Capítulo 04
Izuku entrelazó los dedos sobre el escritorio frente a él, escuchando a Tsukauchi pasar por los procedimientos para comenzar un interrogatorio formal. Dejó que su rostro adoptará una cómoda inexpresividad mientras el detective encendía una grabadora y hablaba para iniciar la grabación.
— Detective Tsukauchi Naomasa del Departamento de Policía de Musutafu, presente como consultor de un equipo de personal de la UA y como líder del interrogatorio... —
Inko, cuando se le solicitó, confirmó su presencia y dio su consentimiento para que Izuku fuera interrogado. Ella estaba sentada junto a All Might, notó, siguiendo el sonido de sus voces; no se volvió a mirar, porque el escozor no se había desvanecido, su decepción seguía, aunque podía reconocer que redirigir la culpa podría no haber sido su mejor movimiento de apertura.
Bueno. La retrospectiva fue impecable, la previsión fue ciega. Y papá le había aconsejado sobre las leyes, y lagunas, con las que estaba lidiando, cuando confesó sus planes de mantener su colección en el campus.
— Por favor, indique su nombre, edad y estado para el registro — solicitó Tsukauchi.
— Midoriya Izuku, dieciséis años, estudiante de la UA y héroe Deku con licencia provisional —
<<Verdadero>>
En circunstancias normales, Naomasa habría presionado a un sospechoso por su estado peculiar , pero en este caso él sabía mejor, al igual que Nedzu. One For All seguía siendo un secreto de estado, y no sabía quién en la sala estaba informado y quién no.
— ¿Algún alias? — preguntó en su lugar, más para llenar el silencio que cualquier otra cosa mientras repasaba mentalmente qué preguntas tendría que estar haciendo.
Midoriya no dudó — Ninguno que me gustaría revelar en este momento —
<< Verdadero ... ¿Qué? >>
Por el rabillo del ojo vio a Yagi contraerse, y la madre de Midoriya se inclinó a su lado, mirando agujeros en la parte posterior de la cabeza de Midoriya. Si el chico podía sentir cuán intensamente estaba siendo observado, no lo demostró
— ...Anotado — dijo Naomasa al final, y luego — Discutamos los artículos en tu dormitorio. ¿Me dijeron que el profesor Aizawa encontró una lista de inventario en la pared? — La foto impresa de esa lista pasó a manos de Naomasa: la escaneó, levantando las cejas con cada línea — ¿De dónde sacaste la mitad de estas cosas? — Murmuró en voz baja, antes de recuperar la compostura — Ejem. ¿Dónde adquiriste las armas almacenadas en tu dormitorio? —
— Alrededor de un tercio fueron confiscados a criminales con los que he luchado, como el Shie Hassaikai —
<<Verdadero>>
Balas QE, protegidas en una caja fuerte biométrica, se lee una línea debajo de "Munición"
Cuchillos: Stain, 2, pesaba mucho en la mente de Naomasa bajo "Armas que no son armas de fuego", donde la nota de Aizawa en el margen los describe en una vitrina de plexiglás, como un trofeo.
<<¿No habían sido procesados como evidencia de Hosu-?>>
— ¿Compro algo ? — preguntó Naomasa, para interrumpir ese tren de pensamiento más preocupante.
Midoriya se tomó un momento para pensarlo — Todos los suministros de mantenimiento, herramientas y equipos de manejo como guantes y gafas — enumeró <<verdadero>> — y ... nada ilegal para comprar en Japón, además —
— Falso — espetó Naomasa, sorprendido — Por favor elabora —
— Vaya. Bueno, son legales para que las tenga una persona sin peculiaridades, y yo todavía no tenía peculiaridades cuando las compré — <<Cierto>> — Tengo recibos escritos por esos artículos almacenados en una caja de seguridad dentro de la caja fuerte — <<Verdadero>>
El ceño de Aizawa se arrugó, confundido, ante el dato "todavía sin peculiaridades" Así que no había sido informado de la situación de One For All; Naomasa archivó ese detalle por ahora.
— En ese mismo momento. Legalmente, puede ser citado y multado por no registrar o entregar algunos de esos artículos bajo custodia policial; pero ese es un asunto que deben manejar tus oficiales — Una pausa y una mirada a la madre de Midoriya, que parecía una mezcla de furia y desconcierto.
— ¿Qué pasa con los artículos restantes? ¿Los que no fueron confiscados o comprados como ya ha descrito? —
— Esos son regalos de mi papá — <<Cierto>> Midoriya se permitió una pequeña sonrisa inconsciente — Midoriya Hizashi, edad desconocida, peculiaridad: aliento de fuego — << Cierto >> — No sé con certeza su estado de ciudadanía, pero vive y trabaja en Estados Unidos — <<Cierto>> — Él y mi mamá todavía están casados, pero ella no lo ha visto en años — << Verdadero >>
Naomasa tomó nota de la omisión; es posible que la madre de Midoriya no haya visto a su esposo en años, pero eso no decía nada del propio Midoriya, y no estaba dispuesto a dejar pasar ese detalle — ¿Cuándo fue la última vez que estuviste en contacto con Midoriya Hisashi? —
— Hace unos días, por teléfono — <<Verdadero>>
— ¿Tienes su número de teléfono? — Inko siseó, palideciendo varios tonos — Izuku —
El rostro de Midoriya se quedó en blanco de nuevo, las manos entrelazadas temblando sobre el escritorio, ante la interrupción. Miró fijamente a Naomasa, esperando la siguiente pregunta, sin ningún indicio en su lenguaje corporal de que hubiera escuchado a su madre.
Si estaba leyendo al chico correctamente, y Naomasa era bastante bueno leyendo a la gente, el leve giro en su expresión era molestia, no miedo.
Él... no iba a comentar sobre eso — Sobre el tema de tu padre — y su parte sustancialmente mayor en este asunto que cualquier otra persona, por decirlo suavemente — ¿cuánto tiempo has estado en contacto regular con Midoriya Hisashi? ¿Y por qué exactamente te está dando armas mortales, entre todas las cosas, como regalo? —
— Bueno — comenzó Midoriya, — es... una especie de larga historia. Verás ... —
Hace diez años, Midoriya Hisashi dejó atrás Japón y su familia. Además de las contribuciones regulares de dinero a las cuentas del hogar, cesó todo contacto con Inko y su hijo durante los siguientes cinco años, hasta que, cuando Izuku tenía once años, recibió un teléfono inteligente por correo, con un número ya guardado en los contactos "Papá"
Izuku inmediatamente apagó el teléfono y lo escondió en su habitación durante los siguientes dos meses.
— ¿Es el mismo teléfono que tienes ahora? — apuntó Naomasa.
— Oh, no, este está mucho mejor, está encriptado — le dijo Midoriya — <<Cierto>> lo que solo generó más preguntas.
¿Cómo se suponía que se sentiría acerca de que su padre ausente intentara regresar a su vida? Izuku lo reflexiono, en silencio, hasta que las circunstancias se alinearon y su curiosidad finalmente lo superó, justo antes de su duodécimo cumpleaños.
— Había sido golpeado bastante fuerte por un matón más temprano en el día — confesó Midoriya, desviando la mirada brevemente hacia el escritorio — que me odiaba por no tener peculiaridades- Por supuesto, para entonces sabía que tenía que ser mi padre, genéticamente hablando. Yo... quería llamarlo y gritarle al respecto —
— ¿Lo hiciste? — preguntó Yagi detrás de él.
Midoriya sonrió un poco para sí mismo — Un poco. Pero al final, nos reconciliamos —
El padre de Izuku confesó que no se había ido voluntariamente, un detalle importante que su madre había dejado de lado. Una hospitalización prolongada en el extranjero finalmente llevó a Inko a solicitar el divorcio, que Hisashi acordó no impugnar, excepto que exigió el cese de todo contacto entre Hisashi e Izuku, mucho después de que los papeles del divorcio fueran firmados y notariados. Como si ella tuviera ese derecho.
— Así que obviamente no iba a escuchar esa demanda por mucho tiempo — se burló Midoriya — La familia era, es , muy importante para papá. Lo es todo, si le preguntas. Estar lejos de nosotros, especialmente de mí, por tanto tiempo... no era algo que él hubiera querido, o algo que realmente pudiera manejar —
<<Verdadero>>
Naomasa miró a Midoriya Inko por encima del hombro de su hijo; estaba apretando la mandíbula, y su agarre en la mano de Toshinori bien podría lastimarlo. Sin embargo, cuando ella lo miró a los ojos y él levantó una ceja, ella sacudió la cabeza con rigidez. "Ahora no", articuló.
Volviendo a interrogar a Midoriya, entonces — Escuchar este tipo de relato unilateral de las cosas después de años de silencio en la radio no... ¿hizo sonar las alarmas? — El padre del niño podría haber sido agraviado por su ex esposa, o podría haber estado mintiendo, con la esperanza de abrir una brecha entre madre e hijo — Extraoficialmente, suena más que un poco obsesivo —
Midoriya se rió — ¡Por supuesto que sí! La forma en que habló sonaba como el gran jefe en una película de la mafia. Yo tenía doce años, no soy un idiota — Se inclinó, agudizando la mirada — Pero eso no significaba que no fuera sincero —
Habiendo cumplido los deseos de su ex esposa y permanecido alejado durante tantos años, Hisashi ahora estaba desesperado por volver a conectarse con su hijo, e Izuku descubrió que él... no estaba tan enojado con el hombre como esperaba, al final de la conversación. No una vez que escuchó la explicación de su padre y su oferta.
— ...¿Oferta? —
— Él quería que yo fuera a Estados Unidos y lo visitara, algo que obviamente no iba a hacer de la nada — Midoriya puso los ojos en blanco, la comisura de su boca se curvó en una cariñosa media sonrisa. No importa lo infeliz que era — Le di hasta el próximo receso escolar para convencerme de que era una buena idea — continuó — y bueno ... — La sonrisa de Midoriya se volvió tímida. Se había vuelto cada vez más animado a medida que avanzaba su historia, notó Naomasa, persuadido desde detrás de su fachada de piedra por un tema que claramente le gustaba.
— ¿Y Bien? — alguien, la madre de Midoriya, lo instó, y con esa palabra aguda, las paredes volvieron a levantarse. Naomasa estaba empezando a perder la paciencia con Midoriya Inko.
— Al día siguiente — recitó Midoriya, otra vez fría — había una caja de seguridad en mi escritorio con un millón de yenes y un conjunto de documentos que me nombraban Akatani Mikumo, de dieciséis años, con una peculiaridad de análisis indescriptible —
<< Verdadero >>
Continuara ...
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