Unos días más
Para nadie es un |secreto la situación actual de nuestro país y que, por tanto, muchas personas tienden a irse del mismo luego de terminar asuntos importantes o culminar años escolares y dadas las circunstancias, nosotros éramos conscientes de que aunque fuese uno solo, íbamos a terminar incompletos el año escolar.
A mitad de mayo más o menos, una de nuestras mamás adoptivas entró a la dirección y todos nosotros estábamos curiosos al respecto, ya que nuestras mamás no solían visitar las instalaciones del colegio, a menos que fuese a retirar el boletín y luego daros un lepe (también llamada colleja, dícese de un golpe leve en la nuca) por alguna mala nota o en ocasiones ―como la mamá de Kelly― no iban hasta finalizar el año.
Cuando la súper mamá bajó, su hijo fue detrás de ella hacia la entrada, confundido y contrariado, dejándonos a nosotros con la duda. Unos cinco minutos más tarde, e incluso, unos diez, él volvió, con la cabeza gacha y los ojos aguados, como si le hubiesen dado una mala noticia. Nosotros somos bien metiches, les digo, porque enseguida preguntamos.
―Hey, ¿qué pasó? ―preguntó Ibrahim.
―¿Qué pasó, gordito? ―dijo Kelly mientras lo abrazaba por la cintura.
―¿Qué te dijo tu mamá? ―interrogó Arianna.
―Vamos a dejarlo hablar, qué molleja―dije yo.
―Me voy dentro de quince días―dejó caer Miguel, así, simple y sencillo.
Nosotros, estupefactos, no hablamos durante unos cortos minutos.
―Bueno… ahora vas a ser Miguelito González―dejó caer Alexis, imitando el acento mexicano.
―Hello! My name is Michael Paz― dijo Caro, quien pronunció el paz como Peace. Y movía las manos con toda su dramatización de niño nuevo al colegio.
Yo me lancé a abrazarlo y más atrás nos acompañó Gaby, mientras todos nos uníamos en un abrazo reconfortante para transmitirnos cuánto nos queríamos.
O así lo sentía yo.
Éramos un par de lágrimas juntas.
―Tenemos unos cuantos días para disfrutar y hacer locuras, tranquilos―dijo Miguel, sereno. Sonrió y volvió a abrazarnos.
Y vaya días los que se avecinaron…
Lección del día:
Ese día aunque si bien nos sentimos tristes, nos alegramos por el nuevo camino que nuestro amigo emprendería, así que la lección que puedo transmitirles es: alégrense por sus amigos y la cantidad de cosas buenas que les sucedan, apoyen en los días malos y sean el tipo de amigos que les gustaría tener.
✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro