—¡Papá, papá!

—Tranquilo, hijo, quédate tranquilo.

—¡No puedes hacerme esto, no puedes dejarme!

—Gabriel, hijo mío, no te sientas triste por mí, yo ya he cumplido con mi misión de vida.

—No, viejo, no es cierto. ¡Aún te necesito!

—Debes aprender a ser hombre por ti mismo, hijo. Yo confío en ti y sé que eres capaz de hacer cosas que ningún otro ser humano podría. Eres mi mayor orgullo y mi más grande logro. Estoy orgulloso de ti, Gabriel.

—¡Papá, no te vayas, no me dejes!

—Sé fuerte hijo mío. Cuida a tu madre y a tus amigos.

—¡Espera!

—Esa chica, Rocío, realmente me gusta para ti. Tómala por esposa y ten hijos con ella para que continúen la Misión Familiar de tu madre, de los Horkheimer.

—¡No, detente!

—Me gustaría tener un linaje tan antiguo como tú y como tu madre, hijo, pero no tuve suerte.

—¡Escúchame maldición, espera!

—Salva al mundo, Gabriel, libera a los Espíritus encerrados en este mundo infernal. Vence a Yahvé, demuéstrale a ese tirano que cometió el peor error de su existencia al aprisionarnos en su asquerosa Creación.

—Por favor, papá, no lo hagas...

—Serás un gran hombre, Gabrielito. Gracias por todo. Ahora ve y lucha, Gorkhan Corcel Indomable.

—¡¡¡NO PAPÁ!!!

https://youtu.be/uZzT6Jte_OU