo pensaba.
Lo segundo, porque Lena tenía llaves. Posiblemente fueran Winn y Nia. Me levanté y abrí, viendo a una mujer que no conocía.
-Kara: Hola...
-Mujer: Hola. ¿Está Lena?
-Kara: No, no está... - dije, confusa. La mujer se ponía de puntillas para mirar hacia el interior. Casi salí de la casa y cerré la puerta para que dejara de curiosear - ¿Para qué la buscas?
-Mujer: Soy Diana, su novia.
-Kara: ¿Perdona...?
-Diana: Bueno, su ex... Un detalle sin importancia. ¿cuándo vuelve?
-Kara: No lo sé.
-Diana: ¿Tú quién eres, su criada?
-Kara: No, soy su novia.
-Diana: ¿Tú...? – dijo mirándome de arriba abajo, con cara de desprecio – Pareces poca cosa...
-Kara: Ya, pues esta poca cosa ahora se acuesta con tu ex y va a tener una hija con ella, ¿qué te parece?
-Diana: ¿Una hija...? ¿Lena está embarazada? – me miró – Ah, no, eres tú.... Pareces una mini aceituna pinchada en un palillo.
-Kara: ¡Y tú pareces una... una...! –Una diosa, comparada conmigo, pensé - ¡Una fregona! Una fregona sucia, con ese... Pelo tan... negro y...
-Diana: ¿En serio eres la novia de Lena? ¿O es que Lena se ha pasado a la psiquiatría y atiende a sus pacientes en casa? ¡LENA, LENITA!
-Kara: Lárgate...-Dije entrando y tratando de cerrar la puerta, pero ella la detuvo con el pie.
-Diana: Quita de en medio, poca cosa... - me empujó y yo la empujé a ella de nuevo hacia fuera, furiosa.
-Kara: ¡Lárgate, cuervo del demonio, y no se te ocurra volver!
Vi que Lena y Alex llegaban en ese momento.
-Lena: ¡¿Qué está pasando aquí?!
-Diana: ¡Lena! – gritó, corriendo hacia ella y besándola con fuerza.
Vi cómo Lena la apartaba rápidamente con un empujón, tirándola al suelo. Cuando la mujer se levantó, me acerqué y le di tal bofetón, que debió escucharse hasta en china.
-Kara: Vuelve a besarla, y te juro que te saco los dientes uno a uno con una tenaza.
-Lena: Eso lo ha aprendido de ti. – dijo, mirando a mi hermana.
-Alex: Por supuesto... Tuve que darle un curso acelerado sobre amenazas. –Lena la miró, confusa - ¡¿Qué?! Kara en el instituto era como un osito de peluche. Su amenaza más peligrosa era "voy a hacerte cosquillas hasta que eches espuma por la boca" ¡¿En serio, cosquillas?! ¡Esa chica debía hacerse respetar en condiciones!
-Diana: ¡¿Pero quién te crees que eres, maldita hija de...?! – levantó la mano para devolverme el bofetón, pero Lena la sujetó de la muñeca, furiosa.
-Lena: Aléjate de mi novia....
-Diana: ¿En serio es tu novia...? Pero si no es tu tipo...
-Lena: Tú qué sabrás cuál es mi tipo.
-Diana: Pensaba que te gustaban morenas.
-Lena: Me gustan que me respeten. Y tú no lo hiciste.
-Diana: ¿Quién es el padre de vuestra hija? ¿Algún donante desconocido, alguien conocido?
-Lena: No es asunto tuyo... Ahora lárgate, y no vuelvas. Vete con Chloe.
-Diana: No estoy con Chloe.
-Lena: Pues vete con la que te caliente la cama ahora. Seguro que tienes alguna por ahí.
-Diana: ¿Cómo puedes ser así...? Lena, te quiero...
Sentí que el corazón se me encogía cuando la escuché decir eso. No dudaba de Lena, pero no soportaba escuchar cómo otra mujer se le declaraba delante de mis narices. Me toqué el vientre, apoyándome en la pared.
-Lena: Kara, cariño... - dijo corriendo hacia mí - ¿estás bien?
-Diana: ¿Encima vas a tener una hija con esa... poca cosa?
-Alex: Sigue así y te vas derechita al calabozo – dijo, enseñándole su placa. – Lárgate, si no quieres que te saque a patadas.
-Diana: Eso sería brutalidad policial, ¿lo sabes?
-Alex: Claro... Lena, por favor, sujétame esto un momento – dijo, dándole la placa a Lena, que seguía mirándome, preocupada.-Ahora mismo no soy policía. ¿Y sabes qué? Que tengo ganas de romperte esa nariz de un puñetazo...
-Diana: Vale, ya me voy, pero esto no va a quedar así. Voy a volver Lena, volveré a por ti. Te enseñaré lo que te estás perdiendo por estar con esa... Burbuja andante. – dijo alejándose.
-Alex: Kara.... – se acercó corriendo a mí.
-Kara: Estoy bien... Sólo quería que se fuera...
-Lena: ¿Segura?
-Kara: Sí... Ahora vamos dentro, y me expliques quién narices es esa mujer...
-Lena: Claro... - dijo devolviéndole a Alex su placa y la bolsa con lo que suponía serían los donuts que pedí.
Entramos y Lena me ayudó a recostarme en el sofá mientras Alex ponía los donuts en un plato.
-Kara: ¿De verdad los habéis encontrado?
-Alex: Lena conocía una pastelería donde te preparan casi cualquier cosa. En serio, la gente pedía cosas rarísimas.
-Lena: Más vale que te los comas, porque como ahora no te gusten, te juro que te los voy a estar trayendo a diario hasta que des a luz y nuestra hija salga con cara de Donut, con su agujero en medio y todo.
-Kara: ¡No digas esas cosas! Puede oírte...
-Lena: Lo sé.
-Kara: Ahora dime quién era esa loca desquiciada.
Lena se sentó a mi lado y Alex en uno de los sillones.
-Lena: Es una ex. Salí con ella en la universidad. Íbamos siempre juntas a todas partes, junto con Chloe, mi mejor amiga desde el colegio. Éramos inseparables, aunque Chloe estudiaba periodismo y nosotras dos, medicina.
-Alex: Así que practicabais las lecciones de anatomía en la cama... ¡AY! ¡Kara! – gritó, cuando le di una colleja con toda mi alma.
-Lena: Entre otras cosas, sí... - dijo mirándome –El caso es que, en nuestro último año, una semana antes de graduarnos, pillé a Diana y a Chloe besándose en una cafetería. Por lo visto, llevaban seis meses saliendo juntas y ninguna me había dicho nada.
-Alex: ¡¿Serán zorras?!
-Kara: ¿Se fue con esa tal Chloe, teniéndote a ti para ella sola...? Esa mujer es idiota, en serio.. ¿de qué psiquiátrico se escapó, amor?
-Lena: Yo estaba locamente enamorada de Diana. Me costó casi un año superar la ruptura. Entré en una depresión tan grande, que no quería ni comer, ni salir de casa.... Sólo quería cerrar los ojos y no volver a despertarme nunca.
-Kara: Amor, no... No digas eso... Con esos ojos que tienes, ¿cómo vas a dejarlos cerrados? Ni se te ocurra, ¿me oyes?
-Lena: ¿Cómo voy a querer cerrarlo si tengo delante lo más bonito del universo y quiero mirarlo a todas horas? – dijo, acercándose a besarme.
-Kara: ¡eh, quieta, ni se te ocurra!
-Lena: ¿Qué pasa?
-Kara: No vas a besarme con esa boca.
-Lena: ¿Qué le pasa a mi boca?
-Kara: Seguro que la desquiciada te la ha llenado de gérmenes, o algo raro. Ve a lavarte antes de que me den ganas de vomitar sólo de pensarlo.
-Lena: Desde luego, las Danvers tenéis un sentido del humor muy retorcido... - dijo, levantándose para ir al baño
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro