Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22. Encrucijada.

Quién gane esta final universitaria para mí es totalmente insignificante, pues las dos únicas cosas relevante en este partido son; mi ascenso en la mafiya y claro está las medidas planificadas entre las distintas mafias mundiales para frenar al desmembrador. Como es típico entre los ojisachinados se intentan acusar entre ellos, pobres diablos amarillos, no saben que sus imputaciones los debilitan frente a nuestros ojos.

De algo estoy más que seguro, el desmembrador no forma parte de una organización legendaria como La Yakuza, Las Triadas, la Cosa Nostra, la Camorra, L'Ndragueta o la Sacra Corona Unita, ni mucho menos nosotros; La Mafiya. Definitivamente, no, debe ser el líder de una incipiente mafia que se va fortaleciendo cada vez más con cada ataque perpetrado contra cada una de las organizaciones clandestina, tal vez deba enfocarme en encontrarlo entre los cárteles de la droga de Colombia o México, o entre las pandillas centroamericanas de Mara Salvatrucha, Latin Kings o los Trinitarios.

Ese desmembrador me ha demostrado a mí y a todos que es un hombre con las bolas cuadradas, tan cuadradas como las mías, me encantaría conocerlo. No para ser su amigo sino todo lo contrario, lo analizaría, para luego de aprender alguna que otra cosa finalmente comérmelo vivo, ¡si vivo!, así su sangre estaría calentita tal cual me gusta. Pero, en fin, mientras los demás líderes y sus respectivos consejeros se enfrascan en adivinar quién coño es, yo; Krov' continúo buscándolo.

El viaje de vuelta a mi añorada Rusia se me hace lento, muy lento para mi gusto. Así que me enfoco en lo que es importante para mí: descifrar al desmembrador, esa mala copia de lo que yo soy internamente. Cierro mis ojos dejándome relajar delante de Sombra, hoy, lo necesito más como escudo que como mano derecha.

Una de las azafatas se acerca con una bebida no solicitada, gesto que nos extraña a ambos, así que sin dudar mi escudo lo avienta con fuerza contra el piso sobresaltando a la casi esquelética mujer. La mano gruesa de Oleg la toma de la barbilla presionándole la mandíbula, observo sin simpatía alguna, como sus mejillas son empapadas por un torrente de lágrimas. Me importa una mierda lo que pase con ella, veo como Sombra la arrastra hacia la cabina del baño en la parte posterior del avión. No pasa más de diez minutos cuando un Sombra vuelve a mi lado, claro; como es de esperarse está sudado con olor a sexo forzado, así que se acomoda en su asiento con una radiante y sádica sonrisa en su rostro.

—Al parecer es toda una gata —río al verle más de un rasguño en el rostro.

—Gata es poco yo la llamaría fiera —se suelta los tres primeros botones para lucir el enrojecimiento de las huellas de unas garras.

Le resto importancia a lo acontecido y cierro mis ojos mientras repito mentalmente como loro «desmembrador, desmembrador, desmembrador», permito que mis pensamientos se enfoquen en él, «sé muy bien que te voy atrapar antes que otro lo haga». Así que decido activar cada uno de mis sentidos conocidos y los desconocidos también.

Minutos después dejo que Hipnos me acoja en sus brazos y un sueño extraño juega con mi mente.

«Una mano algo reconocible es la encargada de completar la escalpación que estoy practicando, una risa socarrona inunda mis oídos y una necesidad de saborear la sangre que destila entre las hebras de cabellos me abruma. Pero nuevamente una voz, ¡diablos!, distorsionada me frena. Siento como la adrenalina aumenta antes la obsesión del líquido rojo, pero decido obedecer como cuando éramos niños, aunque siempre me salía con la mía.

Los ojos, sácales los ojos. —Escucho esa voz de nuevo, así que obedezco como niño pequeño. Oprimo mis dedos sobre las cuencas de los ojos sintiendo el hundimiento de los mismo; relajación, paz y libertad, es lo que siento en mi interior.

El sonido de las cuencas rebotando sobre el parquet del piso me informa que debo continuar con la secuencia de la tortura.

Ahora la manzana de Adán. —Mis oídos se llenan de esa voz... Y sí, en efecto mi tatuada mano se ubica en su laringe y sin contemplación con una navaja enchapada en oro corto cual cirujano la delgada capa de piel que cubre su suculenta manzana.

»Bien por ti, sabía que lo harías, pues nuestro linaje necesita más sangre ajena para aumentar su poder. —Es la verdad cantada por esa distorsionada voz casi hermafrodita.

«Adoro sentir el aroma del poder», sentencio para mí y nadie más.

—Toma su corazón y has con él lo que quieras...» Cuando mi dedo índice y el del medio está apunto de llegar donde ese inerte corazón dejó de latir, algo me remueve y salgo de los brazos del dios griego del sueño.

—Despierta Krov', prepárate, ajústate el cinturón estamos entrando en una zona con fuertes turbulencias. —Es la voz de Oleg quien me giras las instrucciones las que acato sin dudar.

Sentir la parca casi rozar mi cuerpo al estar a cuarenta y dos mil pies de altura siendo sacudidos de manera violenta por más de diez minutos me hace pensar y ¡diablos!, dudar por primera vez en mi vida del "plan mis ángeles". Trago saliva y mi corazón se deja caer en un abismo negro como mi ater alma. Pero, allí es cuando me pregunto ¿si realmente estoy dispuesto a permanecer lejos de mi descendencia?

Otra advertencia del piloto nos hace colocarnos en posición de emergencia segundos antes de empezara ser sometidos a bruscas y violentas sacudidas con giros improvisados, desde mi punto de vista; experimentar la sensación de vacío en la boca del estómago no es nada agradable, pero hace que la adrenalina y la serotonina, esos magníficos neurotransmisores controlen por poco tiempo mi cuerpo. Con la primera aumenta vertiginosamente mi frecuencia cardíaca contrayendo mis vasos sanguíneos y dilatándome las vías respiratorias, típica; respuesta del sistema nervioso ante una lucha o huida. Mientras con la segunda aparecen cierto grado de temblor y tensión muscular.

Miro por la oval ventanilla del jet y cuento los rayos y relámpagos que están pintando el tormentoso cielo, dejando ver que tan majestuosa puede ser la naturaleza, así como también peligrosa. Las tonalidades de grises en las nubes cargadas de electricidad en unión a los estruendosos sonidos son la mezcla perfecta para un desastre aéreo. Es como poder ver y escuchar al mismo tiempo una sinfonía donde la parca es la compositora de la música y letra.

Vuelvo a ubicarme en posición de emergencia cuando presiento que Sombra está a punto de lanzarse sobre mí con tal de protegerme, ¿cómo si eso fuera posibles a estas alturas?, en caso de estrellarse el jet, no importa que el arrope mi cuerpo con el suyo ambos o mejor dicho todos seremos polvo cósmico, o carne para samuros o comida para peces. Irónico, ¿verdad?, dejar este mundo justo cuando estoy a punto de conocer a mi primogénito.

Así que, sin dudar mucho, nuevamente, reto a cualquier dios para que intente acabar con mi vida, reto al destino que ose tan siquiera dañar mi perfecto cuerpo y reto al karma como si la vida fuera un simple juego donde yo, Krov' impongo las reglas.

Reto, es reto... así que levanto lentamente mi rostro y me obligo a mirar por la ventanilla, observo como la persistente y brutal lluvia golpea el polímero transparente a la par que un rayo impacta cerca del ala derecha provocando que la tripulación haga un giro en picada en sentido contrario, los tonos azules eléctricos y la mezcla del amarillo electrizante con el rojo fuego me confirman que el dios, el destino y el karma aceptaron mi reto. Aquí no importa quien tiene la última jugada si no quien está dispuesto a ganar y yo, Krov', nunca pierdo.

Luego de varios minutos más dejamos la tormenta atrás y el vuelo continúa con incómoda normalidad. Veo como Oleg va aflojando su agarre del posamano y su mandíbula deja de ejercer presión en su dentadura, el sudor ha empapado su ropa. Yo no es que esté muy tranquilo que se diga. Pero, a diferencia de Sombra yo reto a la vida.

Dejo que mi tenso cuerpo se tome el tiempo necesario para que entre en estado de relajación. Apoyo mi cabeza, la que como es lógico duele un poco; maldita migraña producto del estrés, nada que un buen trago de vodka no pueda erradicar, respiro con profundidad lentamente hasta llenar mis pulmones del tan preciado gas, controlo el exceso de adrenalina y bloqueo por completo la serotonina. Permito o mejor dicho obligo a llenar mi mente de gratos momentos vividos. Pequeñas reminiscencias de una monjita virginal inician las imágenes, la sonrisa de Arinka se adueña por un largo tiempo de mis recuerdos, hago un resumen completo de las clases de psiquiatría, recuerdo el aroma de la sangre de mis víctimas; aunque si somos sinceros ellos fueron víctimas de sus propias ambiciones y su llanto sangriento es el producto directo de no acatar mis órdenes. Por otra parte, el saberme que he llegado mucho más lejos en la brava en comparación de Akim, ese hijo de oro que siempre fue la maldita vara con la que me midieron mis ridículos padres, pero, en fin, él ya no está aquí.

Respiro nuevamente para tomar una limpia bocanada de aire y continuar con mi propia biografía, tener la certera justificación de haber elegido a Arinka, mi zhena, como la madre e incubadora personal de mi descendencia; me garantiza que ellos serán como unos purasangres, simplemente perfectos. En cuanto a Susanne, bueno ella es la perfecta tapadera de lo que es una esposa de la mafia; una mujer dispuesta a todo con tal de no perder su estatus de casada de lo contrario sólo le quedan dos crueles y viscerales opciones: una es hacerme autoenviudar, lo que no me sacará ni una lágrima verdadera y la segunda hacerme ganar mucho dinero cuando la venda como carne sexual cada vez que yo quiera. Es aquí cuando me pregunto reprochándome el por qué, coñas, moglie a pesar de ser una buena pareja legal no es suficiente como para que al menos albergue un ligero sentimiento hacia ella. Otra bocanada de aire es forzada a llenar mis pulmones bajo la mirada expectante de Sombra, cosa que no me cohíbe de hacerlo, así que me concentro en mi descendencia, millones de preguntas revolotean haciendo me dudar por escasos minutos sobre el hecho de poder estar de verdad tan lejos y ausente de mi descendencia, ¿de qué me sirve ser el pakhan cuando eso no me permite estar junto a mi propia sangre?

Un bufido sale de mis fosas nasales cuando esa incertidumbre se adueña del cien porciento de mis pensamientos. Aprieto con brusquedad mis puños hasta hacer blanquear mis nudillos producto de mi frustración.

Las dos últimas horas de vuelo me dan el tiempo necesario para sopesar mis decisiones y el futuro sendero de mi fructífera vida. En la balanza pongo dos aspectos en los cuales no estoy dispuesto a ceder bajo ningún motivo. El primero y tal vez más poderoso, por ahora, es llegar a ser el pakhan en el tiempo que me había propuesto para ello, me quedan dos años, nueve meses y tres semanas según mi conteo personal. El otro aspecto es la confirmación del "plan mis ángeles". Así que como persona que controla todo su alrededor opto esta vez dejarlo al azar.

Luego de un suave aterrizaje y las respectivas palabras de bienvenida de la tripulación de vuelo, bajo con lentitud cada escalón de la escalinata del jet, al final de la misma está como siempre moglie en espera de la llegada del hombre que ella considera suyo, «ridícula idea, pues yo, Krov', no le pertenezco a nadie», pero en fin si eso la hace feliz que siga viviendo su propia fantasía, total; allá ella.

Justo antes de llegar al último peldaño introduzco mi mano en el bolsillo del pantalón allí donde está mi monera de la suerte, esa gastada moneda de diez rublos que encontré el mismo día que me adjudicaron mi alias. La aprieto con una sonrisa a flor de labios la saco del bolsillo y la lanzo al aire «criaré yo a mi descendencia; si es cara», río ante tal capricho «seré el pakhan; si es cruz». Permito que un silbido de plusvalía salga de mis labios fruncidos mientras veo como el destino, el karma y el futuro de mi vida está en espera del azar.

Un escalofrío me recorre la espalda cuando entiendo que no hay vuelta atrás, cosa que no me afecta porque total los daños colaterales que están por surgir no son mi problema.    


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro