¿Cuántas veces han visto la película de Peter Pan y el país de nunca jamás?

Yo la he visto bastantes veces, he de admitir y de hecho, un día fui “directora” de un cortometraje en conjunto de Kelly de dicha cinta cinematográfica. Con las chicas, hicimos incluso un guión bajo nuestras propias políticas y líneas.

Un día, la profesora de castellano nos pidió hacer un cortometraje sobre dicha película, bajo las siguientes indicaciones: debía llevar un guión, estar grabada con buena calidad y obvio, ser protagonizado por nosotros de manera muy creativa, así que Arianna, Kells, Evie, los muchachos que ya conocen, en conjunto a Juan, Diego y su servidora, nos unimos en grupo para ejecutar dicho proyecto.

¡Y cuánta locura junta se avecinaba!

Lo primero que hicimos fue elegir la locación ese día, entre tantas disputas y opciones, elegimos finalmente la casa de la Rubia por sus alrededores y luego, cuadramos para la redacción del famoso cuento de Peter Pan y los niños perdidos.

La repartición de protagónico quedó así:
Wendy sería interpretada por Arianna, ya que la susodicha tiene unos ojos tan chispeantes y llamativos como la mismísima Wendy, el cabello largo y ondeante, exceptuando alguna que otra cosilla, pero ella sería una Wendy genial.
Evie cumplía el papel de Campanita, pues era igual de bajita, curiosa y enojona que la misma. Era bastante adorable, sin olvidar el par de alas que tenía yo por ahí guardadas que completaban el outfit de Campanita.

Miguel interpretaría a Peter Pan, cumplía el papel y, si el Peter de la película era de piel más tostada, Miguel tenía porte, además de que él se ofreció sin más. Recuerdo que para el traje, recogí hojitas verdes de un árbol, eran de forma de corazón y grandecitas y con ayuda de arpitas se las adherimos a una franelilla del mismo color, conseguimos un short verde y voilá, Peter Pan estaba más que listo.

Diego haría de Garfio, realmente no recuerdo por qué, simplemente sucedió ese hecho.

Juan Pablo e Ibrahim de los hermanitos de Wendy y Kelly y yo cumpliríamos el papel de los piratas del barco que acompañaba a Garfio.

La reunión para redactar el guión se dio en la casa de Arianna. Kelly, ella y yo colaboramos con ese hecho, juntamos nuestros saberes, opiniones y partes favoritas de la película, incluyendo el por qué la estábamos recreando y por qué nos había gustado. Dado que los muchachos eran según ellos, “malos” con las palabras, nosotras nos hicimos cargo de redactar sus opiniones. Cuánto me gustaría mostrarles el resultado final, pero debo admitir que pasó a mejor vida.

Finalmente llegó el día de la grabación. Miguel había conseguido una cámara digital y tenía su teléfono, teníamos “vestuario” y líneas así que sólo faltaba sacar los artistas que llevábamos dentro. El “set” de grabación terminó siendo mi casa, específicamente mi habitación. Recuerdo que ese día mi mamá estaba ausente y mi abuela a nuestro cuidado, avisé que vendrían unos amigos pero no especifiqué cuantos así que cuando se vio a ese “vainero” (dícese de una cantidad grande) de muchachos en la casa, su cara era de espanto, pues querían tocar todo, saltar para acá y para allá, hacer chistes de todo, sentarse hablar de PlayStation y quién sabe qué más.

Soy bastante mandona, he de admitir y más de lo que me gustaría, a decir verdad.

Pero esa es la realidad.

Así que después de estar todos vestidos, tomé al mando el teléfono y gritando "Tres... dos... uno... ¡acción!", di inicio al proyecto.

Las líneas salían espontáneas algunas, otras había que repetirlas, así como nos reíamos por cada tontería y estupidez que salía de la boca de alguno de los muchachos.

Juanpa y Diego se adueñaron de mi cama individual y, mientras yo grababa la aparición de Miguel por la "ventana", ellos dormitaban, literalmente, en la cama. Evitaban reírse a toda costa mientras se grababa una y otra vez porque; si no se escuchaba mi voz diciendo "acción" se escuchaba la de Kelly y nos volvíamos un desastre y de nuevo, empezábamos desde cero.

Gracias al cielo terminamos la primera toma y prosiguió la aparición molesta de Campanita y su jalón de cabello a Wendy, esa escena quedó tan bien que hasta miedo nos dio, de verdad. Salió rápida y espontánea y, está de más decir que eso de los dobles de riesgo parece ser necesario, porque nuestra actriz quedó descolocada y dolida con su respectivo jalón.

Se dieron unos largos, larguísimos, minutos de descanso porque a según, actuar dejaba cansado a uno.

Así fue cómo siguió la tarde.

Llegó el momento de sacar de escena a los dos hermanitos y como resultado para obtener el mayor silencio posible, Juanpa y Diego terminaron en mi baño, Evie en mi clóset y solo Wendy y Peter en escena.

El cuarto era un desastre total, medias, ropa, bolsos, de todo un poquito había por ahí regado, hasta una varita mágica con unas alas de hada. Parecía bastante lejana la idea de mantener mi cuarto "pulcro".

Y así fue como, poco a poco, equivocándonos mucho, perdiendo tomas y teniendo otras de más, desacuerdos y acuerdos, gritos, risas y hasta un baño (porque Diego quería bañarse ahí mismo) fue cómo se le dio forma a "Peter Pan".

Después de terminar de grabar recuerdo que decidimos jugar "verdad o reto" mientras venían a buscar a los muchachos y, tuvimos como resultado que Miguel casi se le declara a su Crush y yo casi que llamo a la persona que en aquel entonces me gustaba y habíamos "terminado" ahorita justo me estoy acordando de eso.

Si me lo preguntan, no tengo idea de cuánto sacamos.

Ni cerquita, realmente.

De la edición se encargaría Kells y, como ya mi trabajo estaba "hecho" no me preocupé por el resto pero aun así, he visto el vídeo recientemente y he de admitir que no lo hacíamos tan mal, eh.

Podría quitarle el trabajo a Steven Spielberg.

Nah, mentira.

Durante el vídeo se escucha "acción" muchísimas veces y nos reíamos bastante, pero aun así, creo que el haber experimentado ese día fue una de las mejores notas o "retribuciones" me divertí muchísimo en conjunto a mis amigos y eso fue totalmente lo importante.

Lección del día:

Un método infalible para combatir cualquier mal es la terapia de risa en compañía de nuestros amigos.

Vean Peter Pan y no olviden mantener vivo el niño interior que llevan dentro.

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