Aiden.

Te preguntarás la razón por la que te escribo.
Quizá sea probable que ya lo sepas.
Pero me gustaría recordartelo.

Primero. Rompiste y destruiste mi corazón, lo hiciste añicos.
Segundo. Rompiste una de las amistades más valiosas que tenía, nunca pude repararla.
Tercero. Destruiste la poca o mucha confíanza que tenía en mi.
Puedo darte mil y una razones más, pero prefiero no desperdiciar tanto papel y tinta en reclamos para ti. No te lo mereces.

Lo único que quiero ahora es liberarme de ti.
Así como de Shelia, Molly, Lior, Hesse, Marcus, Kenna y Anne.
Aún cuando no todos me dañaron de la misma forma que tú. Eso es seguro, mis razones tienen argumentos.
Por eso creo que debes estar preguntándote por que les escribí, solo hay una respuesta, y solo la conseguirás preguntándole a ellos. Eso debe hacerte sentir muy molesto, porque para algunos es imposible que te lo digan. Sin embargo, ya no quiero hablar más de ellos ahora, este es tu turno.

Recuerdo cuando estaba enamorada de ti, que tonta fui. Me creí cada una de tus palabras, promesas vacías al aire. Duele. Dolió tanto querer a una persona, la cuál no me quería de la misma forma que yo. No sabes el horrible sentimiento que es cuando alguien te hace creer que le importas y luego se va sin preocupaciones ni previo aviso, y más si esa persona se encuentra perfectamente bien cuando  tú recoges cada uno de los pedazos de tu corazón e intentas seguir con tu vida. Así fue como me sentí. Creí no ser una persona valiosa, me sentí miserable pero ahora se que estaba muy equivocada, me di cuenta tarde que tu no vales esas noches de lágrimas, y tengo claro que el sentimiento que provocaste en mi no era amor. El amor no es así.

¿Por qué hacer promesas que sabes que nunca vas a cumplir? Nunca obtuve respuesta.
Me destruiste a mi, y te llevaste todo, destruyendo a mis amigos. Contigo comenzó todo. Nunca voy a perdonartelo. Destruiste la amistad más valiosa que tenía.
Por eso te escribí, porque quiero respuestas.
Dime Aiden, ¿por qué fingir amor?