Ya ha pasado una semana desde que empecé mi trabajo en la panadería, es un poco complicado el hecho de trabajar y estudiar pero realmente vale la pena, no he escuchado una pelea ni un grito esta semana, aunque la tensión se respira en el ambiente puedo decir que  he podido enfocar en estudios y en el trabajo me siento mucho mas relajada y tranquila, es impresionante como puedo estar mas tranquila sin escuchar discusiones, la verdad espero que esta paz siga durando.

Termino de arreglarme para bajar a desayunar, me gusta compartir el desayuno con mi madre, ya que la mayoría del tiempo suelo llegar tarde y aunque trata de esperarme despierta en muchas ocasiones el cansancio la vence y termina durmiéndose.

Mi madre es mi tesoro más preciado, ella a estado para mi desde que tengo uso de razón, aunque cuando él ser que contribuyo con mi creación se fue y nos dejo ella estuvo ahí para Allison y para mi,  salió adelante sola y nos saco adelante eso hace que se gané mi admiración y respeto, y no solo por ser mi madre sino porque a pesar de verse sola con dos niñas pequeñas jamás se rindió, no diré que es perfecta porque nadie lo es pero es una gran mujer y papel de madre lo a interpretado de una manera estupenda.

Bajo las escaleras, camino hacia la cocina mis ojos conectan con los de mi madre, me regala una de esas sonrisas dulces que la caracteriza—Buenas días—saludo.

—Buenas días hija. 

—Buenos días Anneliese—dice William,

—Buenos días—contesta en voz baja Allison.

 Tomo asiento en uno de los sillas altas frente a la isla, mamá sigue cocinando mi vista se dirige hacia William esta con una taza de café en su mano y el periódico en la otra igual que siempre, observo a Allison esta con la vista fija en su teléfono ¿Recuerdan la tensión de las que les hable? es esto, hasta el aire se siente denso, es muy incomodo estar en un lugar con tres personas y no poder hablar con hablar con dos de ellas por sus actitudes de mierda.

Por una parte William no podría decirse que es un hombre, a pesar de tener 45años es alto, piel tostada, cabello color chocolate, ojos color negros, trabaja como medico y no siempre fue entrometido, cuando empezó con mamá todos nos llevábamos muy bien, hasta Allison lo respetaba, por un momento pensé que era una buena persona para mamá, pero luego vi sus opiniones demás acerca de todo, sus críticas y el querer verse más que lo demás me hizo ver lo realmente era, se que no debería meterme pero las acciones que a tenido hacia mamá es lo que me hacen ser tosca y grosera con él.

Por otro lado Allison siempre ha tenido esta actitud de mierda de querer hacer las cosas a la mala si o si, ella es el karma de familia, aunque se intentado tantos métodos para que mejore, nada parece funcionar actualmente está en terapia, no sabría que decir sobre ella, no la entiendo para nada y nuestra relación no es la mejor de todas, las pocas veces que he tratado de hablar con ella nunca termina bien, sus actos hacia mamá también me han hecho crearme una coraza, la amo y me duele porque es mi hermana, pero mamá va primero que ella. 

Mamá coloca los platos frente a nosotros, le beso la mejilla y comemos en silencio.

—¿Te gusta el empleo Anne? ¿Qué tal te a ido?

—Muy bien mamá, me gusta mi empleo no es forzado y tengo buenos compañeros de trabajo—sonríe.

—¿No te cansas mucho hija? No quiero que bajes tu rendimiento académico por empleo, sabes que no es necesario que trabajes—sus ojos reflejan la preocupación que siente, se que no esta muy feliz con el hecho de que este trabajando y llegando tan tarde, y se que también le preocupa que mis notas bajen.

—Tranquila mamá, se administrar el tiempo, ya he adelantado la tarea de esta semana Sem y Leah me han ayudado.

Asiente y terminamos el desayuno, recojo y lavo mi plato, me acerco a mamá y beso su mejilla.

—Cuídate Anne, avísame si necesitas que te recoja, no me molesta hacerlo.

—Tranquila mami—tomo mi mochila y la cuelgo en mi hombro—Estoy bien, nos vemos en la noche.

—Te amo Anne.

Sonrío—Y yo te amo a ti mami.

*****

Tarareo Fire On Fire mientras termino de barrer.

Fire on fire would normally kill us

But this much desire, together, we're winners

They say that we're out of control and some say we're sinners

But don't let them ruin our beautiful rhythms

'Cause when you unfold me and tell me you love me

And look in my eyes

You are perfection, my only direction

It's fire on fire, mmm

It's fire on fire

Canto en voz baja, mientras muevo la cabeza, coloco la escoba y la pala en su sitio, paso un pañito por encima del mostradora sin dejar de cantar.

—No sabía que te gustaba Sam Smith—giro y lo miro—pero ¿a quién no? es un gran cantante.

—Estoy de acuerdo contigo—sonríe.

—Oye Anneliese, ¿puedo hacerte una pregunta'

—Claro.

Abre su boca pero no logra responder, ya que su teléfono suena.

—Mierda—dice mirando la pantalla con el ceño fruncido—dame unos minutos—me pide y asiento—volveré.

Y se va, la cabeza no deja de darme vuelta ¿que quería preguntarme?

 Luego desde que rechacé su oferta de llevarme a casa no hemos vuelto a cruzar palabra, hasta ahora que a decido hablarme, aunque si hemos cruzado miradas sus ojos dicen tanto, siento que quería hablarme pero no se animaba, esta semana me regalado sonrisas y miradas tan hermosas, esas miradas cómplices, esas sonrisas traviesas con un toque de ternura en ellas, aunque quizás solo sea mi imaginación él no tendría motivos para mirarme de esa manera, aunque una pequeña parte de mi quisiera que si, que esas miradas y sonrisas fuesen para mi, que sus ojos azules me mirarán.

Y tal vez lo hicieron, ¡Por dios Anneliese! tienes que dejar de soñar despierta.

Cayden se a convertido en una pequeña ilusión para mi que espero superar pronto, no quiero que se convierta en algo incomodo ya que somos compañeros de trabajo, no quisiera convertir mi puesto de trabajo en lugar frío e incomodo.

 Me llevo bien con la mayoría de los trabajadores, muchos han sido muy amables y gentiles conmigo, lo minutos pasan y Cayden no vuelve, son las 07:23pm aún falta para que mi turno termine, hoy no han venido tantos clientes a sido un día tranquilo, hoy podré llegar a casa y descansar ya que adelante toda la tarea de esta semana, Sem y Leah me ayudaron a adelantar mis tareas para tener, más horas de sueño.

Paso el paño por encima de la mesa, recojo las tazas que han dejado las llevo al mostrador, Eliad lo recibe, le sonrío y procede a lavar las tazas, vuelvo a terminar de limpiar las mesas. 

—¡Anneliese!—volteo hacia el sitio que proviene mi nombre.

—¿Si Claudia?

—¿Podrías entregarle esto a Cayden?—pide llegando hacia mi—Dile que se lo dejo Daphne en la oficina de Tamara, que también dijo que no llegará tarde a exposición—Extiende una carpeta hacia mi—Gracias Anne.

Asiento, así también podría averiguar que me iba a preguntar hace un rato paso detrás del mostrador—Oye Eliad ¿Has visto a Cayden?—El moreno dirige sus ojos colores color miel hacia mi.

—Si, acaba de ir hacia los casilleros.

—Gracias—Sonríe y camino hacia los casilleros en busca de Cayden, pero cuando llego no está comienzo a buscarlo en las oficinas, la cocina y no lo encuentro comienzo a frustrarme, podía llamarlo pero ni su número tengo.

Piensa Anneliese, piensa ¡El jardín! seguramente esta ahí, suele ir allá por un poco de aire, me vuelto una gran observadora cuando de Cayden se trata, me encamino hacia jardín y efectivamente está ahí de espaldas con una mano en los bolsillos y la otra sostiene el celular en su oreja, ¿Todo este tiempo a estado pegado al teléfono? me acerco hacia él tengo que ponerme en puntillas para poder alcanzar su hombro ya que es mucho más alto que yo, voltea hacia mi y me regala una de sonrisas que lleva dándome desde nuestro accidente con el casillero. Me hace una seña para que aguarde un momento y asiento y se aleja un poco.

Es la primera vez que detallo el jardín, es pequeño pero lindo tiene unas cuantas sillas y plantas, suele ser usado por los empleados cuando necesitamos un poco de aire, pasan unos minutos y vuelve hacia mi con ambas manos en su bolsillo, le sonrío.

—Hola.

—Hola—contesto.

—¿Cómo estás?

—Ehh.. Bien ¿y tú?

—Muy bien—sonríe—¿Nos sentamos?—dice señalando las sillas no muy lejos de nosotros, asiento.

Nos sentamos uno frente al otro y sus ojos están un poco mas azules que la última vez que lo vi sonríe con sus ojos fijos en los míos.

—Te estaba buscando—Logro decir.

—¿Si?—dice sin borrar la sonrisa de su rostro y yo me remuevo un poco incomoda—¿Y a que debo que una hermosa chica como tú me esté buscando?

— Claudia me pidió que te entregará esto—extiendo la carpeta hacia él—Y me pidió que te dijera que Daphne fue quien lo llevo a la oficina de Tamara y que nos llegues tarde a la exposición.

— ¿No te dijo si Tamara quiere verme?—niego.

—Gracias preciosa—me guiña un ojo.

Debería tener valor y preguntarle cual era la pregunta que me iba hacer unos minutos antes ¿cierto?

—¿Qué me ibas a preguntar?

—¿Disculpa?

—¿Qué me ibas a preguntar hace rato? antes de que te llamarán—repito.

—No se de que hablas preciosa, es la primera vez que te veo, pero podría preguntarte tu nombre.

Mis ojos se abren con sorpresa, ¿por qué finge que ahora no me conoce?

—Tú sabes cual es mi nombre.

—No preciosa de saberlo nunca lo olvidaría—mi ceño se frunce ¿es en serio?

—¿Por que finges no conocerme?—la pregunta me sale con amargura y cruzo los brazos.

—No te enfades preciosa, en serio no tengo idea de quien eres.

Mi boca se abre para contestar cuando.

—Anneliese él no te conoce, porque él no soy—volteo y mis ojos encuentran un Cayden parado detrás de mi silla, camina hacia él chico completamente idéntico a él y se sienta a su lado. 

Necesito que alguien me pellizque porque esto debe ser un sueño tengo frente a mi a dos Cayden igual de hermoso y perfectos.