No sé si lo sabéis pero me paso a menudo por libros de críticas y reseñas, para ver si me encuentro con alguno que me guste. Hasta el momento, solo cierto mapache me ha convencido; #sad porque está inactivo, aunque tenga cosas con las que yo no estoy de acuerdo, porque esa es la gracia, los distintos enfoques de los reseñadores, que cada uno tenga personalidad. 

Cuando leo una novela aquí en Wattpad no soy tan exigente como os pensáis. Siempre le busco los puntos fuertes y trato de valorarla por lo bueno. Pero con las críticas y con reseñas... con esas no tengo piedad. 

Una cosa es tener distintos enfoques y otra decir mamonadas, así de claro. Esto no se aplica al mapache, por supuesto. No tengo nada en contra de los mapaches son cositas adorables, aunque uno me robó las gafas en Toronto. 

No sois vosotros, soy yo. Muy pocas personas me gustan cuando reseñan o critican. Tengo el listón muy alto, me como todas las críticas mensuales de un montón de revistas de cine (Nuria, búscate otro oficio, por favor) y eso no quiere decir que las mías sean mejores. Solo que me gustan más. Porque por eso las hago ¿no? Porque si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo.

¿Sabéis una cosa que me ofende mucho, muchísimo? La mamonada casi máxima, porque hay otras que están a la altura:

No, eSk tUu iDdEaaA NooO eSssSs OriIiIjiIiinAaAAL

EeSsS clIchéé

NoOO mEeE lLaMaaaAA lAaa AaatTteEenccCióóN

teeEe aSss cOoPppiAaAdOOOo deeE SaAn TooOlKkieeeeNnN D ToOO2 lOos sAaAntttToSsS

Ahí es cuando Covadonga dice: NEXT.

Me cago yo en San Dios. Llevamos milenios de Historia y todavía hay un gilipollas con ese argumento. 

Oie, George Miller, mira, verás, Mad Max Fury Road es una puta mierda de historia porque no es original, es cliché, en la prehistoria ya se contaban historias de persecuciones cuando pintaban escenas de cazas de mamuts en las paredes de las cuevas.

Y claro, de un lector pésimo nos vamos a un escritor de baja autoestima y manipulable que está en época de aprendizaje y se fía de un subnormal semejante y desecha todo su trabajo porque se empeña de que la idea de la que partir tiene que ser algo nunca visto, una cosa tremenda.

Que me decía un compañero de piso que tuve que estudió dirección de cine que no escribía en Google Drive porque había leído que le podían espiar y quitar las ideas. Joder, casi le escupo el arroz de la risa en la cara. 

Pero a ver, alma de cántaro: somos 700 millones de personas en el mundo. ¿En serio te crees único y especial? Tus ideas las han tenido miles de personas también. Lo que se va a diferenciar es tu personalidad y eso no te lo puede robar nadie, porque es genuina. Aparece cuando desarrollas tu cerebro, ¿o no?

Llegamos dos milenios tarde, señores.

Una obra empieza a cobrar originalidad cuando se desarrolla durante el cómo, no en el qué. El esbozo, la idea, debe ser sencillo y encima, parecido a otras cosas que ya se han visto. ¿Por qué? Porque dame lo mismo pero diferente, dice Snyder. No sé si es bueno, pero el cabrón se lucra bien.

El deber de un escritor es contar la realidad ordinaria de manera que parezca extraordinaria. ¿O quizás la realidad extraordinaria de forma que parezca ordinaria? Eso se nos da genial cuando no nos escandalizamos al escuchar que hay gente que está en contra de que un pescador gallego salvara la vida de tres personas que se ahogaban cuando faenaba.

Quería decir que se nos da genial cuando nos creemos que un kaiju destroza Japón.

Si yo os digo que he visto una película buenísima, que en realidad es malísima, no la veáis, pero es que es el primero ejemplo que se me ocurrió, sobre un psicólogo infantil que ve espíritus, no creo que os convenza para verla.

Pero imaginaos que sí. Y os encontráis a Bruce Willis creyendo durante casi toda la película que está ayudando al niño, cuando al final es al revés. Amén de que la escena es ridícula pero la forma que tienen de mostrarnos la vida del protagonista para que lo conozcamos es importante para que nos sorprenda la confesión final. ¿Vosotros os imaginabais algo tan retorcido cuando os describí la historia? Probablemente no, porque la idea, es solo una idea.

Mi profesor de Guion, un señor que trabaja con Netflix, vamos, que el tipo no sé si será bueno, pero trabajo no le falta, nos dijo algo muy sabio con lo que yo concuerdo:

Nadie os va a comprar una historia si le decís que es original y que nunca nadie ha visto semejante idea. No porque no os crean y os tomen de fantasmas pringados primerizos que no saben cómo funciona el mundo de contar historias (que también, eh), sino porque ellos se mueven por las rupias.

¿Qué no da rupias? ¿Qué genera incomodidad?

Lo desconocido, señores. 

EesSSS K tuUu idDeeAaA eSsS SwOOooRD AaarTTt OooNlIiInEeE

Consejo de nuestro profesor de guion: decid que vuestra película es una mezcla de otras tres que ya existen.

Ejemplo: La bestia de las quebrantadas busca la venganza feminista sin piedad contra el hombre y con mucha sangre como en Kill Bill, con un personaje atormentado y violento, convertido en una máquina de matar como en El Castigador y un toque del simbolismo vamp de las femme fatale de los 50.

Será mentira. 

Coged lo bueno de cada referencia, claro.  

Buscad los productos más exitosos y encontrad sus referencias.

Si ni siquiera la historia de la Biblia es original, por favor. La diferencia es que Jesús supo vender bien su historia y nunca dijo que era el puto amo, al contrario. 

La clave del éxito es la humildad (no)

En verdad es el dinero.

Pero para aspirar a escribir decentemente, hay que empezar con la humildad, eso sí.

Y no obsesionarse con buscar algo súper original pero no existe. Coger lo más sencillo y darle mimo en el desarrollo para empaparlo de personalidad.

RESEÑADORES DEL MUNDO: el "convénceme de que tu historia es especial" es un autoengaño ególatra. Primero porque van a exagerar, vais a ir con el listón alto y pasaréis desapercibidos los puntos buenos al desilusionaros; lo segundo porque ninguna historia es especial. Solo es.

Como reseñador, encontrar la personalidad de la historia según se va leyendo es tu trabajo, no le pidas a los demás que lo hagan por ti.