Al ser humano le gusta complicarse por naturaleza. Actualmente vivimos en un mundo cada vez con más facilidades, pero, al igual que tenemos la habilidad de resolver problemas, la tenemos de buscarlos, y últimamente nos ha dado por el ámbito emocional. Cada vez pensamos más de la cuenta, cada vez sentimos menos (o más bien ocultamos nuestros sentimientos) y cada vez tenemos más miedo a lo nuevo, a sentir, a vivir. Tanta complicación para algo tan simple como: sigue adelante siguiendo tu propio criterio, haz lo que creas correcto, siente lo que el cuerpo te pida y grítalo a los cuatro vientos, avanza sin mirar atrás (pues hacerlo no sirve de nada) y lo más importante, disfruta el camino al que llamamos vida.

No importa las veces que caiga, me levantaré una y otra vez con cada vez más fuerza.