
capitulo 12: iluciones
Notícias de las 5:
-periodista 1: "el magnate hombre de negocios Camus Aquarius es demandado por su ahora exesposo, se le culpa de agresión doméstica entre otros cargos-
- periodista 2: "hasta ahora ninguno de los dos a decidido otorgar nos una entrevista"
- periodista 3 : "será que acaso su familia está relacionada con la mafia?"
- periodista 4 : "totalmente indignante un caso como este, una vez nos demuestran que nadie sabe lo de nadie"
Y así... En menos de 1 hora ya habían comenzado este tipo de noticias, los medios estaban repletos de esta primicia ya nada de podía hacer. Cuando llegaron a la casa la furia de Degel no se hizo esperar y se presentó a modo de un silencio sepulcral, casi de ultratumba, su mirada se posaba en Camus, que en solo unos momentos había pasado de ser una honorable persona con una gran moral a un abusador sin escrúpulos, un infiel, tanto como a sus enseñanzas como quien fue su esposo, la madre de Camus entro en una especie de shock, hasta que se libro de él y comenzó a tirar cada cosa que se le cruzaba, Camus que no era muy diferente, fue directo a su estudio y se encerró en el, decidido que no saldría de allí.
Tan típico, tan inmaduro... Se sentó en su escritorio de golpe y abrió una botella que contenía en el whisky más caro que tenía de todos, se sirvió un vaso, lo bebió y posó su cabeza sobre su escritorio... Todo había acabado... Había tocado fondo, no podía más, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, porque no... El si tenía sentimientos, en algún punto sabe que hablar del tema públicamente le afecto, sin embargo había caído tan bajo que estaría a dispuesto a hacer la última jugada para que Milo se quedará a su lado, aún si eso implicaba tener que visitarlo en un hospital, pero ya que más daba...
Se pasó la tarde entera allí, bebiendo, sumido en sus pensamientos mientras un llanto amargo se apoderaba de el, tanto habria tomado que le pareció ver a Milo, pero no el actual, sino uno que gozaba de un joven esplendor, si... Ese Milo, con el que había pasado tantos años de su vida, se acercaba a el de forma lenta, hasta que llegó frente a el, Camus solo miraba atónito a aquella alucinación, le tocaba de forma suave y cariñosa su cabeza, cerro los ojos por un momento, lo sentía tan real... Hasta que escucho como la puerta se abría, ya no estaba más ahí, era su actual pareja la que estaba allí ahora.
-*moviendo las botellas*... Camus... Levántate, deberías descansar
- largo...
- por favor Camus, mírate!... No eres ni la sombra de lo que eras
- *se para de golpe* PERO QUE CARAJOS QUIERES DE MÍ! QUIERES EL DINERO! LLÉVATELO TODO! ESO ES LO QUE QUERIAS NO?! PUES HAZ LO!
- PUES NO! NO QUIERO TU DINERO! NO LO ENTIENDES! *Lo abraza*... TE QUIERO A TI... todo este tiempo... Siempre fue eso
-...largo *lo empuja*... Yo... Necesito estar solo
-Por que?! Ya te lo dije no...No... Sigues pensando en el?
- dije que necesito estar solo
- pero que más tienes que pensar, ya es suficiente, logro lo que quería! O que te arrepientes... De lo que pasó...
- si... Si! me arrepiento de todo! De no ser por esto aún seguiría a mi lado
- Y si tanto amabas a esa puta porque te acostaste conmigo!
- NO LO SE! AHORA VETE!
- De acuerdo señor Aquarius, vive en la miseria por toda la eternidad! PUDRETE! *Cierra la puerta*
[...]
Llegó justo a tiempo, aún no habían comenzado con las impresiones, tomo una bocanada de aire ya que había corrido y subido las escaleras, todo por culpa del elevador malogrado. Se encontró con su compañero de trabajo al cual le entrego el folder y un USB en el cual se hallaban los diseños oficiales de las portadas.
Un par de sus compañeros les felicitaron por su divorcio, aunque no era algo de lo que estaba orgulloso, de igual forma les devolvió el saludo. Se decidió por ir a pie hasta la casa, no estaba muy lejos, bueno... No tan tan cerca tampoco, más o menos unas 4 cuadras, pasaría también por unas cuantas cosas para el desayuno y la semana.
Llegó finalmente a su casa, saco sus llaves para abrir la puerta y... Algo raro, siempre ponía tres llaves antes de salir por seguridad, así que hizo el mínimo ruido y tomo un bate que siempre ponía por detrás de la puerta, se quitó los zapatos para no hacer ruido, dejó sus cosas en el mueble mientras tanto, comenzó a subir las escaleras hasta que... Ese aroma... Tan único como la propia identidad... Pétalos azules regados por las escaleras... Solo había una persona a que se lo había comentado, dejó caer el bate y subió más rápido hasta llegar a la habitación principal donde giro el picaporte y...
- *se voltea* hola... Milo
- Kanon?!!!
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