27. Códigos Genéticos...
Querido diario, no sé cómo describir lo que sucedió estos días. Antes que pueda decir palabra alguna toda mi vida dio un cambio total y definitivo.
Edwin se fue a alguna especie de entrenamiento con papá, lo extraño como nunca. Mi hermana y Oscar, ahora su novio, han estado tratando de estrechar su vínculo conmigo, creo que se sienten responsables de mí. Mis amigos y yo estamos asistiendo al colegio con normalidad, pero nos cuesta mucho trabajo llevar una vida corriente. Y Rodrigo, mi príncipe, él parece sentirse mejor luego de todo lo sucedido. Antes que nuestras familias nos contaran toda la verdad, mis amigos y yo estábamos muy traumatizados por lo que nos hicieron el mes pasado, pero desde que sabemos la realidad nos hemos fortalecido.
Hace unos días tuvimos un encuentro muy especial con personas que van a ayudarnos. Me siento muy feliz de saber que no estamos solos en esta locura, pero estoy triste al mismo tiempo porque al próximo año no volveré al colegio. Por desgracia, las soluciones que plantearon nuestros nuevos aliados son un poco radicales, e incluyen hacernos desaparecer de la vida de todos los demás. Nos dijeron que ahora somos, oficialmente, enemigos del mundo y que no podemos seguir viviendo como hasta ahora lo hemos hecho, así que nos llevarán a un lugar seguro mientras no seamos capaces de pelear por nosotros mismos. No sé qué dirá mi papá de todo esto, mi hermano se angustiará mucho, aunque él también debería venir con nosotros.
El día que nos encontramos con esos nuevos amigos, todo parecía rutinario. El amanecer llegó más temprano que de costumbre, la primavera se acerca. La luz se filtraba a través del horizonte montañoso. Abrí los ojos con flojera mientras los pájaros hacían su habitual escándalo matutino. El reloj de mi velador marcaba las seis de la mañana del lunes 11 de octubre de 1999. Prendí la radio y puse un casete de Octavia mientras me estiraba lentamente. Me costó mucho despegarme de las sábanas. Los exámenes finales se acercaban, pronto terminarán las clases, solo falta un par de meses y mis notas se han caído por completo. Me sentí bastante triste esa mañana, me miré al espejo y pensé en mi vida anterior. Antes me levantaba esperando que el día no sea tan aburrido, ahora me levanto esperando que el Apocalipsis no me pesque desprevenida.
Al salir del colegio fuimos a buscar a Rhupay. Nuestras madres insistieron mucho en que lo encontremos. Desde luego, él debía tener respuestas y soluciones a los terribles problemas que nos ganamos. Un poco alicaídos, fuimos hasta la escuela de al lado y lo esperamos pacientemente. Pasó casi una hora, pero él jamás apareció. Finalmente, cansados de esperar, empezamos a regresar a nuestras casas. Llegamos a la plaza San Martín y nos dispusimos a separarnos.
—Oye, que rayado, parece imposible hallar a ese chico —comentó Rocío.
—Verdad, verdad, mañana lo volveremos a buscar, quizás tenemos más suerte —dije casi bostezando.
—No será necesario.
—¡Ahhhh! —Rocío y yo gritamos por instinto.
Sorpresivamente, alguien habló a nuestras espaldas, asustándonos.
Volteamos y vimos, con alivio, que se trataba de la persona que buscábamos. ¡Había aparecido de la nada!
—Sonso, qué susto nos diste —dijo Rocío, agitada, con la mano en el pecho.
—Siento haberles asustado. Creo que estaban buscándome —respondió Rhupay.
—De bolas brother —intervino Gabriel—. Queremos charlarte de "negocios", nuestros viejos nos hablaron de full cosas importantes y tú...
—Ya sé, ya sé —interrumpió—. Les dije que eran de un linaje noble. Sé que necesitan saber a qué se enfrentan y que me buscaban para pedir ayuda. Pues, siéntanse aliviados porque tengo las respuestas, bueno, no yo, exactamente. Los llevaré con una persona que les dará toda la información necesaria para que empiecen su lucha. Sin embargo, no lo haré hoy, vengan acompañados con sus madres este viernes a las siete de la noche al parque Riosinho. Los llevaré a una "Plaza Liberada" donde encontrarán respuestas y ayuda. Sean puntuales —nos dijo y luego se retiró sin despedirse.
—Ese chico está bien raro —pensé en voz alta, con la vista fija en el distante muchacho que avanzaba sin parar por el horizonte.
—Pero parece que nos dará una mano después de todo —respondió Rocío siguiéndolo con la mirada.
Al llegar a casa, lo primero que hice fue comentarle a mamá sobre nuestro encuentro con Rhupay. Ella mostró curiosidad cuando le comenté sobre la cita y aseguró que asistiríamos.
La tarde de ese viernes abandonamos el colegio con gran expectación. Regresé a casa con un nudo en el estómago por los nervios. Apenas comí un poco de verduras y un pocillo de frutas. La tarde se tornaba insoportable. A las cinco de la tarde me alisté, vestí mi mejor ropa y me puse a esperar a mamá y a Jhoanna.
Llegamos a las siete menos cuarto a la plaza Riosinho. Allí nos encontramos con Rocío, Gabriel y Rodrigo, acompañados de sus madres. Cinco minutos más tarde llegó Oscar, venía solo. Él y mi hermana fueron a comprar unas papas fritas que compartimos entre todos, hasta que Rhupay llegue. Siete y cinco de la noche apareció el misterioso muchacho, venía vestido con la misma gabardina negra adornada con aguayos que le vimos el día que nos rescató de los pandilleros. Lo saludamos y luego lo presentamos.
—Ellas son nuestras madres —dije señalándolas con la mano.
—Mucho gusto señoras —contestó Rhupay, extendiendo la mano a cada una.
—Y ella es mi hermana y él es el primo de Rodrigo. También están involucrados —los presenté, él les extendió la mano y les sonrió.
—Ya lo sabía, pero falta uno más —nos miramos los unos a los otros.
—Debes referirte a nuestro hermano —respondió Jhoanna—. Él está en el Ejército y...
—Ah sí, es cierto, lo había olvidado —nos sorprendió su comentario—. Bueno, no perdamos más tiempo y avancemos, que hay mucho de qué hablar —dijo y empezó a caminar.
Nos desplazamos plaza arriba, pasando por las angostas y antiguas calles de la Zona Norte. Finalmente, dimos con una calle empedrada y caminamos hasta llegar a una casa blanca de aspecto colonial. En la puerta decía: "Calle Manzaneda #239". Rhupay golpeó la puerta con una antigua argolla metálica, adornada con extrañas figuras. Una mujer de pollera nos abrió y al ver a Rhupay sonrió, haciéndonos pasar.
La casa tenía un hermoso jardín el cual atravesamos asombrados. Llegamos a la parte interior con una construcción de aspecto colonial. Rhupay abrió la puerta y nos invitó a pasar. Por dentro, la casa tenía la apariencia de un museo, habían cosas muy antiguas en su interior. Los muebles, los adornos, los cuadros, las alfombras, las ventanas, todo parecía una reliquia. Notamos con curiosidad un pequeño montículo de piedras a manera de altar en una parte del pasillo en el que nos encontrábamos. Rhupay nos pidió esperar un momento e ingresó por una puerta a nuestra derecha. Pasaron unos segundos y nos pidió entrar.
El ambiente contiguo tenía el mismo aspecto colonial de toda la casa. En uno de los sillones se hallaba un hombre anciano, notoriamente ciego. Su canoso cabello lacio y barba blanca le daban un aspecto respetuoso y su piel clara y rasgos faciales parecían los de un extranjero. Lo acompañaba una chica rubia, como de mi edad, sentada en el brazo del sillón, muy cerca del hombre. Ella me resultó raramente familiar. Rhupay nos invitó a tomar asiento en los viejos sillones de diseño español y se paró detrás del anciano a manera de guardaespaldas. Entonces el hombre nos habló:
—¿Gustan algo de mate? —dijo tomando una taza que estaba en una pequeña mesa al lado suyo.
—No gracias —respondió la mamá de Rocío
Los demás negamos con la cabeza a pesar de estar conscientes que el hombre era ciego y que no podía ver nuestra expresión.
—Siempre dije que no hay nada como un buen mate hecho con coca de los Yungas —dijo sonriente—. ¿Cuándo entenderá el mundo que "coca no es cocaína"? Es indignante cuando estos yankies vienen con sus exigencias para hacernos erradicar nuestra hoja sagrada. Aunque aún más preocupante es el uso que ciertas gentes le dan a nuestras plantas, reduciéndolas a solo un producto de consumo más para el hedonismo y la vanidad.
Lo miramos asombrados ante sus inesperados comentarios. Creo que todos pensábamos hallar un hombre que hablara de mística y no de cosas pesimistas.
—En fin, mientras la gente no comprenda que la democracia no funciona y no existan políticos que apliquen un verdadero Nacionalismo Boliviano, no habrá un verdadero cambio de sistema; a la postmodernidad se la combatirá con disciplina —afirmó y luego la madre de Rodrigo trató de hablar del tema que nos interesaba.
—Sí, disculpe señor, verá, nosotros vinimos por...
—Lo sé, lo sé —interrumpió el anciano—. Es que a veces me pongo senil al hablar con extranjeros en mis tierras; bueno, las tierras que tomé a la fuerza de las Potencias de la Materia.
—¿Extranjeros? —preguntó mi mamá, frunciendo el seño.
—Sí, extranjeros. Bueno, bueno, es algo difícil de explicar —dijo batiendo una mano, como tratando de desdecirse—. Déjenme presentarme como es debido. Me llamo Qhawaq Yupanki —dijo poniendo su mano al pecho—, este es mi nieto, Rhupay Yupanki —dijo señalando con la mano al chico, el hombre se expresaba como si pudiera ver—, y esta hermosa niña sentada a mi lado es mi ahijada, Valya Willhelmsson —dijo señalando a la chica.
Cuando la observé bien, me di cuenta que se trataba de la misteriosa chica que estaba tocando el violín en el auditorio del colegio unos meses atrás. Seguramente Rodrigo también la reconoció ya que mostró gran sorpresa al verla.
—Es probable que se hayan sentido extrañados ante nosotros. Puedo comprender su confusión ya que nuestros rostros no parecen muy "bolivianos" que digamos; al menos no ante sus ojos. Sin embargo, hay una explicación para todo —dijo, bebió un sorbo de mate y prosiguió—. Mi linaje, al igual que el suyo, es de Sangre Pura. Nosotros descendemos del Pueblo de la Luna del lago Titicaca. Estamos relacionados con los Ingas del Imperio Tiwanakota y los Señores de Skiold quienes erigieron su reino en estas bastas tierras andinas. Mi gente fue guerrera y luchó por siglos antes de la conquista española para proteger el Linaje y nuestra Misión Familiar. Nosotros somos más bolivianos que la vicuña, en esta tierra hicimos un imperio y ese recuerdo ancestral lo mantenemos en nuestra memoria y en nuestro Pacto de Sangre con Kristos-Wiracocha y la Diosa de las Montañas que es la Virgen Ama de los Andes.
—Entonces, ¿ustedes también tienen una misión? —pregunté sin querer. De inmediato me tapé la boca, sentí que fui grosera. El anciano se rió.
—Así es, mi impetuosa niña. No solo tenemos una misión, sino que compartimos con ustedes al mismo enemigo —nos asombramos al oírlo—. Quien los persigue es acólito de la misma horda demoníaca que los demonios Beraj y Birchaj, vuestros ancestros los conocían como Bera y Birsa. Ambos trataron de exterminar a la noble Casa de Skiold antes de la conquista y casi lo logran. Fue gracias a una familia noble española conocida como "Señores de Tharsis" que la sangre de Skiold sobrevivió. No les hablaré de esa historia ya que es muy larga y tampoco me corresponde hacerlo; en un futuro, no muy lejano, un Iniciado les contará el "Misterio de Belicena Villca". Lo que tengo que decirles está, mas bien, relacionado con su perseguidor y algunas cosas de su propia sangre que aún ignoran —dijo serio.
—Entonces, ¿conoce al enemigo que nos persigue? —preguntó la mamá de Gabriel.
—En efecto, mi señora. Él fue verdugo de muchos hombres de honor. Pero para hablar de él tendré que explicarles bastantes cosas primero —nos dijo.
Por alguna razón, la chica sentada al lado del hombre me llenaba de curiosidad, era como si la conociera muy bien.
—Antes que empiece —intervino la mamá de Rocío—. ¿Por qué nos llamó extranjeros? —preguntó algo molesta.
—Porque son extranjeros —respondió.
—Todos nacimos en este país —repuso mi madre.
—Mi señora, el que hayan nacido en esta tierra no significa que tengan el vínculo sanguíneo con ella —lo miramos extrañados, el hombre sonrió—. Cuando entraron pude sentir olores muy característicos de su linaje. Con ustedes entró el viento helado de las estepas rusas, la brisa marina de los puertos normandos franceses, el aroma invernal de los bosques de pinos alemanes y la dulce fragancia que tiene el Nilo egipcio. Los Códigos Genéticos de su sangre no son andinos, menos bolivianos, por lo tanto son extranjeros; pero, por favor, no piensen que eso es malo. Su presencia en nuestras tierras fue predestinada y la Pachamama los acogió en su seno como dignos representantes de sus linajes. Son bienvenidos en esta parcela y es un honor tenerlos en mi humilde hogar —nos dijo amable, quedamos en silencio—. En fin, aclarado este asunto, creo que ya puedo explicarles algunas cosas —lo miramos expectantes—. Rhupay, por favor trae lo que ya sabes —dijo el anciano.
El chico salió del ambiente mientras quedamos silenciosos ante la mirada vigilante de la ahijada del anciano. Al poco tiempo regresó con una bolsa de cuero y se la dio al hombre. La abrió y sacó de ella unas piedras con dibujos angulares, luego abrió un cajón y sacó unas hojas de coca que mezcló con las piedras mientras decía unas palabras en algún idioma nativo de Bolivia que no pude reconocer.
—Fijemos un antecedente —empezó el anciano—. La Pirámide de Kalasasaya en Tiwanaku ha guardado gran parte de la sabiduría atlante la cual fue heredada a nosotros, los humanos o sexta raza. Entre los atlantes o quinta raza, solo los "Atlantes Blancos" fueron aliados de los pueblos nobles. Hace largos siglos, los hombres hicimos un Pacto de Sangre con ellos mientras que nuestros enemigos hicieron un Pacto Cultural con los "Atlantes Morenos". Este drama es extremadamente largo para explicarlo ahora; únicamente mencioné esa pugna milenaria para mostrarles el mayor legado de los Dioses Leales y los Atlantes Blancos —dijo y nos mostró las piedras—. Los dibujos tallados en estas piedras se llaman "Runas". Cada una de ellas está compuesta por líneas que forman aristas o puntas que, a su vez, forman otras figuras más complejas; son fractales. La fuerza de las Runas era la base de la tecnología de los Ingas Tiwanakotas y de las primeras dinastías del Incario del Cuzco. Quien pueda entender las Runas será capaz de hazañas sin igual —agregó con énfasis—. Estas runas son capaces de revelar las realidades de aquellos que tienen pureza de sangre aunque su anímico los haya invadido —nos dijo y empezó a palpar las piedras—. Todo lo que hoy conocemos de las Runas y de la tecnología de las piedras ha sido compilado en grandiosos tratados que recibieron el nombre de "Sabiduría Hiperbórea". Para comprender esta sabiduría deben recuperar el recuerdo de sangre que conserva su linaje. Para una mejor comprensión de estos conceptos, nuestros ancestros los narraron en cuentos, mitos o relatos con alto contenido paradójico. Estos relatos están compilados en los 12 Misterios que componen el Círculo de Amatista. Una vez que comprendan esos misterios, se les revelará la Estrella de ocho puntas que es el símbolo de Venus o Puerta de los Dioses. Ahora les puede resultar muy complicado todo esto, pero no se angustien, esa sabiduría ya la tienen en su memoria; solo la olvidaron y deben recordarla. Recuerden que la Verdad es simple y se narra fuera de la razón y los sentimientos —afirmó y prosiguió—. En esta sala existe alguien muy joven que llegó con los vientos invernales de los bosques de Alemania —hizo una pausa—. Acércate para que pueda sentirte —pidió, Gabriel sabía que se refería a él, miró de reojo a su mamá y ella hizo una seña de aprobación con la cabeza.
Nervioso, Gabriel se puso de pie y caminó tímidamente hacia el anciano hasta quedar a su alcance; entonces el hombre empezó a palpar su rostro, Gabriel parecía sentirse incómodo.
—Puedo sentirlo, siéntate cerca de mí —le pidió el hombre y luego comenzó a palpar las piedras de nuevo—. Todos ustedes tienen dos nombres —afirmó—. Uno de ellos es su nombre legal, su nombre de mortales. El otro es aquel con el que los Dioses los llaman, su nombre hiperbóreo. Tú, mi querido niño, te llamas "Gorkhan Corcel Indomable", así es como los Dioses te conocen; tú tótem hiperbóreo es el caballo. La historia de tu linaje es muy antigua, mi buen Gorkhan, pero triste.
Tienes grandes obstáculos que vencer pues el destino depara importantes funciones para ti. Tú serás el primero en vislumbrar el engaño del tiempo, el primero en despertar, pero habrás de sufrir mucho para lograrlo. La cárcel de tu Espíritu está ubicada en tus ojos, ellos constituyen una barrera que te mantiene bloqueado y atado a un dolor inmenso que aún no has podido superar —una sombra de angustia oscureció la cara de Gabriel—. Ahora bien, los Dioses asignaron un Espíritu Guía que es el guardián y tótem de toda tu casta. Tú estás siendo protegido por el indómito corcel que se rebela contra el Fuego del Cielo, Sleipnir.
—Slei... ¿Slei... qué? —preguntó Gabriel, desconcertado.
—Ja, ja, ja. Sleipnir —el anciano no parecía ofenderse por la informalidad de mi amigo—. La leyenda vikinga cuenta que, en la antigüedad, un gigante se ofreció a construir las murallas del Valhala a cambio de tener el derecho de desposar a la diosa Frya. Los dioses le dieron al gigante un plazo para terminar la muralla y, para lograrlo, éste empleó un caballo divino. Algunos dioses, celosos, no estaban de acuerdo con ceder a la hermosa Frya en matrimonio por lo que idearon la forma de retrasar al gigante. Uno de ellos, conocido como Loky, se transformó en yegua y enamoró al caballo del gigante para forzarlo a dejar de trabajar. De la unión del caballo del gigante con Loky, convertido en yegua, nació un temible corcel de ocho patas llamado Sleipnir. Este corcel se convirtió en uno de los guardianes del dios Odín, el Señor de la Voluntad absoluta, aquel que nosotros conocemos como Wiracocha. Ese corcel mítico, replicado en tu propia sangre, se proyectó en tu Espíritu, otorgándole una naturaleza guerrera sin par y una gran capacidad vidente. Eres como tu tótem, un Corcel Indomable, un pura sangre.
Tu linaje ario y alemán te ha dado un gran atributo. En ti está la visión fuera del tiempo ya que tus ojos casi invidentes pueden ver donde otros no lo lograrían. Sin embargo, tu poder se encuentra sellado en tus ojos —sentenció.
—¿Y... mis ojos, mejorarán? —preguntó Gabriel, timidamente.
—Lo harán cuando dejes de preocuparte por ellos. La anticipación de tus actos será fundamental para que las cosas vayan bien, por esa razón eres vidente. Solo no olvides que jamás debes revelar tus visiones, o podrías causar una paradoja temporal irremediable —concluyó e hizo una larga pausa, luego prosiguió—. Entre ustedes hubo alguien que me trajo los vientos desérticos sobre el Nilo de Egipto —afirmó—, quiero que esa persona se acerque.
Rocío entendió que se refería a ella. Tomó la mano de su madre. Ella le sonrió y le hizo una seña para que se acerque al anciano. Mi amiga se levantó nerviosa y, con recelo, se acercó lentamente al anciano. Cuando estuvo lo bastante cerca, el hombre palpó su rostro, sonrió y le hizo una seña para que se siente cerca de él. Luego volvió a las piedras y empezó a hablar.
—Así que tú eres "Rit Halcón de Piedra" —dijo el anciano ante la sorpresa de Rocío—. Rit es el nombre de una Runa y también una palabra mágica del Antiguo Idioma Egipcio. En ti, la cárcel se halla en tu glándula pituitaria. ¡Vaya! Un espíritu viejo, tu tótem hiperbóreo es el halcón, como era de esperarse de un heredero egipcio. También estás bloqueada, pero tiene remedio, tu Espíritu Guía te ayudará a romper el sello —afirmó todo serio—. Ese Espíritu Guía es Neftys, la diosa halcón, patrona de la oscuridad, la noche y la muerte, a veces comparada con Artemisa. Es hermana de Isis, misma que nosotros conocemos como Virgen Ama de los Andes. Se dice que cuando el dios Set descuartizó a Osiris, Neftys ayudó a Isis a encontrar las partes de Osiris y le practicó la primera momificación. Su hijo, Horus, fue un guerrero temible el cual se convirtió en patrón de todo Egipto. En tu sangre está muy clara la alianza que tu gente hizo con Neftys, por lo que el tótem de toda tu casta es el Halcón —el rostro del anciano se oscureció y luego mostró una infinita nostalgia—. Como Amunet fuiste conocida por el Faraón, y a pesar de la maldición de Moisés, tú sí estabas libre, y regresaste por tu amado —murmuró el hombre.
—¿Cómo? —cuestionó Rocío, confundida.
—No tiene caso —respondió el anciano—. Escucha, en este momento tus alas están a punto de levantarse, volarás como un halcón hacia los cielos para cumplir tu destino. Pero debes fortalecer tu voluntad, aún hay pruebas difíciles que debes vencer, recuerda que la clave de todo está en proyectarte hacia tu interior y... —calló súbitamente—. Héxabor. Va por el corcel y el halcón —dijo ante nuestro total desconcierto—. Bálaham será invocado y desde Shamash llegará ante los ojos de Moisés.
—¿Disculpe? —interrumpió Rocío la epifanía del anciano.
—Tienes que prepararte para lo peor, Rit. El enemigo no tendrá clemencia. Si purificas tu sangre hallarás el atributo que te hará invencible: podrás flotar en el aire como la lluvia que cae para regar las cosechas y se evapora para regresar al cielo. Vislumbrarás la Danza de los Pájaros y te harás comandante del Ejército de Horus. Sin embargo, este atributo está dormido por el encarcelamiento que sufres. No debes rendirte mi valiente Rit. Levántate furiosa como halcón contra tus carceleros —concluyó.
—¿Y cómo haré eso? —preguntó intrigada.
—Abrirás tu sangre y cerrarás tu glándula pituitaria, allí es donde el alma deposita su capacidad de descanso mediante el sueño. Cuando duermas, sé siempre consciente de tu propio estado de sueño, explora el mundo de tus sueños, allí podrían estar tus respuestas —Rocío lucía desmoralizada—. Pero descuida, tal y como tú volviste por él, él también luchará por ti y te ayudará
—¿De quién habla? —preguntó mi amiga, desconcertada.
—Lo sabrás en su momento —concluyó el hombre, bebió un poco de su mate y prosiguió—. Entre ustedes hubo quien me trajo la fragancia de los mares normandos de Francia, acércate —dijo, de inmediato supe que hablaba de Rodrigo y Oscar.
Ambos se levantaron. Oscar parecía sentir curiosidad mientras que Rodrigo se veía emocionado. Caminaron sin vacilar hacia el anciano quien empezó a palpar el rostro de Rodrigo.
—Vaya, son dos los que Francia me trajo —murmuró y palpó el rostro de Oscar.
Sonrió benévolo y empezó a palpar sus piedras de nuevo, hablando con mucho énfasis.
—Primero el hermano menor, toma asiento cerca de mí —pidió, evidentemente, a Rodrigo. Él se sentó al lado de Rocío, cerca del anciano—. ¡Impresionante! Tienes unos circuitos espectrales realmente compactos, ya me imagino el monstruoso poder que eres capaz de canalizar. Tú eres "Lycanon Lobo Hecho Hombre", así es como los Dioses te han nombrado, pero... —se quedó callado por unos momentos—. Por todos los dioses —murmuró angustiado, empecé a ponerme nerviosa—. Esta vez el Demiurgo ha mostrado toda su crueldad. Dos lobos, Lycanon y Vairon; un Géminis, Laycón, ¡cómo pudo hacerlo! —susurró, lleno de pesar—. Traición de Halyón, sacrificio de Danae, es demasiado sufrimiento, demasiada sangre, demasiada putrefacción.
Cuando el anciano hizo mención a dos lobos sentí que mi curiosidad y angustia se abría irresistiblemente. Yo también sentía que Rodrigo tenía un lobo gemelo en algún lugar. El anciano pareció notarlo también y me puse ansiosa por oír lo que tenía que decir.
—Disculpe, ¿sucede algo? —preguntó Rodrigo, alarmado por las expresiones del anciano.
—No es el momento de hablar de eso, estimado Lycanon. Sin embargo, de antemano déjame decirte cuánto siento la crueldad con la que te han tratado los traidores —dijo triste y siguió con la exposición, yo me sentí preocupada—. Un poderoso Espíritu Hiperbóreo te protege, y a tu hermano mayor también —aunque Oscar en realidad es su primo, ¿acaso son tan parecidos?—. Ese es el Espíritu Guardián de toda tu estirpe, el tótem familiar.
—Freky —murmuró Rodrigo.
—¡Exacto! —contestó el hombre, emocionado—. Seguro ya lo sentiste antes, en tu interior. Y tu hermano mayor también debió sentirlo —Oscar se sonrojó y luego bajó la cabeza—. Tu gente está protegida por el tótem del lobo. De acuerdo al mito vikingo, Freky era uno de los fieros lobos de Odín. Tu linaje pactó con ese Espíritu hace largos siglos para enfrentar la conspiración enemiga ya que sostenían un duro combate. Desgraciadamente, tu fuerza también fue sellada por el dueño de este mundo en una terrible cárcel: el corazón —sentenció—. Las Runas revelan que hace muy poco tiempo ganaste una batalla contra tu carcelero cuando trató de tentarte para abandonar tu sangre; lo rechazaste y entonces Freky te rescató en honor al Pacto de Sangre que tiene con tu familia, convirtiéndose así no solo en el tótem de la familia, sino también en tu tótem hiperbóreo personal —dijo haciéndome recordar la vez que Rodrigo estuvo a punto de morir luego del ataque de los pandilleros—. Sin embargo, mientras no seas capaz de dominar tu poderoso corazón, o de asumir el rol de éste en la estrategia de los Dioses, no hay mucho que puedas hacer para mostrar tu verdadero poder. Por esa razón tu sangre —dijo sonriente— fue dotada con el atributo más azul de todos: el hielo. Para despertarlo, tu corazón debe congelarse hasta el cero absoluto, solo entonces abrirás la puerta de tu celda y tu sangre estará limpia.
Tu naturaleza, nocturna y lunar, te asegura que no te pierdas en el laberinto de la creación. Aunque la misión de tu gente fue truncada, hoy, parte de ese código ha sido actualizado en tu persona. Es un hecho que tus enemigos harán cuanto les sea posible por evitar que sigas recuperando la Orientación de tu casta, pero estoy seguro que lograrás levantarte de ese karma maldito.
—Entonces, ¿tendré éxito en mi misión?
—Yo creo que sí. Tienes una enorme ventaja, y es que no estás solo —Rodrigo me miró, sonriente—. No ceses en tu lucha y recuerda que todo en este mundo es un sueño engañoso, a excepción de tu Espíritu... —sostuvo la mano de mi novio y puso rostro de angustia—; sin embargo, recuerda que debes cumplir con el "Otro Lobo". Es un pacto de honor y solo puedo desear que cuando tú y el "otro" deban enfrentarse, aquel de ustedes que se convierta en el doppelgänger tenga un final honoroso. Haz respetar tu pacto con caballerosidad y honor, el "Otro Lobo" también deberá hacerlo así.
—¿Otro lobo?
—Pronto entenderás a qué me refiero. El éxito de tu misión dependerá de lo que estés dispuesto a sacrificar. Piensa que, por ahora, lo más importante es romper el sello de tu poder.
—Y me imagino que solo yo podré hallar la forma de romper el sello, ¿verdad?
—Perspicacia y paradoja, sin duda. La clave está en tu Voluntad para resignar el designio y despertar al soñante, y ojalá ese despertar no nos mate a todos —afirmó el hombre y luego un breve silencio se apoderó de la sala, el cual el anciano rompió con su profunda voz arcana—. Ahora el hermano mayor —Oscar se sentó al lado de Rodrigo. El anciano puso su diestra sobre la cabeza de Oscar, y la zurda en sus piedras—. Vaya sorpresa —murmuró—, parece que tendrás muchos pendientes que resolver con Astaroth en un futuro no muy lejano. Será una batalla dura y sangrienta, no cabe duda —Oscar lucía desconcertado y miraba al invidente—. Tu nombre ante los dioses es "Hagal Puma del Trueno" —los ojos de Oscar brillaron al oírlo—. Como es lógico, tu Espíritu guía es Freky, el mismo que tu hermano menor y todo tu linaje; pero tu tótem personal no es el lobo sino el puma, el único tótem hiperbóreo rojo y flamígero. Asimismo, estás en calidad encierro, tus poderes están sellados —Rodrigo dio un golpecito al hombro de su primo, como queriendo animarlo—. Tu cárcel se halla en lo profundo de tu hipotálamo, el repositorio de tu alma; es pues por ella que podrías caer en el encierro o en la posesión demoniaca. Aunque lo problemático en verdad es tu Orientación hiperbórea y su relación con tus circuitos espectrales; un ataque arquemónico a tus circuitos podría ser mortal o incluso peor. Pero también gozas de una ventaja potencial puesto que la presencia de una poderosa mujer a tu lado alumbra tus guerras —Oscar volcó su mirada a mi hermana, ella se enrojeció—. Tu función en el futuro es incierta, pero podrías tener una de las claves para una victoria durante la batalla final; el espectro rojo es una fuerza fénix de regeneración.
Sepas que habrás de enfrentar a la Avispa del Infierno desde el fuero de tu alma y el resultado de ese combate determinará tu Orientación. En ese enfrentamiento, serás asistido por el Tauro de la guerra quien hará un gran sacrificio por ti. Quizás tú seas la última esperanza para tu estirpe, Hagal.
El día que tu poder se halle despierto serás capaz de prodigios sin igual. Podrás enfrentar a los demonios y ganar, quizás ese sea el designio de tu sangre. Por ello debes permanecer siempre al lado de aquella mujer que te acompaña, así tu Orientación se fortalecerá. Cuida bien de tu hermano menor, te necesitará mucho a partir de ahora. Cuídalo en el campo de batalla y ayúdalo cuando tenga que enfrentarse a sí mismo, a aquello que no pueda vencer.
—Así lo haré —respondió Oscar, Rodrigo miraba a su primo con una admiración que jamás vi.
El anciano hizo otra pausa, bebió un sorbo de su mate y empezó a hablar nuevamente.
—Finalmente, quiero conocer a quien me trajo la brisa de las estepas de Rusia —pidió el hombre.
De inmediato supe que se refería a mí y a mi hermana. Nos pusimos de píe, acercándonos al anciano.
—Vaya, también son dos —dijo y empezó a palpar nuestros rostros. Luego regresó a sus piedras y mostró gran emoción—. ¡Interesante! —exclamó el anciano—. Por lo visto, será el Arco de Artemisa el que se manifieste en esta ocasión.
—¿Usted conocía del Arco de Artemisa? —pregunté invadida por la ansiedad. El anciano sonrió levemente.
—El Arco de Artemisa es una reliquia vrúnica. Las reliquias vrúnicas son armas y objetos que fueron incrustrados con una Piedra del Origen. Estas particulares piedras son capaces de reflejar el Símbolo del Origen de aquellos hombres y mujeres de sangre pura. Contemplar el Símbolo del Origen otorga un poder inconmensurable al observador, pero esto, para la mayoría de personas, es imposible; para ver el Símbolo reflejado en la piedra, es necesario tener el Símbolo presente en la sangre. La piedra es solo un reflejo de la sangre; si el Símbolo no está allí, la piedra no lo reflejará. Aquello también se estampa en los propios códigos genéticos, mutando la naturaleza humana.
—Eso significa...
—Significa que conozco la naturaleza del Arco de Artemisa, y entiendo la razón de su ingreso a la Guerra Escencial. El Arco legendario se manifestará pronto.
Una emoción inmensa me invadió al escuchar la sentencia de aquel hombre.
—La portadora del Arco está aquí. Ven —continuó el anciano, sabía que se refería a mí.
Miré a Jhoanna, ella me sonrió. Luego busqué a mi madre con la mirada, ella me hizo una seña de aprobación con la cabeza, como para darme confianza. Me senté cerca del hombre, al lado de Rodrigo quien me tomó de la mano.
—Dime, mi niña. ¿Alguna vez notaste que existe un olor dulzón, similar al aroma de las frutas, acompañándote a todo lado y en todo momento? Una fragancia que no desaparece de tu cuerpo ni aún bañándote —la pregunta me confundió en un primer momento. Pero luego de pensarlo unos segundos, sí me percaté que hay cierto olor muy característico en mi vida. Recuerdo ese aroma desde que tengo uso de razón.
—Es cierto —dije—, siempre lo he sentido.
—Tiene esa fragancia desde que era una bebé —agregó mi madre.
—Ese aroma —continuó el anciano— lo emanan tus circuitos espectrales —no entendí, el hombre lo notó y agregó—. Los circuitos espectrales son un conjunto de órganos que se expanden por toda tu médula ósea y que trabajan junto a tu sistema nervioso. Aunque todos los seres humanos tienen circuitos espectrales, solo un puñado son capaces de darles el uso para el que fueron creados: emanar espectro.
—El espectro es esa energía misteriosa que da orden al universo ¿cierto? —cité, recordando las explicaciones del abuelo de Rodrigo el día que nos revelaron nuestra misión familiar.
—En efecto. Se trata de la Quinta Fuerza de la naturaleza. En el espacio puede manifestarse como energía oscura, materia oscura o condensado de Bose-Einstein. No es de este universo, se halla en un plano totalmente ajeno a la materia, la energía o el tiempo. Esa fuerza es la que llenará tus circuitos espectrales cuando uses el poder del espectro. Pero tu caso, mi niña, es especial. Tus circuitos ya están emanando determinado tipo de energía que interactúa en tu cuerpo mediante reacciones químicas. Ese olor que sientes es consecuencia de un sello a tu poder.
—¿Qué clase de sello?.
—Con calma, ya llegaremos a ese punto, "Dianara Osa de la Luna".
—Di... ¿Dianara?
—Ese es el nombre con el que los dioses te conocen. Tu tótem hiperbóreo personal es el oso. Y al parecer también el de toda tu estirpe. En tu sangre se revela el asombroso poder de los sagitarios de todos los tiempos. Tienes un poder que emana en frecuencia Ultravioleta, algo muy único entre los hiperbóreos. Eso te hace más que apta para disparar la Ságita Luminis. Pero hay algo más... —afirmó el hombre palpando sus piedras, entonces su rostro mostró nostalgia de nuevo—. Rosales, rosas, muchas rosas... —murmuró. De inmediato me sentí llena de vergüenza, recordé lo que los rosales significan para mi cuerpo y mi corazón—. Hay mucho sufrimiento, demasiado —continuó—. Es tanto dolor que no me atrevería a mencionarlo en esta Plaza Liberada. Lo que deberás enfrentar será brutal.
Un escalofrío recorrió mi espinazo, me sentía totalmente confundida y alarmada.
—Escucha, Dianara —prosiguió el anciano—. El Arco de Artemisa es una prioridad absoluta en este momento, es importante que seas consciente de ello. El Espíritu Guía de tu estirpe te dará las claves en tu misión. En este caso es Morana, la diosa eslava de la muerte, ahora llamada Virgen Morana.
—Eso... lo entiendo. Es una guerrera, yo la vi —comenté con satisfacción.
—¡Exacto! —confirmó el hombre, enérgicamente—. El espíritu de Morana tiene propiedades metamorfas, lo que explicaría que tu tótem sea el oso —afirmó el hombre, pero luego su rostro se mostró perturbado—. Sin embargo, el sello de tu poder es, cómo decirlo... ¡Inusual! De alguna manera, tu Espíritu se halla fragmentado a lo largo de tus circuitos espectrales, anclado directamente al sur de tu columna, en la mecha baja de tu pilar. Dicho de otro modo, el sello de tu poder reposa en tus órganos sexuales y sistema nervioso. Como consecuencia, la esencia femenina de tu Espíritu desborda en forma de olor. Ante otras mujeres aquella frangancia solo es un delicado perfume frutal, totalmente inocente. Pero para los varones, aquello es una ambrosía química de hormonas y espectro que puede embriagarlos de pasión. Habrán quienes muestren mayor resistencia al aroma de tu espectro, pero la mayoría podría caer en el embrujo de un enamoramiento desesperado y autodestructivo. Esa característica tuya irá aumentando con el tiempo en tanto te hagas adulta. Es inevitable.
Tragué saliva, quizá puse una cara muy notoria de indisposición. Mi novio me abrazó, el anciano sonrió levemente y prosiguió con voz afable:
—Entiendo tu perturbación, pequeña. Tu naturaleza hiperbórea es extremadamente sexual, pero si logras canalizar ese potencial para aprovechar tu poder, sin duda serás una de las criaturas vivientes más poderosas y peligrosas del cosmos —no sabía si me sentía aliviada o ansiosa, quizá algo de ambos—. En esta fase de guerra, nuestro enemigo no entrará en batalla absoluta. Ellos te desean, Dianara, y es por eso que no se atreverán a destruirte. Sin embargo, más que ser una ventaja estratégica, es también una muestra de gran crueldad. Quedarás entre dos lobos y deberás deambular con ellos. Al que primero te entregues, será el que tomará el rumbo Resignado y se convertirá en doppelgänger; al que te entregues por segunda vez se convertirá en el lobo definitivo. Cuando el mayor placer de amor se le niegue a las rosas, éste florecerá en el Espíritu liberado, inventando una nueva química que dara fruto de tu vientre.
—¿A qué se refiere? —pregunté, asustada.
—Descuida, lo descubrirás tú misma a su debido tiempo —respondió.
—Estoy confundida —y en verdad lo estaba.
—Es natural, pero la claridad llegará a tus días antes de lo que te imaginas —afirmó el hombre—. Ahora, la hermana mayor, toma asiento —Jhoanna se sentó cerca de mí, el hombre empezó a palpar sus piedras—. Vaya, las cosas empiezan a tener más lógica. Tú eres la mujer que está al lado de Hagal —creo que se refería a Oscar.
—Sí, él es mi novio —dijo, creo que ella entendió muy bien lo que el anciano quiso decir.
—Es bueno que así sea. Los Dioses te han llamado "Debla Pantera de Hielo". Igual que tu hermana, tú estás custodiada por Morana y el tótem del oso, como toda tu estirpe; pero tu tótem personal es la pantera. Tu destino parece enlazarse con los designios de Samael pues a él habrás de enfrentarte. Pero, por desgracia, tu poder también está sellado. El sello está en tus pechos, un lugar muy delicado, ciertamente. Debes cuidarte mucho de los demonios, querida Debla. Ellos querrán engendrar terribles abominaciones en tu vientre pues eres una dulce tentación para ellos. Los demonios querrán el ánima de tus pechos, de tu sexualidad encarnada, querrán ser amamantados por ti. Si logras Orientarte, la leche que tu cuerpo genere será como la Sangre más pura de todas. Si no te Orientas, esa leche será como el semen del macho cabrío para alimentar a las bestias del Demiurgo —mi hermana palideció, lo que dijo el anciano fue terrible—. No te alarmes, mi querida Debla, estoy seguro que eso no pasará. Después de todo, el hombre que está contigo tiene una estirpe que salvar, igual que tú. Deben tener un hijo —Joisy tosió al oírlo—, eso romperá el sello de tus pechos y tus circuitos espectrales lograrán canalizar un espectro gigantesco. Tu verdadero poder se mostrará cuando los que amas estén en peligro. Podrías ser infinitamente poderosa, Debla. Mantén tu honor y verás como serás recompensada. Esperamos mucho de ti, y de tu vientre —mi hermana estaba totalmente sonrojada por las sentencias del anciano.
Con cuidado, el hombre guardó las piedras en la bolsa de cuero, junto a la coca, y se las dio a Rhupay quien introdujo la bolsa en su abrigo. Luego el anciano volvió a hablar.
—Solo me quedan dos cosas importantes por decirles. Primero les hablaré de su enemigo —todos lo miramos, ansiosos—. Están enterados que alguien de nombre Héxabor ordenó que les hicieran terribles atrocidades. Sepan que Héxabor es un druida que fue invocado por los arcángeles para terminar con ustedes. Por otra parte, aquel que conocen como Ikker, también tiene otro nombre: Golab.
—Ese maldito nos ha estado acosando desde hace meses —interrumpió Rodrigo.
—Golab, o Ikker tal cual se presentó ante ustedes, es un general de alta jerarquía dentro del Ejército de Satanás, con mayor rango que Bera y Birsa. Este demonio, en realidad, es el Señor del Foso, uno de los miembros del Bafometh. Su poder es está mas allá de vuestra imaginación, terrible y devastador, su maldad no conoce límites y sus aliados son poderosos. Con la satánica ayuda de los Masones y los Sionistas ha logrado acumular enormes cantidades de oro con el que compra la voluntad de quien sea. No importa a quien acudan, la Policía, el Ejército, el Gobierno Nacional, las Naciones Unidas, no existe poder o fuerza humana que funcione con él. Con su oro torcerá la voluntad de cualquier mortal y si no lo hace su oro, su maldad lo hará. Este demonio llegó a esta dimensión gracias a los Cabalistas Sionistas del Mossad Israelí y la B'nai Brith. Para darles un panorama claro, el Mossad son las fuerzas de inteligencia del Estado de Israel, algo similar a la CIA norteamericana; mientras que la B'nai Brith vendría a ser la masonería judía. Ellos lo invocaron para cumplir varias misiones, entre ellas, destruirlos a ustedes.
—¿Nos matará? —preguntó Rocío.
—No, mi niña, su objetivo no es matarlos, de serlo ya lo habría hecho. Es más, él no desea su muerte, sino su traición. Tanto él como el druida Héxabor están conscientes que su muerte no arreglaría nada. Héxabor tratará de arrebatarles el Espíritu por cualquier modo. Pero Golab tiene planes distintos. Lo que él busca es hacerles perder la pureza de sangre y, para hacerlo, lesionará sus cuerpos, los tentará y torturará. Usará cualquier método disponible con tal de que se rindan y entreguen su sangre al Creador.
Hizo una pausa y fijó sus ojos blancos sobre mí. Parecía que podía verme, era un pensamiento macabro.
—El demonio Golab ha estado saboteando los planes que Héxabor llevaba a cabo contra todos ustedes. Él, como cualquier Siddha Traidor, puede enamorarse, y eso mismo hizo. Por amor a una humana ha impedido que Héxabor haga un Holocausto de Fuego en esta ciudad. Esa es una ventaja estratégica que debemos aprovechar, la razón por la que el enemigo no hará una batalla total en este momento. También está la debilidad de ese demonio como una ventaja. En el proceso de invocación, los sacerdotes Sionistas fueron atacados por nuestros aliados, lo cual evitó que la invocación sea completa. A pesar que Golab llegó a esta dimensión, está débil y solo usa su poder material para alcanzar sus objetivos ya que su fuerza espectral está debilitada. Sin embargo, él no estará débil por siempre, tarde o temprano recuperará sus poder. Lo que tienen que hacer es volverse fuertes y entrenarse para la guerra.
—¿Y cómo lo enfrentaremos? —preguntó Gabriel.
—Bien, deben saber que no es seguro que sigan viviendo en esta dimensión. No solo por ustedes, sino que el planeta entero corre peligro. Para contrarrestar la magia satánica de ese demonio deberán seguir un estricto entrenamiento, lo cual me lleva al segundo punto —lo miramos expectantes—. Como les dije, deben irse de esta dimensión. No hay lugar en este universo en el que se hallen a salvo para entrenar, así que lo mejor es que crucen esta dimensión. El lugar al que deben ir se llama "Ciudadela de Erks". Se trata de un lugar fuera de este plano espacio-temporal, por ahora es el lugar más seguro al que pueden ir para entrenarse. La persona que los llevará hasta allí se llama Rowena, ella será su mentora en la Sabiduría Hiperbórea y les dará las armas y el conocimiento para enfrentar a su enemigo.
—Pero, ellos aún deben ir al colegio —intervino mi madre—. ¿Acaso no saldrán bachilleres?
—Mi querida señora. Sus hijos son ahora enemigos del mundo entero. Así se graduasen de la escuela y estudiasen una profesión, lo más seguro es que morirían de hambre al no poder hallar trabajo. Luego serían acusados de crímenes que no cometieron y acabarían muriendo de forma espantosa en algún calabozo —nuestras madres se mostraron horrorizadas al oírlo.
—Tiene razón, Mery —le dijo la madre de Rodrigo a mi mamá—. Nuestros hijos ahora son hijos de la vida. Debemos dejarlos partir —mamá lucía muy triste, Jhoanna y yo nos acercamos y la abrazamos. Nuestros amigos de inmediato nos imitaron, abrazando a sus mamás.
—Es duro dejar partir a los hijos —agregó el anciano—, pero es lo único que podemos hacer por ahora. Señoras, estos jóvenes valientes deben ser borrados del sistema, como si jamás hubieran existido. Mañana mismo empezaré a elaborar los movimientos necesarios para borrarlos del registro civil, escolar y médico. Debemos hacerlos desaparecer.
—Mamá, todo estará bien —trataba de consolar a mi madre.
—Es cierto, yo cuidaré de la Dianita —le dijo mi hermana.
—Lo sé hijas, sabía que esto podía llegar a pasar. No saben cómo lo siento, yo quería una vida normal para ustedes, pero...
—No te sientas mal, mamá —la interrumpí—. La vida que nos has dado es mucho mejor que una vida normal —dije y le di un beso en la frente.
—Ahora, camaradas, pongan atención —nos interrumpió el anciano—. No podremos sacarlos tan fácilmente de esta dimensión. Deberán realizar sus actividades rutinarias hasta fin de año, fecha en que Rowena los llevará a la Ciudadela de Erks. Es probable que, en ese tiempo, Golab o Héxabor los ataquen económica o políticamente con el fin de provocarles dolor o para chantajearlos. Pierdan cuidado, si algo llega a suceder, nosotros los respaldaremos ya que tenemos muchos amigos influyentes. La justicia corrupta del sistema no los tocará y sus fuentes de ingresos económicos estarán garantizadas por nuestros aliados. No dejaremos que esos malditos demonios usen la fuerza de la carnada para hacerlos caer con cosas tan terrenales como el trabajo, el dinero, el estado de derecho o cualquier instancia cotidiana de la vida mortal postmoderna. Ustedes y sus familias estarán seguros.
—Gracias por el apoyo, pero, ¿a qué se refiere con "la fuerza de la carnada"? —consultó la madre de Gabriel.
—Se llama "fuerza de la carnada" a todas las herramientas que los mortales inventaron para perjudicar o someter al prójimo. Las leyes, los órganos económicos y los Gobiernos son algunos ejemplos. Ellos norman la vida de las personas de acuerdo a las reglas dentro de una sociedad. Cuando alguien cae bajo castigo por una falta, se dice que fue víctima de "la fuerza de la carnada". No olviden que ustedes son valiosos camaradas para nosotros. Siempre que lo necesiten, está casa tendrá sus puertas abiertas para ustedes. Solo recuerden que a esta casa únicamente pueden ingresar aquellos que nosotros permitamos. Si tratan de traer algún extraño, jamás la hallarán. Esta es una Plaza Liberada, por lo tanto está libre de los efectos del tiempo y el espacio. De momento es todo lo que tengo que decir; ahora, si disculpan a este anciano, regresaré a mis actividades, tengo muchos pendientes —dijo mientras Rhupay lo ayudaba a ponerse de pié.
—Gracias por todo Señor Yupanki —agradeció tía Eugenia.
—Solo llámenme Qhawaq —respondió afable.
Mientras el anciano se retiraba, la chica que lo acompañaba se acercó y nos escoltó silenciosamente a la salida; entonces empecé a conversarle.
—Oye amiga. ¿Podríamos tocar juntas alguna vez?, Rodrigo dice que eres una gran violinista.
—Llámame Valya —replicó la chica—; seguramente tendremos tiempo para hacerlo dentro de poco.
—En verdad me gustaría.
—¿Acaso se conocían? —preguntó Rocío.
—Valya estuvo un día en el colegio tocando el violín, el Rodrigo la escuchó —respondí.
—¿En serio? —cuestionó Gabriel.
—De veras, de veritas —Rodrigo respondió, algo tímido.
—Bueno. Hasta acá los acompaño —nos dijo Valya al llegar a la puerta—. Regresen tranquilos, el camino estará despejado hasta sus casas, se los garantizo —afirmó amable.
—Gracias por todo, en verdad —le decía mi hermana.
—No agradezcan, era un deber —contestó.
—Despídenos de Rhupay por favor —pidió Rocío—. Mirá que queríamos agradecerle por lo que hizo por nosotros el otro día y no pudimos hablarle.
—Le haré llegar su mensaje, pero pierdan cuidado, él hizo lo que tenía que hacer, no espera nada a cambio —contestó Valya, sonriente, mientras nos entregaba un papelito—. Esta es la dirección de Rowena. Vayan el 31 de diciembre por la tarde con todas las cosas que quieran llevarse. Partirán el primer día del 2000, será un viaje largo. Díganle que van de parte de Qhawaq.
—Bien, gracias —agradeció mi madre y nos despedimos.
Mientras nos retirábamos, conversamos con tranquilidad sobre lo que Qhawaq nos dijo. A pesar de haber recibido nefastas predicciones, nos sentíamos conformes de saber que tendríamos ayuda para recorrer el difícil camino que nos espera. Me preocupé mucho al saber que nunca podría llevar una vida normal, pero creo que no será tan malo, después de todo no me molesta mucho la idea de dejar el colegio; aunque me dará mucha tristeza despedirme de mis amigos y mi familia. Tengo miedo dejar sola a mamá, pero creo que no hay otra salida.
Después de todo, el sufrimiento tan terrible que mis amigos y yo pasamos sí tenía un sentido, una explicación. Nada fue en vano.
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https://youtu.be/ziPRp5J3DLQ
Título: Códigos Genéticos
Género: New Age
Autor e intérprete: Gaburah L. Michel
Álbum: El Arco de Artemisa OST
En homenaje al maestro Vangelis
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