RECAPITULANDO | El Primer Episodio
"Para los Guerreros Sabios, toda guerra perdida en la Tierra es una guerra ganada en otros Cielos"...
Felipe Moyano, "El Misterio de Belicena Villca".
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Pasa el tiempo, las páginas, y una vez más nos encontramos tú y yo, juntos, compartiendo estas letras. Déjame preguntarte cómo estás, cómo te has sentido. ¿Estuviste bien de salud? ¿Bien con la familia, los estudios, el trabajo (si tienes)? Excelente, déjame servirte un traguito, ¿te apetece un chuflay?; ok, quizás eres abstemio, ¿un cafecito entonces? No me vas a despreciar un café, ¿cierto? Bien, tengo un torrado yungeño que es increible, un aroma exquisito y un sabor con mucho cuerpo, ¡eso es café!
Antes de empezar, déjame encender un cigarrillo... ah, mucho mejor. ¿Quieres uno?, ah, lo siento, quizás no fumas. Bien, iniciemos. Me presentaré nuevamente, ya que éste es otro libro; yo soy Gaburah Lycanon Michel, accidentalmente autor de la novela que tienes ahora en tus manos. El Primer Episodio de esta trilogía ha terminado y nuevos horizontes se vislumbran en la lejanía. Supongo que te que quedaste con muchas dudas, en este tomo se aclararán algunas, pero créeme, tendrás aún más preguntas al terminar. Recién llegamos al nudo del relato. Sin embargo, antes de entrar en materia, creo que algunas aclaraciones son necesarias.
Yo sé que el panorama que conforma todo este enredo parece virar de la realidad a la fantasía, a una monstruosa velocidad. Lo que leíste en el libro anterior es complicado de creer y entonces te preguntas: ¿Realmente pasó? ¿Es posible?
Entremos en una convención: "la realidad es frágil". Bajo esa premisa, lo que narré durante el tomo anterior tiene todas las posibilidades de haber ocurrido, pero no es una certeza absoluta. Ciertamente, esta saga se basa en hechos reales, pero yo no puedo masticar las conclusiones por ti. ¿Qué es real? ¿Qué es fantasía? Dejaré que tú mismo descubras eso a medida que avancemos juntos en el relato. Hay mucho de verdad, de real, de cierto y paradigmático en esta historia; pero también hay trampas, lugares oscuros que demandan una mente aguda y corazón afilado. No te voy a engañar, verás guerra, muerte, sufrimiento y desesperación aquí. Pero también verás amor, honor, lealtad e incluso conocimiento.
Vayamos al antecedente de este libro: "El Arco de Artemisa, Primer Episodio - Prefacios de Batalla". Una novela algo abstracta y romántica, llena de desencuentros juveniles y amores adolescentes, bueno, puberales más precisamente. Por un momento quiero que imagines la época. Estamos a finales de 1999 e inicios del 2000 en La Paz, Bolivia. En esos tiempos, los teléfonos móviles eran un lujo para la mayoría. Internet era tan lento que podías perder horas intentando bajar una canción en mp3, en efecto, era un internet arcaico. Cosas tales como Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, Whatsapp, Youtube, Wattpad y todas las aplicaciones que ahora son normales y cotidianas, no existían; la gente era diferente, la vida era muy distinta. Algunas cosas eran más difíciles, pero el contacto humano era más simple. En ese contexto hemos vivido el Primer Episodio de esta saga, el relato de la pintoresca y sublime vida de cuatro niños que están migrando hacia la adolescencia. Nos hemos dejado llevar por sus travesuras, días de colegio, tareas, exámenes, amores, desencuentros y toda clase de situaciones que en la adultez más amarga y despechada, se nos antojan pusilánimes. Pero en el caso de nuestros protagonistas, esa cotidianidad llega su fin de forma brutal, obsesiva, sangrienta, apasionada, endemoniada y sexual. Aquí es donde la borrasca del enigma mezcla los hechos al punto de no vislumbrar claramente la línea entre la ficción y la realidad.
Haciendo el recuento de los protagonistas, tenemos a un Rodrigo bastante normal, un chico como cualquiera que nació en 1986 y que llegó a la adolescencia al final del milenio; es decir, un puto millenial en toda regla. Pero este individuo tenía elementos muy distintivos. Ser pianista, nadador, excéntrico y algo solitario era algo inusual en el 2000, quizá en la actualidad hipertextual es más fácil hallar sujetos con ese perfil, pero hace 20 años o más, no. Como sabrás, él me caía bastante mal a pesar de ser mi primo. Podría decirse que lo odiaba. Me sentía inferior a él y mi entorno no ayudaba. Incluso ahora, que ya no soy jovencito exactamente, hay infortunados idiotas que me recuerdan la vida al otro lado del acoso. No digo la palabra "víctima", pero asumo que ese es el orden natural de las cosas: Depredador-presa.
Por el otro lado tenemos a la insufrible Diana, una chica dotada con demasiados talentos. Sería fácil quedarme con la fijación de su atractivo físico, es decir, soy hombre y la atracción por el sexo opuesto, como a todo varón, entra por mis ojos. Creo que puedo resumir toda descripción sensual o idílica a un solo término: "calienta-huevos". Para qué darle vueltas al asunto. En todo caso, lo que sí es más digno de resaltar es su talento para el piano, su mente hiperactiva, su empatía, su ternura y algo más, algo irresistible: su fragancia. Resulta que ese era el secreto de su encanto. Yo sé que cualquier chica puede ser bonita, muy bonita; todas las mujeres tienen enorme potencial para la belleza. Pero ese aroma, eso sí era único de Diana. Era el aspecto definitivo que la hacía tan erótica, sensual y sublime; en fin, alguien con quien obsesionarse ero-románticamente en una sola snifada.
Recordarás que el libro anterior empezó con la muerte de Rodrigo, doy por descontado que recuerdas su asesinato. Se sabe que lo torturaron de una manera inhumana, aunque supe que nadie oyó sus gritos. Rodrigo estaba internado en una clínica mental cuando murió, tenía solo 19 años; pero a causa de la patología que asediaba su cuerpo y su mente el chico estaba más demacrado que un anciano; pobre infeliz, se había convertido en un doppelgänger. ¿Que qué es un doppelgänger? Tienes dos opciones: spoilearte buscando la palabra en Google o esperar a descubrirlo en la novela, la elección es tuya.
En fin, poco quedó de su cuerpo luego de su asesinato; sangre salpicada en el techo, en las paredes y en el piso; entrañas colgadas en el tumbado de la celda con clavos sospechosos de demencia. Ya no existía piel para cubrir ese cuerpo, toda había sido arrancada por alguna clase de brutal instrumento de tortura. La carne llenaba con su olor a muerte todo el pabellón de "locos desahuciados" de la Clínica Psiquiátrica de la Caja Nacional de Salud. Puedes imaginar la escena mezclando la ejecución de William Wallace con la Pasión de Cristo —según Mel Gibson—, las torturas de Hostel y SAW, y el descuartizamiento de Túpac Katari. Fue gore visceral explícito del más brutal y enfermo. Ahora, ¿por qué lo mataron? ¿por qué de esa forma? ¿quién y cómo lo hizo? Esas respuestas las tendrás más adelante.
Yo fui su última visita. Poco antes de morir me dejó una caja con su diario y muchas otras cosas más; razón de la existencia de esta saga.... Espera, ¿cómo dices?, ¿que tienes preguntas al respecto? Pues venga, dime qué no te ha quedado claro.
A ver, me preguntas que cómo es que no me enteré con anterioridad de la situación de Rodrigo, si era familiar mío. A decir verdad, nadie de mi familia se enteró. Si bien es cierto que él estuvo recluido unos meses en una clínica mental, también lo es que él había cortado contacto con todos. Debes saber que poco antes de la Noche Buena de 1999, la mamá de Rodrigo, es decir, mi tía, vino a mi casa para informarnos que se mudarían a Francia. Para mi familia, incluso para mí, era algo muy coherente. La rama familiar a la que Rodrigo pertenecía era la más europeizada de toda nuestra genealogía. Esa parte de la familia era vista como la más distante, jamás confraternizamos mucho con ellos. Por eso, cuando dijeron que se irían a Francia nadie ahondó en detalles. Sin embargo, mi primo no se iría a Francia, sino a la Ciudadela de Erks, lugar que ya mencioné en el libro anterior. Ten también en cuenta que en diciembre de 1999, Rodrigo fue borrado del sistema. Jamás existió a los ojos del Estado; y las personas que lo conocimos lo recordaríamos como un fantasma de un pasado lejano.
¿Cómo? ¿Me preguntas que por qué no avisé a mi familia sobre la situación de Rodrigo para que lo ayudaran? Ja, ja, já... Honestamente, creo que pequé de escéptico, incluso llegué a pensar que él había exagerado y que su madre estaría cerca; no fue por maldad, lo juro; aunque en este sentido debo reconocer que me comporté como un canalla hijo de... En fin. ¡De hecho, estuve a punto de contárselo a mi madre antes de abrir la caja! Pero luego, al ver su contenido, descubrí que había actuado acertadamente al decidir guardar el secreto. Rodrigo me pedía que no le dijera a nadie de su desgracia, que lo mejor sería que la familia creyera que estaba aún en Francia. Y así quedaron las cosas hasta que el Primer Episodio de este libro salió publicado, el 14 de noviembre del 2011.
¿Quieres saber qué pasó con la familia de Rodrigo? No, no vayas a pensar que son unos hijos de puta que dejaron a un chico enfermo a su suerte. En efecto, yo también me sorprendí mucho al encontrar a mi primo solo y enfermo. Con toda franqueza, hasta aquel día yo lo creía viviendo una cómoda vida en París o en Marsella; lo último que se me habría pasado por la mente era que estaría al borde de la muerte en una clínica mental. Lo que sucede es que su familia estaba totalmente imposibilitada de cuidar a Rodrigo. Y como en mi hogar nadie se enteró, pues el chico se quedó solo. Ahora, podría decirte qué impidió a la familia de Rodrigo estar con él; pero ese spoiler me mandaría al infierno.
Seguro también te preguntarás cómo es que el hecho no salió en las noticias; si googleas el asunto, es muy poco probable, quizá imposible, que encuentres cobertura de prensa. Después de su muerte hubo muchas dificultades para evitar que la noticia de su asesinato se volviese escándalo nacional. Como Comunicador Social que soy, sé a la perfección que los medios, en especial los televisivos, están al acecho de los hechos más morbosos con el fin de aumentar los ratings de sus noticieros; una niña violada —especialmente una niña violada— o un adolescente torturado hasta la muerte son eventos ideales para armar un producto de consumo moroboso orientado a las masas imbéciles. ¡Y ni qué decir del asunto legal y el médico que envolvieron su muerte! No fue sencillo lidiar con jueces, fiscales y la policía al mismo tiempo. Tengo un trauma por todo lo que tuve que afrontar en la fiscalía para evitar que las cosas se hicieran de carácter público antes de tiempo. Al final fui asistido por un abogado que entendía la situación y logramos ahogar el escándalo. A nadie le convenía que el hecho se salga de control, habían muchos intereses involucrados. Solo cuando todo quedó resuelto, años después de la muerte, pude hacer público, mediante una novela, este triste evento. Pero... algo huele raro aquí. Volveremos a abordar este asunto más adelante.
Recapitular todos los eventos que mi primo y sus amigos escribieron en sus diarios me llevó al alcoholismo; no, no es cierto, ya me había vuelto alcohólico de amargura, rabia e impotencia, esa es otra historia. Cuando empecé a leer la fantástica historia de Erks, supuse que estaba frente al caso de esquizofrenia colectiva más pintoresco de todos los tiempos. Sin embargo, por muy cabeza dura que sea, le di, por un momento, el beneficio de la duda a Rodrigo y a los demás. Su muerte era el único hecho tangible que no podía negar.
Luego de leer las aventuras de mis camaradas adolescentes en Erks, mi mente sufrió una fractura imposible, dividida entre la negación y la aceptación de lo que había leído. Honestamente, antes de escribir el Primer Episodio de esta novela era un sujeto necio, alguien que demandaba pruebas y evidencias, un nihilista, un hombre del "ver para creer", como cualquier humano de la Tierra viviendo los inicios del siglo XXI. Por cordura negaba todo lo que mi mente sugería y, a la vez, mi corazón daba desgarradores gritos de indignación. Cada página significaba trasladarme con la imaginación a la Ciudadela de Erks y ver cómo siete personas que conocí se iban "transformando" en algo parecido a "dioses" —como si fueran una mezcla de Kriptoniano y Super-sayayín, por poner un ejemplo burdo de los comics y el manga—. Me levantaba, me servía una taza de café con ron y regresaba a mi habitación para continuar; otras veces me embutía mezclas atómicas de tragos que borran la mente. Bajo influencia del whiskey, vodka, cerveza, singani o ginebra, digería los increíbles testimonios de mis amigos. Entonces, frente al espejo, me mandaba a la mierda a mí mismo por creer tantas fantasías. Pero si no creía en lo que leía, la muerte de Rodrigo quedaría sin explicación, y eso era lo que me angustiaba; no necesitaba los peritajes de policías corruptos, lo que realmente necesitaba eran respuestas fidedignas que estén fuera del inútil aparato judicial boliviano —y del Fiscal Sosa, ni hablar—. Tenía tantas preguntas: ¿Por qué lo mataron? ¿Qué fue lo que él hizo? ¿Por qué nos mintió a todos diciendo que se iría a Francia? ¿Dónde estuvo realmente mi primo? Los únicos argumentos de que disponía estaban en esos diarios, que eran como un guión para una película de fantasía romántica y ficción política. Finalmente entendí que mi pacto con la muerte estaba roto por una premisa tan simple y pelotuda como: "ver para creer". Me fui al carajo.
Al término de mi lectura, los días de la vida se convirtieron en los días de la muerte. Pensaba en Rodrigo, en su asesinato, y las únicas explicaciones disponibles eran imposibles de creer. Finalmente, quedé entre la espada y la pared, no tuve más remedio que aceptar lo que leía y convencerme que así había sucedido; pero era más que eso; sí, lo era. Pronto, el relato de Rodrigo y sus amigos empezó a convertirse en una peculiar novela de fantasía épica, de eso me encargué yo mediante mi trabajo de edición.
Ahora estamos frente al Segundo Episodio de la saga. Una forma editada de los diarios de mis amigos, realizada con el mayor grado de potabilidad que pude destilar luego de arduos años de trabajo y alcohol. Es realmente diferente al primero y, como es imposible darle crédito al diario de Rodrigo, decidí novelar lo más posible esta entrega.
Siéndote franco no sé qué clase de hechos estés predispuesto a asumir y a reconocer como verdaderos; no sé si creas en fantasmas, OVNIS, "espíritus", maldiciones o en cosas todavía más fantasiosas y utópicas como el comunismo o la autoayuda. El hecho es que no soy tan infeliz como para lanzarte las memorias de Rodrigo y sus amigos sin antes ponerme en tus zapatos y comprender que su realidad es una tangente que puede poner en riesgo tus emociones y contradecir tus creencias. Puesto de esa forma, ten por seguro que lo que vas a leer es una novela, no es ninguna otra cosa. Cualquier parecido con la realidad es una "mera coincidencia". ¿O no?
De cierto te digo que no me hallo en posición de asegurarte nada a excepción de una sola cosa: te juro por Dios, por Odín, por Artemisa o por quien tú quieras, que te vas a morir; no saldrás vivo de este mundo. El hecho de una muerte segura me lleva a considerar, para y por ti, que nuestra vida es tan intrascendente como nosotros lo permitamos. Creo que eso es lo que Rodrigo me quiso decir y es por ello que aún soy constante con la promesa que le hice.
En fin, dejo la interpretación del extraño testimonio de mis camaradas en tus manos. Espero que este regalo hiperbóreo de gnosis te sea de ayuda, o por lo menos de entretenimiento. Yo me despido por ahora, me voy a la tienda de la esquina a comprar una botella de tres litros de Cuba Libre para mi solito; quizás así me duela menos existir entre el piano fátuo que me acompaña y los párrafos sangrientos que atormentan mi alma. Te dejo con Rodrigo y sus amigos. Damas y caballeros, niñas y niños, ebrios y sobrios, con ustedes: "El Arco de Artemisa – Segundo Episodio, Los Doce Misterios"
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Título: Reverse
Género: Electro/New Age
Autor: Filtrake Ft. Gaburah
Single: Breath/Reverse
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